Muchas gracias Mitxelle - digo mientras me abrazo a ella.
caballero: un centauro armado con una lanza y un escudo, medirá aproximadamente 2 metros, y sus ojos son negros
Bolita: una esfera blanca con una cara dibujada, uno de tus favoritos, pues posee la capacidad de volar y votar como una pelota, mide aproximadamente 15 cm de radio
señor: aspecto humanoide de un joven de aparentemente 17 años, sus cabellos son llamas negras, sus iris son rojos y su boca tiene colmillos, sus manos acabadas en garras , su mera presencia intimida
Gafotas: criatura humanoide que no medirá mas de 40 cm de altura, totalmente blanco, salvo un par de pelitos en la cabeza sus ojos que son 2 puntos negros casi dibujados, una pequeña boquita, y unas enormes gafas que ocupan la mitad de su cara
Invoco a todos mis amigos a la vez. Gafots, Bolita, Señor, Caballero os presento a nuestra nueva amiga, Chahiro.
Caballero inclinándose cortes mente besa la mano de Chahiro. Es todo un honor que nos acompañe una dama y cuide de Mitxelle.
Bolita empieza a volar alredor de ella acabando en la posición original.
Señor mira fijamente a los ojos a Chahiro, rompe su silencio habitual. Bienvenida.
Gafotas te mira con interés, a ti ya te conozco, así que te has unido....¿Que puedes aportar tu?....
Hola a todos - respondí cortesmente. - Pues yo puedo copiar el don de los muertos durante un día, lo que nos puede indicar si eran buenos o malos y que don tenían.- respondí a Gafotas.
¿Todos ellos eran antes... como yo? - pregunté.
el problema es que no sabes que poder has copiado, tu me dices un muerto para copiar, y lo copias, pero hasta que uses el nuevo poder que tienes, no sabras cual es, eso si, yo te dire si tienes que seleccionar objetivo, es pasivo o cosas asi, es un minimo, jeje pero si por ejemplo, hay uno que puede matar a alguien, no sabrias quien es, hasta que tras designarme el objetivo, lo veas morir
Pero podremos deducir si es bueno o malo según lo que ocurra.
Claro que si, todos eran como tu y ahora juegan conmigo.
Caballero mirando a los ojos a Chahiro, hermosa dama, que motivo hace que te unas a nosotros?.
Mitxelle me salvó de la muerte - respondí - Los Noe intentaron corromperme y yo estaba programada para autodestruirme si eso ocurría, pero Mitxelle me salvó.
Me subo sobre Caballero acariciando su lomo, ¿a que es el mejor?, siempre me cuida mucho y tienes que cuidar a Chahiro como me cuidas a mi, ella ahora es mi hermanita.
Cabllero ayuda a subirme a su lomo, Así sera siempre que dependa de mi nadie dañara mis señoras.
Muchas gracias Caballero - respondí con una amplia sonrisa.
Caballero acaricia el rostro de Chahiro con dulzura y delicadeza, con esa sonrisa me doy por bien pagado.
Chahiro, ¿a que es como los cablleros de los cuentos?, cuéntame un cuento de caballeros y princesas porfi...
Pues la verdad es que nunca me han gustado mucho los cuentos de princesas, a mi me gustaban más los de brujas y fantasmas - contesté con una risilla.
Al final me decanté por votar a Lancelot - le dije - No me gusta su cruzada personal contra ti, ¿porqué miente y quiere que todos crean que somos malas? No lo somos.
Te contaré una historia que me contó mi hermana hace tiempo, pero te aviso que da un poco de miedito... :
Durante una noche tormentosa una abuela se sintió mal y su nieto la llevó al hospital.
Esperaban a un lado de la sala de emergencias. Llovía copiosamente y el estruendo era constante. Los pocos que entraron chorreaban agua y se quejaban del mal tiempo.
- ¡Que tormenta, parece que se abrió todo el cielo! Y esos relámpagos… - comentó un señor a la vez que se peinaba el cabello empapado con las manos.
El joven sostuvo el bolso de una joven mientras se quitaba el impermeable. La túnica blanca le indicó que era una doctora.
- Muchas gracias, que amable - le agradeció.
- No es nada señora.
- Señorita - le aclaró, y sonrió.
- Señorita entonces. Dije señora porque supuse que una mujer tan linda seguramente ya estaría casada.
- ¡Ay! Me vas a hacer sonrojar ¡Jaja! - y se alejó por el corredor. Volteó un par de veces y se detuvo, e hizo un gesto indicando que se acercara. Dió unas zancadas y estaba al lado de ella.
- ¿Me acompañarías por este corredor? Soy nueva aquí y todavía no me acostumbro al lugar, y es tan largo este corredor, y con esta tormenta, la verdad es que me da un poco de miedo. Que vergüenza, ¿no? Siendo médico y tan asustadiza ¡Jaja!
- Te acompaño con gusto. No tiene nada de malo sentir algo de miedo, los médicos también son gente.
- Bueno, gracias.
Al llegar frente a la puerta que era su destino quedaron charlando un buen rato. Consultó su reloj unas veces pero seguía hablando. Lo miraba a los ojos y sonreía.
Cuando se fue de allí tenía su número de teléfono en el bolsillo. Mientras atravesaba el largo corredor se acordó de su abuela. La había dejado sentada en un banco. Al regresar vió que estaba sola. Tenía la cabeza recostada a la pared y miraba fijamente hacia la puerta. Cuando fué a hablarle hubo un estallido ensordecedor y se apagó la luz: había caído un rayo.
El hospital no tenía generador propio o no funcionaba. Quedaron sumidos en la oscuridad.
- ¿Abuela? ¿Está bien abuela? - le preguntó, y casi al instante le sujetó el brazo una mano que sentí delgada, dura y arrugada, y por poco no gritó, mas enseguida razonó que era la de mi abuela.
- ¡Siento mucho calor! - le dijo con la voz llena de angustias - ¡Mucho calor, mucho calor! ¡Me estoy quemando! ¡Aaahhh…! - En ese momento le pareció ver que unas siluetas deformes caminaban a su alrededor, pero enseguida se borraron, desaparecieron en la oscuridad.
Pidió ayuda a gritos. Sintió que su abuela lo soltó. Alguien salió de la sala de emergencias con una linterna, mas no necesitó usarla pues la luz volvió en ese momento.
Cuando un doctor le dijo que su abuela estaba muerta se sintió terriblemente mal. Le invadió un sentimiento de culpa; la había dejado sola durante largo rato, ¡era algo imperdonable! Pero lo que sintió después fue peor aún. Al examinarla un poco más, el doctor dijo que llevaba muerta más de media hora; había fallecido apenas llegamos. Le había hablado desde el más allá, desde un lugar que todavía se niega a creer que fuera su destino.
Abrazo con fuerza a Caballero y unas lagrimas caen por mis mejillas, hecho de menos a mis padres y todo la historia mas todo lo que ocurre fuera me hace recordarlos.
No llores Mitxelle - dije con dulzura - Pronto saldremos de aquí.
Echo de menos a mis padres, ellos matan como los akuma, no dudan en matarse porque si...
Ellos están nerviosos - dije sin dejar de abrazarla - Tienen miedo y cada uno exterioriza el miedo de una manera distinta, algunos hasta de manera incomprensible, pero lo único que podemos hacer es ser fuertes, observar e intentar deshacernos de los malos. Si te fijas, el echo de que tu nombre sea uno de los tres que dió la soñadora, nos da a las dos una gran pista de quién puede ser o no un Noe, de momento hay que esperar y no perder a las otras dos personas de vista.