Partida Rol por web

Si quieres matarnos podias al menos contarnos antes quien o que eres, no creo que eso te importe en estos momentos despues de todo. Ademas ¿por que someternos a pruebas antes de acabar con nosotros si solo somos alimento para ti? -Digo mirando a nuestro sediento anfitrión

Mis sentidos están embotados, mi vista nublada. Parece que estoy viviendo de nuevo un sueño, como si aquellas sombras se volvieran a cernir sobre mí...

¿Sombras? - dudo un momento, pero luego me giro para mirar a Valdemar - Entonces... lo de antes fue real, no fue un sueño... - las palabras salen de mi boca lentamente, como si estuviese realmente somnolienta - ¿Qué clase de criatura del infierno sois? 

Mi cuerpo esta atenazado por el miedo y a la vez excitado por la situacion, miro la escena sin llegar a comprender muy bien lo que sucede me giro y miro a vlad.

Las pruebas como bien ha esplicado antes, eran para prepararla la cena, nos estaban sazonando antes del banquete que parte no has entendido.

Golpeo la mesa mas que por rabia por impotencia, espeando mi final. Con miedo , con ansia.

Claudius parecía fuera de sí, sus pupilas eran pequeñas y sus ojos se abrian como platos

- Nos han llamado de muchas formas: vrykolakas, striguiol, upir, dragones... algunos sostienen que somos unas deidades menores en su panteón y otros simples depredadores o como ha sugerido vuestra compañera, demonios. Aún que vosotros probablemente nos conozcáis por el nombre de "vampiros"

- ¡Ahora es nuestro turno!

- ¡Basta ya de anticipación!

Los demás vampiros aclaman ansiosos como si de un brindis se tratara. Podéis ver sus afilados colmillos asomando entre sus labios cuando Giovanni los detiene una vez más.

- ¡Esperad!.- Los detiene.- Antes de atracarnos, debemos poner a prueba la lealtad de nuestro nuevo guardia doméstico.

Dos guardias hacen su entrada, escoltando al lisiado Paul, que viste el uniforme de los soldados de Giovanni

- Ahora, soldado, ha llegado el momento de demostrarnos tu lealtad. ¿Eres de verdad un endurecido cruzado herido en batalla, o un chico de granja que se cayó sobre su propia horca? Ven, mi fiel legionario romano: hiere el costado de nuestro cordero sacrificial

Paul palidece cuando el anfitrión le entrega una daga enjoyada y señala directamente a Fernando Vilarte.

- ...

El soldado titubea

- Vamos... después de todo, ¿qué han hecho por tí? Hablar en tu favor no les hubiese costado nada, pero no fueron capaces de tomarse esa molestia. No les debes nada, y a mí me lo debes todo.

Asintiendo, Paul pone otro collar en torno al cuello del personaje, y acto seguido inserta la daga y el cuñete. Claudius aplaude

- Bienvenido a nuestras filas, soldado tullido. Tienes un amo y un hogar para toda tu vida.

Guillerme intenta con todas su fuerza liberarse del encantamiento de ese diablo con forma humana cuando se fija que en sus manos aun tiene los cubiertos con los que pensaba luchar, sacando fuerzas de flaqueza aboga por dañarse con el fin de que el dolor le liberen del terror o panico mental que le habian impuesto.

De un movimiento funesto cierra los ojos y mueve su brazo derecho a golpear el izquierdo con la misma determinación que un verdugo, cuando abre los ojos ve el tenedor clavado justo al lado de su mano izquierda. Rompe a llorar de frustación.

La entrada en escena del soldado tullido reaviva mi consciencia, aquel engendro del demonio, malagradecido, hijo de mil fulanas... Mis manos golpean contra la mesa y me levanto, encolerizada.

