Partida Rol por web

-Gracias a los Dioses que me habéis liberado. Llevaba un año atrapado por la mente de este ser desde que llegué aquí, perdido y desolado. Pero cumpliré mi cometido. Solo prometedme llevarme con vosotros allá de dónde provengais, no aguanto ni un solo día más es esta celda de metal.

El anciano cogió en brazos a Cecil bajo la atenta mirada de Hardem.

-En la biblioteca hay pociones, se pondrá bien.

Llegáis a la biblioteca del Observatorium, una enorme sala donde las paredes son engranajes, tuberías y válvulas de diverso tamaño. Entre tanto engranaje hay finas estanterías con grandes tomos, todos ellos muy antiguos.

El elfo saca de un armario una pócima, la agita y se la da a Cecil. Las heridas abiertas comienzan a cicatrizar y el animal vuelve a abrir los ojos. Lame la mano del elfo y gruñe rabiosa.

-Furiosa como siempre, ¿eh? Solo necesita reposar. Sus huesos tardan en soldarse y aquí no tenemos pociones poderosas.

Dicho esto el anciano busco un mapa de Faerûn y una vez encontrado buscó un atlas histórico. Buscó y buscó en él hasta que encontró una página con las palabras "Edad del Trueno".

-Veamos... Faerûn cuánto has cambiado -El elfo coge el mapa y lo superpone al del atlas. Luego busca un cirio y lo pone encima de la mesa. -Sujétame el libro para que no se queme, necesito la luz. Ajá... Muy bien... Bueno, hay muchos sitios que concuerdan, pero parece que vais a tener suerte. Tethyr estaba dentro de la península de los Humanos Primitivos así que usar la tierra de alguna cueva será más que suficiente para vuestra misión.

"¿Hemos viajado hasta el centro del universo para saber que un pedazo de tierra de la cueva de las Montañas Starspire sería suficiente? ¡Menuda pérdida de tiempo!" -fue lo primero que pensásteis.

Ahora ya teníais la información. Si vuestros amigos conseguían las escamas, con la ayuda del mago centauro podríais llevar a cabo el ritual.

Habían sucedido muchas cosas y muy rápido. Como siempre Hardem le demostraba el porqué era el único humano que conocía y con el que empatizaba profundamente, en el fondo tenía alma de Umbra.

Por suerte Cecil se había recuperado, estaba demostrando ser un luchador incansable y fundamental para el éxito de su aventura. 

Después de todas las sorpresas llegaron las sabias palabras del elfo, el cual a pesar de hacerles sentir estúpidos, les puso sobre la pista que necesitaban, una cueva, coger la tierra, llegar de nuevo al centauro, y confiar en que el grupo de Boff hayan podido conseguir las escamas.

-Perfecto parece que por fin estamos  sobre la solución a la parte del problema. Espero que los demás hayan conseguido hacer su parte. Creo que ahora que ya sabemos donde buscar, y tenemos a Cecil recuperado, es la hora de volver a tu plano. Jamás pensé que era posible que la criatura llamada el observador nos ayudaría, viendo su raza...

Antes de partir se volvió hacia el elfo: - Muchas gracias por tú ayuda, espero que encuentres el camino que quieras seguir en tu destino.

-¡No! ¡No me dejéis aquí por favor, llevadme con vosotros! ¡Ese era el trato!

-Quizás las prisas me han hecho expresarme mal, una vez que comienza el viaje entre planos es difícil desear a alguien que realmente encuentre su camino. Por supuesto que cumpliremos nuestra palabra.

- Gracias por atender a Cecil, muchas gracias. le dijo cuando le dió una poción al animal mientras Hardem no paraba de acariciarle para calmarla. - Eres duro mi fiel amigo. Muy duro.

Tras mirar el mapa no se pudo imaginar que aquello fuera a ser tan sencillo y que hubieran dado un vuelta hasta el sin fin de los planos para aquellos.

- No hay más tiempo que perder, salgamos de aquí y recojamos esa tierra. Salieron del Observatorio y no tardo en invoncar de nuevo a Amazo.