Partida Rol por web

Carne Picada

5. Secuelas

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22/09/2010, 21:58
Director

Diego rebusca entre la farmacopea de la ambulancia en busca de algo que suene a sedante y en efecto encuentra algo: risperdal. El abuelo del cámara tuvo alzeheimer y le daban esto cuando se ponía agrasivo, hacia el final. Busca una jeringuilla y se dispone a llenarla.

Ernesto por su parte busca las llaves y las encuentra en la mano del enfermero que hay junto a él y que ha quedado bastante epatado por lo que está ocurriendo, tembloroso, paralizado. Sólo reacciona cuando Ernesto se las arranca de las manos y asiente, subiendo con el periodista al vehículo.

Camestres por su parte logra arrancar el coche y llevarlo marcha atrás a la carretera; ya sólo tendría que girarlo en un sentido o en otro y salir disparado de allí.

El otro enfermero se mete de prisa y corriendo en el otro coche patrulla y se encierra allí, mientras el lobo parece haber optado por la vía más directa.. ¡para escapar! En lugar de embestir a Raul y su vehículo como habríais esperado, se lanza entre ambos vehículos hacia las vías.

Al hacerlo ha de pasar entre los agentes de policía, quienes se desahogan a bocajarro contra la criatura, dejando importantes heridas en su cuerpo. Pero aun así, aguanta y aun trastabilleando, déibil, logra llegar a la carretera. Nadie parece estar haciendo caso a las instrucciones de Ernesto o entenderle bien. El pánico les posee.

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25/09/2010, 21:35
Ernesto Crocce

Todo es un descalabro. Era algo así como un sketch de los Tres Chiflados, donde él mismo parecía formar parte con acciones totalmente ridículas. Nadie le hace caso, y Ernesto ve cómo los policías llenan a la bestia de balas, mientras los sanitarios nada hacen, Camestres en vez de ir para adelante va hacia atrás, y todo se va a la mismísima mierda. Encaja las llaves en el lugar de contacto, encendiendo el motor de uno solo, y saca la cabeza por la ventanilla. Su vozarrón imperativo suena más a un comandante de guerra que a un simple jefe de una editorial perdida en Argentina.

- ¡¡NO TIREN A MATARLO LA PUTÍSIMA MADRE!! ¡¡TIREN PARA FRENARLO, TIREN A LAS PATAS!!

Si la criatura alcanzaba las vías, ninguno de los vehículos que tenían iba a poder darle alcance. Con mucha suerte, Facundo se moriría desangrado en algún sitio inaccesible para ellos, y con mala suerte viviría lo suficiente para matar a algún otro más. Empieza a tocarle una bocina insistente a Camestres para que arranque de una buena vez, para que haga el cambio y salga para adelante. No puede tener mejor espacio ahí para atropellar a la criatura. Si lograba embestirlo, seguramente con eso podrían pararlo lo suficiente...

- ¡¡PONE PRIMERA Y ATROPELLALO RAUL!! - grita - ¡¡ASI LO PODEMOS SEDAR!!

- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+6)
Motivo: Ordenar
Dificultad: 12+
Resultado: 7(+6)=13 (Exito)

Notas de juego

Carisma+Mentir para las órdenes. Si considerás que es con Voluntad, es un +1 al modificador.

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01/10/2010, 06:09
Raúl Camestres

El ronroneo del motor encendido puso frenético al asistente, que se sintió repentinamente invadido por una renovada energía. Entre incoherencias y risas histéricas, Camestres se aferró al volante hasta dejar marcadas las uñas, y pisó el acelerador hasta que su pie encontró resistencia.

No tenía la menor idea de lo que debía hacer a continuación, así que por las dudas no hizo nada, poniendo mucho cuidado en no tocar nada que pudiera detener el vehículo. No sabía como había logrado ponerlo en marcha, así que lo más sensato era dejarlo todo tal cual estaba. Incluso soltó su mano de la palanca de cambios y la utilizó para aferrarse con mayor firmeza al volante.

Sin embargo, si en algo podía incidir, era en la dirección que tomaba el patrullero. Aunque debiera llevarlo marcha atrás. Así, se giró en su asiento para observar mejor por el parabrisas trasero y apuntó con el baúl del automóvil directamente a la bestia que los había atacado.

En aquellos momentos, poco le importaba escapar por la carretera (incluso aunque supiera como hacerlo). Su único objetivo era atropellar a aquella aberración.

Notas de juego

Camestres apunta directo al lobo. Incluso aunque este se interne entre los matorrales. Decime si tengo que tirar algo.