¡Tú! ¡Traidor a tu raza, a tus hermanos, a tu gente! ¡El único que habló en tu contra es el aquí presente Francesco de' Madico! ¡Y tu nos entregas ahora como ratas, ayudando a tu amo cual perro fiel! ¡No mereces el nombre de guerrero, ni el de soldado del Señor, ni de nada! ¡Ni tan siquiera el de rata, pues ese deplorable animal es más honorable que vuestro ser en estos momentos! - escupo al suelo, demostrando mi odio hacia él - Arderéis en el infierno cuando vuestra vida llegue a su fin y, al final de esta noche, maldeciré vuestro destino desde el otro mundo cuando estas criaturas se me coman. Mas moriré con la consciencia tranquila, pues mi único error fue intentar ayudar al ser más maldito de entre todos los humanos, a tí, Paul.

Miro hacia mi lado, buscando ahora al señor Valdemar - Y tú, criatura de los infiernos, maldito entre los malditos - Agarro una mi copa de la mesa y, si está llena, le arrojo el contenido a la cara, de estar vacía la romperé contra su persona. Acto seguido, con la mano libre retiro el vestido, dejando una mejor perspectiva de mi cuello - Si vas a comerme hazlo ya, pues si es el destino que me espera lo aceptaré con gusto. Y si no lo haces ya - rompo la copa si no se había roto antes y amenazo con los restos mi cuello - me infringiré el suficiente dolor como para "acidificarte la cena", como bien ha dicho el "Señor", o más bien, el demonio de Stavlaquia.

Tras llorar Guillerme se empieza a reirse como un loco.

-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ. Ahora lo pillo.

Ante la mirada de los que se extrañan de su reacción responde.

-Una vez me dijeron de pequeño que la vida es un chiste muy corto al que no se le puede entender la gracia, cuando vine aqui sabia que algo raro iba a pasar, me lo decia el aire del lugar, los muros de esta mansion me gritaban que huyese que saliera de ahi, todo me lo decia excepto la puerta, la puerta me decia otra cosa, la puerta me miro a los ojos y me dijo "abandona toda esperanza".

Tras una pausa dramatica rompe en la euforia.

-¿No lo pillais? Abandonad toda esperanza, es la Divina Comedia, lo que me pidio antes ese sodomita que le recitara JAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Observo con cierto asombro como el soldado se dirije hacia mí por orden del señor Giovanni, el rictus impasible de Lady Jadviga, sumado al efecto de ver que todos los anfitriones muestran unos afilados colmillos propios de los vampiros de las leyendas hace que me dé cuenta de donde me he metido.

Mil veces me he enfrentado a la muerte en el campo de batalla, recibiendo cortes superficiales y profundas heridas sin siquiera saber de donde venian, y a todas ellas he sobrevivido. Esta sólo será una vez más y si las leyendas son ciertas, muy probablemente la última vez que vea la muerte de frente, no tengo miedo, no dejo atrás familia alguna que pueda llorar mi muerte, mi vida no me dejaba tiempo para mujer o hijos y mis ancestros hace tiempo que abandonaron esta vida terrenal.

Cuando el soldado se acerca mis manos se retiran de las empuñaduras de las armas y concentro toda mi voluntad en fijar la mirada en el hombre mientras me pone el dorgal al cuello y cuando ya lo tengo colocado giro mi mirada hacia los ojos de Giovanni, durante un segundo recuerdo lo que su mirada obró en otros de los comensales, pero no dudo, le miro fijamente.

Todo hombre ha de morir algún dia, eso es algo en lo que todos, con mayor o menor frecuencia pensamos en nuestro dia a dia. Yo, desgraciadamente, he pensado en ello casi a diario, cualquier dia podia ser el último, pero hace tiempo que deje de temer la muerte, lo que nos aterra es el miedo a morir, no a la propia muerte, por ello deje de torturarme. Ahora al menos sabré cuando voy a morir, como voy a hacerlo y quien va a terminar mi vida.

Javier Lara mientras todos los demas comenzales y los invitados tanto como el Anfitrión estaban distraidos viendo como algunos peleaban o intentaban pelear contra aquel guerrero tullido,se agacha de la mesa y comienza a andar sigilosamente debajo de la misma,la situación lo exasperaba y estaba harto de tanto misterio sobre la tal Lady.... para agarrarla por detras del cuello con un cuchillo que habia cogido de la mesa.

