Partida Rol por web

- Por todos los Kami... Tsuruchi Kô está entre nosotros... ¿Habéis venido buscando trabajo o solo compañía?

La hermosa dama Miya se encuentra en unas escaleras a punto de subir cuando te ha visto. Han pasado unos meses, pero su belleza sigue siendo arrebatadora, y los guardias se inclinan ante ella como si fuese el mismísimo emperador.

Me inclino ante la imperial, pese a todo sigue perteneciendo a las familias imperiales y mi muestra de respeto debe estar por encima de cualquier cosa, ya que si alguien descubriera algo yo estaría muerto.

-He venido a servir al Imperio y a la ciudad Miya-sama - digo todavía con la cabeza inclinada, veo su cuerpo escondido tras su ropa, pero en mi mente solo se dibuja el recuerdo de su piel desnuda, realmente es una de las mujeres mas hermosas del imperio- He escuchado que hay problemas en la isla ultimamente y el ambiente en el puerto parecía muy crispado entre el león y la grulla-al levantar mis ojos se cruzan con los suyos y siento ciertos impulsos dentro de mí, pero tengo que cuidarme, hay mucha gente cerca.

Miya Kotone te sonríe mientras te hace un gesto educado para que la sigas.

- ¿Cuando no ha habido problemas, Tsuruchi-san?

Sigues a la Miya y unos guardias abren sus naginata para dejaros subir las escaleras. Vas subiendo las escaleras tras ella, observando como sus caderas se zarandean de lado a lado. Subís a la segunda planta y puedes ver varios Doshin y guardias conversando en distintas mesas mientras mueven papeles, pergaminos y mapas. Kotone camina hacia el despacho de uno de los Yoriki.

- Ahora soy una de los tres Yoriki de confianza del Magistrado. Hay mucha actividad comercial, mucho contrabando y mucho crimen. El Magistrado esmeralda ha creado una importante red de controles y tenemos más de treinta Doshin y guardias exclusivos...

Ella te mira por encima del hombro mientras camina, y te sonríe.

-Sin embargo las recompensas las lleva mi compañero de mayor experiencia. Era la mano derecha del anterior Magistrado, y todos pensaban que él sería ascendido por el campeón. Es uno de los mejores de esta oficina, aunque imagino que ya le conocéis...

Abre una puerta y se inclina en el despacho ante otro Yoriki, Moto Kesshite:

La calidez del corazón de Kotone fue una de las cosas que más me gustaba cuando trabaja muchas mas horas con la magistratura, es una mujer dulce y cálida. Aunque quizá demasiado ingenua para este puesto. Mis ojos no pueden despegarse de sus caderas a medida que sube y tengo que resistirme para no cogerla de su pequeña y estrecha cintura. cuando me sonríe noto algo un calor subiéndome por el pecho. La interrupción en el despacho de moto Kesshite me devuelve completamente a la realidad.

-Si, conocía a moto-sama, aunque solo su reputación - Saludo de forma cortés, pero sin mucha etiqueta al hombre que esta en el despacho, esperando que haga algún movimiento o gesto que nos permita entrar.

El hombre en el despacho levanta con pesadez la mirada de los pergaminos de su mesa y os hace un gesto con la mano casi cubierta por su túnica. Entráis pero os hace un gesto para que no le interrumpáis mientras termina de escribir la última sentencia. Levanta la pluma y sin miraros os dice:

- Miya Kotone-san... ¿me traéis a un hombre con información útil o solo un aspirante a héroe nuevo en la ciudad? Pensaba que a los Tsuruchi no les gustaba subir en barcos.

- Disculpad Moto-sama, este es Tsuruchi Kô, un cazador de recompensas del Clan de la Avispa. En una ocasión os hablé de él. - Dice mientras te sonríe - Es un experto tirador, un buen rastreador y ha detenido ya a varios criminales problemáticos. Es de confianza.

Moto kesshite aparta las cosas de su escritorio y te examina con la mirada de arriba abajo. Tras un minuto, saca unos papeles y comienza a sellarlos mientras habla

- He oído hablar de usted señor Tsuruchi-sama. ¿Puedo saber en que podemos ayudaros?

Otro hombre al que el estatus le ha hecho un daño considerable, no pensaba que el unicornio tuviera a gente así bajo sus filas.

-Pensaba más bien lo contrario Moto-sama, he oído que la isla tiene un pequeño problema, según se comentaba esta mañana en el puerto hay un psicópata escorpión rondando por ella, y parece que esta creando crispación entre la grulla y el resto de clanes- aspirante a héroe, la justicia no es para los héroes- Acabo de llegar a la isla después de mucho tiempo, pero si la magistratura no necesita de más hombres no quisiera entorpecerlo- Total, no necesito a la magistratura para actuar por mi cuenta, solo que bajo su tutela las cosas suelen ser casi siempre más faciles

Moto Kesshite termina de sellar los papeles y niega con la cabeza cuando el Tsuruchi nombra al asesino escorpión.

