Partida Rol por web

El líder del grupo retrocede unos pasos, asustado por la actitud de las Claymore. Acto seguido, tras mirar los gestos de asombro de sus compañeros, se envalentona y decide seguir con su plan.

- En fin, no estamos aquí precisamente para causaros problemas.- dice, tras aclararse la garganta, con miedo evidente en el cuerpo.- Pero de todas maneras, no podemos permitiros estar aquí. Sabemos que no podéis matar humanos, de otra manera nunca nos hubiéramos atrevido a acercanos a vosotras, pero somos soldados, y si hemos de morir para cumplir nuestro deber, lo haremos gustosos.- miró a sus compañeros, buscando más confianza.

Tras una larga pausa, continuó.- Esta zona pertenece a la Reina, y no se permite la entrada a nadie que no sea humano. Si hay yomas por aquí, nosotros nos encargaremos de ellos, así que por favor, marchaos.- El soldado retrocedió hasta ponerse a la altura de sus compañeros.

les miro con desprecio y digo

en "vuestro territorio" hay alguien al que si intentais vencer os matara seguro, somos las unicas que podemos pararla, asi que es vuestra decision, dejar que os salvemos el culo o morir a sus manos

No merece la pena la discusion Elisa, nos conocen bastante bien, sigamos nuestro camino y cumplamos el objetivo al que hemos venido aqui, ahora dirigiendose a los soldados,nuestra mision ha sido entregada por nuestro benefactor, se llama Relik, debemos de llegar a una cascada en esa direccion, Margery levanta el dedo hacia el sur,alli cumpliremos nuestro compromiso con el y una vez resuelto desaparecemos de aqui, podeis estar seguro de ello

- Joder, dejadme que acabe con estos idiotas. Si no hay testigos nadie podrá echarnos la culpa de nada. - dice con una sonrisa maléfica en la cara.

- Sabes bien Evelyn que eso no esta bien. Por más que sean humanos no debemos dañarlos. Igualmente seguiremos nuestro camino y llegaremos a destino. Sea quien fuese el dueño de estas tierras se sabe que podemos caminar en cualquier parte si no tenemos intromición en los asuntos políticos y sociales de las ciudades que visitamos.

Sigo caminando hacia el camino que dejamos el día anterior para retomar la senda y llegar a la cascada. Sin darme vuelta le digo al lider del grupo.

- Valoro y entiendo su desición de morir por su reina, pero no quiero tener que pelear por ustedes cuando no es necesario. Estamos para ayudarlos y salvarlos como dijo mi compañera, no para molestarlos y causarles malestar. Y sigo caminando.

Dos de los guardias corren para bloquearle el camino a Ángela, desenvainando sus espadas y apuntándola directamente al cuello.

- Como ha dicho nuestro comandante, no podemos dejaros pasar.- dice uno de ellos.

El comandante se acerca un poco. - ¿De dónde habéis sacado esa equivocada idea de que podéis ir por donde queráis? ¿Qué os hace pensar que unos monstruos como vosotros podrían andar libremente por los territorios de la Reina? ¡Marchaos antes de que cambie de opinión!

- JAJAJAJA, abusan de su condición de humanos y de saber que no podemos hacerles daño... Patetico. Que les hace pensar que, en caso de nosotras 4 defendernos podrán reducirnos? Han peleado antes con un yoma? Le han vencido y han salido triunfantes? Si lo desearamos ya estarían los 10 muertos y nosotros ni siquiera hubiesemos sacado nuestras claymores. No nos hagan perder el tiempo, no estamos aquí para jugar, sino para que su patetica existencia no se vea amenazada y puedan vivir con sus tripas dentro de sus estomagos.

A los que tengo enfrente mio les hago un amage de ataque como para intimidarlos.

pongo una cara de ira homicida, sacando mi espada la pongo rozando el cuello del comandante y digo

osais llamarnos mounstruos cuando somos nosotras las que os salvan el culo de ellos, yo no tendria ningun incombeniente en acabar con una escoria como vosotros, es mas nos ahorrariais el trabajo de salvaros luego el culo, asi que por las buenas o por las malas vamos a pasar, vuestras opciones ahora mismo son simples, os apartais y vivis todos, o vuestro comandante pierde la cabeza

!me aveis oido!

