Partida Rol por web

Sección privada de personaje

Gracias Beel!! :)

Y ya haciendo uso de ello, cuelgo por el momento la ficha que siempre me es más comodo de trabajar aquí que en "la ficha oficial" donde suelo colgarla cuando esta terminada. (aunque agradezco que te avanzaras) :)

● (F) Fuerza 10
● (R) Resistencia 9
● (D) Destreza 9
● (I) Inteligencia 7
● (P) Percepción 5

Combate:
● Puntos de Vida: Resistencia x 4 = 36
● Iniciativa: Destreza + Percepción + 1d10 = 14 + 1D10
● Ataque: Fuerza + Armas CC/Pelea + 1d10
● Defensa: Destreza + Armas CC/Pelea + 5
● Distancia: Destreza + Armas Dist + 1d10

Habilidades: (40 puntos a repartir, máx. puntuación 5)
● (P) Advertir/Notar                             2
● (D) Armas a distancia                        3
● (F) Armas cuerpo a cuerpo                5
● (D) Atletismo                                   4
● (I) Fauna                                         2
● (P) Buscar                                       1
● (D) Cabalgar                                    2
● (P) Callejeo                                      -
● (P) Comerciar                                   -
● (D) Escalar                                       1
● (P) Etiqueta                                      -
● (P) Disfraz                                        -
● (I) Leyes                                          -
● (P) Música                                        1
● (I) Navegar                                       -
● (D) Nadar                                         1
● (I) Ocultismo                                     1
● (F) Pelea                                           5
● (D) Prestidigitación                             -
● (P) Rastrear                                      3
● (I) Religión                                        -
● (D) Robar bolsillos                             -
● (P) Rumores                                     1
● (I) Sanación/Hierbas                          1
● (D) Sigilo                                          2
● (I) Supervivencia/Cazar                      4
● (I) Tradición/Historia                          -
● (D) Trampas/Cerraduras                    1

-No comprendo porqué lo preguntas…- dijo Balar acomodándose aún más en ese sillón lleno de cojines por todas partes. – No es que me moleste la maldita pregunta y, de hecho, creo que tengo todo el derecho a negarme a responderla, eso no debería ser asunto tuyo pero… bah! Tampoco es que sea algo así como un secreto inconfesable, y me apetece mucho hacer “este trabajo”. Aunque confieso que nunca me preguntaron algo así antes de contar con mis servicios, curiosa manera esa tuya de alquilar los servicios de un aventurero.-

Antes de empezar toda la historia, el joven guerrero tomó la copa ofrecida que apenas había tocado hasta el momento y bebe generosamente un par de tragos de aquél vino excelente. Una vez aclarada la garganta y satisfecho el paladar se rascó la cabeza, resopló y se dispuso a dar los hechos que le pedían.

-Para ser sincero… no sé mucho como empezar.
En donde me crié, una pequeña isla que nos queda algo lejos en el norte, nos disputábamos el territorio en pequeñas tribus, cada una quería más, por lo que para obtenerlo declaraba guerras a sus vecinos, así que la sangre entre nosotros se vertía de forma constante, de esa forma muchos aprendían el arte de la lanza y la espada. A pesar de ello, el nuestro era un pueblo que se servía de un pequeño terreno en lo alto de una montaña la madre piedra nos defendía por lo que éramos una tribu pacífica que vivía de lo que nos ofrecían los animales y la tierra. Y yo, era feliz con ambas.-

Has conseguido engancharme con la historia :D

XDDDDDDDDDDDDD ¡Bien!^^

Espero que hoy siendo sábado pueda meter otra baza. :)

Edito: No me he olvidado de ello, y siento mucho que las circunstancias no me hayan dejado añadir otro más aquí. me da rabia. Espero mañana poder corregir el error, como siempre me dejo la pestaña abierta. Para no olvidarme.

Todos tenemos olvidos, no te preocupes ^^
Cuando puedas y tengas tiempo :)

-Para algunos del ancho Argonath podría suponer una sorpresa que alguien joven sano y fuerte se dedicara a labrar campos, forjar hierro, a curtir cuero, hilar lana o, como fue mi caso, a tratar ganado mientras se seguían forjando guerreros y guerreras para defender nuestros límites, porqué ser un pueblo pacífico, no suponía ser un pueblo estúpido que se abandonara a su suerte.

