Partida Rol por web

Respondo a Frederick, algo risueño:

-Sólo hice lo que debía hacer, pero las cervezas siempre son bienvenidas, a menos que sea ese pis de gato que pasa por cerveza entre los humanos. Vamos a comprar cuerda y todo lo demas, antes de beber las cervezas. De lo contrario, quizás terminemos con 300 metros de cuerda de barco.

Bien muchachos, hay que equiparnos para esta nueva aventura y planear bien todo lo que vamos a hacer me giro hacia Marie ¿estas preparada para esta tu primera y gran aventura? .

La joven parece un poco asustada cuando Thorgar le habla de los peligros de las montañas, pero cuando Eldon habla de su inteligencia y audacia parece crecerse, y asiente con fuerza. "S... si, iré con vosotros, ya veréis, voy a ser una gran aventurera", dice con timidez antes de rodear los hombros de Eldon con un brazo.

Ese día hacéis vuestras compras, y disfrutais de unas cervezas todos juntos en un par de tabernas locales, antes de dormir en una posada cercana al castillo, (2 piezas de plata por cabeza).

Os despertais al día siguiente. la ciudad se despereza, y los gritos de los tenderos, los sonidos de la gente y de una obra cercana resuenan hasta la posada. Cuando salís tras un buen desayuno, (incluido en las 2 pp), véis que el día será caluroso; no hay una sola nube en el cielo. El verano está terminando, pero parece que todavía le queda fuelle.

Os ponéis en marcha. Marie parece haber encallecido los pies, puesto que os sigue el ritmo sin problemas, otra vez de vuelta a la aldea de Trigodorado. Un día y medio después, a la hora de la comida, los campesinos vuelven a saludaros con las manos, desde los campos en los que están almorzando. Véis la villa cerca, al pie de los Cuernos de la Tormenta, y el alcalde os espera junto al pozo, agitando la mano. "Eh, amigos, ¿que os trae por aquí?", os pregunta.

¿Le preguntaréis algo?. Es mediodía, ¿pernoctaréis en la aldea?. ¿O seguiréis hacia la falda de la montaña?. Pronto comenzaréis una nueva aventura...

Ese día hacéis vuestras compras, y disfrutais de unas cervezas todos juntos en un par de tabernas locales, antes de dormir en una posada cercana al castillo, (2 piezas de plata por cabeza).

Os despertais al día siguiente. la ciudad se despereza, y los gritos de los tenderos, los sonidos de la gente y de una obra cercana resuenan hasta la posada. Cuando salís tras un buen desayuno, (incluido en las 2 pp), véis que el día será caluroso; no hay una sola nube en el cielo. El verano está terminando, pero parece que todavía le queda fuelle.

Os ponéis en marcha. Marie parece haber encallecido los pies, puesto que os sigue el ritmo sin problemas, otra vez de vuelta a la aldea de Trigodorado. Un día y medio después, a la hora de la comida, los campesinos vuelven a saludaros con las manos, desde los campos en los que están almorzando. Véis la villa cerca, al pie de los Cuernos de la Tormenta, y el alcalde os espera junto al pozo, agitando la mano. "Eh, amigos, ¿que os trae por aquí?", os pregunta.

¿Le preguntaréis algo?. Es mediodía, ¿pernoctaréis en la aldea?. ¿O seguiréis hacia la falda de la montaña?. Pronto comenzaréis una nueva aventura...

Buenos dias, buen amigo. - saludo al alcalde, acercándome a él, sonriente. - Nos alegra volver a veros, y viendo la alegría de vuestro rostro, así como las de sus vecinos, creo que no me equivoco si afirmo que todo marcha bien, ¿verdad?. - agrego, estrechando la mano del alcalde una vez detengo mis pasos junto a él.

Estamos nuevamente de viaje, en esta ocasión hacia los Cuernos de la Tormenta. Por cierto, ¿no habréis visto, por casualidad, a un hombre con un monóculo en el ojo derecho? Seguramente iba a acompañado y sin duda viajaba en la misma dirección que nosotros. - le pregunto, interesado en la posibilidad de que Gilberto haya pasado por aquí, y de ser el caso, averiguar cuanta ventaja nos lleva.

Buena idea Eldon...pienso.

Escuho la respuesta el alcalde, ya que no tengo nada que agregar. Esoty concentrandome en la travesía, que ciertamente será difícil.

Voy todo el viaje muy callado, pensando en lo que nos va a deparar esta nueva aventura.

Saludo a nuestro amigo el alcalde con efusividad.

Señor alcalde, creo que para mi y para mis amigos será un placer comer hoy con usted, mientras comemos nos puede contar todas las novedades que ha habido desde que partimos y si sabe algo sobre el individuo del monóculo.