Partida Rol por web

Amanda no puede creer lo que está viendo... los pechos de su hermana arrancados como si se tratase de una prenda a quitar, desgarrados... ya no están.

No quiere ver lo que está a punto de pasar. Ese ser se pone encima de su hermana con una oxidada palanca y sabe lo que va a hacer, hace rato que lo ha intuido.

Hijos de puta...

Piensa Amanda mientras cierra los ojos y empieza a llorar. Quería ser fuerte, fría, intentar soltarse y escapar, pero no podía, no sin su hermana... Era lo peor que le podía pasar, ver sufrir a su hermana y no poder hacer nada por evitarlo.

Por mucho que cierre los ojos y llore, por mucho que grite no podrá dejar de sentir lo que su hermana siente. Sabe lo que está a punto de pasar, los segundos pasan lentamente y siente una presión en su costado, sabe que ahí no hay nada, pero lo siente.

- Se fuerte Agueda... ya queda poco... Te quiero, sabes que te quiero... evádete, yo soportaré el dolor por ti...

Entonces escucha el sonido... CHAC. Dolor, un inmenso dolor le invade. Sabe que su hermana está desvaneciéndose por momentos, que ya no puede sentir más dolor y se alegra por ella, pero lo que le espera a Amanda... sabe que lo que le espera a ella será mil veces peor, y se alegra de que su hermana ya no esté para sentirlo.

Ella sola soportará el dolor, si puede hará algo para irritar a ese frío zombie que la observa con mirada entretenida mientras acaricia a ese engendro surgido de James y Brenda.

Espera un momento... Un pensamiento cruza por la mente de Amanda... ¿Ha creado vida? Mejor dicho... ¿Ha creado no vida? Como en las películas de terror... así que puede hacer nuevos engendros...

Amanda abre los ojos de golpe, están llorosos pero su semblante es serio. Todo el cuerpo le duele, pero no le importa, solo le queda una loca oportunidad...

Mira fijamente al coronel, quieta, pasiva. Su intención es que le quiten la mordaza, quiere hablar con el coronel...

El coronel observa a la gemela de la silla, Su Gemela. Parece que quiere que le quiten la mordaza, cosa que igualmente iba a hacer para escucharla gritar bien.

Era su último deseo así que se lo podría conceder.

El capitán se agacha y coge una oxidada pala del suelo, con la que golpea brutalmente por la parte plana el rostro de Amanda. Tanto ella como la silla a la que está atada caen al suelo, varios dientes se le han saltado, tiene la nariz rota, los nudos de manos y pies parecen haberse apretado aún más y apenas puede moverlos y la mordaza que le tapaba la boca ahora se encuentra a la altura de la frente, como una espantosa diadema.
Uno de sus soldados pone la silla y a Amanda herguidas otra vez para que sigan viendo el espectáculo del Capitán y a su querida hermana.

La boca de Herzog se abre y un sonido de piedras chocando unas con otras emerge tomando forma de algo entre alemán y algo satánico.
Stt{r[roon[gw Vie{e{er No´homr{g[ghe-er dwwtsh(hheòòòhg
Parece que va a escuchar lo que esa gemela tenga que decir.

Agueda sigue inerte con la cabeza hacia un lado, en dirección a su hermana con la mirada perdida. Hacía rato que había perdido toda sensibilidad y realidad, ya podían hacer lo que quisieran esas bestias con ella, no iba a notar nada. Con la mirada perdida y sin poder hacer ni decir nada las lagrimas acumuladas en los ojos comienzan a surgir y a caer, mezclándose con la sangre que esta por la piedra.

El golpe que le da el coronel a Amanda le pilla por sorpresa.

Durante unos segundos que parece que se hacen minutos todo está en blanco para Amanda, luego llega el dolor agudo en la mandibula y una sensación de calidez escurriéndose de su boca con sabor metálico. Sangre, mucha sangre...

Luego la levantan y la ponen frente a frente con el coronel. Para Amanda todavía todo le da vueltas, pero tiene algo que decir, algo que hacer.

