La ciudad de Drako, capital de la Reino de Merpolis. Es una de las ciudades mas antiguas del mundo, a pesar de eso, su cantidad poblacional no alcanzaba el millón. Sin importar eso, Drako es la joya del continente de Afies, por eso sigue siendo la ciudad mas importante del mundo. Solo el Imperio Dorado y Kon, pueden competir con su poder económico y militar, aun así, estos dos reinos tienen buenas relaciones con Merpolis. En este reino, como muchos actuales, son dirigidos por una monarquía con raíces muy profundas, desde la edad de los Dioses, esa familia real son los Costantares. De la raza de las lagartos, una raza con escamas y propiedades a los reptiles.
Por su pasado histórico, muchas razas viven en esta zona de Afies, donde algunas vez fueron esclavos de los Soñadores, por eso los Conmstantares, les dieron títulos de realeza y tierras, esto por compartir el mismo pasado. Entre esas familias, se encontraba a raza de los humanos, siendo la mas importante la casa Garet. Una de las familias de nobles, que tienen bajo sus pies a varias casas de humanos, mientras que mantienen como rivales políticos, al Clan Dragón. A los cuales, están haciendo movimientos sucios para manchar su reputación, mientras que poco a poco, ocurre un llamado de armas, tal vez una guerra entre nobles se acerca.
Pero eso no sabe la pequeña Zaphine, que apenas esta dando primeros pasos, no tenía ni idea que estaba pasando, ¿Cómo podía saber sobre los poderes políticos entre familias?, lo único que conoce es la leche materna y sus juguetes. Mientras Zaphine ya hacía en la cuna, que estaba hecha de la mejor madera de Afies, tela de las telarañas de arañas rojas y con decoraciones del mejor artesano. A la distancia, se encontraba su padre, que estaba con otra persona, con su misma vestimenta y misma apariencia, todo lo que salían de su boca, no comprendía de todo la pobre Zaphine... Aun.
Su padre, de una altura de casi dos metros, su apariencia era totalmente diferente a de su hija, mientras que su hija era de piel clara y ojos amarillos, su padre es de alguien con piel morena y ojos cafés. Este padre portaba sus vestimentas negras y rojas, vestimentas que a conocido ha conocido Zaphine. El padre estaba parado en el balcón, de la habitación real, con otra persona, una persona que no era su madre. Era alguien muy similar a su padre, pero claramente no era otro papa. El padre, ignorando a su hija en la cuna, sin importar que lo viera no lo hiciera, estaba centrado a la ciudad debajo de sus pies. Su voz es de alguien juvenil y serena.
-Pienso tomar el país entero para mí, pero ese clan Dragon me lo impide... Su padre voltea ver a su invitado. ¿Ya esta el plan el marcha? La expresión facial del padre nunca cambia, sin importar si esta afrente de su esposa y hija. Pero aun así, el amor de una cría por sus padres, era algo 100% natural.
A la persona que se dirigía el padre de Zaphine, es alguien con ropas moradas y moradas, si no fuera por su tan pesada armadura, no sería reconocido por la pequeña Zaphine, se trataba de una persona que siempre estaba al lado de su padre, una persona que solía jugar con la pequeña Zaphine, a diferencia de su padre que es instante con ella. Aun así, su voz tenía el tono no era de alguien que quiere jugar, era alguien para hacer llorar a Zaphine, su voz era tosca y ruda.
-El plan ya esta el marcha, es cuestión de tiempo que el viejo Groimer mate a su hermano. Este hombre, taras terminar de decir eso, ve de reojo a Zaphine, para al instante regresar su mirada a su padre.
-¿Que te ha dicho el profesor? sabes que convencerlo no fue fácil. A diferencia de su tono rudo de hace rato, esta vez era de alguien que mostraba preocupación y debilidad, esto soló lo hace, cuando estaba jugando con Zaphine
El padre, se topo por sorpresa el comentario de su acompañante, elevo una ceja y mantuvo otra debajo una expresión confundido. Mientras sacaba un ruido de sus labios. -¿Mmm?
