Theodore paseó por la ciudad casi sin rumbo. Deambulaba simplemente solazándose en su propia andar... calle tras calle. El rato que había pasado con Teressa le había dado mucho en qué pensar. Realmente le gustaba aquella mujer y él... bueno, sin ser ningún hombre avezado en gestas amatorias, sí era cierto que de algún modo sentía que podía haber algo más. Incluso tenía la sensación de que estar ligado a alguien... sentimentalmente, le podría hacer mucho más bien que combatir las fuerzas oscuras como hacía cuando se transformaba en Arcanum. DE ningún modo podía permitir que esa vida se convirtiese en su única vida. Arcanum debía de tener su espacio pero Theodore también el suyo. Y sus propios objetivos... y sus propias aventuras. Y Teressa era... fascinante.
La tarde estaba a punto de tocar a su final. Aún quedaban unas horas de luz cuando, sin haberse dado cuenta, se encontró a sí mismo en la puerta del edificio de apartamentos dónde vivía. Había vuelto a casa. Muchos días de repetir la misma costumbre habían hecho que fuera incapaz de improvisar una ruta que no dirigiera exactamente allí.
Subió y se desvistió de mala gana. Estaba cansado y una ducha podría ayudarle a sentirse renovado. Dejó caer el agua por su cuerpo a conciencia mientras miles de ideas pasaban por su mente; el ritual, los hombres serpiente, la sección de magia de la biblioteca, Teressa, el padre de su hija... Mientras se secaba encendió la radio. Una emisora de música clásica vertía compases de una melodía fresca y lejante y, antes de que pudiera volver a vestirse, se quedó dormido en el sofá.
Tío, aquello había sido pan comido. Todos esos pardillos estaban mirando las pantallas y gritándose unos a otros cuando entré en el pasillo, pero ahí había más y más puertas. Y encima parecían cerradas. Tampoco era cuestión de andar perdiendo el tiempo, así que me apresuré a echar un vistazo para comprobar cuáles tenían el cierre echado, y cuáles no (de las interiores, el callejón, de momento, me interesaba menos).
No es que me imaginase al Dados metiendo a un tipo en su trastienda para pegarle una paliza o algo así... bueno, qué cojones, me imaginaba exactamente eso. Esperaba que Buck estuviese bien, si el puto mafioso no quería vérselas conmigo.
Motivo: Atención
Tirada: 1d20
Resultado: 13(-1)=12
Motivo: Sigilo
Tirada: 1d20
Resultado: 3(+20)=23
Compruebo qué puertas están cerradas (sigilosamente) y miro a través de las que estén abiertas.
Comprobó que la puerta al final del pasillo que daba a al salón principal así como la del camerino no contaban con cierre y que ambas se podían abrir sin problemas.
También comprobó que la puerta del almacén estaba cerrada a cal y canto. El pomo no giraba. Había que forzarla de alguna manera para entrar dentro, aunque le parecía una cerradura corriente, nada especial.
Al comprobar la del despacho, aunque contaba con cerradura, vio que el pomo cedía y que estaba abierta, pero le dio las sensación que había alguien dentro del despacho. No estaba seguro.
Tirada oculta
Motivo: Atención (matón en el despacho)
Tirada: 1d20
Dificultad: 23+
Resultado: 1 (Fracaso)