Con la cabeza ladeada escupe la sangre y unos cuantos dientes de paso, mira al coronel fijamente con una sonrisa en la cara y la cabeza colgando, mientras intenta colocarse bien en la silla.

- Hijos de puta... ¿Cómo va el antigo Reich? Jejeje... Bromas aparte...

Amanda mira fijamente al coronel, la sonrisa desaparece para poner una expresión sería con la boca chorreando sangre.

- Como sabrás... soy la hija de puta más difícil a la que os habeis enfrentado... y la que más se ha llevado por delante de los vuestros. Te reto, un duelo por la supremacía de la raza... para ver quienes son mejores, si los zombies o los humanos... Tú contra mí, yo contra ti... si gano me dejais ir... si pierdo haceis lo que querais.

Herzog lanzo la oxidada pala al suelo y se sacó de uno de sus bolsillos un boligrafo. Un viejo Vic negro que a saber de que desgraciadas manos había arrancado.

Quitó la punta sujeta al tubito de la tinta y la lanzó al suelo.Observó el canutillo, apenas tenía punta así que levanto la palma de su mano y de entre la multitud de soldados uno de ellos le pasó un alicate. Cortó en diagonal dejando una afilada punta a aquel canutillo.

Le quitó los pantalones a aquella guarra y empezó a acuchillar su pierna derecha con aquel canuto hasta que tras unos veinte intentos por la parte trasera del canutillo salió un inmenso chorro de sangre a presión. ¡Bingo!

Empezó a llamar en alto a todos sus soldados que hicieron cola frente a Amanda, y en este mismo orden se acachaban para chupar de la arteria Femoral a través de la improbisada "pajita" de plástico que el Coronel había improbisado. El Capitán le había explicado los sucesos y si a él le había dispuesto una pieza completa, sus hombres también merecían un premio antes de que se pusiera en serio con esa asquerosa hispana.

Si-güee haBulanndroo, meeh divi-errrtes. dijo el Coronel a aquella joven que se creía tan dura, por ahora no había dicho nada interesante. Nada que no hubiesen dicho sus miles de victimas enteriores...de los cuales habían habido hombres y mujeres mucho más duras de lo que esa guarra se creía.

Mientras Agueda daba sus ultimos suspiros, sus ultimos anhelos de vida, notando los gelidos dedos del Capitan en sus quebradas costillas, Amanda veia como el Coronel se le acercaba, sonriente por su propuesta, su necia y estupida propuesto de duelo. Ya habia experimentado esto mismo no hacia demasiado tiempo, era como una especie de deya Vù, en el que como ahora nada tenia que ganar, pero sí que perder.... 

Menudo trabajo le habia dado el mequetrefe ese americano....

El Coronel deja entrever sus putridos dientes entre su media mandibula arrancada, y aun mas en esa malevola y sadica sonrisa. Sin mediar palabra clava un recien afilado boligrafo en el muslo de Amanda, acertando de lleno y perferando la arteria femoral, la cual seccionada en dos se retrae perdiendose en un mar de roja y abundante sangre que fluye y sale a borbotones...

El dolor que experimenta Amanda es bestial, extremo. Ya no habia cabida a combate o duelo alguno. El Coronel no tenia ganas de tanta tontería. Estos jovenes le habian causado ya demasiados contratiempos....

El Coronel se aparta ligeramente y tras el ya hay dispuesta una larga cola de sedientos soldados dispuestos a beber esa delicatessen, ese manjar divino.... La sangre les salpica en una orgia visceral, mientras Amanda, atada fuertemente a la silla sigue sin poder hacer nada, nada mas que gritar!!!!

La misma sangre brotaba de dos cuerpos iguales aunque dos personalidades diferentes. Una masa sanguinolenta emergia del pecho de Agueda, de su boca, de sus ojos, mientras un torrente de cauce vertiginoso, un chorro a presión salia despedido de la pierna de Amanda. El dolor sintonizaba sus quejidos, sus aullidos de agonia....