A los segundos, puso una cara de comprender lo que decía. ¡Oh eso! ha dicho que tiene sus mismas propiedades. El padre puso una mano sobre el balcón y otra sobre el hombro de su acompañante. -La "cosa" al final será útil, cuando mi mujer me de un barón, la segunda fase iniciara. No sabía ni la mitad de lo que dijo, pero si sabía que la cosa era ella y que su mujer, es su madre. Esas palabras sabe que son, porque usualmente las usa sobre ellas. Haber tenido piedad, será la perdición del Clan dragó, toda por su debilidad. El padre tras comentar esas palabras, dejo de agarrar del hombro y puso su mano en su cintura.
Cuando dijo "cosa" a Zaphine, este hombre puso una mueca en su cara, estaba molesto y esto siempre pasaba, cuando el padre le decía cosa.
-En ese caso, vete preparando a cubrir evidencia, recuerda que la orden de Caballeros Dorados, pueden sospechas por tus movimientos. Cuando menciono a los caballeros, lo dijo serio y puso su dedo en el pecho del padre. -Debilidad ¿eh?
-Bueno mi sobrino, mas vale que el siguiente sea barón y haya valido la pena. Cuando termine tu gran plan ¿Tienes un plan a futuro para Zaphine? Aparte que tal ves Zaphine, tenga la sospecha que ese sujeto sea familia, tras mencionar su nombre con tranquilidad y curiosidad, puso sus manos cruzadas, esperando una respuesta que le gustara, ya que elevo su cabeza y se puso firme.
El padre dio una sonrisa, una sonrisa que apenas mostraba a su hija. Tal vez porque ella fuera alguien especial. Como fuera, aun en su pose, hablo confiado y aguda.
-Todo a su tiempo, de todas formas ya tengo mi plan para ello. Elevo su mano y señalo al horizonte. -Si mis informes no me fallan, dentro de poco esos "Dorados" van estar el aprietos.
Cuando el tío hablo de Zephine, el padre se puso recto y se rasco la barba. -Pues Tío, si es que logra sobrevivir y mi plan termine, aun me será útil. En eso volteo ver a la cuna, donde se encontraba Zephine. Solo es una herramienta mas... Su mirada ahora es de alguien fría y penetrante.
El tío ante la respuesta del padre, relajo los hombros, pero no dejo sus manos cruzadas. Cuando noto como miraba a Zaphine. Dio un leve suspiro.
-Sabes que no fue culpa suya que ella se fuera. Tras comentar eso, dio pasos a donde se encontraba Zaphine. -Le espera un futuro duro. Cuando se acerco al bebe de Zaphine, se quedo mirando un par de momentos, para luego voltear ver al padre. Cof, como estamos, voy a preparar mis hombres, debemos asegurar que todo salga bien. Puso su mano en el mango de su espada y se quedo firme ante su sobrino.
Ya puedes Postear Zaphine
Los ojitos abrió de repente cuando escuchó la voz de su padre y sin querer se quedó sentada haciendo caritas a los hombres para captar su atención. Era una pequeña de blancos cabellos, casi grisáceos, dueña de una mirada muy dulce en ese tono peculiar. No entendía nada de lo que decían, al parecer la niña se divertía con verlos y hacer gestos para obtener su atención.
—Bua... Papá—dijo en un tono ligeramente chillón—. Buba, Buba papá.
Se incorporó de repente en su propia cuna y extendió sus bracitos pudiendo estar en con ellos, ella solía decir buba cuando quería estar abrazada. Luego cuando la miraron, se rió mucho, mostrándose algo payasa en actitud, hasta se cayó de culo en la cuna y siguió a las risas.
Ya cuando se acercó aquel hombre que conocía y le solía dar juego, se incorporó.
—Tata, eni. Tata, tata eni.
Zaphine solo quería mimos, un poquito te atención.
Cuando Zaphine se movió y inicio moverse, el padre puso una cara de asco, mostrando un desagrado a ella. Ni siquiera se había inmutado cuando su intento decir papa, ni aparto su mano de su cintura para tocarla, la había ignorado épicamente.
-La cosa, ya se ha despertado. Voltea ver a su acompañante. Las sirvientas son inútiles, dentro de poco podrá beber sangre. Por una razón que desconocía Zaphine, hace tiempo que su madre no le había dado de comer, lo que lo hacían eran mujeres que apenas conocía. El padre, aun viendo a su acompañante, solo un suspiro.
