Lunder se acerco al fin hasta los demas celtas, sin mediar palabra tan solo apollaba su cansada mano en sus hombros derechos y asentia, dando a entender de esa manera que aceptaba sus decisiones, aunque no las compartia.
Al llegar a Nesl, lo miro un instante, un largo instante en donde aquel responsable padre solo le dedicada una paternal sonrisa a su hijo, el cual a cada dia le parecia mas maduro incluso que muchos otros.
-Nesl, que vuestro hijo se vaya a dar la buena a Alkar,nuestro lider, me parece mas que sensato, ¿Pero tu tambien nos has de dejar? Tolle nos deja y si tu tambien has de marchar, perderemos el ingenio... ¿Esa es vuestra decision?
Lunder esaba disgustado por los acontecimientos, las estrellas no le eran propicias y las decisiones de sus compañeros de viaje lo hacia mas dificil el aceptar su, tal vez, fracasada mision.
Pero al menos los que decidieron seguir con el, eran maestros en su campo, un certero cazador, un lider que cada dia era mas fuerte y convincente, un agudo aprendiz en el cual tenia muchas esperanzas. Pero tal vez faltaban un fuerte y tenaz guerrero como Feron o Tlatem y sin duda unos de los ingenieros como Tolle o Nesl... y de esos dos el mejor sin duda el herrero, ya que el primero habia sido victima de una enfermedad ademas de su cojera.
Siento mi pasividad pero esta semana y la que viene voy a estar realmente ocupado asi que mi posteo se resentira un poco y llegara tarde seguramente, vamos que no ganare eso del frikometro ni conseguire el puesto 100 siquiera.
¿El ingenio? Solo soy un herrero, no creo que el ingenio resida en mi, si no en su sabiduría venerable Lunder, y sin embargo, creo que es acertada la idea de que puedo enseñar los secretos de la forja a nuestros aliados.
Miro contrariado a ese herrero y padre protector.
-No, lo mio solo es experiencia, anciana experiencia, en cambio tanto tu como Tolle fuisteis quienes fabricaron y posieron aquellas trampas con tan acertada astucia, nada tuve que ver en eso, por eso creo que necesitamos de vos asi por otras muchas causas, ya que Tolle parece ocultarme su enfermedad y su cojera parece haberse agravado... tal vez nunca debia de empezar este viaje...-Al concluir alzo la mirada contrariado buscado una respuesta que no obtuvo una vez mas en ese negro cielo.
Nesl se quedó pensativo con las palabras del anciano druida, poseía una certeza que infundía un gran respeto, pero tenía sus dudas, era la guerra, y él no era un guerrero, además no quería separarse de su hijo, el único recuerdo de su esposa en esta vida y sangre de su misma sangre. Lo echaré a suertes, y que el destino guíe mi camino.
Sacó su martillo y golpeó una piedra que quedó partida perfectamente por la mitad. Si cae por la cara plana, iré con nuestro pueblo, si cae por la cara rugosa, acompañaré al grupo.
Nesl lanzó la piedra al aire, y esta cayó por la cara plana apuntando al cielo. El destino ha decidido mi camino venerable Lunder, pero si encuentro a alguien que pueda sustituirme en la forja, juro que os acompañaré al fin del mundo si hace falta.
Tirada: 1d2
Motivo: Piedra
Resultado: 1
Cara plana -1
Cara rugosa -2
Nego con la cabeza con una sonrisa al ver como Nesl tomaba aquella importante decision.
-Dejar el destino a la suerte... sin duda sois un guerrero... por mucho que intenteis negarlo, Jejeje... Como gusteis Nesl, aquel quien nos trajo la forja... No puedo luchar contra el destino que os dicta una piedra supongo.
Alzo entonces la mirada para observar la choza de los cantabros a donde Urk habia ido hacia rato. Y con la mirada busco a su aprendiz Guoj el cual parecia hablar animadamente con los guerreros que mañana con los primeros rayos del sol se marcharian, tal vez, para nunca volverlos a ver.
-Buena vida os deseo.-Dijo simplemente alzando su cayado y alejandose de su lado, caminando cansado y abatido.
O_o... Tamos muertos...
Al amanecer, las tropas cántabras en su mayoría se preparan para su marcha al este, a excepción de los hombres de Rameru, que aún esperan la confirmación de su rey para guiar a los íberos y celtas al oeste.
Oroño aparece junto a unos caballeros cántabros, se encamina hasta Urk, mirándole a los ojos.
Desciende del caballo, alargando las manos en paralelo hasta situarlas en la parte lateral del los ombros de Urk.
Bien, la hora ha llegado. Partiremos al este con tantos hombres como puedas darme. - Se gira y buscando a Rameru. - Él ya está listo para empezar el viaje que os mostrará el oeste prometido.
Mira con displicencia al jefe celta. Sus ojos parecen entender la dureza de la decisión que ha de tomar Urk.
¿Quienes nos acompañarán?
- Hombres, los que hayáis decidido ir con los Íberos, venid ahora. -proclama Urk en voz alta.
