Venpaulo enarcó una ceja en un gesto de sorpresa que, si no era sincero, Xera no supo deducirlo. Sonrió al entusiasmo de Shail y amplió su sonrisa con el comentario de Xera.
-“Bueno, compañero, no es *mi* sociedad. Yo sólo soy uno de los agentes, como seríais vosotros llegado el caso. Lo cierto es que somos muy pocos, sobre todo los agentes de campo. Sólo gente única puede hacer éste trabajo, lo mejor entre lo mejor. Y vosotros encajaríais perfectamente, tal vez podamos ayudaros a encontrar a vuestro padre ¡Conseguir dos candidatos a la vez! Ni Beshaabel podría hacerlo mejor.” – el bardo sonría ahora con cierto orgullo, mientras invitaba a los hermanos a unirse en un brindis.
-“Puedo prepararos una reunión con Cerebro, nuestro líder, si viajáis conmigo hasta San Tomascz mañana. No es un viaje largo, a lo sumo tres días, dado que no es necesario que vayamos con la trouppe. Pero sí que quiero avisaros que somos una sociedad muy secreta.” – Venpaulo había vuelto a adoptar el tono serio y centrado que usó para planificar el asalto de la torre, tomando un aspecto profesional y desmintiendo la apariencia de cabeza loca y despreocupado que solía mostrar.
-“Unirse a los Comandos de la Libertad no es una decisión que tomar a la ligera. La marcha atrás no es simple una vez que conozcáis nuestros secretos, la guerra con el Puño de Hierro es lo más importante y no podemos permitirnos ningún tropezón porque somos lo único que separa al mundo de la tiranía más cruel que pueda imaginarse y no podemos permitirnos traiciones.” – Venpaulo miró a los ojos alternativamente a los hermanos para contarles aquello, aunque luego hizo un gesto despreocupado para añadir:
-“En cualquier caso eso ya os lo contará Cerebro. Os adelanto, eso sí, que tendréis que contarle vuestros motivos para uniros y cuál es vuestro propósito respecto al Puño de Hierro. Engañar a Cerebro en una de esas reuniones no es factible.” – Lo último lo dijo con un tono entre admirado y arrepentido que extrañó a los hermanos, luego volvió a sonreír a la vez que miraba a Xera con picardía.
-"Además así podré tener el modelo original cuando trate de hacer la pálida reproducción que mis artes permitan en mi actriz para la actuación. Seguro que será interesante también para vosotros veros actuar." - su sonrisa se convirtió en una risa para la sentencia final.
Y no se pudo negar que resultó interesante. Desde luego Venpaulo se esmeró más en la reproducción de Xera, que había que estar muy atento y conocerla bien para apreciar diferencias, que en la de Shail, quien tenía algunas diferencias que no hubieran pasado desapercibidas a un observador casual al que se permitiera mirar al original y al disfrazado seguidos; aunque lo cierto es que los habitantes del castillo no parecieron notar ninguna diferencia.
Verse en el escenerio, interpretando una obra con tanto contenido romántico resultó un tanto chocante; en especial una versión tan transgresora y atrevida como la que había compuesto Venpaulo - si es que era el realmente el director del espectáculo, y no sólo el maestro de ceremonias.
Shail quería unirse a la sociedad secreta de la que le había hablado Venpaulo, aunque en cierto modo pensó que no sería tan secreta si a las primeras de cambio les habían contado a ellos dos todos sus secretos, o al menos parte de ellos. Estaba claro que Shail era una persona en la que se podía confiar plenamente, pero aquel se limitara a conocer a Xera... Bueno, ese tendría que estar pendiente siempre de su espalda, pues parecía que en cualquier momento podría traicionarte.
De todas maneras, el chico no se lo tuvo que pensar mucho, no tenían nada que perder, no les quedaba nada. Tan solo se tenían el uno al otro y quizá unirse a aquel grupo les fuese de gran ayuda. Quizá incluso allí pudiesen encontrar gente mucho más interesante que ese insoportable de Venpaulo.
Después vino la interpretación, Shail se sintió más incómodo que en toda su vida, había visto ese tipo de obras, incluso había pagado por verlas, pero jamás pensó que estaría en la posición de uno de esos actores, no tenía problemas con hablar en público, pero aquello era muy diferente y la presencia de Venpaulo y la relación con su hermana le sacaban de sus casillas y eso se pudo notar en su terrible interpretación.