- Pareces un joven con recursos y estoy seguro que tienes tanta habilidad como sugiere Miya-san... pero no tienes experiencia suficiente para enfrentarte al "Aguijón Escarlata". Olvídale, está fuera de tus posibilidades y solo acabarías muerto.

- Moto-sama... necesitamos ayuda, Kô-san es un hombre que puede llegar donde los agentes de Magistrado no podemos llegar. - Se gira hacia ti - Tsuruchi Kô, las islas del Peligro eterno son un bullicioso lugar donde hay samurai de distintos clanes. El conflicto siempre es inminente, pero la presencia de las familias Imperiales siempre ha mantenido una mesura y templanza por parte de los samurai...

Sin embargo, los marineros son otra cosa. El honor no sirve para ellos, y en un lugar tan peligroso como este, ellos tienen una gran ventaja para sacar partido del crimen.

Tenemos una lista con los cinco criminales más buscados...

Un carraspeo en la voz del magistrado Moto interrumpe a Miya. Puedes notar como ella, siendo inevitablemente de mayor estatus que un hombre de una familia como esa del clan Unicornio, le profesa un enorme respeto y se calla para dejarle hablar.

- No os apresuréis Miya-san. Antes quiero conocer como trabaja y como de efectivo es.

¿Queréis un trabajo? ¿queréis ganaros mi confianza?
Tengo un trabajo que igual vos podéis solventar de forma más eficiente que la nuestra.

Han habido perdidas importantes de mercancías en varios barcos. Mercancías de distintas naturalezas y propiedad tanto de mercaderes Cangrejo como de marineros Grulla. Necesito que alguien investigue este tema...

¿te interesa? Gánate mi confianza y luego te dejaré ir a por los peces más grandes

Es normal que desconfíe de un recién llegado, al menos es meticuloso en su trabajo.

-Resolveré cualquier trabajo que la magistratura tenga a bien adjudicarme-las ordenes nunca han ido conmigo, pero al igual que con las mujeres, hay que saber como jugar con este tipo de hombres- Si pensáis que este trabajo es el idóneo para empezar no tendré problema alguno en dedicar a ello todo mi tiempo- miro un momento a los ojos de la joven kotone, ella solo quiere lo mejor para mí, es tan dulce e ingenua- ¿Hay algo más que debiera saber de dichos robos?

Espero pacientemente la contestación del Yoriki, sin duda es un hombre demasiado recto, quizá no le vendría mal los muslos de una buena mujer.

Moto Kesshite se asoma a la ventana desde la que se ve todo el distrito y hasta el mar.

- Eso es precisamente lo que quiero que averigüe, señor Tsuruchi-sama. Lo raro de todo es que no han habido denuncias, ni piratería ni robos escandalosos. De hecho si no fuese por la observación meticulosa de un funcionario obcecado, nadie se habría dado cuenta que la cantidad de mercancías que llegan a la isla en barco desde hace casi un año no corresponden con lo que luego se registra en los almacenes. Hay un desfase pequeño en una sola semana, pero en casi un año la cantidad de mercancías que han desaparecido entre los barcos que llegan y lo que se almacena (y por tanto paga impuestos imperiales) es MUY alta.

Los marineros no hablaran con un Yoriki ni con un Doshin del magistrado. Pero igual hablan con vos.
Mañana, a la hora del perro (las 11 de la mañana), quiero que se junte con un marinero del clan Mantis en la posada de "La merluza sonriente", le pagará esta pequeña bolsa de dinero a cambio de información. - Te ofrece una bolsa con unas monedas, y otra más grande para los gastos que puedas tener durante tres días de investigación.

- Ese hombre es un pez que navega en dos aguas, puede ser un criminal y a la vez un aliado. Gánese su confianza, prométale más oro si le ayuda a descubrir a donde van esas mercancías y quien las está robando.

Una reunión con un mantis en una taberna, sin duda era un buen comienzo para una misión en mi primer día en la isla.

-No habrá problema con el mantis, mañana me reuniré con él y sacaré toda la información que pueda- si es un buen mantis el gustarán las mujeres, el juego y un poco de alcohol, y eso es algo que le puedo ofrecer- cuando tenga todo lo que necesito vendré enseguida a informaros de mi progreso.

El Yoriki asiente con la cabeza y te invita a salir. Luego vuelve a sus papeles con gesto preocupado y mira un pergamino con un rostro pintado mientras acaricia su barba.