El tío se acerco junto el padre a la cuna, este vio a Zaphine, con una sonrisa, que llegaba de oreja a oreja. Cuando extendió sus brazos, este le hablo, mientras que su padre la miraba con cara de asco.
-Miren quien ya despertó El tío, a diferencia del padre, acerco una de sus manos a donde estaba los brazos de Zaphine. El padre le dirigió la palabra, este volteo a verlo, sin embargo, su mano no se aparto de Zaphine. -Cuando beba sangre, mas cuidado debemos tener, sus poderes de Sucubo puede salir el frote, por eso pedí un artesano crear el collar que te conté.
*Todos los demonios beben sangre*
Cuando comento el collar, sus manos se cruzaron, este tema le había llamado la atención.
-Espero que este listo ese collar, con lo que ha dicho el doctor, estas cosas pueden controlar su encanto a voluntad, pero a ser una larva, dudo que por ahora pueda controlarlo.
El padre se alejo de la cuna, para acercarse a la puerta, mientras sostenía el mango de su espada y la otra en la cintura. Mas vale que todo valga la pena. El padre asomo la cabeza, para dar una fuerte orden. -¡Sirvientas! Tras eso, volteo ver la cuna. -Mas vale que te laves las manos. Volteo ver al tío, para cruzar miradas, hizo un gesto con la cabeza. -Vamos, ya se hace tarde.
-Un prototipo estará listo, lo entregan mañana, lo malo que se necesita mana para que funcione. Cuando el padre se marcho, él se quedo aun con Zaphine, dando los pocos mimos que podía, cuando el padre llamo sus sirvientas y menciono de lavarse las manos, solo pudo obedecer. -Si claro
Volteo ver a Zaphine, le dio un pequeño caricia en el cabello, para luego apartar su mano y marchar a la entrada. -Ya voy. Tomo un plato con agua, que estaba en una pequeña mesa, para lavarse las manos, afrete del padre, tras lavarse y secarse, se acerco a la entrada. -Listo, el marcha Camino para hasta afuera de la habitación.
Poco tiempo, tras el llamado del padre, a sus sirvientas. Unas tres mujeres, con ropas rojas, piel bronceada y buenas curvas, entraron a la habitación, estar afrente del que la llamo, hicieron una leve reverencia.
-A sus ordenes señor.
Zaphine desconocía quienes eran, pero eran las mujeres parecidas mama, que la estaban alimentando, cuidando, entreteniendo y sirviendo todas sus necesidades. Aun que su padre, también las llegaba usar para sus intereses, que para Zaphine, le costaría madures en un futuro, para saber que hacían en las noches.
Las sirvientas cuando llegaron, el padre tenía el rostro sin expresión, cuando hablaron el padre no movió mucho el rostro, solo sus labios.
La Cosa ya ha despertado, vayan a cuidarla ¡Ahora! Ordeno a sus sirvientas, apuntando con el dedo, a la dirección de la cuna, donde se encontraba la Cosa. Con su acompañante listo para irse, igual se puso el marcha.
-Vamos. Así los dos familiares, mas cercanos a Zaphine, la dejaron con las sirvientas, mientras que estos se marchaban, el padre recto y seguro, con un rostro dura. el tío con disciplina militar, su rostro estaba tranquila y relajada.
*YA PUEDES POSTEAR*
La pequeña extendía los brazos y llamaba a su padre.
—Baba... Buuuu baba, baba.
Tenía muchísima hambre la pobre y necesitaba a la madre, así que no paraba de removerse en la cuna ya con lagrimitas en los ojos, pidiendo un poco de atención. Ellos hablaron, pero Zaphine siguió en la misma línea dando prioridad a sus necesidades. Hasta que su Tata le acercó la mano, ahí rápidamente buscó morder para succionar sangre. Eso la hizo reír un poco cuando alejó sus labios, le estaba agradeciendo y tras aquello, volvió a prenderse hambrienta.
No duró demasiado, ya que le quitó la mano y de repente aparecieron sus bibi que así las llamaba a sus madres sustitutas. Con alegría y algo manchada de sangre les gritó.
—¡Biiiibiii! Bibi.
Se iba a alimentar a base de bien ahora, eso le gustaba.