Por suerte ninguno de aquellos desgraciados se dio cuenta de nada. Habían pasado las dos primeras pruebas, ahora tendrían que reunirse con un tal "Cerebro", sin duda haría honor a su nombre y sería alguien mucho más interesante que el insoportable bardo.
La referencia a no engañar a ese hombre, Cerebro, me hizo gracia, aunque no dejé que ese sentimiento aflorara en mi rostro. Había engañado numerosas veces. No sólo a reyes, si no a salas de varios consejeros que se mostraban reacios a escuchar lo que una mujer tenía que decir. Por el simple hecho de conocer a ese hombre, hacer un viaje merecía la pena.
Está bien dije tras un sorbo conoceremos a Cerebro y que nos pregunte lo que quiera. Soy una mujer muy abierta solté con gran descaro, percibiendo que Shail se pondría rojo y se enfadaría.
El tiempo pasó rápido hasta el momento de la obra. Estaba deseando qué podía hacer Venpaulo para imitarnos a Shail y a mí.
Sinceramente, me sentí ofendida. Había hecho una copia prácticamente exacta de mí. Y, seré muchas cosas, pero no alguien vulgar para ser copiada tan a la ligera... Aunque era agradable ver que si necesitaba un doble, sabría a quien acudir. En el fondo, tenía su gracia esa situación.
Al día siguiente salieron de la fortaleza junto a la ruidosa trouppe, pero antes de llegar a las puertas de la ciudad, los hermanos y Venpaulo se habían despedido de la compañía de actores y artistas para dirigirse presurosos hacia las tierras centrales. El bardo parecía conocer posadas exquisitas para el final de casi cada jornada, aunque alguna vez les tocó hacer noche en el camino. Tampoco en esos casos el trovador parecía dispuesto a renunciar a ciertos lujos proporcionados por objetos mágicos en que parecía haber invertido una pequeña fortuna y que compartía con generosidad.
Así entre veloces desplazamientos, canciones perfectamente entonadas que parecían adaptarse al humor del grupo y algún lujo más del imprescindible, llegaron hasta San Tomaszc. El bardo les invitó al peaje, que pagó para tres días para cada uno. Mientras entraban, los hermanos no pudieron dejar de pensar en la prohibitiva tasa, una moneda de plata al día… Para ellos después de una vida de éxito profesional era algo que podían permitirse el lujo, como el que acababa de tener su compañero, de pagar una moneda de electro, pero la verdad es que para la gente aquello hacía imposible emigrar a la ciudad en busca de un futuro, porque mucha gente no ganaba una moneda de plata en todo un mes de trabajo. Una vez en la ciudad caminaron junto a su guía, que ejercía como un magnífico Cicerón, describiéndoles lo que veían con elocuencia. Finalmente Venpaulo les dejó a la puerta de una taberna bastante vulgar para lo que él acostumbraba.
-“Bueno, mis queridos amigos, ahora tengo que ir a preparar la entrevista con Cerebro. Nos reuniremos mañana en ésta taberna a la caída del sol, mientras os recomiendo visitar la ciudad, tiene algunos edificios bellísimos. En particular la Academia de Magia y la Catedral, aunque en general todo el distrito noble merece la pena pasearlo, nada me gustaría mas que, en un futuro, encontrar tiempo para dar una vuelta contigo, Xera, por allí. Si buscáis alojamiento, no os recomiendo éste lugar” – Venpaulo señaló la taberna frente a la que se encontraban y en la que habían quedado para el día siguiente – “mejor buscad en ‘Los Jardines de Belletta’ o ‘El Canto del Agua’, están más hacia el centro, al pie de la colina. Me despido de vosotros ya. Contaré los segundos hasta que nos volvamos a ver.” – La última frase estaba claramente dirigida a Xera, de quien se despidió con una florida reverencia y un galante besamanos, un poco más largo de lo habitual; A Shail le dio un fuerte pero breve apretón de manos, y se marchó andando con paso firme y porte regio.