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01/10/2010, 06:35
Diego Hess

Diego salta de detrás de la ambulancia aferrado de la jeringa como si del mango de una espada se tratase, pero dejando distancia entre su mano y su cuerpo para que no pase un accidente y se termine inyectando el.
Lo mira a Ernesto y con voz envalentonada

-A donde se fue?

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01/10/2010, 23:50
Director

Notas de juego

2d6 + Técnica para Diego. Dificultad 11 para arrearle al lobo.

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01/10/2010, 23:58
Diego Hess
- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+1)
Motivo: Arrear un lobo?
Dificultad: 11+
Resultado: 5(+1)=6 (Fracaso)

Notas de juego

Esto... como te digo a donde se fue? XD

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02/10/2010, 00:17
Director

Notas de juego

Mieeeerda. Mi maldoto Alzeheimer. Donde dije Diego quise decir Camestres.

Y te he puesto el mapa para que localices al lobo.

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02/10/2010, 00:44
Raúl Camestres
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+5)
Motivo: Atropellar
Dificultad: 11+
Resultado: 7(+5)=12 (Exito)

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06/10/2010, 11:57
Director

El rugido del motor y el chirrido de los neumáticos del coche celular al saltar hacia atrás con Camestres a bordo enmarca el eco de los disparos que se han detenido, ante las dudas de la policía sobre qué hacer, apremiados por los gritos de Ernesto y quizá aliviados por ver al monstruo marcharse.

Un golpe seco contra el cuerpo peludo lanza a la bestia varios pasos hasta la vía del tren y el coche queda con las ruedas traseras metidas en el badén lateral de la carretera, aún dando vueltas. El cuerpo del lupino ha quedado tendido, inmóvil, muerto o inconsciente, atravesado sobre los raíles. A estas horas, por lo que recordáis de cuando revisásteis los horarios, no pasan trenes.

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08/10/2010, 17:05
Ernesto Crocce

Ahí está, el cuerpo tendido de la criatura, por fin. Pero para Ernesto, además del alivio repentino que amenaza con desarmarle el cuerpo por el bajón de adrenalina, eso no es una indicación si no de una desgracia.

¿Lo matamos? Mierda, ¿lo terminamos matando?

¿Estará haciéndose el muerto?

- ¡Dale, Diego, está ahí en las vías! - apremia, dado que alguien tiene que devolver la movilidad a las cosas - ¡Oficiales, vayan con él para que pueda acercarse! ¡Y por la putísima madre, prepárense por si se está haciendo el muerto y tengan pelotas! ¡Si tienen sogas para remolcar autos con las patrullas, agárrenlas por si hay que atar al lobo!

En algún otro momento de su vida hubiese sonreído descaradamente, si alguien se ponía a darle esas indicaciones quedándose cómodamente en la retaguardia. La verdad es que Ernesto no encuentra ninguna comodidad en lo que está haciendo, pero sabe que es lo que hay. Sólo le queda arriar las cosas, cruzar los dedos, encomendarse al diablo y a María santísima, y prometer que si salen de eso nunca más va a pisar un pueblo gallego de mierda para hacer una entrevista.

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08/10/2010, 17:30
Raúl Camestres

Aún atontado por la explosión de adrenalina (y también por el golpe, claro), Camestres se masajeó por unos momentos la frente y la cara, intentando que sus sentidos volvieran a funcionar con normalidad. Permaneció inmóvil durante largo rato, procurando recomponer un poco su estado mental. Casi como un acto reflejo su mano se dirigió hacia lo que parecía la radio del móvil y trasteó un poco con los botones hasta dar con alguna canción conocida. Finalmente abrió la puerta del patrullero y se arrojó por ella.

En rigor de verdad, solo se dejó caer. Primero apoyó las manos en el suelo del exterior, y algunos segundos después, el resto de su cuerpo fue a dar pesadamente en el fondo del badén.

Se alejó de la zona gateando, arrastrándose con pereza hasta llegar al otro lado de la calle.

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09/10/2010, 08:52
Director

Los responsables teóricos de la seguridad de todos reaccionan por fin. Despacio, armas a punto, s evan acercando a la vía, apuntando directos al cuerpo. Uno de los enfermeros se acerca a Diego. -D.. déjeme ver la.. la dosis.- y comprueba en la jeringa que el cámara no haya usado la cantidad recomendada para dos elefantes. Tras corregir un poco el nivel, anima con gestos a Diego a acercarse juntos al monstruo, mientars que su compañero permanece recostado contra la ambulancia musitando salves y padrenuestros, sin ser capaz de moverse.