Miya Kotone te abre la puerta y sale contigo; baja las escaleras hasta el rellano de la segunda planta y se gira hasta tenerte cerca. Su kimono ajustado te permite ver su silueta y su perfume te recuerda a cuando la tomaste. Pone una mano en tu pecho aprovechando que estáis solos.

- Tsuruchi-san... no hagas tonterías y se imprudente. Moto-sama no es como cualquiera de su familia, tiene un don especial para la magia y fue el mejor magistrado Unicornio. Tiene una perspicacia especial para luchar contra el crimen, y nos a prohibido a muchos rastrear o enfrentarnos al asesino escorpión al que llamaba "Aguijón escarlata". Es peligroso...¿entiendes? - Puedes percibir el calor de su cuerpo, y de pronto ella se percata que te estás acercando demasiado a ella.

Noto mi corazón acelerado durante un momento, mis manos han cogido las suyas cuando las ha dejado sobre mi pecho, de forma completamente inconsciente.

-Te preocupas demasiado por mi Miya-sama- digo mientras retiro despacio las manos por si alguien puede vernos- No voy a cometer ninguna imprudencia ni a hacer ninguna tontería, si el magistrado cree que no es trabajo para mi, me dedicare a lo que me tenga reservado, no es mi intención perder la vida de forma estúpida después de que las fortunas me dieran una segunda oportunidad aquí en las islas, me dedicare solo a las mercancías.

Durante un momento siento la necesidad de cogerla entre mis brazos y sentir el calor de su cuerpo, pero es algo que ademas de incorrecto y peligroso en este momento sería muy injusto.

-Tendré que reunirme mañana con ese mantis y veremos que clase de persona es, y si puede servir a la causa.

Ella te mira en silencio durante unos instantes, como si esperase algo más. se inclina para decirte algo en un tono más bajo pero aparecen dos guardias reclamándola y ves como de forma refleja da un paso atrás y baja la mirada.

Se inclina para despedirse y sales de la oficina. Mañana es festivo, habrá que buscar un lugar donde pernoctar.

Me quedo un momento apoyado en la pared, debería dejar de jugar a estos juegos tan peligrosos pero es algo que no puedo evitar, como si algo dentro de mi no funcionara bien. Me recoloco la ropa, y me ajusto el arco en la espalda, necesito un sitio para dormir, algo no muy caro. 

Al cruzarme con uno de los soldados lo detengo un momento.

-Necesito una posada para pasar la noche y hace tiempo que no estoy por la ciudad, ¿Sabes donde podría quedarme ?

Sales con varios nombres de tabernas donde pasar la noche, por desgracia la mayoría están completamente abarrotadas y no tienen habitaciones libres por el festival.

Solo te quedan estas opciones:

- La posada de la Merluza Sonriente: una posada barata, con gran comedor y taberna que se llena durante el día. Fabrican su propio Sake, y mañana durante el festival estará concurrido. Las habitaciones sin embargo no son muy lujosas, pero tienen muchas, pequeñas y casi sin ventanas al exterior. Precio: 3 bu por noche con pensión completa, 2 bu solo habitación sin comida

- La posada de la última Luz: La Posada de la Última Luz es el mayor y más conocido negocio en Hannei Yoake Toshi, un lugar central de reunión y el lugar de descanso favorito para los marineros más ricos que han llegado con éxito a través de las tortuosas aguas que rodean las Islas. Sus espaciosas salas permiten reuniones privadas sencillas, mientras que su amplia zona común se adapta bien a fiestas, narraciones, celebraciones y otras actividades sociales tales donde los samuráis se relajan y el amor fluye libremente. Sus habitaciones son espaciosas y tienen cuadras adaptadas. Tienen habitaciones "premium", pero estan todas llenas, solo queda sitio en las habitaciones más austeras. Precio: solo se acepta noche con media pensión (es decir, desayuno), las comidas o cenas se pagana aparte y hay que reservar porque se llena; su coste es de 5 bu por noche con desayuno (este precio es tan caro por el festival)

- La posada del Diente de Tiburón: Principalmente taberna, donde se bebe y se juega. No se hacen comidas, pero hay habitaciones compartidas con otros marineros en literas, donde por unos zeni se puede descansar una noche. Suele ser utilizada por los marineros que se emborrachan demasiado para poder volver a casa o a su barco. Precio: 5 zeni por noche sin comida

Cuando me dicen el precio de la posada de la última luz me falta poco para reprender a golpes a semejante rufian, hay que tener mucha cara dura para cobrar semejantes precios solo porque haya festival. No es un nivel de vida que pueda llevar regularmente, y no quiero que me rajen en una litera por unos kokus.  La posada de la merluza sonriente, pese a tener un nombre vulgar y zafio, parece un lugar mas que suficiente para pasar la noche a media pensión, ademas con algo de suerte seguro que encuentro una linda mujer para calentarme el futon por la noche.