Partida Rol por web

El hombre de ojos negros continuaba mirando la escena aún apoyado sobre la mesa. La punta de uno de sus dedos se movía por la mesa como si estuviese escribiendo. Cuando mencionaron el posible estado de los caballos éste miró la silla de montar que descansaba en uno de los laterales de la taberna. Movió los labios como si se tratasen de un hocico y luego se puso en pie recolocándose de manera muy torpe las ropas. Avanzó unos pasos hacia la puerta y se asomó por ésta para comprobar que su caballo siguiese en el mismo lugar donde lo había dejado. Era curiosa la sensación que tenía al estar al lado de aquellas moles, ya que a duras penas les llegaba al pecho. Era como volver a ser un niño rodeado por adultos. Miró a cada uno de ellos. Sus cabezas, torso, los pechos de la mujer rubia, los puños del pelirrojo, las piernas del más oscuro, nuevamente los pechos de la mujer rubia... Estaba más que sorprendido, pero intentaba que no pareciese tan evidente.

Tras comprobar que la bestia estaba bien se acercó un poco al grupo y les tendió su mano. Durante un momento tembló al abrir la palma. ¿Cómo darían la palma aquellos hombres? ¿Sobreviría al impacto? Porque estaba más que seguro que tan solo el tacto de aquellas manos como yunques le arrancarían el brazo. Así que rápidamente improvisó y señaló la mesa donde se encontraban sentados previamente.

- Yo no les conocía de antes, eh. La sopa es bastante mala, pero la carne está blanda y parece sana -dice con una agradable sonrisa.

Cuando me tiendes la mano, la miro atentamente sin saber muy bien que indica o que hacer, tal vez me este mostrando sus manos desarmadas, indicandome que no tiene intencion de hacernos ningun daño, aunque viendo el tamaño tanto de su cuerpo como de su mano me extrañaria que fuese un guerrero, he visto niñas de 12 años mas grandes que todos ellos.

Aun asi intento ser amable, le sonrio e intento sentarme a la mesa con ellos.

   - Dos Raciones de Sopa y Estofado y si hay carne mejor - Le pido al tabernero desde la Mesa, despues del ultimo año ya algo mas acostumbrada a conseguir comida en estos reinos llamados civilizados. Dejo mis Jabalinas y mi escudo en el suelo, junto a mi y espero tranquilamente. Parece que las Pieles han aguantado bien y la lluvia no ha calado.

El gran guerrero tambien se queda ensimismado mirando la mano de aquel hombre.

Qué pretenderá?

Al oir a su compañera sobre la comida, Garland empieza a notar como su estómago se revuelve, le invade una gran sensación de hambre que debe ser saciada cuanto antes. Desde el desayuno no había vuelto a probar bocado, y era mejor que recuperara fuerzas.

- Para mí, una sopa y carne por favor, dos raciones.

El O'Shar se desplaza hacia una de las sillas de su alrededor y la coloca junto a la de Breielssa, y lentamente se sienta. Mientras que el resto sigue hablando Garland se dedica a mirarlos pero no dice palabra alguna, bien parecería que es mudo. Pero mejor saber cuanto antes del resto antes de iniciar una conversación, nunca se sabe con quien te puedes topar en el camino.

 Cuando preguntais que de donde vienen, Breielssa se queda callada, bastante seria y con la mirada perdida, puede que incluso un poco triste. Pero pronto aprieta la mandibula como con rabia y os habla.

   - Somos de una tribu O´shar del Norte... mas alla de los Reinos Civilizados, fuimos atacados por miles de Orcos y Graunts y tuvimos que huir... Creemos que solo nosotros dos seguimos con vida, la sangre de nuestra tribu se perdio para siempre - Su voz suena dura.

   - Aunque hemos sabido que muchos otras tribus se han salvado, pero han tenido que abandonar sus tierras y viajar hasta donde se encuentran nuestros primos en la Peninsula de Aldarac.