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09/10/2010, 15:25
Diego Hess

Diego toma la jeringa correctamente (nada de tomarla como si fuera la empuñadura de un cuhillo) mientras se hacerca caminando con pasos largos, cada segundo que pasa es un segundo menos en el que esta dormido, se adelanta a los policias y se tira sobre la espalda de la bestia con la rodilla apollada entre los homoplatos, mientras clava e inyecta el liquido en su cuello.

Notas de juego

Cala, marcastes al gato fue a concicencia?

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09/10/2010, 16:39
Director

El suero se inyecta en la bestia hasta el fondo. El enfermero hace un gesto de desaprobación por el lugar donde se ha puesto, como si técnicamente no fuese el maś correcto o como si la inquina con la que se ha clavado le preocupase. En cualquier caso, ¡parece que hace su efecto!

El monstruo parece comenzar a deshincharse y el pelo a caérsele, así como a clarear el tono de piel. Escucháis el desagradable crugido de los huesos reacoplándose y disminuyendo de tamaño hasta alcanzar una forma maś homínida.Poco a poco, el cuerpo parece liberarse del peso de la monstruosidad hasta dejar en pocos segundos el de Facundo, cubierto apenas por los andrajos de su traje, inconsciente, pues respira, pero con muchas heridas serias y las piernas quebradas.

-¡Hay que llevárselo de aquí! ¡Está mal!- acierta a decir el enfermero que aún recuerda su trabajo.

-Pues no va a ser con las manos libres.- dice uno de los guardias civiles, esposando al locutor a la espalda, cosa que no parecerá muy humanitaria, pero sin duda, parece necesaria. -Ustedes- por vosotros -suban a los coches patrulla, mis compañeros les llevan. Yo me subo a la ambulancia con el bicho.- añade, poniéndole el seguro a su arma, pero no volviendo a enfundarla.

Notas de juego

No, fue por error.

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10/10/2010, 21:09
Ernesto Crocce

Al ver cómo Diego se va acercando a la bestia, Ernesto se baja a toda prisa de la ambulancia dejándola encendida, las llaves puestas y el enfermero allí sin reaccionar. A toda prisa, lo que se entiende por bajar agarrándose con un solo brazo de una puerta abierta que se tambalea, caer pesadamente al suelo con los pies, y tener menos gracia que una gacela urbana sin piernas. Sin embargo, lo único que le importa es lo que está viendo a la distancia, Diego y los policías rodeando el cuerpo de la criatura, Diego inclinándose para clavarle la aguja, y el milagro. Mientras camina hacia allí, con la mayor rapidez que puede, el corazón de Ernesto va dando tumbos fuertisimos. El cuerpo de Facundo va cambiando, pero, ¿estará aún vivo? No puede verlo desde donde está. ¿Estará vivo?

Cuando llega al lado de los demás, escucha al enfermero reclamar su traslado. El corazón le vuelve a funcionar.

Está vivo. Al menos uno está vivo. Al menos.

- Te lo encargo - dice al enfermero, que claramente es el que más interés muestra por Facundo como persona y no como el animal que había sido - Mantenelo vivo, como sea. Si tenés que darle una sobredosis de sedantes, mejor eso que un disparo a la cabeza.

Ernesto se da vuelta a mirar al policía, enviando un claro mensaje con los ojos y la seriedad de su rostro. Un mensaje que, a pesar de estar él peor una piltrafa humana, tiene la fuerza autoritaria y determinante de quien ha sobrevivido y nadie le dirá qué carajo hacer.

- No podemos irnos todavía, no todos - dice al policía - Nos falta uno. No podemos saber si está vivo o muerto, pero si está vivo, va a necesitar que lo encuentren. Al menos vayan a ver, algunos de ustedes. No podemos irnos hasta haberlo intentado.

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11/10/2010, 13:49
Director

-Sí, lo recuerdo. Está bien. Usted.- dice señalando a Diego. -¿Está bien? ¿Puede venir conmigo y un compañero a buscar a su amigo? El resto se van a ir marchando YA. No podemos arriesgarnos a dejarles más tiempo aquí.-

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15/10/2010, 03:48
Raúl Camestres

Durante un breve instante (brevísimo, en verdad), cruzó por la mente de Camestres la delirante idea de acompañar al oficial en busca del profesor. Una serie de sentimientos se agolpaban en su pecho, entre ellos uno recientemente descubierto que se parecía bastante a la lealtad. Creyó sentir incluso algo de cariño, pero pronto descubrió que tan solo era un leve mareo acompañado de arcadas.