Los hermanos tuvieron un día y medio para explorar la ciudad a su libre albedrío. Al anochecer Venpaulo llegó a la taberna, les saludó con profusión de ademanes – y besos en el caso de Xera – para enseguida, antes incluso de pedir bebida para sí, acompañarles hasta un reservado dónde esperaba la figura encapuchada que con el tiempo acabaría resultándoles tan familiar.
Cerebro espera en un rincón discreto, sentado sólo y con su bebida a un lado sin tocar. Se levantó brevemente cuando se acercaron a él para recibirles con un saludo educado pero sobrio y, tras invitarles a sentarse, despidió a Venpaulo. El bardo se alejó, tras despedirse por el momento, con una sonrisa y se sentó en la barra guiñando un ojo a Xera cada vez que cruzaban miradas.
En la mesa el misterioso hombre sacó un pequeño zigurat de cristal y lo dejó sobre la mesa. El mundo se silenció alrededor del trío de forma instantánea.
-“Buenas noches, caballero y dama. Mi nombre es Cerebro. Yo ya conozco los suyos. Este dispositivo es mágico. Nos asegurará la necesaria privacidad para nuestros delicados asuntos. Ni una palabra de lo que digamos aquí podrá ser oída a más de medio metro de nosotros. Genera también una zona de verdad en nuestro entorno, de modo que ninguno de los tres podremos decir mentiras.” – Hizo una breve pausa para dejar que meditasen sobre esas palabras –“Por incómodo que resulte, necesitamos una completa seguridad, tanto ustedes como yo, para poder manejar ésta conversación. Tengo entendido que tienen la voluntad, así como intereses personales en combatir al Puño de Hierro; nosotros estamos plenamente dedicados a ese esfuerzo, pero somos muy pocos, de modo que la posibilidad de incorporar agentes de la valía que, tengo entendido, tienen ustedes nos resulta extremadamente deseable.” – hizo otra pausa – “Seguro que entenderán la necesidad del secretismo y de estar seguros de que no hay traiciones por ninguna parte en temas tan delicados, el enemigo es poderoso y muchos de sus miembros son gente de poder político, personal o militar que podrían tener los recursos para destruirnos o para infiltrarse en nuestra organización. Debemos ser precavidos. Todo esto nos permitirá acordar nuestra posible cooperación en base a unos pilares sólidos." - tras dejar que los hermanos meditaran sobre sus palabras, continuó exponiendo sus requerimientos.
-"Por mi parte me gustaría que me dijeran sus motivos para unirse, su exposición en éste campo de verdad me convencerá de que son quien dicen ser y que sus motivos para unirse a los Comandos de la Libertad son sinceros, que no suponen un peligro para nuestra organización. Luego requeriré de ustedes un juramento mágico de lealtad que les impida rebelar nuestros nombres y la localización de nuestra base, incluso si un día deciden abandonar la causa.” – tras una nueva pausa continuó, con su tono monocorde.
-“Naturalmente, bajo las misma condiciones, yo contestaré a sus preguntas tan completamente como pueda sin poner en peligro al grupo y nuestra misión. Y de forma aún más completa incluso, una vez formulen su juramento, si llega el caso. Así mismo juraré para ustedes que nuestra organización no usa información contra nuestros miembros, por muy problemática que pueda ser. Como pudieran ser los poderes mágicos de la señorita Xera y que nuestros objetivos están limitados y centrados en destruir el Puño de Hierro, trabajando por la libertad y el bienestar de los inocentes. Quiero que entiendan que nuestros métodos no atienden a las leyes de los nobles, nuestros actos van dictados por nuestros objetivos y, a veces, matamos, robamos o manipulamos para proteger a la gente de males mayores.”
Respecto al siguiente turno, extendedlo desde donde queráis, sea con el detalle del viaje a San Tomascz, vuestras andanzas en la ciudad hasta la reunión o la relación con Venpaulo.
El punto principal debería ser la conversación con Cerebro que debería acabar uniéndoos a los Comandos. Si queréis podéis narrar también el asentamiento en el Campamento, el primer encuentro con Meelock, que es quien os lleva a los cuatro desde la ciudad al bosque y el primer viaje por el bosque mágico, junto a Cerebro y Venpaulo.
Una vez que tengáis ese turno, damos por concluido el prólogo y nos centramos en los post de Vida en el Campamento para salir ya a la primera aventura.
