Partida Rol por web

Los improperios del capitán le despiertan y basta la cercanía de su aliento para casi terminar que rematarlo bajo el palo mayor.

Tal y como repasa Topzer, la situación no podría ir a peor. -Ya...No soy ducho en aceros -Se disculpa - ¿Podremos navegar en estas condiciones? No ha quedado nadie para... -

El poco de hablar moviendo en exceso la mandíbula causa una desagradable sensación en la sien que parece crujir bajo la piel y Csiks decide aquietar su cabeza en todos los sentidos dirigiéndose hacia el dormitorio comunal que ahora mismo se encuentra ominosamente vacío, espacioso y en silencio.  -Me voy a recostar un momento...-

Las escasas pertenencias y afectos personales de esos hombres siguen en sus sitios y tras decidirse por la hamaca más limpia vuelve a caer en la inconsciencia de un sueño reparador.

Pareciera que el navío estaba destinado al desastre pues al día siguiente el cielo se cerró, estaba tan oscuro como si fuera de noche, solo que sabíais que pocas horas os separaban del medio día. El rugir de las olas zarandeaba al barco haciendo que la madera crujiera como si de un barril apunto de ser forzado se tratara. Todo el barco se estremecía con la tremenda fuerza del temporal.

Al salir a cubierta la situación no era mejor. Vientos aullantes azotaban los aparejos del barco mercante. Enormes olas espumosas invadían la cubierta empapando todo, inclusive los marineros. El mástil crujía y las velas, cuyos bordes chasqueaban desafiaban los vientos con la suerte a favor, pues todavía no se habían resquebrajado. La carga, en las tripas de la embarcación, se desplazaba con cada balanceo chocando contra las paredes amenazando con hacer un boquete.

Mientras, Derek se aferraba al timón intentando sujetarse al tiempo que dirigía la embarcación, que se apresuraba a una velocidad vertiginosa, contra las rocas. Desde allí daba órdenes a los pocos marinos que quedaban así como soltaba algún improperio en lo que posiblemente fuera su lengua materna. El semiorco que todavía no se había recuperado totalmente del combate anterior hacía todo lo posible por mantenerse en su puesto.

- ¡Capitán necesitamos toda la ayuda que podamos o nos iremos al fondo!

Cuando la nave empieza a zozobrar como un reo enloquecido Csiks gira sobre sí mismo y se desvela impactando contra el suelo de madera, sintiendo un nudo en el estómago. Rápidamente hace acopio de valor para salir a la empapada cubierta. El barco está crujiendo por todas partes dándole la sensación de que navegan en una cáscara de huevo a punto de resquebrajarse y la ominosa visión de unas olas grandes como casas no le ayuda a estabilizarse.

-¿Y el Capitán?- Chilla al semiorco por encima de la tormenta - ¿Que hay que hacer para mantener esto de una pieza?-