Acalló a todas estas sensaciones con prusiana eficiencia, valiéndose para ello de una única pero incontrastable justificación. Tal vez aquella horrorosa anciana aún podía ejercer sus poderes sobre él y dominarlo, justo como había ocurrido con el pobre diablo de Facundo.

La castigada partida no podía permitirse otro enfrentamiento como aquel, así que, para protegerlos, el asistente decidió refugiarse en la patrulla. Con el correr de los minutos incluso sintió cierto orgullo por el sacrificio que le tocaba hacer. Que suerte tenían algunos, que podían andar por ahí haciendo de héroes. A él siempre le tocaba lo más difícil, en este caso, acompañar a Ernesto en su convalecencia.

- Tranquilo, Ernesto, ya hicimos bastante. Ahora dejemos esto en manos de profesionales. – dijo mientras se encerraba en la única patrulla sana que quedaba - Ahora tenés que recuperarte y ponerte bien. Dejá que yo te ayudo.

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18/10/2010, 00:11
Ernesto Crocce

Ernesto mira a Diego. No iba a decir que fuese, ¿cómo hacerlo? Después de todo lo que había sucedido, y que estuviera vivo...

- Oficial, quizás lo mejor sea que vayan sólo ustedes, con armas y entrenados. Si sólo quieren a Diego para reconocer al desaparecido, tengo una imagen actualizada de Frantisek por algún lado. O la tenía - dice, mientras se pone a rebuscar en lo que quedó de su bolso. Luego desiste y utiliza el Blackberry para acceder a su casilla de correo, donde tiene el curriculum vitae de Frantisek junto con los de todos los demás - ¿Por qué no les das los datos de dónde lo viste por última vez y venís, Diego, a que te atiendan lo que te hizo el lobo?

La conexión móvil da desenvolviéndose con tanta lentitud, para lo que espera Ernesto, que tiene que hacer un gran esfuerzo por controlarse para no destruir el teléfono contra el suelo. En realidad, sólo ha tomado unos segundos de descarga entre movimientos de su mano, y cuando Camestres habla por fin, Ernesto da vuelta el Blackberry hacia los oficiales, mostrando la fotografía carnet de Frantisek Dvorak, la imagen que tenía al comenzar a trabajar en la productora.

- Quedate tranquilo, Raúl, ya voy - dice, mirando hacia la patrulla donde el nada boludo asistente acaba de encerrarse - Acá tienen.

Mira entonces a Diego, esperando a que decida.

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18/10/2010, 06:30
Diego Hess

Diego sale de encima de Facundo cuando este comienza a transformarse nuevamente en humano, pero aun así, ni se molesta en quitarle la inyección clavada en su cuello, se levanta y cuando el policía le ofrece la genial idea de ir a buscar a el viejo, su rostro se congela y muestra un pensamiento que seguro a nivel subconsciente el agente de la ley comprendió lo que pensaba Diego y se sintió ofendido.
Pero Ernesto puso en palabras agradables y políticamente correctas los deseos de Diego de no volver a allí.
Diego levanta la mano señalando el camino por donde vino la camioneta

-Ah unos 1500 metros métanse a la derecha al bosque, y a algunos metros mas adelante encontraran una casa, detrás de esa casa habrá una pileta o piscina creo que le dicen ustedes y ahí fue mas o menos donde nos separamos... si encuentran a una mujer arrestenla o metanle una bala en la cabeza es la causante de todo este quilombo

Notas de juego

No se cuantos kilómetros/metros recorrimos, asumo que poco mas de 1 kilómetro

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19/10/2010, 22:32
Director

Se encoge de hombros al autoridad. -Muy bien. Ustedes vayan entrando en los vehículos, que ahora les informamos de lo que encontremos. Suban a la ambulancia y al coche celular.-

Como antes, los agentes y los sanitarios os ayudan a subir a los vehículos, tras cerrar provisionalmente las heridas de Facundo y meterle en la ambulancia. Dos agentes de la guardia civil cogen el otro coche y se dirigen por el camino que les ha indicado Diego.

Un minuto después estáis acomodados como os han indicado, con Facundo en la ambulancia vigilado y apuntado por un civil armado y por la jeringuilla de un sanitario. Pasan unos minutos tensos y fríos en los que el vaho de vuestro aliento por dentro y la niebla por fuera van empañando los cristales. Hasta que por fin llega el sonido de la radio a los vehículos policiales.

-Hemos llegado al sitio. Hay un cuerpo.. una mujer mayor. Ha muerto por varias heridas.. parecen de cuchillo.-