Tras varios segundos de sangriento disfrute, la gutural, profunda y de ultratumba voz del Coronel manda apartar y formar filas a todos esos soldados, soldados un poco mas felices que haces unos pocos instantes. Acto seguido el Coronel se planta nuevamente delante de una exhausta y moribunda Amanda, mientras el Capitan aun sigue encima de Agueda disfrutando del momento y carcajeandose al ver como a sus inferiores se les acaba la diversión....

- AAAAAAAAAGHHHHHHHHHHHHHHHHHH- grita Amanda cuando le clavan el boli en la pierna y comienza a desangrarla.- AAAAAAAGHHHJAJAJAJAGGHAJAJAJAJAJAJAJAJAA- pero el grito se convierte en risa, el dolor continúa, pero Amanda a soportado mucho más dolor hace unos instantes con su hermana que un simple boli clavándose en su pierna.

- ¡ENTONCES YO GANO! ¡HAS PERDIDO POR PRIMERA VEZ PUTO PENDEJO! JAJAJAJAJAAAAAAAAAAAA- ¿Tal vez locura? Ese parece el estado de Amanda debido a la desesperación y tanto dolor.

¿Qué más le hará a continuación? No lo sabe, pero quiere acabar rapidamente, morir de una vez por todas.

Las costillas abiertas, el Capitán pone ambas manos a los lados de la caja torácica, y clavando sus uñas hace una gran fuerza haciendo que la sangre salte a chorrillo, la piel de todo el cuerpo de Agueda se desplaza, por su teta mutilada asoman las esquirlas y costillas partidas como si una horrible caja de pandora se tratara, Agueda mantiene la boca abierta y los ojos casi desorbitados por unos segundos y luego queda totalmente inmóvil.

Pom Pom, Pom Pom, Pom Pom

Su corazón, contra todo pronóstico, contra cualquier apuesta que otro pudiera haber hecho minutos antes, sigue latiendo y el capitán, hunde su garra en el pecho de la joven, la yema de sus dedos recorren la suave y resbalosa superficie, debido a la centralización de la circulación en su cuerpo agonizante, las venas coronarias rodean el corazón como una gigantesca red hiperingurgitada, al estirar de él, las venas cavas, pulmonares y aorta se estiran extracorporalmente haciendo que Agueda se estremezca una vez más agitada por una sensación que jamás puede sentirse en vida.

Los vasos palpitantes son segmentados con el anteriormente usado cuchillo y un chorro de sangre baña por completo el rostro de la mutilada chiquilla que consigue alzar la cabeza entre temblores para ver al Capitán Halle elevando sobre él, victorioso, a modo de trofeo, el corazón latente.

Con una apertura desmesurada, el corazón es introducido en una enorme y oscura garganta, y como si, la visión de su propio corazón, fuera lo último que mantuviera a Agueda con vida, a la chica le cae la cabeza hacia atrás, totalmente muerta, en esa bañera de sangre que al llegar había sido una mesa de piedra.

El Capitán se gira sin más y se va, sin su corazón, Agueda ya no le resulta estimulante, y ahora, con una mirada de soslayo al respetado coronel, observa a Amanda, quien en la sonrisa del Capitán puede ver la más afilada maldad, y de sus entrañas puede oir hasta tres corazones palpitando simultáneamente.

Tras él, el resto del regimiento, se ha acercado a Agueda, su cuerpo, de pecho, manos y pies mutilados, servirá para satisfacer los instintos más básicos y primitivos del putrefacto batallón

Gute nacht, schweinchen

Cuando las tropas empezaron a caminar hacia el banquete servido encima de aquella mesa el Coronel golpeó el suelo con sus imponentes botas, el sonido fué como un trueno en aquel espantoso cuartucho alejado de la mano de Dios.

Con aquel simple sonido todos se detuvieron, guardando su posición. Al fin y al cabo tenían un cuarto lleno con los cadaveres de sus compañeros, ya se saciarían con ellos. Esas gemelas merecían otra cosa.

