Partida Rol por web

Sorja se acercó a Eva para comprobar su estado, ayudándola a cerrar las heridas más importantes antes de continuar el camino. El cansancio en su rostro era patente, pero no había tiempo para descansar.
Al ver los cadáveres sentía como si lo único que habían hecho era perder parte de su valioso tiempo

Le cierra los ojos a uno de los cadaveres que tenia cerca y se levanta curando sus heridas con la ayuda de Sorja. A diferencia de Laura parece visiblemente afectada por toda la situación, aunque sabe que es hora de marchar, pues por los muertos ya poco se puede hacer..

Ee...stoy bien, gracias.

Cuando termina de cerrar las heridas mas graves las sigue el paso sin volver a mirar atras.

Laura limpió la sangre de su espada mientras miraba a Eva, sus heridas no parecían graves, aunque no se le veía nada bien...

¿Porqué se preocupa tanto por aquellos hombres? Hace unos momentos estaban dispuestos a usar sus armas contra nosotras, se lo tienen bien merecido. - pensaba mientras enfundaba su arma y comenzaba a andar junto a sus compañeras para retomar la búsqueda de Carla.

Fichas actualizadas. Revisad :)

Las Claymore no se entretuvieron en darle un entierro a los cadáveres de los soldados, pensando que cuando alguien los encontrara, se vería claramente que habían sido atacados por yomas. Habrían muerto con honor, habiendo acabado con seis de ellos antes de capitular. Aunque las Claymore sabían que eso no era así, les vendría bien que la gente lo creyera.

Avanzaron un par de kilómetros y se sentaron a descansar, tratando de curar sus heridas. Sin darse cuenta, Eva se quedó dormida. Sorja y Laura no quisieron despertarla, ya que había recibido la peor parte en el ataque, así que el descanso se alargó hasta la noche. Cuando se levantaorn, comprobaron el estado de sus heridas, y al parecer habían cicatrizado a una velocidad asombrosa. Todas se encontraban cansadas por el viaje y los continuos combates, pero físicamente se encontraban bastante bien, y con muchas ganas por encontrar a Carla de una vez por todas, así que prosiguieron la marcha, cobijándose en el amparo de la oscuridad.

Se adentraron en el bosque, y tuvieron que reducir su ritmo para que sus grebas de metal no hicieran demasiado ruido con las ramas y hojas secas. Antes del alba, llegaron a un claro, en el que había una hoguera apagada hace días. Rastrearon la zona en busca de alguna pista que les pudiera decir quién había estado ahí y hacía cuanto, pero sus pobres dotes de cazadoras no es ayudaron en gran medida, excepto para deducir lo que les permitía la lógica. Decidieron descansar ahí, montando guardia para que no les volviera a ocurrir lo del día anterior, sin encender la hoguera, para no llamar la atención. Durmieron por turnos durante todo el día en turnos de 6 horas, y al caer de nuevo la noche las tres se encontraban mucho más restablecidas.

Siguieron avanzando, y el bosque parecía no cambiar de su monotonía, tal vez solo porque su aspecto era cada vez más rudo y salvaje según se iban adentrando. Al cabo de unas horas, llegaron a un punto que les pareció extraño. Había unas rocas injertadas en el suelo, con una especie de runa morada que brillaba en la oscuridad. Se acercaron para observarla más de cerca.

- ¿Qué es esto? - dijo Laura. Sorja sacó el medallón de Relik y comparó los símbolos; no se parecían en nada. Eva, acercó la cara curiosamente a la runa, y ésta pareció reaccionar a su proximidad, emitiendo un brillo más fuerte. Eva se asustó en un primer momento, pero se armó de valor y pasó sus dedos sobre ella, siguiendo el recorrido del grafiado como si quisiera reescribirlo. La luz emitida se tornó más fuerte primero, hasta que poco a poco se fue apagando. Eva soltó un suspiro, pero de pronto algo se movió bajo sus pies, y se pudo apartar justo a tiempo, ya que un agujero se abrió donde se encontraba hacía unos segundos.

Las compañeras se acercaron a observar, y pudieron ver una escalera de mano que bajaba hacia la más absoluta oscuridad. Extrañadas, se sentaron un momento a debatir.

Mmmmmmmmmmmm.... yiahhhhhhhh!!!!

Se aparta justo a tiempo para no caerse del agujero y termina en el suelo. Uff uf , que susto.. -asoma un poco la cabeza por el agujero , poniendo una mueca de disgusto, le daba un poco de miedo la oscuridad- ¿qué será esto? ¿la tumba de alguna claymore ? Creo que deberiamos bajar, si Carla ha venido por aqui seguro que ella también lo vió..

Jumm. Sí, puede que sea una pista que nos dejó..-Asiente convencida y las mira sonriendo.

Sorja frunce el ceño y mira la profundidad. - Con la suerte que estamos teniendo, seguro que Carla noha pasado por aqui y nos mata un oso polar - Dice sin pensar.

Tienes razón, es probable que carla también lo viese - tras esto se queda pensativa un instante

Laura no pudo evitar sonreir ante el comentario de Sorja.

Estoy con Eva, deberíamos bajar a ver lo que hay, pero si hay un grupo de soldados combatiendo yomas, nos volvemos por la escalera y seguimos por el bosque. - dijo mostrando su descontento por todo el tiempo perdido peleando con los yomas y con la revelada.

Las Claymore bajaron por la escalera de mano, y poco a poco fueron viéndose inmersas en una oscuridad solo iluminada por la tenue luz violeta que emitían miles de runas situadas en línea recta en la parte alta de las paredes de un pasillo que parecía no tener fin. Esperaron unos minutos hasta que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad y comenzaron a avanzar, espadas en mano, extremando la cautela.

- Este ambiente es agobiante.- Laura rompió el silencio. Las compañeras asintieron, pero no bajaron el ritmo. El pasillo era lo suficientemente ancho para que las tres caminaran en paralelo, y lo suficientemente alto para que pudieran saltar las unas por encima de las otras si quisieran. Solo el sordo tintineo de sus grebas en el suelo perturbaba el silencio. Caminaron durante más de media hora, hasta que Sorja se dio cuenta de que estaban comenzando a ir cuesta abajo. Cada vez les costaba más respirar, hasta que llegaron a un recodo en el que una corriente de aire frío las alivió los pulmones.

- ¿A dónde lleva esto? ¡No se acaba nunca!- susurró Laura a las demás.
- Quizás al centro de la tierra.- bromeó Eva. Su juvenil respuesta animó el espíritu de las dos compañeras, y las tres sonrieron.

Continuaron la marcha durante varias horas, hasta que todas notaron que algo había cambiado. Unos metros más adelante, las luces se terminaban en lo que parecía una puerta de arco. Caminaron hasta el linde y asomaron la cabeza para ver una especie de plaza gigantesca, con arena en el suelo.

- Esto no me huele bien- dijo Laura.

- ¡Bienvenidas!- comenzó a decir una voz. - Os estaba esperando...mis niñas-. Las tres compañeras levantaron la cabeza para ver en las "gradas" de aquel coliseo una silueta que les resultó muy familiar...