Nota: Si queréis narrar vuestra visita a la ciudad podéis encontrar información de San Tomascz en la que basaros en la escena de Ambientación y Descripciones.
Durante todo el viaje, estuve muy animada gracias a las conversaciones con Venpaulo. El constante flirteo que manteníamos hacía que el viaje le resultara breve, aunque intuía que para Shail no estaba siendo tan agradable debido a la misma razón. Era la primera vez que un hombre podía mantener mis numerosos coqueteos sin callarse ni ponerse rojo, así que debía aprovecharlo.
Llegamos a la ciudad y no me sorprendí. Había estado en otras muchas ciudades, más grades y más bellas que ésta; en palacios que dejarían a la mitad de la población de San Tomaszc obnubilados. Que Venpaulo fuera nuestro guía particular no era de extrañar. ¡No dejaba de hablar! Estaba segura que, si lo pensaba con calma, descubriría que nos había contado la misma historia varias veces pero, tan distinta, que no nos habíamos dado cuenta.
Creo que iremos primero a la posada para descansar. Mañana habrá tiempo de visitar la ciudad añadí ante la despedida del bardo, mirando a mi hermano, sabiendo que él querría lo mismo.
Y así hicimos. Esperamos a que Venpaulo se perdiera de vista para caminar al pie de la montaña, tal y como nos había indicado. Entramos en la posada de "El canto del Agua". Tomamos una cena rápida, un buen baño y no tardé en caer dormida en la mullida cama que habíamos conseguido.
Tras dormir una gran cantidad de horas, me desperté como nueva. Bajé a desayunar, esperando a Shail. Cuando ambos estábamos listos, fuimos de visita a la ciudad. La verdad, no estaba muy atenta, ya que había tomado la palabra de Venpaulo de que quería volver conmigo a esta ciudad, así que prefería que el me contara todos los detalles a su manera. En cambio, invité a mi hermano a relatarnos con calma lo que había pasado en nuestras vidas, ya que no teníamos que salir corriendo de un castillo a otro ni estaba nadie más con nosotros.
Tras un día muy intenso, fuimos a la posada de la cita. Venpaulo nos llevó hasta un reservado donde se encontraba ese hombre tan misterioso, Cerebro.
Tras las correspondientes presentaciones, nos sentamos. Estuve en silencio analizando cada detalle de la conversación.
Caballero y dama... Lo normal habría sido "Dama y caballero", pero seguro que ha pensado que un exceso de caballerosidad me desagradaría...
No es que no se le pueda mentir, es que ha creado una zona de la verdad pensé y, en ese momento, miré hacia Venpaulo con un ligero reproche en la mirada; él me correspondió con un guiño.
Ese hombre inspiraba seriedad. No era un hombre a quien poder engatusar, embelesar o cualquiera de mis artimañas habituales. Era un hombre directo y esperaba lo mismo de nosotros. Esperé a que terminara para comenzar a hablar.
Supongo que Venpaulo le habrá informado sobre todo lo que sabe de nosotros dije sin la menor acritud en mis palabras. En mi mente se creó una imagen de un Venpaulo haciendo aspavientos sobre nosotros dos y cómo Cerebro le miraba con el ceño fruncido. Empezamos todo esto con la intención de recuperar a nuestro padre. Hace años, fue raptado por tres hombres que lo llevaron a una pequeña fortaleza que había en nuestro pueblo. Al carecer de poder para enfrentarnos a ellos, cada uno tomó un rumbo distinto en la vida para formarse. Tras unos años, nos volvimos a reunir e intentamos recuperar a nuestro padre. Pero, como es obvio, no lo logramos. Nos topamos con Venpaulo y así hemos obtenido más información.
No podía negar que la preocupación por mi padre era lo único que me movía en aquella campaña. Es cierto también me motiva la venganza. Mi madre era una prostituta que ayudó al secuestro de mi padre y quería que yo siguiera sus pasos profesionales. Shail no comparte esa parte de motivación, o al menos no tan intensamente como yo.
Pero no queremos sólo encontrar a mi padre. Mis años como diplomática y embajadora me han enseñado que para eliminar una mala hierba no sólo basta con cortarla. Hay que arrancarla de raíz.
Esperé a que mi hermano dijera sus motivos, aunque era obvio que eran semejantes a los míos, para hacer una pregunta.