Herzog observó el estado en el que el Capitán había dejado a Agueda. Precioso.

La otra zorra empezó a balbucear estupideces, si hablaba de aquello como de un juego o bien aún no se había dado cuenta de lo que le esperaba o ya había perdido la cabeza, en cuyo caso aquello sería una desilusión enorme. Aún así quizás librarla de las cuerdas podría ser divertido.

Mientras rumiaba sobre esta cuestión un chirriante carrito metálico -el típico con el que traían la comida en los hosteles- súcio y oxidado pasó entre sus huestes, arrastrado por el pequeño Jacky. Parece que iba aprendiendo. El carrito rechinaba de tantos objetos, armas y enseres metálicos que llevaba encima.

Se frotó las manos mientras de su pistolera sacaba una enorme jeringuilla verde, en su interior parecían flotar anillos o algún tipo de collar.

Lo hundió en el cuello de Agueda y esta abrió los ojos como si le hubiesen disparado. Abría y cerraba la boca como un pez intentando respirar. Cosa que por otra parte ya no le hacía falta. Al momento repetía la acción con Amanda, que solo notó como un líquido muy helado invadía su organismo.

Herzog observó a Agueda. El capitán la había deshecho tanto que seguramente ya nisiquiera sentiría dolor físico, pero no iba a librarse de ver como torturaba a su hermana. Por si esta intentaba cerrar los ojos el capitán sacó un cuchillo del carrito y le cortó los párpados. Luego la tiró al suelo como si fuera una bolsa de basura llena de visceras y entrañas...

- Ts::w*er/twan W//a•le S#neit;ch

... le dijo a Jacky en una lengua aveces impronunciable que no debería ser pronunciada en este mundo, tras lo cual el pequeño deforme cogió la cabeza de Agueda y con ella apuntó a Amanda como si lo que llevara entre manos fuera una cámara.

- Lo he penussado, y vuoy a dejarrrrte librrrre. Peleemos!

... le dijo Herzog a Amanda mientras se acercaba a ella para soltarle las cuerdas. Herzog empezó a cortar y las cuerdas empezaron a caer... acompañadas de ambas manos. Cuando los muñones de la chica quedaron libres los soldados empezarón a reir y darse palmadas a la espalda. Repitió la escena con los pies recibiendo los golpes de unos muñones que le pintaban de rojo la cara y el uniforme. Los pies de Amanda quedaron amputados, rodeados por las cuerdas que los habían atado a la silla.

El Comandante cogió a Amanda y la dejo de pié...

- Pe-game!!!

... le dijo ofreciendole un gancho de carne que había cogido del carrito. Amanda apenas aguantó unos segundos de pie, sus muñones ensangrentados la hicieron patinar y cayó de culo. Así que el coronel le metió el gancho -que tan bondadosamente le había ofrecido y que ella tan indecorosamente había rechazado- por las costillas izquierdas y la levantó en vilo hasta dejarla caer sobre la mesa. El golpe sobre la misma salpicó sangre de su gemela sobre el pecho de Herzog. No pareció molestarle, siempre había sido un coronel muy campechano.

Mientras silbaba cogió dos clavos -tan largos como bates de beisbol- y mientras silvaba clavó a Amanda a aquella mesa. Tras el tercer golpe ambos clavos asomaban ensangrentados por los bajos de la mesa.

Amanda escuchó la voz de su padre dándole ánimos. Diciendo que todo iría bien. Le pedía perdón, si el no se hubiese trasladado de México a Noruega, sus dos hijas aún estarían bien. Luego lo vió, su cara amable y triste a la vez, su tez morena era una marca de sus origenes Mexicanos. Amanda notó incluso como este le acariciaba suavemente el rostro, y luego como su mano empezaba a acariciarle los pechos. Amanda vió que su padre estaba junto a ella, como este empezaba a desnudarla y mientras seguía pidiendole perdon, diciendole que la quería, que todo saldría bien, que era su culpa que estuviese allí, este la desnudó completamente y empezó a poseerla allí mismo, encima de aquella mesa. Las embestidas eran tan fuertes que los clavos la desgarraban a la vez que saltaban astillas de la propia mesa.