Cuando los voluntarios se han separado, Urk se acerca a Feron:
- Te dejo al mando de nuestros hombres. Que los dioses guíen tu juicio.
Urk se gira hacia Oroño.
- Estos son los voluntarios, no son muchos, pero son valientes. Feron será su jefe, es alguien que goza de mi confianza, espero que se gane la vuestra.
Por último Urk se acercó a Nesl:
- Dado que en su momento decidí que todos podríais elegir vuestro camino, no voy a ordenarte nada ahora. Sin embargo, anoche soñé que nos serías necesario, que nuestro pueblo necesita un gran herrero como tú con nosotros para sobrevivir. Nesl, no voy a ordenarte que te quedes, pero te pido humildemente que reconsideres tu decisión y nos acompañes al Oeste.
Reconozco que estoy un poco perdido sobre cuantos hombres iban a ir con Feron, si es que iba a ir alguno más. Supongo que habrá guerreros que eran PNJs, si no... con uno sólo la cosa va a ser divertida como ofrenda. Supongo que también algunos de los íberos irán con él.
En cuanto a Nesl, la decisión es tuya, pero dado que los que quedamos jugando vamos al Oeste, sería conveniente que aceptases la petición de Urk o va a ser una partida aburrida para ti :D
Los íberos que se han decidido a ayudar a los cántabros contra los temibles romanos que les han expulsado de sus tierras, se pertrechan para la batalla y se unen a los celtas y cántabros que van en esa dirección.
Varias mujeres lloran la partida de sus hijos y maridos al este, sabiendo que la fortuna no mirará por aquellos lares.
Los niños se guardan tras los ropajes de sus madres.
Finalmente más de 30 íberos guiados por Serguez y 6 celtas se unen a los enemigos de los romanos.
Rameru, revisa a sus tropas.
Obligandose a él y sus hombres a dejar los caballos a los que van a la guerra, pues les será de mayor ayuda.
Para aclarar:
Los que estáis jugando váis al oeste. Es decir, Guoj, Lunder, Urk, Nesl y Xo.
Al este van los demás, a excepción de Wer Sheu y Jenso que irán a buscar a Alkar.
El capitán cántabro se hiergue imponente ante sus hombres ya descabalgado.
Sólo irán al oeste los voluntarios, no permitiré que ningún cántabro que desee combatir al tirano de Roma le de la espalda a éste.
Aguarda unos instantes mientras unos 12 hombres de sus 30 fieles con una reverencia se añaden a la marcha oriental.
Bien, partamos y ayudemos a nuestros nuevos aliados.
Las palabras de Rameru a sus hombres están siendo traducidas por uno de los soldados a los celtas.
Guoj toma todas las cosas que puede llevar, ayudando a Lunder a guardar las cosas que lleva Bien Maestro...al fin comenzamos a movernos con una meta clara....¿que dicen las estrellas.. lograremos nuestra meta?
Ayudado por su discipulo, pues sus heridas aun son recientes, aunque ya sanan con naturalidad. Sonrie acariciando la cabeza del impetuosos aprendiz.
-Si las estrellas nos dijeran una respuesta tan clara como tu pregunta, sin duda los druidas ya no hariamos falta, pues las respuestas las tendria todo el mundo, druida o no.
Ten fe en ello y seguro que se realizara, eso es lo que me dijo el cielo anoche. Aunque tambien lo vi llorar, aun estoy indeciso si llora por la separacion de nuestra comitiva o porque se avecinan tiempo tormentosos... Pero el tiempo lo dira.-Comento manteniendo una sonrisa a Gouj.-Vamos no te hagas el remolon, coge ese saco tenemos que reunirnos con todos los demas.-Señalo con su cayado, el equipaje que aun quedaba en el suelo.
Tras la conversacion ambos se acercaron a los demas celtas, quienes observaban la partida de sus hermanos y cantabros.
Al poco tiempo las comitivas estaban formadas.
Oroño encabeza la marcha al este, que compartirá junto con un buen puñado de íberos y celtas.
Jenso, Wer Sheu y Xo, que duda en quedarse o irse por otro lado.
En la parte occidental del campamento los 18 hombres de Rameru junto a él, la tribu íbera y los cinco celtas esperan la llegada de la despedida.
El rey cántabro a modo de discurso de despedida clama alto y claro.
Que los dioses os acompañen. Suerte en vuestra meta. En el oeste nos reuniremos pasada la batalla, gloria a la tierra Pardomina.
Poco después la comitiva del oese se pone en marcha.
Nesl recordó los verdes campos de su tierra, la felicidad que obtuvo de aquellas tierras, los buenos momentos de su infancia y juventud, recordó a su esposa y los primeros pasos de su hijo Jenso, los dulces aromas de la mañana, la jugosa carne, en definitiva, recordaba su antigua vida, y la iba a echar de menos a partir de aquellos momentos.
Con el martillo a su espalda se dispuso a seguir a Urk y los demás, iban a instalarse en una nueva tierra, y Nesl solo podía esperar obtener de aquella tan buenos recuerdos como de la anterior.
Pasad a la escena, Viaje al Oeste.