Sin embargo cada uno se empleaba libremente a sus intereses y en donde mejor talento demostrara poseer. Hombres y mujeres recibían el mismo trato, y en un matrimonio mandaba quién poseía el rango más elevado o quién mayores posesiones tenía. Los méritos de defender nuestras fronteras en una guerra se recompensaban generosamente  y muchas eran quienes por su elección cursaban la formación militar, de hecho nuestra reina había conquistado su corona con su rango y fue sin duda una gran guerrera.

Obtener un elevado rango les permitía a ellas elegir o rehusar pretendientes para poder mejorar su estatus en el poblado.-
Se disponía a recrudecer su relato, así que Balar terminó su copa y la alargó a su anfitrión para que se la volviera a rellenar para hacer más liviano el trago y poder proseguir.

-Podría alargarme y contarte hasta cansarte de nuestra cultura, lo que sería un sin sentido, de nada sirve congelarse en el pasado, este solo sirve para aprender de los errores y a mi juicio… no cometí ninguno. No, ni soy como soy, ni vivo como vivo por mis elecciones sino por el destino que otros forjaron para mí.-

Era obvio que aquella parte del relato le incomodaba pues el joven no paraba de removerse entre los cojines para intentar hallar una posición más cómoda sin conseguirlo.

-El horror vino de improviso y de forma inesperada. Siempre pensé que tanta avaricia y tanta guerra las tribus terminaríamos por aniquilarnos entre nosotros, pero no fue así. Nuestro fin vino por mar, miles de oscuros navíos invadieron el horizonte, tantos como estrellas en el cielo, tantos como lagrimas derrama la lluvia en la tierra, diseminados como migajas de pan cubriendo la superficie de un lago.

Una alianza sin precedentes signaron cada una de las tribus de nuestra isla, combatientes, veteranos, villanos y niños fuimos llamados a la salvación de nuestras almas y, sin embargo, fue insuficiente. Por cada miembro de nuestro ejército ellos traían cincuenta.

Sentenciados a extinguirnos antes de empezar.-

Balar dejó que un largo y pesado silencio llenara poco a poco cada recodo de la habitación.
-De nada serviría hablarte de las miserias de la guerra, de nada serviría contarte con cuanto valor luchamos incluso aquellos que nunca antes habíamos sostenido un arma. Cincuenta a uno, saca tus propias conclusiones de la masacre que esto supone. Los afortunados fueron devueltos a la tierra, a la gloria y al olvido. Unos pocos fuimos condenados a la deshonra de una larga muerte; los grilletes, el servicio y las jaulas.
Mujeres arrastradas a una no-vida de ignominia y esclavitud, y hombres a luchar y morir para recreación y ocio de otros. Esa última fue “mi suerte”. Me entregaron para luchar contra bestias y hombres, contra enemigos y hermanos en un campo de arena. Como imaginarás nos negábamos pero siempre hallaban el modo de encontrarnos una suerte peor que la muerte, de torturar otra alma con nuestros actos. Así que ya no éramos libres de elección.-

-Así fue mi vida, imaginala dia si dia también luchando para conservar mi vida. Pero como imaginarás cambió el día en que decidieron, junto a otros “esclavos”, “guerreros” y algunos animales, trasladarnos a otra de sus ciudades capitales.  Una de aquellas noches de viaje los dioses fueron clementes, y una banda de ladrones y bandidos asaltaron la caravana y en medio del caos (puedo decir con poca honra pero sin arrepentimiento alguno) que huí y recuperé lo largamente extraviado y anhelado. Mi libertad.- Balar suspiró degustando estas palabras recordando tiempos no tan remotos en que ya nunca creía llegar a poderlas decir como una realidad propia. Cuando no se atrevía a soñar más con el aire libre y perfumado de las montañas, cuando le dolía querer algo para si mismo porqué no lo iba a conseguir. Esa palabra a Balar le traía felicidad.