Esperaba pronto llegar hasta ella y tomarla como rehen,pero no solamente eso,queria que le aclarase ciertas cosas,no le importaba si el resto del mundo se iba al infierno,el sobreviviría al mismo y veria otro día para escupirles a la cara a los debiles que no sobrevivieron.

Aún estupefacto por los hechos que apeneas hace unos minotos habia vivido no podia sino callar ante tal conversacion.

por Dante que esta gente oculta algo siniestro

Lothar de repente se planta delante de Aricia y le cruza la cara con el reverso de la mano; el golpe resuena en la amplia estancia. Puedes sentir que se moría de ganas de hacerlo por la sonrisa que intenta ocultar tras la expresión severa de su rostro

- Soy más refinado y cultivado de lo que vosotros hubieseis podido esperar ser nunca... ¡Incluso cuando estabais vivos!

Dice Claudius ahora, respondiendo a las acusaciones de la histérica Aricia y se pone a reir con maldad.

Entonces los criados empiezan a poner collares y cuñetes en el cuello de todos los restantes. Si alguno presenta resistencia, una simple orden de alguno de los anfitriones hace que os volváis dóciles y sumisos, siempre conservando la capacidad de conversar.*

Del mismo modo un par de criados agarran a Lara de debajo de la mesa por los pies y obligandolo a estarse quieto repiten la operación.

Al girar el grifo la sangre fluye y los vampiros pasan excitados de uno a otro, probando los distintos aromas. Comparan los sabores animadamente, e incluso los más reservados se vuelven alegres y comunicativos.

Se bambolean como borrachos, hablan en voz demasiado alta y agitan los brazos con ademanes enloquecidos.

- Es una sencilla cosecha doméstica, sin ninguna crianza, pero creo que os divertirá su presunción

Le comenta Gabrin a Marchettus con sangre de Guillerme en su copa antes de que Bajazet levanté otro brindis

- Por la eterna destrucción y condena de Japheth el Capadocio y por que continue la bendita ignorancia de Hardestadt y su banda de payasos

-¡Amigos, debemos ser intrépidos! ¡Debemos asumir grandes riesgos! ¿Cómo si no ganaremos nada que valga la pena?

Vosotros mientras empezáis a escuchar sus voces distorsionadas y a sentir mareos, debilidad y frío a causa de la pérdida de sangre. Justo cuando peor parece la situación, un fuerte ruido estremece toda la casa.

Los anfitriones se quedan congelados a mitad de la juerga y el pánico se refleja en sus semblantes manchados de sangre.

De repente suena la alarma. Los guardias gritan, las pisadas resuenan y las campanas de alerta lanzan sus tañidos. Se oye un nuevo golpe en el muro sur y al cabo de unos momentos un centinela entra a la carrera

- ¡Mi señor! ¡Mi señor! ¡Nos atacan! ¡Un centenar de soldados, las tropas de Hardestadt! ¡Nos superan en número!

Los vampiros abandonan la comida y Claudius grita furioso

-¡Los Fundadores, malditos sean sus ojos!

- ¡Estamos atrapados!

- ¡Alguien nos ha traicionado!

- ¡Tiene que haber sido esa loca Malkavian de Theophana! ¡Deberíamos arrancarle su engañoso corazón!

- ¡Imposible! ¡Dices eso para despistarnos, Assamita! ¡Tienes que ser tú! ¡Nunca me he fiado de ti!

- ¡Es mas probable que Lady Jadviga esté detrás de todo esto! ¡Esos intrigantes Ventrue siempre anteponen su clan a sus aliados!

- No eres más que un viejo Chupón idiota y senil, Valdemar. Odio a Hardestadt y he atacado a sus dominios muchas veces. Propongo que nos quedemos para probar que no estamos haciendo nada que merezca un ataque

- ¿Quedarme? ¿Y confiar mi destino al demente Hardestadt? ¡Nunca!

- Giovanni nos ha traicionado! ¡Hemos sido unos estúpidos al creer que iba a atacar a sus hermanos Capadocios!