Al observar la reacción de sus compañeros, decide tomar la iniciativa y le da firmemente la mano al hombre - Mi nombre es Sahsôt, encantada.- Se retira los mechones del rostro y continúa hablando con Rachel.- Nosotros, en verdad, no venimos de ningún sitio, llevamos vagando juntos bastante tiempo, y el azar ha querido que terminasemos aquí.

Me senti incomoda al escuchar lo que dijo la peliroja, no deja de ser triste pensar en ser los últimos de una casta, y ese, no se si sea mi caso, pueda que sea la ultima de Briom, no lo se... quisiera creer que no lo soy

Lamento  de corazon lo que me dices- mi expresion se torna triste - gracias por compartirlo - sonrio lastimera

Sahsôt creo que estamos en las mismas, llevamos meses viajando... -Sonrio a Olon- supongo que podremos compartir parte del camino

Me dirijo hasta la mesa, me siento y me quedo en silencio con animo meditabundo.

Por un momento pareció que Yorash fuese a responder a una de las dos mujeres, pero pronto cerró de nuevo la boca y bajando la cabeza se limitó a volver hacia la mesa para sentarse junto al resto de compañeros. Su ceño estaba fruncido y su pelo caía por su frente como una pequeña cascada negra.

Muchos somos lo último que queda de algo...

Levantó su cabeza ligeramente y miró de soslayo al enorme guerrero pelirrojo que lo acompañaba. La estampa era cuanto menos pintoresca. Un pequeño y oscuro hombre acompañado por una enorme montaña de cabellos rojos que por poco no cabía en su asiento. Discretamente apartó de nuevo la vista y bostezó llevándose una mano a la boca. Carraspeó una vez antes de poder hablar.

- El vino es malo, pero le echan un montón de plantas y semillas haciendo que su sabor sea mucho mejor. Deberíais pedir un poco -murmuró tomando el vaso que tenía boca abajo en la mesa.

El Posadero un buen rato despues, comienza a traeros la comida... dos raciones para Garland, dos para Breielssa, dos para Marcao y na de sopa caliente para Sahsnot. Pronto la mesa se llena de tanta comida. Al mirarla adivinais que en el mejor de los casos se puede tildar de pasable, la sopa es casi toda agua, el estofado no es ninguna maravilla, y de la carne, escasa y con tiempo.

   - Son 38 monedas de Bronce - Os anuncia el Posadero, seguro que hoy no se esperaba tantas ganancias - 3 monedas por racion, 2 por la sopa. - Vuelve a la barra y os trae varias Jarras de cerveza rubia. Por ultimo en unas Jarras mas pequeñas (todas de barro, aqui no hay cristal) os trae algo de vino caliente especiado. - El Vino es invitacion de la casa - Os dice sin demasiado entusiasmo, si bien sus ojos nerviosos e inquisitivos no dejan de observaros.

La mirada de Marçao se pasea por la habitación una vez más recordando viejos tiempos... una sonrisa que se torna en una sorda carcajada... Cuando se ha deshecho finalmente de su empapada ropa de abrigo se sienta para comer Bueno y podemos saber hacia donde os dirigiais?? últimamente andamos un poco perdidos, basicamente nos hemos dedicado a hostigar a esas lagartijas...

Luego levanta la jarra de vino y la prueba tranquilamente intentando paladear el sabor... Esto de probar nuevos sabores me trae viejos recuerdos.... Como agradecería volver a tomar aquella terrible cerveza negra enana, parecía más un licor que una cerveza... tras esto sonríe y vuelve a dejarla sobre la mesa.

Sahnôt recoge su cabellera en silencio, y toma la cuchara en sus manos. Empieza a tomarse la sopa lentamente, y su rostro se tuerce ligeramente durante un pequeño instante, para volver a sonreir levemente al escuchar a sus compañeros - Ciertamente... la sopa imagino que no es de lo mejor que tienen por aqui... - susurra.

Miro la carne, todo hueso y cartilago y suspiro.