¿Por qué todo este movimiento contra el Puño de Hierro? ¿Cómo surgió? Se todo lo que nos ha contado enpaulo, pero... ¿es sólo la decisión de un hombre valiente a acabar con ellos?
Mientras Shail organizaba sus ideas y preparaba sus respuestas y preguntas, Cerebro aprovechó para contestar a Xera, obviamente no era un hombre al que le gustase perder el tiempo.
-“Sí. Arrancar de raíz. Por desgracia esta planta tiene dientes, muchos y afilados, con los que hay que lidiar antes de poder agarrar la raíz.” – esbozó una sonrisa un tanto macabra porque expresaba mucha más tristeza que humor.
-“Los motivos para luchar contra el Puño de Hierro deberían ser obvios para cualquier persona con un corazón como es debido latiendo en el pecho. Usted misma ha podido ver… Un matadero en el que inmolar ¿Cuántas? ¿un millar de vidas? ¿dos millares? Solo como un paso de su plan de conquista, alimentado por la simple codicia y el ansia de poder sobre los demás. Los sentimientos que usted y su hermano albergan por su padre son los mismos que los que albergan los familiares y amigos de toda esa gente, para mi son motivo suficiente para movilizarme. Pero podemos añadir más víctimas y consecuencias de los muchos más que lo son por otros planes, le pudo mencionar unos cuantos: L’Alhondiga, un pueblo del sur de unos mil quinientos habitantes que servía como granero de la Baronía de Bathor, que fue quemado hasta los cimientos para que el Conde de Harring, miembro del Puño, pudiera asediar Can Bathor, el castillo del barón." - Cerebro había cedido un poco a sus nervios y al enumerar empezó a alzar dedos, remarcando el conteo.
- "Al señor Platero, un rico burgués que había hecho fortuna con sus joyas, le tocó recoger a su hija de doce años, tras pagar el rescate, en el burdel donde la habían tenido trabajando la semana que había pasado secuestrada; así convence el Puño de que debe contribuirse económicamente a su causa." - segundo dedo.
-"O, puede que le conmueva a actuar, el contrato con la tribu orca de los Quebrantadores para participar como mercenarios en unas guerras fronterizas en el Norte, al servicio de otro de los nobles que apoyan al Puño. En él que se estipulaba que la totalidad de la población femenina de las tierras que los mercenarios tomasen pasaría a ser de su propiedad como esclavos en concepto de botín de guerra.” – Cerebro mantenía la calma, pero aún así la experta Xera podía reconocer una tensión en su alocución que podía cortarse con un cuchillo, una persona menos cabal y de menor autocontrol estaría gritando. Manteniendo su tono falsamente calmó remató:
-“Y cuando el Puño de Hierro llegue a su objetivo final, una guerra de conquista en todas las tierras, afectará a cada persona hasta en el más remoto pueblecito. La idea de que personas dispuestas a hacer éstas cosas se erijan como líderes de un imperio global… Bueno creo que habla por sí misma. Hay gente dispuesta a luchar porque algo así no pase. Me gustaría creer que su hermano y usted forman parte de esa gente, Dios sabe que necesitamos profesionales competentes. Es nuestra única ventaja, los héroes de nuestro tiempo que hemos conseguido reunir.” – era obvio que la tensión de Cerebro se había disipado un tanto, había que suponer pues que iba dirigida a los actos que imputaba al Puño. Continuó contestando las preguntas de Xera, de modo que Shail tuviera todo el tiempo que necesitaba para organizar sus pensamientos.