Jacky levantó en vilo la cabeza de Agueda -y el despachurrado cuerpo que colgaba de la misma- para que esta no se perdiera ni un detalle.

Al cabo de unos veinte minutos ya no quedaba nada de la ilusión así que Herzog dejo de montar a aquella zorra que quería un cuerpo a cuerpo con él. No podría negar que se lo había concedido!!!

Era una lástima que fuera una hispana, porque realmente era una chica fuerte... y sus hombres aveces tenían necesidades...

...Aunque quizás...

Cogió un bisturí y observó que este sí cortaba, dibujó una línea desde la frente hasta la barbilla y luego metió sus sucios dedos bajo su piel, tirando de ella con fuerza hacia ambos lados, separando la piel como si fuera el reverso de una pegatina y mostrando un rostro de un rojo brillante.

Amanda seguía gritando y golpeándole con brazos y piernas mientras le decía cosas a las que el Coronel no prestaba atención... estaba demasiado concentrado.

Horas después...

El cadáver de Claire y los trozos del de Brenda estaban en el suelo, completamente rojizos. Amanda lucía ahora una piel clara –surcada por alguna que otra cicatriz de cosido- más apetecible, pero aquellos ojos marrones... El Coronel negó con la cabeza y sacó un soplete de entre la miríada de objetos de aquel carrito.

Tras quemarle varias veces los ojos desde una distancia prudencial para que no estallaran, a Amanda empezaron a desprendérsele la retina e incluso el iris, quedando sus ojos blancos repleto de venas rojizas.

Y el pelo, ese maldito pelo oscuro, Negro... Asqueroso.

Herzog comenzó a arrancárselo a estirones que muchas veces se llevaban tras ellos tiras y trozos de piel. Cuando la vió absolutamente calva cogió uno de los cascos nazis, se lo puso en la cabeza y a base de martillazos se lo clavó a la misma. Tras esto, con una sonrisa vació por completo la jeringuilla verde a través de uno de los lagrimales de Amanda.

Pronto no sentiría dolor, solo hambre. No tendría sentimientos más allá del odio por todo lo vivo y lo humano, sobretodo por lo impuro.

¿Horas? más tarde...

Agueda despertó sobre una mesa vacía y se incorporó en una habitación oscura. Una luz tintineante se encendió en algún sitio y vió frente a ella a Amanda. O aquello en lo que habían convertido a Amanda. Desnuda salvo aquel casco nazi sujeto a la cabeza mediante clavos, con su cuerpo lleno de cicatrices que indicaban los lugares en que habían cosido la piel de sus amigas a la suya.

Agueda se imaginó porque la habían vuelto a recomponer... para que su hermana la matara en algún rito iniciático. Le gritó:

- No lo hagas!!! mientras con sus manos intentaba apartarla de sí...

Pero con sus manos solo tocó un helado cristal en el cual se repetían todos sus actos. “Eso” era ella!!!

Tras una vidrio reflectante tres figuras observaban la vieja sala de interrogatorios. Amanda sonreía al ver que su otra mitad había corrido su misma suerte, sonreía pensando en cuanta maldad podrían impartir juntas. El Capitán observaba casi relamiéndose por aquel trabajo, no solo había reconstruido aquella amalgama de órganos destrozados, sino que los había conseguido reunir con la misma forma que su hermana Amanda.

Y por último, la tercera figura observaba con gesto serio. Subió al hombro a Jacky para que observara los úlimos momentos de vida de un alma. Pronto se convertiría en una de ellos, con un alma tan oscura, llena de bilis y odio como la suya propia. Al final la sonrisa macabra de Herzog afloró mientras decía una sola frase, refiriéndose a las nuevas gemelas.

¡¡¡Lo que Dioos haa unidoo, que no luo sseparrre el hombrrre!!!