   - Hubiese sido mejor haber ido a cazar para cenar algo decente - Tomo un largo trago de cerveza y sigo comiendo resignada.

¿Has dicho que les habeis estado hostigando? -  le pregunto sorprendido a Marçao, despertando de mi empanamiento - ¿Tan al Sur están?... Nosotros nos dirigimos al frente de batalla que hay a dos días al Norte de aquí, pero si es cierto que están por la zona...

¿Cazar? Yorash tanteó nuevamente con la mirada al enorme guerrero sentado a su lado. Estimó que quizá podría alimentarse de un carnero... o un jabalí, o quizá uno de cada. Negó con su cabeza y resopló.

- Yo viajo sin rumbo fijo desde Nesme. Soy de allí, pero ahora no queda nada, todo fue arrasado a su paso. Digamos que soy un refugiado. Llegué hace poco a la posada y ambos me acogieron con algo de comer y de beber -dice mirando a Rachet y Olonheint-. Me propusieron unirme a un ejército, a una especie de resistencia contra lo que se avecina. Pero soy difícil de convencer, todo sea dicho. Siendo tan solo cuatro... ¿Con cuántos habéis acabado?

Yorash observa con cuidado las armas, cinturones, pequeños saquitos colgando de éstos, así como objetos brillantes, monedas asomadas entre algún dobladillo. Quién sabe qué podrían tener aquellos guerreros por sus numerosos viajes. Y robar a alguien que te saca tres cuerpos era un verdadero reto.

Miro a Yorash, evidentemente habla demaciado, pero su pregunta también me causa curiosidad... con guerreros tan enormes, es una buena pregunta. Miro al conjunto interesada en la respuesta.

En los dos Salvajes Oshar no observas nada de valor a la vista.

Sahsnot la Alhyon de aspecto regio, lleva una espada de hermosa manufactura (pero claro esa espada casi mide 140 cm y seguro que pesa un monton) Su armadura plateada tambien se la ve de calidad y con hermosos grabados, aunque estas convencido de que la Espada es mucho mas valiosa (tienes ese presentimiento)

En Cuanto a Marcao, un cinto de plata bruñida, camisa turquesa sin cierre desde mitad del pecho, sin cuellos con bordados en hilo de plata. Dos zarcillos de plata en la fosa nasal derecha y una púa atravesada en la ceja izquierda, la oreja izquierda adornada con una punta de flecha plateada. Plata bruñida como un plumaje adorna las escamas del pecho con incrustaciones de marfil, grebas y brazales escamados con baños de plata vieja, casco y escudo acabados en plata pulida completan la armadura de escamas, lapislázuli y marfil adornan la empuñadura de sus armas...

Los cuatro parecen tener unas bolsas de dinero medianamente decentes... incluso algo de Oro.

El gran guerrero mira la comida encima de la mesa. La verdad es que la carne no es gran cosa, pero al menos hoy podrá comer algo antes de irse a descansar. Se gira hacia Breielssa, y en antiguo le dice:

- Tienes razón hubiese sido mejor ir a cazar, pero tenemos que acostumbrarnos a esto. Además no es seguro salir a cazar al aire libre en estos días. Demasiada gente enemiga acecha.

Mira de nuevo al resto de gente congregada en la mesa y empieza por morder un trozo de la carne. Está seca. Despues de tragar con dificultad el primer trozo de carne coje la jarra y le da un buen trago a la cerveza.

Al escuchar el comentario de Yorash no puede evitar que se le escape una ligera sonrisa

- Hemos terminado con unos cuantos... no podemos negarlo, pero me temo que son menos de los que imaginas. ¿De verdad vais a uniros a un ejercito? - casi los observa intrigada.

Ya ha terminado de comer y se reclina sobre su asiento para contemplar vuestras reacciones.

Esa era la idea - le respondo a Sahsnôt - pero claro que hasta hace 2 horas sólo viajábamos juntos Rachet y yo. Y vosotros...¿cúanto tiempo llevais viajando juntos?