-“Yo fui el fundador de los Comandos. Antes de eso hacía el mismo trabajo que ahora, aunque en otro contexto. Y así me enteré de muchos secretos del Puño y, sobre todo, de sus intereses. Tengo la habilidad, tenía los contactos y los primeros candidatos para trabajar en frustrar sus planes, así que me puse a ello. Yo mismo recluté a la mayoría de los agentes de campo, creé la infraestructura social que es nuestra base de trabajo y contacté con los financiadores que podían apoyar nuestra causa. Pero ya no es el esfuerzo de un hombre, muchos hacen un trabajo en la sombra, operamos con mucha libertad, no queda otra pues tenemos que movernos en pequeños círculos, individuos sueltos incluso, que, si son descubiertos, no puedan poner en peligro a los demás. Cada uno debe tener recursos e iniciativa para desarrollar su labor; sea tener las orejas y los ojos abiertos, que es lo que hace la mayoría o sean misiones imposibles que dejarían estupefactos a los simples mortales, como hacen los agentes – que es lo que seríais vosotros – los cuales, como no podía ser de otra manera, son muy pocos. Les aseguro que encontrar gente de su poder o el del maestro Venpaulo, para el caso, es casi imposible. No creo que haya más de entre dos docenas y tres docenas de personas así en las tierras de los humanos y, si los últimos acuerdos que estamos ultimando tienen éxitos, nueve de ellas estarán trabajando para nosotros, como agentes o como apoyos principales, éste último es mi caso.”
Shail se encontraba incómodo en aquella situación, ese tal Cerebro era amigo de Venpaulo y cuando generó tanta pararfernalia para hablar le puso más nervioso. Afortunadamente, cuando se puso a contar todo aquello, el explorador se relajó y se quedó más tranquilo.
Entonces se acomodó en la silla, tomó el brebaje que tenía encima de la mesa y mientras lo hacía dar vueltas al rededor de la copa y se perdía entre sus ondas escuchaba a aquellos dos hablar.
A Shail le rechinaron los dientes cuando Xera dijo aquellas barbaridades sobre su madre. Estaban bajo un conjuro de la verdad y eso provocaba que no pudieran mentir, eso significaba, que las palabras de Xera eran ciertas, o al menos que ella misma se las creía como tal. Sin duda aquello fue un duro golpe para Shail. Hasta ahora no había aceptado aquellas insinuaciones de su hermana, a pesar de haber fingido seguirle la corriente no terminaba de créerselas.
- Mis motivos en esta lucha no distan muchos que los de mi hermana. Como ella ha dicho queremos encontrar a nuestro padre. Él me ha criado tal y como soy y ella, dijo ahora señalando a su hermana, ella quiere acabar con nuestra madre, pero yo aún tengo la esperanza de que realmente Xera esté equivocada y nuestra madre haya hecho todo aquello de forma inconsciente. No me gustaría tener que matar a la mujer que nos ha dado la vida. Aunque por lo que veo, ella sí. Dice respirando profundamente como si decir aquellas palabras le doliese en el corazón.
- No quiero dar muerte a nuestra madre, simplemente quiero que cambie, si es que todo lo que ha dicho Xera es cierto, claro está. Pero lo que espero, es que con vuestra ayuda podamos encontrar a nuestro padre, acabar con todo este mal de raíz, tal y como habéis dicho y si es posible, ofrecer un mejor futuro a nuestra madre. Shail se mostraba parco en palabras. No le gustaba tratar aquellos pensamientos con desconocidos, apenas estaba acostumbrado a tratarlos con su hermana como para hablarlo con aquel desconocido y mucho menos bajo la influencia de aquel conjuro. Al fin y al cabo, ahora se sentía mucho más vulnerable.
Cerebro no mostró ningún cambio de expresión ante las palabras de Shail, su respuesta fue calmada, como si no dejase que las emociones que pudiera sentir afectasen a su juicio de la situación.
-“La búsqueda de vuestros seres desaparecidos es compatible con nuestra actividad. De hecho, las investigaciones que habéis desarrollado junto a las que ha realizado Venpaulo evidencian que vuestro padre fue secuestrado por el Puño de Hierro. No tengo ninguna duda.” – hizo una pausa antes de continuar, tomó un sorbo de su propia bebida y añadió, aún sin cambiar el tono.
-“No puedo garantizaros que encontréis bien ni a él ni a vuestra madre, el Puño no es una sociedad amable y no tengo duda de que un propósito deleznable y oscuro se oculta tras los secuestros. Además ha pasado mucho tiempo, pero nunca se sabe. Tal vez haya escapado o lo que le hayan hecho sea reversible. En el peor de los casos nos encargaremos de que no vuelva a pasar y los culpables paguen sus crímenes y no se salgan con la suya.” – tras otra pausa miró a ambos hermanos, con un suspiro que no quedó muy claro qué transmitía, alternando su mirada entre ambos continuó:
-“Respecto a vuestra madre… Eso es más complicado. La información que tengo me lleva a pensar que Xera tiene su base de razón. Creo, porque así lo evidencian vuestros hallazgos y casa con informaciones previas, que vuestra madre actuaba en connivencia con el Puño en aquel entonces y ha seguido haciéndolo durante mucho tiempo.” – Cerebro se dedicó a rebuscar en una carpeta de las varias que tenía junto a él en su banco, tras unos segundos de mover papeles y comprobar referencias sacó una nota.
