Partida Rol por web

Gracias por vuestro tiempo.- Tras ver el mensaje que sus compañeros le habían dejado en Line y sabiendo que su horario de visita terminó hace no demasiado, Sota guardó el teléfono y miró hacia la entrada con la clara intención de marcharse.- Nos esperan Mieko.

Luego de recibir el mensaje de que acabo el horario de visitas detiene su camino a la habitación y se dirige rumbo a la salida.

Mientras se disponían a marcharse el doctor hace una indicación a Maki para que espere, esta se detiene y pueden ver de lejos como esta habla con ella, no saben muy bien de qué hablan, sin embargo, sí que escuchan a la chica molesta decir:

¿Más análisis? Estoy cansada ya de tantos… ¿No tenéis ya suficiente de mi sangre? Estoy cansada de estar tanto en el hospital

El doctor habla a la chica tratando de hacer que nadie se entere, sin embargo, una frase si que llegan a escuchar:

…es tu padre…. Necesita…. Ya debería de quedar poco

Parece que Maki finalmente acepta y se marcha con el doctor.

Y finalmente la hora en la que los chicos empezaron a marcharse del hospital llego. Pudieron ver como varias personas se marchaban del lugar, sin duda visitantes de enfermos que también habían terminado sus visitas. En el exterior el tiempo había cambiado bastante, era de noche y había una pequeña llovizna.

Esta empezando a refrescar y me frotó los brazos en un intento de entrar en calor. ¿Qué hora sería? No quería volver a llegar tarde a casa... Miro a mis compañeros, intentando descifrar en sus rostros como les habrá ido a ellos desde que nos separamos. Por mi parte, yo sigo pensando en la última conversación con Seto-san y el doctor. Todavía sujeto en la mano su tarjeta.
–Rin, ¿Quieres esto? Es del doctor de Aoi–le ofrezco mostrándole una tarjeta del hospital con los datos de contacto del Dr. Gendo Tachibana: email, numero de teléfono y cargo como Doctor e investigador asistente en traumatología. Digo "le ofrezco", pero la verdad es que me desentiendo de la tarjeta en cuanto puedo, a la mínima que él abre la mano o la coge para verla mejor. Lo único que me ha motivado a guardarla es la mínima posibilidad que nos pueda ser de ayuda en un futuro. Me giro hacia el resto.
–¿Habéis estado con Aoi hasta el final del horario de visitas? ¿Ha dicho algo más sobre cómo está?

Rin trata de memorizar los datos de la tarjeta sin mostrar ninguna intención de tomarla.

-Muchas gracias, pero preferiría no tenerla, digamos que tengo mis razones para no querer hablar con él- luego dedica una mirada generar a sus compañeros y dice -me hubiera gustado poder despedirme de Aoi Chan, pero creo que tarde demasiado en la cafetería, yo me retiro, le prometí conseguirle un libro y preferiría poder conseguirlo hoy- hace una pequeña reverencia en forma de despedida y comenzara a retirarse.

—Hola, chicos… —saludó Nao al reencontrarse con sus compañeros—. Sí, hemos estado hasta que una enfermera nos pidió que nos fuéramos —respondió a Mieko—. Aoi está bien. Aunque… cada vez que intenta recordar algo sobre el momento en que se cayó, le da un dolor de cabeza muy fuerte. Igual que cuando hablé con ella por teléfono.

» Por lo demás, nos ha hablado un poco sobre Maki y cómo se conocieron. Dice que Maki la reconoció desde el principio, pero ella no. Y que luego se sintió mal por no haberla reconocido. Eso me parece un poco raro, porque… cuando hablé con ella por teléfono, me dijo que al principio creyó que la conocía pero que luego resultó que se había confundido… —explicó Nao, con las cejas ligeramente entornadas.

» También nos ha hablado un poco de Maki. Dice que es más simpática de lo que parece, pero que es muy tímida. Yo… la verdad es que sí que la vi comportarse de forma agradable en una ocasión. Parecía una persona diferente… A lo mejor es solo que no sabe relacionarse —opinó.

—Rin, no te preocupes. Puedes volver mañana a verla otra vez. Seguro que ella lo entenderá —comentó al chico, para que se sintiera un poco mejor.

—¿Al final, habéis podido hablar con el doctor? —preguntó Nao al grupo. En aquel momento, se fijó en la tarjeta, y algo hizo que se sobresaltara—. Un momento… ¿Ese es el doctor que atiende a Aoi-chan? —preguntó Nao, extrañada—. Pero… cuando yo hablé con ella por teléfono, me dijo que su médico era el doctor Seto…

Sorprendido porque ambos compañeros parecían rechazar la tarjeta, Sota se adelantó para cogerla con dos dedos.

Es sólo una tarjeta. Estáis paranoicos.- Si ninguno la quería él no tenía problema de quedársela, guardándola en su bolsillo trasero del pantalón. Después escuchó lo que el resto tenía que decir, encogiéndose de hombros.- No hemos encontrado demasiado. Hablamos con el doctor Tachibana creo que era. Nos dijo que sus heridas eran mucho menos de lo que aparentaba, que la sangre había exagerado mucho, y que en un par de días lo más seguro es que le den el alta.- Miró a su compañera Mieko para que aportara algo si se había saltado cualquier punto en la información que tenían.- Y sí, al parecer la atención el doctor Seto, el padre de Maki.- Miró a todos lados buscando a la muchacha.- Antes la vimos, pero creo que tenían que hacerle unas pruebas médicas… Podemos esperarla fuera si queréis.

Pese a que esperaron, Maki no llego a salir en ningún momento del hospital, la chica simplemente parecía que no iba a salir esa noche, o quizás ya lo habría hecho por otro lado. La noche fue avanzando y haciéndose cada vez más fría.

7 de febrero, ciudad de Morioka, 08.30 de la mañana, instituto Ayamoto

Tal y como anunciaba la noche anterior, la mañana despertó fría y gris, aunque no llovía cosa que, si hizo durante la noche, noche en la que pudieron escucharse tormentas y que hizo que el ambiente se sintiera bastante húmedo.

El instituto estaba como siempre, los alumnos iban entrando con tranquilidad y cierta parsimonia, en general con pocas ganas de empezar las clases. Según iban llegando podían ver que, en las pistas de atletismo delanteras, en donde a veces tenían que correr en la clase de educación física había dos chicas corriendo algo que era bastante normal, seguramente serian del club de atletismo.

Esa mañana casi todos los que fueron al hospital el día anterior llegaron prácticamente a la vez lo que les permitió asistir a todos a algo que sin duda no esperaban ver. En cierto momento las dos chicas que corrían tomaron la curva de la pista y pudieron ver que eran dos personas que conocían bastante bien, se trataban de Maki y de Aoi que estaba corriendo juntas como si nada.

Al ver como varios compañeros de su clase estaban allí animadamente Aoi se dirige hacia ellos, Maki sigue corriendo en la pista mientras Aoi llega y se detiene junto a ellos, con una muy amplia sonrisa saluda:

Hola, ¿cómo estáis? Muchas gracias por venir ayer a verme

La sonrisa de la chica era amplia, sin embargo, la chica que antes siempre corria con las gafas puestas y no era buena en deportes no llevaba las gafas puestas y apenas sudaba, además tenía unas evidentes ojeras:

Que bien y relajante se siente correr

La sonrisa de Aoi pasa a ser un poco extraña y un líquido viscoso de color negro empieza a caer lentamente por su nariz

FIN CAPITULO 2