JUUUUMMM, asi que no nos vais a dejar pasar aun cuando os hemos dicho quien nos manda aqui, parece que nuestro "lider" en el gremio no era tan reconocido como nos hacia ver, Margery sigue avanzando considerando simples mosquitos a aquellos humanos, espero que vuestra reina no se entere del agravio que estais cometiendo, intentando impedir el paso a unas claymore, quiza su ciudad sea la siguiente en necestiar ayuda de nuestra organizacion y entonces puede que el grupo que deba ir a defender tarde mas de lo debido o puede de que lleguen mas yomas para la carniceria que se producira, de verdad quieres conseguir eso para tu bella ciudad

Margery sigue por el camino y viendo que le cierran el camino, activa su Yoki elevandolo a altas cotas, intentando hacer sentir miedo a aquellos malditos humanos y que se apartaran de su camino sin mas problemas

- E-Esto no quedará así.- dice el capitán de los soldados, mientras se retira unos pasos hacia atrás, y da la orden al resto de que se retiren. - No penséis que podréis salir indemnes de aquí. ¡La ira de la Reina caerá sobre vosotras, monstruos!

Dicho esto, el grupo monta en sus caballos y se retiran al galope.

Las Claymore no se entretuvieron en mirar la marcha de los soldados. Avanzaron un par de kilómetros y se sentaron a descansar, tratando de curar sus heridas. Sin darse cuenta, Margery se quedó dormida. El resto no quisieron despertarla, ya que había recibido la peor parte en el ataque, así que el descanso se alargó hasta la noche. Cuando se levantaron, comprobaron el estado de sus heridas, y al parecer habían cicatrizado a una velocidad asombrosa. Todas se encontraban cansadas por el viaje y los continuos combates, pero físicamente se encontraban bastante bien, y con muchas ganas por encontrar a Carla de una vez por todas, así que prosiguieron la marcha, cobijándose en el amparo de la oscuridad.

Se adentraron en el bosquecillo donde se encontraba la cascada, siguiendo el cauce del río, y tuvieron que reducir su ritmo para que sus grebas de metal no hicieran demasiado ruido con las ramas y hojas secas. Antes del alba, llegaron a un claro, en el que había una hoguera apagada hace días. Rastrearon la zona en busca de alguna pista que les pudiera decir quién había estado ahí y hacía cuanto, pero sus pobres dotes de cazadoras no es ayudaron en gran medida, excepto para deducir lo que les permitía la lógica. Decidieron descansar ahí, montando guardia para que no les volviera a ocurrir lo del día anterior, sin encender la hoguera, para no llamar la atención. Durmieron por turnos durante todo el día en turnos de 6 horas, y al caer de nuevo la noche las cuatro se encontraban mucho más restablecidas.

Siguieron avanzando, y el bosque y el río parecían no cambiar de su monotonía, tal vez solo porque su aspecto era cada vez más rudo y salvaje según se iban adentrando. Al cabo de unas horas, llegaron a un punto que les pareció extraño. Había unas rocas injertadas en el suelo, con una especie de runa morada que brillaba en la oscuridad. Se acercaron para observarla más de cerca.

- ¿Qué es esto? - dijo Elisa. Ángela, acercó la cara curiosamente a la runa, y ésta pareció reaccionar a su proximidad, emitiendo un brillo más fuerte. Ángela se asustó en un primer momento, pero se armó de valor y pasó sus dedos sobre ella, siguiendo el recorrido del grafiado como si quisiera reescribirlo. La luz emitida se tornó más fuerte primero, hasta que poco a poco se fue apagando. Evelyn soltó un suspiro, pero de pronto algo se movió bajo sus pies, y se pudo apartar justo a tiempo, ya que un agujero se abrió donde se encontraba hacía unos segundos.

Las compañeras se acercaron a observar, y pudieron ver una escalera de mano que bajaba hacia la más absoluta oscuridad. Extrañadas, se sentaron un momento a debatir.

