Partida Rol por web

Del armario saco un mono de trabajo.

Al ponermelo me está algo pequeño. Y eso que es de talla G-L  (No es "eXXXtra Large". Es "Godzilla Large") pero estoy acostumbrado al fin y al cabo. Que demonios, siempre he sido tan alto que aun de niño, ya era capaz de coger las peras más altas del árbol del colegio... sentado en el suelo.
Eso, y que cuando mi ex-novia queria darme un beso necesitaba un HELICOPTERO para llegar hasta aqui arriba.

"Bueno, yo cojo estas piezas de equipo" digo tomando la el colisionador a positrones, y una trampa.
Tener una de verdad es... indescriptible. Ya habia hecho alguna con Lego hace miles de años. Pero ¿La de verdad? WOW.

"Y si nadie se lo pide, tambien cogeré ESTO" digo tomando con muchisima más reverencia el objeto por el que tanto hemos suspirado: Las llaves del ECTO-1. Verlo de fuera, desde siempre, era el motivo por el que todos nos acercabamos a verlo. Sentarnos dentro será algo increible.
Pilotarlo, será lo más grande.

"¿Puedo poner la sirena, Jefe? Vamos a cumplir una misión al fin y al cabo" Le pido... le IMPLORO al señor Spengler, con ojitos de corderito degollado. Un corderito de casi dos metros, pero corderito al fin y al cabo

 -Correcto, señorita Gorski. De hecho les sorprendería la cantidad de gente que prefiere quedarse con un fantasma pacífico en casa antes que llamarnos a nosotros para que nos lo llevemos.

Mientras discutías un tema con tanta enjundia, os fuisteis equipando con el uniforme y las herramientas que llevaríais. Incluso el doctor Spengler se equipó adecuadamente antes de empezar a guardar lo necesario dentro del maletero del ECTO-1. Con todo listo, Joshua cogió las llaves del coche más que dispuesto a conducirlo. Egon simplemente asintió a su petición antes de subir al coche.

 -Vamos. Al edificio de la Ópera Metropolitana.

Y con todo listo, el ECTO-1 arrancó, haciendo sonar la sirena que indicaba algo que muchos neoyorkinos llevaban casi una década esperando: los Cazafantasmas habían vuelto.