Partida Rol por web

No te sientes muy comoda luchando con Ynya agarrada a tu espalda. Esta claro que es una pesima amazona, y su miedo a caerse hace que te sujete con fuerzas, impediendote luchar con normalidad.

En estos momentos la batalla esta en tablas, ni uno de los dos bandos parece ceder, al final es posible que ganeis, pero a costa de cientos, sino miles de muertos. La Niebla sigue siendo espesa e impide ver mas alla de unos 40 metros con claridad.

Ves alguna que otra sacerdotisa mas muy cerca del frente, atendiendo a los heridos, no se dan cuenta del peligro que corren.

Ynya te señala a una tercera sacerdotisa, o la menos lo que queda de ella, le han cortado la cabeza y su tunica blanca es ahora completamente roja...

Vuelve a retaguardia y encárgate de organizar a las demás sacerdotisas que te iré enviando... voy a ir a buscarlas le comenta a Ynya tras dejarla en un sitio seguro. Una vez la ha dejado, va rápidamente a buscar a la otra sacerdotisa que había visto

Sigues sin avistar a ninguno Sacerdote de Kharmani o Necromante.

Un fuerte sentimiento de impotencia de apodera de Andrith al ver caer el mortífero rayo sobre sus hombres, no ha podido hacer nada por ellos pero se propone firmemente el encontrar al responsable y hacerle pagar. Aún así, en un intento de defender a quienes la rodean eleva una plegaria a Ihvist para que les conceda protección contra el mal que les acecha antes de ir en busca de la sacerdotisa que había visto en peligro

            Por tus conocimientos en Poderes Divinos y Magicos (muchos menos de estos  ultimos) dirias que los rayos han sido descargados por diferentes lanzadores, mas que nada porque para poder evocar los tres rayos al mismo tiempo el artifice deberia ser muy poderoso (demasiado)

Te vuelves a lanzar a la carga contra el enemigo, es entonces cuando ves a los Ylvanar corriendo para enfrentarse cuerpo a cuerpo con el enemigo.

Son medio millar, de esbeltos humanoides que se mueven con una gracia y armonia inalcanzable para un ser humano normal. Sus cabellos, en su mayoria, son de color castaño claro, luciendo largas melenas sobre sus alargados y delicados rostros. Van protegidos con unas finas armaduras de cuero, muy ornamentadas, que no les entorpece para nada su movimiento pero que según tu opinion, poca defensa deben proporcionar.

En cuanto a sus armas, algunos de ellos van armados con una esbelta hoja larga (un poco mas corta que una espada larga) ligeramente curva en su final en una mano y un escudo redondo de cuero en la otra. Otros portan una de estas espadas en cada mano.

Ya llegando a la  linea de batalla, divisas un esqueleto armado con un Gran Hacha (arma de dos manos) pero el cual la maneja con una unica mano con gran precision, sobre los lomos de el esqueleto de un caballo, tan muerto como el mismo.

Este esqueleto Jinete, protegido por cierto con una armadura de Placas totalmente negra, parece estar dando ordenes mudas a los esqueletos que tiene alrededor, como si de un comandante se tratase.

De camino divisa un esqueleto especialmente maligno que además está dirigiendo numerosas tropas si termino con él puede que nuestra situación mejore y muera menos gente piensa antes de tomar la decisión de encararse a él.

Escuchadme! grita al aire debemos acabar con ese jinete!! pues sin él, los muertos a los que controla estarán perdidos y sin esperar a confirmar el posible apoyo por parte de los que la rodean carga contra él.

  El Jinete Esqueleto te avista a ti, para el eres como un foco de aura blanca en mitad de aquel combate. Sus ojos, dos puntos de luz rojos se clavan en ti con maldad. Sin pensarselo dos veces alza su hacha y espolea a su caballo para lanzarse contra ti.

Andrith guía a Irthos con las rodillas, como le han enseñado, para cargar contra el jinete esqueleto. Cuando se cruzan lanza un ataque rápido y profundo en el que pone gran parte de su fuerza de voluntad.

Terminaré contigo enjendro del mal! le grita mientras le golpea

 El Jinete Esqueleto, aun mas lento que tu, en un alarde de habilidad, consigue interponer su escudo en el camino de tu espada, pero no detiene el golpe, Esta, resbala por el escudo, en golpea la negra armadura cortando uno de sus trozos e hiriendo al No muerto, cuyos ojos brillan por un instante con mucho mas intensidad, unico signo visible del daño que le has hecho. Aun asi, este sigue en pie, o mejor dicho, sobre su montura. En otro rival mas debil tu golpe hubiera sido sin duda alguna mortal.

Ahora es el turno del Esqueleto, el cual alza su gran Hacha "ensangrentada por los numerosos humanos que ha matado hoy" y la descarga contra ti.

Por suerte, tu tambien eres una luchadora experimentada y protegida por los excelsos poderes de tu Deidad Ihvist. Su Hacha se descarga con fuerza sobre ti, pero te haces a un lado y esta pasa rozandote, a ti y a Irthus.

A tu alrededor, los Humanos, ahora apoyados por los habiles elfos, comienzan a hacer retroceder a los No Vivos.

Pocos metros después del cruce, Andrith ordena a Irthos que de la vuelta para enfrentarse de nuevo a su enemigo. No duda en aprovechar el punto débil que encontró durante el lance anterior para volver a golpear con dureza, pues su intención es acabar cuanto antes con el peligroso esqueleto y volver en busca de las sacerdotisas en peligro.

Tu segundo golpe resulta mortal para el Esqueleto capitan, la fuerza divina de tu golpe hace destroza por completo su tronco, rompiendo a la vez las oscuras fuerzas que lo mantenian con vida. Los dos puntos de luz de sus ojos se apagan y los huesos de su cuerpo caen al suelo, junto con los de su caballo, ahora sin vida tambien.

La ayuda de los Ylvanar a sido providencial, contra la habilidad de estos, sumado al nuevo coraje de los hombres rechazan por completo a los esqueletos...