No me creo mi suerte cuando veo que nadie está vigilando la salida. Apresuro a colarme por el hueco entre los arbustos, antes de que alguien aparezca. Me suelto de una rama que se engancha en la correa de la mochila y compruebo que no tenga ramas en el pelo. Por fin estoy fuera, y me apresuro a alejarme del instituto. Solo faltaría que alguien me viera en medio de mi pequeña escapada.
En cuanto tengo ocasión, aprovecho a bajar las escaleras que me llevan al pequeño camino que bordea el río. No solo está menos concurrido, sino que resulta un paseo agradable. Mi mirada va de planta en planta, a veces salta a mi reflejo en el agua, y luego de vuelta a un nuevo tipo de flor que encuentro. Una vez me dió por aprenderme los nombres de cada una de ellas y todavía las puedo reconocer. Pero ahora este conocimiento es tan solo... relleno en mi cerebro. No me sirve para el instituto ni para la universidad, si acaso para impresionar a Yoichi, que me repetirá que puedo hacer lo que quiera. Siempre se le olvidó mencionar que eso funcionaba, sí, bajo ciertas circunstancias.
Con estos pensamientos, recorro el camino al salón recreativo en el que trabaja Takeuchi.
Natsuki frunció el ceño, infló los mofletes y le proporcionó un pequeño golpecito en el hombro.
-¡Ojalá fuera tan fácil como eso!, si, claro, echando los pulmones por la boca estoy muy mona... Idiota.
El día continuo con bastante normalidad para los chicos, las clases fueron pasando más despacio o mas rápidas para algunos sin demasiados inconvenientes. Incluso la tarde fue una tarde bastante normal, con una fuerte lluvia que comenzó justo cuando la jornada escolar termino. El día, gris, desapetecible y lluvioso que no invitaba a salir de casa precisamente.
La clase de educación física termina sin muchos problemas, lo alumnos completan la mayoría sus marcas habituales y el profesor suspira mientras dice:
Bueno… algunos tenéis que esforzaros más… ahora cambiaros para la siguiente clase con el profesor de lengua japonesa… y no os hagáis los remolones
Los alumnos empiezan a marcharse a los vestuarios o a cambiarse con normalidad, tenían poco más de cinco minutos antes del inicio de la clase, tiempo más que suficiente para cambiarse y volver a clase.
Al entrar en clase de nuevo para iniciar las clases pueden darse cuenta de algo que sin duda a la mayoría les llamara la atención, tanto Maki, Mieko como Aoi no están, la tercera, una chica realmente responsable siempre es puntual en clase y nunca a faltado a ninguna clase, lo cual no es habitual.
Mientras todo estaba tranquilo escuchan como vienen gritos del exterior, algunos alumnos parecen gritar fuera sorprendidos por algo es en ese momento que Maki entra por la puerta y toma asiento, desde donde están en el aula realmente no pueden ver qué sucede, pero se nota mucho movimiento en el patio, es entonces cuando Haruka grita:
¡Ah, que esto! ¿Qué ha pasado? Mirad… mirad…
La chica muestra su móvil, en el Story de Instagram de Aki Mukaichi puede verse que está grabando en esos momentos un directo en esa mesa de cemento donde suele ponerse a saltarse las clases junto con Yui, algunos gritos se escuchan alrededor, todo está lleno de sangre, incluso las dos chicas están llenas de sangre, y en la mesa, prácticamente destrozada se encuentra Aoi que apenas se mueve totalmente cubierta de sangre y con las pierna y brazos en posturas inverosímiles
Fin Capitulo 1: Cuando los cobardes vuelen
Tirada oculta
Motivo: Sota
Dificultad: 9
Tirada (2 dados): 9, 1
Éxitos: 0 Fallo
Tirada oculta
Motivo: Natsuki
Dificultad: 9
Tirada (2 dados): 6, 2
Éxitos: 0 Fallo
Tirada oculta
Motivo: Rin
Dificultad: 9
Tirada (1 dados): 2
Éxitos: 0 Fallo
Tirada oculta
Motivo: Nao
Dificultad: 9
