Partida Rol por web

Contra todo pronóstico, el Acechador emitió algo parecido a una carcajada.

-Márchate, no eres mi objetivo. Tus amigos están en peligro. Para cuando yo llegue, cumpliré mi cometido, pero hasta entonces, tu eres su única esperanza.

Freith seguía sin habla. ¿Qué estaba diciendo esa criatura?

-No soy un ser sin alma, joven gnomo. Se me ha arrebatado de mi tierra, de mi tiempo, para traerme aquí en contra de mi voluntad. Debo matar al mediano y nada más pero tu... os habéis metido en medio de algo peor... y tu eres el único que puede hacer algo. Pero voy a ayudarte. Soy un ser... era un ser feérico, pero fui corrompido. Aún así, aún puedo manipular a los animales... Adiós.

Y la enorme mole de músculos y dientes desapareció entre la niebla.

¿Pero qué? ¿Habrá sido todo una farsa? ¿Y si aquellos que fingen ayudarnos nos han estado utilizando durante todo el tiempo?

Despejas tu mente de preguntas y piensas cómo llegar a Vastallanura rápido. Miras a tu alrededor y ves, con sorpresa, que en la ventana estaba Zoe, la libélula gigante, esperándote. ¡El Acechador tenía razón! De algún modo la había convocado hasta aquí sin necesidad de ningún silbato. Pusiste tu ballesta cargada a tu espalda y cogiste las riendas del animal.

-Sea lo que sea lo que está pasando, es la hora de terminar con ello. ¡Vamos!

Y la criatura se hechó a volar por el cielo nocturno de Zazesspur.