UAAA, que sueño, un bostezo salio de su boca, todavia no me he espabilado,,Margery siguio avanzando sin darse cuenta que sus compañeras estaban detenidas observando algo en el suelo...

Vaya vaya, buscabamos una catarata y encontramos una gruta subterranea, que divertido, esto cada vez mejora mas, su personalidad parecia volver, aquella despreocupacion por las cosas ... despues de la discusion con los guardias y el gran atrevimiento que demostro, Margery se habia quedado un poco retraida, la sangre Yoma que corria por su cuerpo la hacia ser mas atrevida de lo que podria haber sido nunca, cada vez se sentia mas segura de su condicion. Margery se quedo mirando aquella gruta y los alrededores, intentando ver si alguien mas habia entrado ahi hace poco tiempo

desde el momento en el que estubo a punto de despertar los instintos asesinos yomas de elisa se habian acentuado, ya no le importaba la vida de los humanos, solo le importaba ella misma y sus compañeras, devian sobrevivir costase lo que costase y si alguien se interponia en su camino devia morir.

despues del descanso encontraron unas extrañas marcas que al tocarlas reaccionaron abriendo una entrada a lo que parecia una extraña gruta margery tambien parecia interesada en ella asi que elisa dijo

podria ser que carla ubiera bajado por aqui, alomejor esto era una marca que nos a dejado, yo propongo separarnos en dos grupos y bajar a investigar, pero que decida la lider del grupo

- Yo creo que deberíamos ir todas juntas para abajo, la última vez que nos separamos tuvimos problemas. Si permanecemos juntas, tendremos más posibilidades de sobrevivir.

Evelyn miró a sus compañeras esperando que la siguieran, y comenzó a bajar por la escalera de mano.

Miro esceptica la escalera y miro hacia abajo. Si! Puede ser de ella.

Yo voy a bajar, concuerdo con Elisa, yo creo que Carla debe haber dejado esto para nosotras. Tendríamos que investigar.

bueno, pues parece que esta decidido, vamos todas. digo con una sonrisa

pero antes me gustaria intentar una cosa

cierro los ojos me concentro e intento sentir energia yoki dentro de la gruta, y si es posible identificar si es de yoma o de claymore

Id entrando, yo entrare la ultima

Las Claymore bajaron por la escalera de mano, y poco a poco fueron viéndose inmersas en una oscuridad solo iluminada por la tenue luz violeta que emitían miles de runas situadas en línea recta en la parte alta de las paredes de un pasillo que parecía no tener fin. Esperaron unos minutos hasta que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad y comenzaron a avanzar, espadas en mano, extremando la cautela.

- Este ambiente es agobiante.- Ángela rompió el silencio. Las compañeras asintieron, pero no bajaron el ritmo. El pasillo era lo suficientemente ancho para que las cuatro caminaran en paralelo, y lo suficientemente alto para que pudieran saltar las unas por encima de las otras si quisieran. Solo el sordo tintineo de sus grebas en el suelo perturbaba el silencio. Caminaron durante más de media hora, hasta que Margery se dio cuenta de que estaban comenzando a ir cuesta abajo. Cada vez les costaba más respirar, hasta que llegaron a un recodo en el que una corriente de aire frío las alivió los pulmones.

- ¿A dónde lleva esto? ¡No se acaba nunca!- susurró Elisa a las demás.
- Quizás al centro de la tierra.- bromeó Evelyn. Su juvenil respuesta animó el espíritu de las compañeras, y las cuatro sonrieron.

Continuaron la marcha durante varias horas, hasta que todas notaron que algo había cambiado. Unos metros más adelante, las luces se terminaban en lo que parecía una puerta de arco. Caminaron hasta el linde y asomaron la cabeza para ver una especie de plaza gigantesca, con arena en el suelo.

- Esto no me huele bien- dijo Elisa.

- ¡Bienvenidas!- comenzó a decir una voz. - Os estaba esperando...mis niñas-. Las cuatro compañeras levantaron la cabeza para ver en las "gradas" de aquel coliseo una silueta que les resultó muy familiar...