Agueda esta estirada en la fría piedra, no siente, no puede hablar, no puede moverse… tan solo oye sonidos distorsionados como si vinieran de lejos o incluso no vinieran de ese mismo lugar. El tiempo se ha detenido y solo ve oscuridad, una oscuridad que la arrastra hacia un mundo desconocido.

Pasan segundos, minutos incluso quizás horas. Abre nuevamente los ojos, una luz tenue ilumina la sala. Sigue estirada mirando el techo, tenía la sensación que todo había sido una horrible pesadilla y que estaba estirada en el frio suelo de su habitación de México, cuando era niña pasaba horas estirada en ese lugar mirando el techo y soñando con los ojos cerrados.

Se endereza y se queda sentada, aun medio somnolienta y con los ojos medio cerrados. Al cabo de unos segundos los abre totalmente y el cuerpo se le queda paralizado al observar que todo lo ocurrido no había sido una pesadilla. Mira hacia todos los lados, se encuentra en una pequeña estancia.- como puede ser….- se preguntaba confundida a la vez que se miraba las manos y veía que tenía los 10 dedos o lo que parecían ser dedos, pero mal cosidos, deformes y de distintas tonalidades de piel… como si no fueran de ella.

Con un poco de dificultad se pone de pie y observa como a pocos metros esta su querida hermana o lo que queda de ella- Amanda….- consigue decir con un tono ahogado pero sin conseguir respuesta, estaba aterrada… esos engendros habían mantenido a su hermana en vida para que la mataran por ellos - No lo hagas!!!-dice intentando sacar fuerzas de donde ya no habían apenas.

Al intentar apartarse se percata que es un espejo, rapidamente da un paso hacia atrás. Con una de sus manos se acaricia el rostro y observa como lo que creía que era su hermana es ella misma. Comienza a gritar y a llorar de rabia, golpeando y tirando lo que encuentra por en medio al espejo-NOOOOO!!!!- el espejo comienza a ensuciarse de sangre, de los mismos fuertes golpes que da. NOOO NOOO NOOOOOOOO!!!!- repite sucesivamente, se había dado cuenta que estaba reconstruida y con “vida”…. Era una de esas cosas

Amanda quería luchar, pero el maldito coronel no le había dado una oportunidad limpia, ¿cómo iba a luchar si no tenia ni manos ni pies? Era retorcido, muy retorcido.

- Hijo de puta... no te atreves a luchar contra mi limpiamen... GAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH- grita Amanda de dolor cuando el coronel le clava un gancho en el costado y la levanta hasta la mesa junto a su lado.

Ya no tenía palabras, ya no sabía que decir, solo dolor, mucho dolor. Le dolía saber que su hermana estaba al lado de ella viéndola sufrir, cuando por fin parecía que todo había acabado, que su hermana ya estaría descansando... la resucitó.

Acto seguido comenzó la "crucificción" a la mesa con enormes clavos, eso no era nada con lo que venía a continuación...

Su propio padre estaba ante ella, pidiéndole perdón y que la quería... ¿tanto había perdido la cabeza?

<<Papá, no pasa nada... de verdad... tú no tienes la culpa... he sido yo, solo yo... no he sido fuerte... tenía que haber sido más fuerte... Espera papá... no hagas eso... no me quites la ropa... ¿por qué haces esto? No... no... esto está mal... para... para... no no... PAPÁ NOOOO! ¡PARA! ¡PARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!>>

- PARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.

Lo peor para Amanda era saber que no era su padre quien la violaba, sino el coronel muerto...

Tras varias horas de reconstrucción corporal con nada de anestesia...

Dolor, mucho dolor. Eso es lo primero que siente Amanda tras despertar en la fría mesa de piedra. Está desatada y esos zombies parecen felices... ¿por qué?

Espera un momento... ¿por qué siento las manos y los pies de nuevo? No me los habían cor...

Amanda deja de pensar de repente, no puede ser, es blanca... blanca... Amanda pone una sonrisa de oreja a oreja al ver que es blanca.