Claudius entonces los detiene lanzando un fuerte bramido iracundo

- ¡Silencio! ¡Prohibo estos enfrentamientos! ¡Seguidme AHORA o estaremos acabados!

- ¡No hay salida! ¡Luchemos! ¡Éste no es el lugar! ¡Vamos al relicario! ¡No podrán seguirnos!

- Sí, podemos ir allí.

- ¡Vamos! ¡Hay una salida a través de las criptas! ¡Rápido!

- Pero nos seguiran. Tus soldados caerán, como los patéticos mortales que son.

- Sí, caerán. Debemos frenar a Hardestadt... ¡Ah, ya está! ¡Abrazad a vuestras presas! Ya han sido desangradas y el Cambio será rápido. Esto entretendrá a nuestros perseguidores el tiempo suficiente para que podamos huir mientras los exterminan.

- ¿Y si alguno sobrevive?

- ¡Ja! Recuerdo a la gentil señora que nuestros atacantes son los fanáticos Fundadores. ¡Hardestadt no permitiría nunca que viviesen! ¡Ahora, hacedlo! ¡Es la única forma de escapar!

Todo se vuelve oscuro, mi mente embotada y mis sentidos completamente ajenos a la realidad. Siento un eronme golpe quiza sea yo al caer contra el suelo, o quiza el mundo entero se resquebraja y cae. Quiza mi alma impura este llegando a las puertas del infierno. Ruidos, voces que gritan. Escucho loq ue dicen pero no comprendo de lo que hablan. Pero en mi seudo inconsciencia seq ue estan asustados y mucho. Dicen que van a abrazarnos , no se que sera loq ue pretenden pero seguroq ue nada bueno , como lo que ha pasado esta noche , nada bueno

Mi señora... Mis palabras se cortan al igual que el flujo de sangre que cada vez es mas pequeño, me muero, soy consciente de ello, quiza de lo unico que de verdad soy consciente

Giro la cara como consecuencia del bofetón. Ya he asumido mi muerte, y nada puede cambiarlo.

Pero tú... maldito Lothar, camarero del demonio. No eres más que un lacayo y te has atrevido a humillarme. Mi espíritu buscará tu tormento... ¡Yo soy Aricia Mytros! Y no hay mortal ni demonio en estas tierras que pueda humillarme sin quedar impune.

No ofrecí resistencia al collar ni a la daga ni al grifo, pues ya sabía que era inútil. Aquel hombre, con unas simples palabras, había amanzado a la fiera que era Diego. Sin yo todavía ser capaz de entenderlo, Valdemar me había sumido en las tinieblas... El banquete iba a tener lugar, y yo no sería capaz de evitarlo de ninguna manera.

La sangre manaba por el grifo, mientras mi "compañero" se embriagaba de ella. Sus sentidos se abotargaban, como si estuviese bajo los efectos de demasiado vino. Pero aunque estuviese en un punto más débil, seguía siendo más fuerte que yo, máxime por el hecho de que mis fuerzas se escapaban gota a gota por aquel grifo.

Me vengaré...

Entonces, un caos se formó en la sala, aunque solo imágenes difusas y sonidos difusos llegaban a mi mente. No pude discernir mucho, pero una frase se quedó grabada en mi mente.

"¡Abrazad a vuestras presas! Ya han sido desangradas y el Cambio será rápido."

No sabía a que se refería, pero mis últimas fuerzas emanaron de un grifo completamente abierto. Las sombras nublaban mi conciencia, como había sucedido poco atrás.

¿Será esto otro sueño? ¿Moriré? - fueron los últimos pensamientos que pasaron por mi cabeza antes de morir.

Guillerme perdio la nocion del tiempo hace mucho, lo unico que recuerda es que se estaba riendo de un chiste que solo pillaba el, acto seguido un grifo en su cuello hizo que se desmallara, por un momento se imagino en el infierno siendo guiado por Homero, creyo ver a Beatrice...

...poco a poco volvio a ver la luz.

-¿Que demonios?