Partida Rol por web

La puerta de Zag el Honesto se abre tras un par de minutos de silencio con uno de esos crujidos que anuncian carcoma. Un mediano ya viejo, con los dientes carcomidos, asoma y os mira con su único ojo sano.

-¿Qué pasa? ¡Espero que sea una urgencia!-

Dentro del Poterna  os sentís como en el interior de una campana sin badajo, con la excepción de que un banco de metal que ocupa todo su diámetro os permite sentaros. La circunferencia del agujero del suelo es de menos ancho que el propio aparato.

Con un brusco tirón, el trasto comienza a elevarse y dirigirse con el esfuerzo de la grua hacia el agua. Pero, ¡qué es esto! ¡No han puesto tapa! ¡El agua entrará por el agujero y os ahogaréis! Miráis a Kilinin pero este no parece preocupado. Y en efecto, cuando el aparato toca el agua alguna gotas salpican pero ¡increíble! El agua no entra.

Al ver vuestro asombro Kilinin procura explicaros algo sobre la fuerza del aire o la masa o parecido. En resumen, el aire de dentro de la campana, al no escapar por arriba, impide la entrada del agua. ¡Claro! Será por esa misma fuerza del peso del aire por la que el agua de los ríos y del mar, las casas y la personas no caen hacia el cielo, sino que se mantienen pegadas a la tierra. Muy curioso.

La luz se reduce hasta oscurecerlo todo y los oídos se os taponan pero eso también parece ser normal. Cuando la situación es lo bastante incómoda, la gnomo os anima a mirar por las ventanas del aparato y observar el agua. Al principio cuesta distinguir nada, pues el lago está revuelto y el lodo levantado os impide ver bien. Pero poco a poco empezáis a distinguir los contornos de las rocas de la cercana orilla e incluso ¡peces! Alguna trucha curiosa pasa no lejos del Poterna nadando entre restos vegetales y arenosos de todo tipo que flotan en el agua.

Lo es, buen hombre, dice Thelonius con voz amable.

Veréis, dice sacando de una bolsa algunas monedas de oro y jugando con ellas mientras habla.  Mis compañeros y yo necesitamos pociones o pergaminos de respiración acuática. Como veis, es cosa de vida o muerte porque sin ello nos ahogaríamos. Estamos dispuestos  a pagar su justo precio, y una pequeña bonificación por la prisa. ¿Qué nos decís?

El semielfo, a espaldas del diplomático del grupo asiente con la cabeza, dando cuenta de la importancia del pedido.

Urik casi no podía contenerse mientras la campana bajaba ... aquello sin duda era cosa de magia , Hitmol lamentaría haberse perdido semejante exhibición de poder mágico .

El poder mirar el interior del lago sin tener que estar pensando en respirar hacia que el pequeño humanoide casi diera palmas con las orejas .

Ved esa trucha , como nada y ese de allí y ... eso de allí , nada unos matojos movidos por las aguas

Jathor comienza a respirar con cierta dificultad cuando la campana empieza a posarse en el agua. ¿Qué demonios hacían? ¿Iban a sumergir ese aparato sin sellarlo? Jathor comenzaba a levantarse del asiento para protestar, cuando observa como el agua permanece fuera del habitáculo, a pesar de empezar a sumergirse. Escucha las explicaciones de Kilinin, y a pesar de no quedar demasiado convencido, consigue calmarse un poco.

Mi entusiasmo se despierta al ver que el agua no entra, la adrenalina invade mi sistema ,todo a mi alrededor es nuevo y todo es fantástico .
Observo la cara de mis compañeros y veo que después del impacto inicial parece que se acostumbran a la nueva situación y eso me da alas para mirar por las ventanas y escudriñar los secretos que estas aguas puedan esconder.
Es increíble, si extiendo la mano casi podría coger esa trucha y una carcajada sincera se escucha en el poterna luego intentando comedirme miro mas allá intentando ver mas allá del lodo y los peces.

Perdonenos maese, pero le aseguro que nuestros intereses son urgentes y para un buen fin, quiza tambien nos podria informar si dispone de algun pergamino de ese tan util conjuro llamado libertad de movimiento

-Ah, está bien, está bien. Pasad, antes de que alguien del Gremio nos vea haciendo negocio fuera del horario. Los latigazos son algo que se aprecie a esta edad.-

El tipo os hace pasar a una sala cuyos muebles están todos construidos en tocones de árbol y tablas reutilizadas. Más barato imposible.