-“Esta es una trascripción de uno de los textos que Venpaulo me repitió después de que, según tengo entendido, vosotros lo encontrasteis en el audaz asalto que llevasteis a cabo a la fortaleza del barón.” – el hombre señaló un texto de una de las cartas que habían llamado la atención de los hermanos en la mencionada incursión, en particular la parte de una carta que decía:
-“El Conde exige que su preciosa pequeña le sea devuelta antes de que puedan descubrirla, lo que requiere cesar las actividades relacionadas con el engendramiento”
Tras dejar que los hermanos recordasen añadió:
-“Estoy seguro de que el Conde al que se refiere es uno de los miembros del círculo interno del Puño de Hierro. Aunque, por desgracia, aún no sabemos quien es, tenemos constancia de que está detrás de la trama de desapariciones que ha unido nuestros caminos. La mujer a la que se refiere tenemos fundadas sospechas para creer que es vuestra madre, fue una agente que nos ha costado algunos informadores y espías, ahora que he oído las descripciones que Xera hace de ella pienso que sus habilidades y descripción podría coincidir con ella. Por desgracia desde fechas cercanas a esa carta no hemos tenido más noticias de ella.” – Hizo otra pausa, y tras un apoyo a Xera lanzó otro a Shail.
-“Aún así, aunque las evidencias apuntan a que Xera tiene razón, el poder del Puño es grande. No solo como organización, sino que muchos de sus líderes tienen un gran poder personal. Vuestra madre podría estar coaccionada mágicamente, o haber sido manipulada o controlada de otro modo. Podría ser que el anhelo de Shail no sea errado, que haya una posibilidad de redención. Pero os desaconsejo que lo deis por sentado o que bajéis la guardia. Si vuestra madre es la agente del Puño que creo, ha matado con crueldad a inocentes, si está presa de magia o enajenación, ésta es poderosa. Si tiene la oportunidad hará daño.” – Cerebro continuó escuchando a los hermanos, no parecía tener nada más que aportar a su charla y, llegado el momento de finalizar la conversación expuso los requisitos.
-“Si, finalmente, deseáis uniros a nuestros esfuerzos contra el Puño de Hierro, deberéis jurar ser leales a la organización de los Comandos de la Libertad, contribuir a su causa con lo mejor de vosotros mismos y no traicionar voluntariamente a sus intereses ni a sus miembros de palabra u obra. Quede claro que bajo éste zigurat los juramentos son mágicamente reforzados, estad seguros de lo que queréis antes de prestar juramento.” – mientras Xera y Shail pensaban en las consecuencias, Cerebro a su vez formuló un juramento haciendo que el zigurat brillase más intensamente al pronunciar las palabras.
-“Por mi parte juro ante vosotros, Xera y Shail, que los Comandos de la Libertad no tienen más objetivo que combatir la maldad de la organización denominada el Puño de Hierro, que el uso que se dará a vuestras habilidades será esa tarea, que os daré toda la información que entienda necesaria para que podáis hacer vuestro trabajo de la mejor manera posible y con el mínimo riesgo que sea posible. Haré todo lo razonablemente posible para ayudaros tanto en vuestras misiones al servicio de los Comandos como para preservar vuestras vidas en el ejercicio de las mismas. Todo ello, siempre, sin negar que el que os ofrezco es un trabajo difícil y peligroso, imposible para la mayoría de los mortales y que resulta con frecuencia potencialmente letal.”
Bueno, con ésto llegaríamos a completar lo que es obligatorio que juguemos de prólogo. Podemos seguir lo que consideréis, tanto con la conversación como con vuestra primera teleportación al bosque mágico gracias a Meelock y el primer paseo por él con Cerebro, Venpaulo y el propio Meelock hasta el campamento.