Tirada (5 dados): 7, 7, 3, 3, 8
Éxitos: 0 Fallo
Tirada oculta
Motivo: Sota
Dificultad: 7
Tirada (5 dados): 1, 4, 7, 9, 9
Éxitos: 2
Tirada oculta
Motivo: Sota
Dificultad: 7
Tirada (2 dados): 7, 6
Éxitos: 1
Tirada oculta
Motivo: Natsuki
Dificultad: 7
Tirada (2 dados): 10, 10
Éxitos: 2
Tirada oculta
Motivo: Rin
Dificultad: 7
Tirada (1 dados): 5
Éxitos: 0 Fallo
Tirada oculta
Motivo: Nao
Dificultad: 7
Tirada (5 dados): 10, 10, 3, 3, 8
Éxitos: 3
Podeis escribir vuestro turno final de capitulo y ya el proximo sera en el capitulo 2
El centro de juegos recreativos estaba bastante tranquilo, estaba situado en una nave bastante grande y en toda la segunda planta que era como un gran balcón sobre las zonas recreativas estaba la oficina de la revista en donde Sata también trabajaba, el chico estaba aparentemente aburrido sentado en su silla mirando el ordenador, al ver llegar a Mieko le saluda con la mano mientas dice:
Hey, Mieko, ¿Qué tal?
Justo en ese momento le suena a la chica una notificación en el móvil y una gran cantidad de sonidos más le indican que están hablando, cuando mira el móvil bien para verlo como para quitarlo puede ver algo que le sorprende, las notificaciones vienen del Story de Instagram de Aki Mukaichi puede verse que está grabando en esos momentos un directo en esa mesa de cemento donde suele ponerse a saltarse las clases junto con Yui, algunos gritos se escuchan alrededor, todo está lleno de sangre, incluso las dos chicas están llenas de sangre, y en la mesa, prácticamente destrozada se encuentra Aoi que apenas se mueve totalmente cubierta de sangre y con las pierna y brazos en posturas inverosímiles
Fin Capitulo 1: Cuando los cobardes vuelen
Puedes escribir vuestro turno final de capitulo y ya el proximo sera en el capitulo 2
Rin se acerca a mirar y al ver a Aoi en ese estado se deja caer al suelo, está claramente perturbado y no reacciona a lo qué pasa a su alrededor.
Había permanecido durante todo lo restante de clase de Educación Física al lado de Natsuki, charlando sobre banalidades o divirtiéndose sólo con tomarle el pelo, su deporte favorito en esa hora de la semana. La única vez que se separó de ella fue cuando tuvieron que ir a cambiarse a los vestuarios, no tardando demasiado al no tener que ducharse ni cambiarse prácticamente al estar tan limpio como había entrado, dándole tiempo después de esperar a su amiga cerca de la entrada del vestuario femenino a que saliera.
Con la llegada de una nueva clase, volvió a colocarse en su sitio al lado de la ventana aunque se fijó si seguía allí el pájaro muerto, olvidando por completo al resto del mundo. Poco le importaba que unas chicas no fueran a clase, es más las envidiaba por ello imaginándose que estarían tomando el sol en el césped o bebiendo, teniendo la tentación de unirse a esa “quedada clandestina” a la próxima hora, pero los gritos del pasillo hizo que volviera al presente.
Creía que era algún tipo de broma y que un profesor les echaría la bronca por el exceso de ruido, pero al gritar también Haruka supo que debía ser algo medianamente serio… y sí, lo era.
Se había acercado a ver qué enseñaba como el resto del mundo, pero sólo necesitó un microsegundo de aquella imagen para atraer a Natsuki hacia sí, apoyando una mano en su nuca para girarla y apoyar su rostro en el pecho de Sota.
No te gires.- Dudaba que no hubiera visto aquella imagen o que no lo hiciera más adelante, pero había salido la vena protectora con su amiga y, si pudiera, evitaría que lo viera.- Ni se te ocurra mirar.- Apretó a su amiga más en su pecho, notando que su voz había perdido el control que aparentaba en todo el rato para mostrar un atisbo de miedo que también delataba en el leve temblor de su mano.
