Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Tristán tuvo que asentir ante las palabras de la joven a la que amaba en no tan secreto:
- Pero deberás esperar a que me gane su respeto... Mientras no te tocaré. Mi primer deber es la lealtad, el segundo mi amor por ti. - "mi lealtad hacia ti", piensa.- Y ahora... Dime de que quieres hablar, para un momento que tenemos quiero estar contigo hablando. Dios hizo tu voz para dar envidia a los ángeles y fuego a mi corazón.
Sonrio y me sonrojo. Tristan no digas eso, que no es verdad...
Ganatelo, yo mientras me mantendre esperandote y ingresare en un convento si hiciera falta para poder permanecer a salvo.
Me llevo la mano a los labios y miro al cielo un segundo.
Tristan ¿crees que Saladino atacara la ciudad? tnego miedo que ocurra eso, por que soy mediomusulmana y tal vez sea de los primeros en caer.
Tristán sonrió por un momento:
- Si esto no es verdad, que los profetas y dioses me hagan pagar por mi mentira... En cuanto a Saladino, no es un sanguinario, no creo que quiera un derramamiento excesivo de sangre. Estarás a salvo en tanto en cuanto yo pueda usar mi espada para cuidar de ti. Moriría antes que permitir que te hiciesen algun daño...
Siento mi enorme tardanza, no me di cuenta :S
En ese momento te va a contestar cuando un jinete viene desde la ciudad buscandoos.
Mi señor os piden que vayais a la ciudad, el maestre a enfermado y ...quieren que hagais una pequeña mision por lo que parece con otro grupo
Tristán asiente y mira al hombre:
- Iré de inmediato, gracias por avisarme. Fátima, debemos irnos... Hablaremos esto en otro momento. - Y se montó en el caballo tras ayudarla a subir al suyo.- A la ciudad, aprisa.
Asiente mientras monta y volveis al a ciudad a toda velocidad, los soldados estan algo nerviosos. La dejas en su casa y vas a la casa cpaitular dicen que estan en la sala del maestre hablando desde hace rato y parecen preocupados.
Tristán llegó rápidamente pero sin armar jaleo hasta donde le esperaban sus superiores. Entró silenciosamente y con todo el protocolo que podía, una vez dentro buscó a su superior más inmediato, aquel encargado de las explicaciones.
- Mi señor, he llegado tal como se me pidió, ¿En qué puedo servirles? Me han comentado que era un caso de extrema urgencia.