Añadid al menos un turno aunque sólo sea diciendo que os unisteis a los Comandos, cuando queráis pasar ya adelante me lo decís en el último post que queráis hacer del prólogo y pasamos a completar la primera asignación en Vida en el Campamento e inauguramos la escena para investigar las desapariciones de los gladiadores.
Entendía lo que quería decir Cerebro y asentía a cada una de sus palabras.
Si no encontramos vivo a nuestro padre, me conformaré con saber qué le ha ocurrido. Bueno, y haciendo que los culpables lo paguen y no puedan repetirlo nunca más añadí con vehemencia.
Carraspeé cuando Cerebro hizo su juramento.
Juro ser leal a la organización de los Comandos de la Libertad, contribuir a la causa dando lo mejor de mi misma y no traicionar voluntariamente a los intereses de la organización ni a sus miembros de palabra u obra.
Y esperé a que Shail hiciera lo mismo.
Shail se quedó pensativo mirando el techo de la cabaña en la que se encontraban. No se sentía cómodo ahora mismo. La insinuación de que realmente su madre estuviese trabajando para el Puño del Hierro y la probabilidad de que todo ello fuera verdad le hacía sentir un nudo en su estómago.
Hasta ahora había dado por hecho que Xera estaba equivocada y que tarde o temprano encontraría razones para demostrárselo, pero aquellas palabras de Cerebro le habían dado mucho en qué pensar.
Y no solo eso, también estaba el juramento que pretendían que él hiciera. No tenía mucha idea de lo que realmente significaría eso, pues, qué ocurriría si realmente se encontrasen con su madre y que entre todos decidiesen acabar con su vida.
Shail querría detenerlos a todos y eso iría en contra de lo que deseaba la asociación en la que se iba a unir. El explorador respiró profundamente y soltó todo el aire en forma de suspiro. Después asintió.
Juro que ayudaré en todo lo que esté en mis manos a los Comandos de la Libertad poniendo hasta mi vida en juego por ayudarles. Seré leal y fiel a su organización y no traicionarles en ningún acto ni forma.
Sintió como su estómago le daba una patada, qué pasaría si se encontraban con ella. Quizá tarde o temprano, Shail se convirtiese en un renegado, pero hasta entonces tendría tiempo de pensar en cómo salir de aquella situación. Si es que algún momento se daba...
Creo que podemos terminar ya el prólogo, ¿no? A no ser que Kamikazee prefiera seguir un poco más...
Cerebro dio por cerrada la reunión, cuando se levantaban Venpaulo se acercó a ellos sonriente, con un apretón de manos a Shail y un par de besos a Xera, que le granjearon una mirada reprobatoria de Cerebro, dijo:
-"¡Bienvenidos a los Comandos de la Libertad" -sacó un par de paquetitos y los entregó a los hermanos, el Shail contenía un pañuelo para el cuello de un llamativo bermellón hecho de seda, probablemente era caro y la moda de algún sitio decadente y refinado, pero no cuadraba para nada con su estilo. En el caso de Xera era una botella de la misma bebida que había servido cuando se conocieron - "unos regalos de bienvenida." - aclaró - "Es una de las últimas botellas de esa añada" - dijo señalando la botella de Xera.
Esa misma tarde Cerebro les llevó hasta la academia de magia, donde les presentó a Meelock, el mago tras saludarles educadamente, les llevó al subterráneo del almacén que usaban para atravesar el portal que traía y llevaba al bosque. El camino, siendo cinco, resultó bastante tranquilo. Ni las bestias extrañas ni las fatas hicieron de las suyas ante un grupo tan numeroso y una vez en el campamento Cerebro les invitó a elegir un lugar para su nuevo hogar y pedir todo lo que necesitasen para establecerse a Rasphora, a quien presentó nada más llegar, ella les dio la bienvenida con desgana aunque para la noche, en la fiesta de bienvenida se mostró mucho más animosa y amable.
Bien, el prólogo tiene toda la información importante, si queréis añadir algo que os apetezca o deseéis aclarar, adelante. Si no pasamos ya a Vida en el Campamento con lo que queráis hacer antes de partir a la mañana siguiente. Yo os iré preparando información de la que hay en el informe de Cerebro, con contactos y datos de la ciudad.
Por mi parte está todo correcto :)