Había visto la dueña del Story, Aki Mukaichi, una de las personas con las que más hablaba en este instituto, temiendo que le hubiera pasado algo. Cogió su móvil y marcó su número, esperando que respondiera alguien al otro lado de la línea.
Durante el resto de la clase no ocurrió nada más que fuese digno de mención. Nao hizo lo que pudo, pero su tiempo fue bastante malo, como era habitual. El comentario del profesor la hizo sentirse un poco mal. No se referiría a ella, ¿no? Ya se estaba esforzando lo mejor posible. Ella no tenía la culpa de que no se le diesen bien los deportes.
Se cambió y se dirigió al aula, para continuar con las clases. Enseguida le llamó la atención que Aoi no estuviera allí. No recordaba que se hubiera saltado una clase nunca, y hacía poco rato había estado en el patio con todos. Takenaka probablemente había seguido con su plan de fingir estar enferma. Y Maki... bueno… que se saltara una clase sería lo menos raro de ella hasta entonces.
La lección empezó con normalidad, pero enseguida se oyeron gritos desde el patio. En un principio no le dio importancia. En esos momentos entro Maki en el aula. Nao se giró hacia ella, preguntándose si no le habría ocurrido otra vez lo mismo de antes.
Pero no tuvo tiempo de preguntarle nada, porque Haruka empezó a gritar. En sus manos sostenía un móvil, en el que se veía una escena grotesca y horrible.
Nao soltó un alarido de espanto, y se dio la vuelta, incapaz de seguir mirando la imagen. Se llevó sus temblorosas manos a la cara y su cara se tornó pálida. En aquellos momentos se encontraba totalmente ausente, ajena a lo que ocurría a su alrededor.
Subo las escaleras de dos en dos y recorro rápidamente el pasillo hacía la oficina de Takeuchi. Ya me estoy descolgando la mochila de la espalda, para nada más entrar dejarla en un lado y frotarme los hombros dolorido. Si me hubiera dado tiempo a pasarme por la biblioteca... tenía que devolver algunos libros y el peso extra se notaba. Le saludo con una sonrisa.
—Ahora mucho mej...—la notificación en el móvil me llama la atención. Bueno, las notificaciones. Parece que mi móvil se ha vuelto loco, y me pregunto si será Yoichi, si se habrá enterado de que no estoy en el instituto. Pero no es él, sino un directo en Instagram.
Iba a quitarlo, mi pulgar ya está a medio camino, pero t-todo está rojo, Aki y Yui también, y hay gritos alrededor, y nada tiene sentido. Me cuesta entender que está pasando, veo lo que parece ser sangre, el cuerpo de Aoi destrozado y a la vez no puede ser ella. Tiene que haber algún error, tiene que ser algún truco, algún filtro, pero reconozco la cara de Aoi, aunque esté totalmente cubierta de sangre, esas son sus gafas, esa es su nariz, esa es su boca entreabierta en medio de un gesto de dolor, y esas tienen que ser sus piernas y brazos aunque estén retorcidas de formas que no deberían...
Levanto mi mirada lentamente hacía Takeuchi, aunque ahora mismo lo veo borroso y lejano. Mi mente se ha bloqueado, quiero decir algo, pero soy incapaz de hacer ningún sonido. Bajo la vista de vuelta al móvil, y se lo extiendo, quiero que vea qué acabo de ver, ya que no sé como expresar... Él es el adulto, él sabrá lo que hacer, él me dirá que todo es una broma y me señalará qué es lo que debe haber pasado en realidad... El móvil se resbala de mi mano y cae al suelo tras rebotar una vez en la mesa. Soy incapaz de moverme, le veo coger el móvil, y yo... yo no lo necesito, pues las imágenes están quemadas en mi retina.
Natsuki entró con su mejor amigo a clase. Todo parecía caótico. La gente gritaba horrorizada, algunos vomitaban, otros lloraban... y... ¿y ella?. Fue separada del grupo por su amigo, quien la estrechó entre sus brazos. Sin embargo, Minamoto no pudo evitar ver el vídeo. Sus ojos empezaron a lagrimear de la misma impresión... ¿Quién...? ¿Quién había hecho tal acto...?