-Sentaos. A ver... sí, tengo lo que decís. Libertad de movimientos ¿eh? Tengo un pergamino. En cuanto a respiración acuática, hay por ahí algunas pociones, sí. ¿Cuántas queréis? Tened en cuent que os atiendo fuera de horario...-

De repente Tancred observa algo al mover la cabeza. Le parece un cambio de color en las rocas al principio y la desorientación no le ayuda, pero allí, al fondo del lago, donde estará pegado al monte, hay una oquedad o agujero de buen tamaño, oculto por las nubes de polvo. ¿La entrada de una cueva?

Cuando os la señala y la miráis... ¡esperad! ¡Ahí! Una figura... ¿humana? No sabríais decirlo. Algo se ha movido en la boca de la cueva, entrando en ella y desapareciendo sin que lleguéis a identificarlo.

Bien, todos somos hombres de negocios, dice Thelonius, muy puesto en su papel de negociador. Danos un buen precio y te lo pagaremos con una prima del 20% por nocturnidad. Intenta engañarnos (y mis compañeros aquí presentes lo sabrán, son del oficio), y descubrirás que otro de mis compañeros es un bárbaro con muy mal genio, a quien le encanta partirle las piernas a los comerciantes deshonestos. Por supuesto, después te las curaríamos, somos gente de orden, pero tengo entendido que mientras están rotas, duele.

Somos seis, así que una docena de pociones sería lo conveniente, acaba en tono jovial.

El elfo se acerca a quien tomó el papel de negociador y tapándose la boca con la mano le susurra - Una poción son unas diez horas de respiración acuática. Si no tiene tantas podemos compartirlas... media poción 5 horas... un cuarto, dos horas y media - le explica a Thelonius como si estuviera hablando con un niño

Tras su comentario se aleja e intenta poner cara amenazante paraayudar en la negociación... lo cual es virtualmente imposible.

Chicos eso parecía..., si hay algo medianamente humano en esas rocas vamos a necesitar tener mucho cuidado .
La preocupación se marca claramente en mi cara , si está dentro del agua y no metido en una maquina como esta, o es un mago o como él utiliza magia y la otra posibilidad que se me ocurre es que no sea humano , pero sí humanoide.

Desde luego no parecía el pez que andamos buscando… -comenta Jathor, que también se había fijado en la figura humanoide-. Bueno, será mejor que entremos en la cueva cuanto antes…

Sin duda parecia humanoide ... ya tenmos algo para investigar , lo que yo creo es que con este artefacto no vamos a poder entrar en esa caverna . tendremos que esperar para ver si los otros traen algo que nos haga peces . Dice Urik con su curiosidad despertada por el avistamiento .

- La verdad es que el Poterna podría acercarse un tanto a esa cueva... aunque no sé si tanto que unos pulmones aguantasen el llegar buceando hasta ella. Por no hablar, claro, de que podría no haber oxígeno dentro de ella. ¿Queréis que de todas formas haga acercar el aparato a la cueva, aunque no vayamos a bucear hasta ella?-

Antes de que contestéis, con su habitual parada para sólo respirar, añade -Lo que me preocupa es que si en esa cueva hay una veta de oro, alguien o algo la hayan encontrado antes que nosotros. Sería una pena y un desastre económico para mí. Sigh.-

Si , no tarda en contestar con su habitual entusiasmo el mediano al escuchar que se van a acercar . Podemos intentar vislumbrar algo o al menos ver si hay aire o solo agua , mas que nada por hacernos una idea .

-Cuidado con las amenazas, hijo.- dice señalando a Thelonius -Que en este pueblo hay leyes y nos protegen en especial a quienes generamos dinero para las arcas públicas con nuestros diezmos. Bien, veamos. Un pergamino inscrito con los términos del hechizo de libertad de movimientos. Cuatro, lo siento, no tengo más, pócimas de respiración acuática. Um... no sé si seréis tan locos de andar por la vida con tanto dinero encima, pero son dos mil cuatrocientas monedas de oro.- casi se relame al decir la cifra.

El elfo se mantiene inmutable al oir la cifra, sabiendo que no tiene los medios de pagar la misma. Tras pensarlo un momento, rebusca en su mochila y, con cuidado, saca un pequeño cetro que le muestra a su interlocutor.

- Si sabeis de magia sabréis que es eso... no tienes todo su poder disponible, pero le quedan unas cuantas cargas - comenta antes de respirar profundamente con pocas ganas de desprenderse de la misma - Quizás pueda tener interés para vos? - agrega moviendo el cetro delante de sus ojos y sin desprenderse del mismo - Siempre pensé que valía más que la cifra que nombrais... quizás podamos agregar algo más a nuestro pedido y encarar un trueque - asegura sin saber cuanto está sobre-valorando el tendero sus objetos y dispuesto a no quedarse atrás en la exageración