Epílogo 1. Los Sucesos de la Plaza.
Para cuando salieron de la tasca de mala muerte, lo que encontraron fuera fue una total carnicería. Mientras ellos peleaban en el interior de la taberna, fuera se había llevado a cabo un ataque a la villa. Decenas de orcos y hombres estaban muertos en un suelo cubierto de sangre, vísceras y miembros cercenados. Sin duda, con el ruido de la batalla en el interior del local, no habían podido escuchar lo que estaba sucediendo fuera.
Por suerte, la guardia de la ciudad había sido muy efectiva, gracias en gran medida a que los hombres de confianza de Mitil y el propio Ironsar estaban apostados en el exterior de la taberna, bien armados y a punto para el combate. Decidieron unirse a la refriega, en parte, porque no les quedó otro remedio, pues los orcos eran muchos y los guardias eran pocos y hombres, mujeres y niños inocentes, iban a ser masacrados.
Tilla y Zhaghun sobrevivieron al combate, no así Zacchari y Rufus. Pero pudieron repeler el ataque y los cinco orcos capturados, fueron ejecutado públicamente al amanecer. Se especuló que la incursión orca, llevaba tiempo fraguándose y que se produjera al mismo tiempo que la reunión entre la banda de Von Kammerstein y la iglesia del Dolor y del Placer, fue pura coincidencia, aunque... nunca se sabría cierto.
Von Kammerstein... él y sus secuaces más acérrimos desaparecieron de la ciudad, aunque no así su influencia, pues dejó a varios lugartenientes en la sombra. Mitil trató de localizarlo, no por vengarse de él, eso era algo que de momento había dejado atrás, pero su por precaución, pues siempre era bueno tener localizado a un enemigo.
Epílogo 2. El Juicio a la Bruja.
Miz'ri y Roazranne (la teifling morena de la posada) fueron juzgadas públicamente como cabezas de la secta, así como también lo fue la iglesia de su depravada y corrupta diosa del Dolor y del Placer. Para ello, se creó un tribunal popular encabezado por Thorian, el actual patriarca del Templo de Seyran en Encrucijada Vieja y el gobernador del lugar Phillipe Dupriees. Junto a ellos, otros nueve miembros de la alta sociedad de la villa, juzgaron los pecados que "La Negra" había cometido.
El juicio duró tres días y dos noches. No se necesitaba unanimidad en los votos para llegar a una determinación, pero lo cierto fue que costó mucho para empezar, decidir de que se acusaba a aquella mujer y a su iglesia. ¿Habían obligado a alguien a hacer actos impuros? Ciertamente no. ¿Habían hecho daño a alguien con todo aquello? Tampoco podía decirse que si, todos los aldeanos estaban más felices que nunca e incluso viejas rencillas habían desaparecido. ¿Habían robado? No. ¿Habían ensuciado el nombre de Seyran? En cierta manera si, opacando su notoriedad, pero... nada directo habían hecho contra la iglesia de Seyran. ¿Habían hecho trato con criminales? Miz'ri y Roazranne fueron arrestadas cuando hablaban con un conocido criminal, un criminal al que todos conocían y contra el que nunca se había hecho nada, entonces... ¿Qué había de malo en ello? Al fin y al cabo, hablar con alguien no estaba penado y no podían reprobárselo si aquel alguien ya estaba en el pueblo antes de su llegada, todos sabían de sus actividades y nadie hacía nada.
Miz'ri y Roazranne salieron absueltas. La iglesia de Muuglw'tli no era culpable de nada, salvo quizás, de haber ganado una notoria popularidad en los últimos meses. De hecho, finalmente las votaciones para la condena salieron a tres condenas por ocho votos a favor de la inocencia de la bruja y sus secuaces. Se rumoreó más tarde por la villa, que en realidad debieron de ser once votos a favor de la inocencia, pero que se quedó en ocho, pues algunos de los miembros del tribunal así o pidieron para poder decirle a sus mujeres que ellos votaron en contra de la depravación que se había visto durante aquel festival lujurioso.
Así pues, la iglesia de Muuglw'tli, la diosa del Dolor y del Placer, se instaló definitivamente en Encrucijada vieja.
Phillipe Dupriees.
Epílogo 3. La Edad Oscura de Seyran.
