Partida Rol por web

La escena del carro con los esqueletos se repite un par de veces mas hasta que, con la llegada del amanecer, la niebla se va levantado poco a poco, dejando entrever la Torre buscada.

Para ser un amanecer, es uno de esos oscuros, cuyo cielo esta cargado de pesadas nubes negras.

A vuestro alrededor, ahora que podeis verlo mejor, el paisaje esta totalmente negro... pocos arboles quedan en pie, y los que quedan estan resescos, podres... sin ninguna hoja en sus copas.

El suelo esta completamente ennegrecido, y presenta cientos y cientos de pequeñas trincheras... no sabeis si como medida defensiva o como sepulcro para los muertos.

La Torre en si es un reflejo del paisaje a su alrededor, en su dia una simple torre fronteriza, de base cuadrada y cuatro plantas de altura (unos 12 metros de lado base por 18 metros de alto) construida a base de pesados bloques de piedra gris, ahora presenta un aspecto como calcinado, haciendo juego con el paisaje de alrededor.

En sus almenas, luce un tetrico estandarte negro en el que se aprecia una blanca Calavera Cornuda con unos brillantes puntos rojos como ojos. Os encontrais a unos 250 metros de ella

No tardais mucho mas en contemplar la batalla que se desarrolla a los pies de la Torre, 2 Esqueletos Gigantes, casi el doble de grandes que vuestros compañeros armados con enormes mazas golpean sin piedad a Marcao, el cuerpo del cual cae al suelo inerte, no es el unico que ha caido, los cuerpos de Rachet y Sahsnot tambien estan inmoviles en el suelo.

En pie solo continuan luchando como pueden Arhell y Andrith, pero lo peor es la imagen bajo la entrada de la Torre, donde 3 Sacerdotes de Kharmani, escoltados por dos Guerreros Sagrados de Kharmani, contemplan la escena con placer...

Sangre.

Sin esperar, Yorash descolgó el arco cogiéndolo con fuerza. Colocó una flecha en él pero no lo usó aún. Un ataque a traición contra aquellos seres de poca utilidad sería. Prefería que las guerreras atrajesen los golpes para así aprovechar él las distracciones y llegar hasta los caídos.

Caídos, no muertos. O eso se repetía en su cabeza.