Aquel fue el golpe definitivo para la iglesia de Seyran. No sólo perdió los pocos seguidores que le quedaban, sino que tuvieron que pagar cuantiosas multas a favor de la iglesia de Muuglw'tli. Dos de sus novicios (los encapuchados granate), murieron en aquel combate sin motivo y la iglesia pidió daños y perjuicios no solo por esas muertes, sino por el daño moral que había provocado tener que pasar su líder y su primera sacerdotisa, el mal trago de enfrentarse a un juicio tan calumnioso.
Las cantidades fijadas fueron excesivas. Desde la cede central de los seyranitas en Kelack, la capital del reino, no se quiso sufragar los gastos de la cuantiosa indemnización, al considerar que la iglesia de Encrucijada, a través de sus agentes, había actuado de forma criminal contra otra fe y que aunque sus creencias fueran muy diferentes, nada maligno habían demostrado perpetrar contra la población.
Fue entonces cuando Thoriac se vio obligado a ceder su iglesia vender su iglesia para sufragar dichos costes y fue, ni más ni menos que la propia Roazranne quien compró el templo y le salió barato, pues la mitad del valor estaba ya incluida en la indemninización. Thoriac se marchó a la capital junto al resto de monjes y así fue, como la fe de Seyran desapareció casi por completo de la villa.
El aasimar llamado Brand, Helga la mujer rubia, Astrid la vieja, Paige la pelirroja y Zongo el negro, acabaron encarcelados por conspirar y atacar a miembros de un organización religiosa y asesinar a varios miembros de la misma. Les depararían trabajos forzados y una condena muy, muy larga...
Por suerte, a Akta, Crodos, Lasar y Lerissa, se les exculpó de todo, pues actuaron en defensa de lo que creían justo nada más. Tuvieron suerte y el oro que Mitil le prometió al jurado tuvo mucho que ver en ello...
Epílogo 4. Mitil Ironsar.
Mitil Ironsar pagó lo acordado. No las cuatro mil piezas de oro, pues Von Kammerstein estaba vivo, pero si las mil piezas por desbaratar la alianza que se iba a fraguar en dicha taberna entre su archienemigo y el culto de la diosa lujuriosa. Al final le salió mejor de lo esperado, por la marcha de Von Kammerstein, pues aunque su organización seguía presente en Encrucijada Vieja gracias a sus lugartenientes, al menos había perdido fuerza y la mayor parte de las actividades del sector, quedaron a su cargo.
Y si, al final pagó por aquellos cuatro extranjeros. Pagó más de cuatro mil piezas de oro, fueron casi siete miel, pero pensaba que se lo debía. No podía permitir que les encarcelaran. No sería ético, pues aunque muchos le consideraran un criminal, tenía unos valores y eso no tenía discusión alguna. Sus amigos, lo eran hasta las últimas consecuencias y así fue también en aquella ocasión.
No, Akta no murió. Crodos se encargó de que eso no sucediera. Pero... ¿Se quedaría Mitil con Akta y serían felices? ¿Conseguiría la sacerdotisa que dejase todas sus actividades criminales, fueran cuales fueran? ¿ Estarían juntos toda la vida y envejecerían rodeaos de nietecitos?
Sólo el tiempo o sabía.
Epílogo 5. ¿Y qué pasó con Jonsy?
Jonsy no se podía quejar. Se quedó a vivir en el Templo de Seyran Muuglw'tli y recibió los cuidados diarios de las sacerdotisas. Tuvo algunos hijos con ellas. ¿Cuántos? Nadie en Encrucijada Vieja lo sabía con exactitud. Quizás Brogo, su orgulloso abuelo lo sabía, aunque no soltaba prenda. Los hijos de Jonsy se criarían en el templo, bajo las enseñanzas de las sacerdotisas y en la fe de Muuglw'tli.
Así que le fue bien...
Al que no le fue tan buen fue al posadero de "La Rata Ahogada", pues cuando entró en la habitación que habían ocupado Lasar Etreri III y Lerissa, encontraron la cama hecha jirones... ¡A saber que habían hecho esos dos vándalos!
Y a Crodos tampoco le fue mucho mejor, al menos en el terreno amatorio. Aunque claro estaba que habiendo hecho voto de castidad, casi era lo mejor que le podía ocurrir...
-¿FIN?-