Pero eso no es lo peor de todo, lo peor de todo es el hambre que siente y el indescriptible dolor de cabeza.

¿Por qué tiene tanta hambre? ¿Por qué se alegra de ser blanca...? El dolor empieza a mitigar, eso es bueno para Amanda, piensa ella. Pero mientras el dolor desaparece, parece que su buen razocinio también...

Empieza a alegrarse de saber lo que le ha pasado, de saber que ha dejado de ser hispana, de saber que ha dejado de ser humana...

- NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!- grita Amanda mientras cae de rodillas con la cabeza cogida entre sus manos.- ¡YO NO QUIERO ESTO, NO! ¡MATARME! ¡QUIERO MORIR HIJOS DE PUTA! ¡QUIERO MORIR A SABER QUE VIVIRÉ JUNTO A VOSOTROS, PUTOS ZOMBIES NAZIS! ¡VOSOTROS MATASTEIS A MIS AMIGOS! ¡VOSOTROS MATASTEIS A MI HERMANA! ¡YO OS MATARÉ A TODOS!

Amanda cae de espaldas al suelo y empieza a convulsionar, suena un Clank, clank cada vez que Amanda golpea con la cabeza el suelo... 

De repente empieza a oscurecer más y más, los pensamientos empiezan a desaparecer, solo queda la ira y el odio... la venganza. Oscuridad y nada más.*

Varias horas más.

Amanda despierta dentro de una vieja sala de interrogatorios. Se siente estupendamente bien, aunque muy enfadada y no sabe porque. Olfatea el ambiente (me imagino que los zombies tendremos buen olfato xD) y ve a su "padre".

El coronel la mira directamente a los ojos, parece contento y Amanda también se siente feliz... ¿Por qué? Hace un momento lo odiaba, quería matarlo... ¿por qué ahora se siente feliz al ver contento a ese demonio?

Amanda se levanta y mira por el cristal de interrogatorios y ve algo fascinante... Su hermana sigue viva.

Una macabra sonrisa se forja en su cara, unos macabros pensamientos cruzan su mente, y no sabe porque, pero su concha está muy humeda, le gotea sin parar la entrepierna.

- Tengo hambre... muchita haaaaaaaaaaaaaaaaambre... Jijijijiji. Padre... ¿que hay de comer?

Tras pronunciar esas palabras un intenso dolor de cabeza le entra a Amanda, la cara de alegria al ver a su padre se transforma en odio, pero es durante una fracción de segundo, todo ocurre muy rapidamente como para darle importancia.

Amanda vuelve a mirar a su hermana, está feliz, muy feliz... Sabe que juntas repartirán mucho odio, que juntas comerán muchas vísceras... y que juntas obtendran su justificada venganza. Convertirse en uno de ellos no le ha hecho olvidar lo que ha pasado.

Amanda esperará pacientemente... y un día obtendrá su venganza... y tal vez una moto nueva

<<Sí, eso estaría muy bien...>>

La macabra sonrisa de Amanda se ensancha todavía más, la zombie motorista ha nacido.

Unas cuantas horas mas tarde....

Volvia a atardecer en el valle del terror. Todo volvia a una extraña tranquilidad. Un silencio sepulcral se extendia por todo aquel tenebroso lugar, tan solo interrumpido por esporadicos espeluznantes granizos. Toda esa legión de soldados no-muertos descansaba en sus respectivos aposentos despues de la orgia de sangre que hacia escasas horas habia acontencido en esa macabra sala, es esos terrorificos pasillos....

Volvia la oscuridad, que daría paso a la primera noche de las recien "nazificadas y zombificadas" gemelas! Una nueva No-Muerte les esperaba a partir de ahora. Una vida a las ordenes de su Coronel, que siempre las trataria con dulzura y encanto, pues de sus manos habian resurgido estas preciosidades putrefactas!!!

Sus pasados eran historia. Atras quedaban todos esos cuerpos descuartizados de los que fueron sus amigos en la otra vida. Ya nada importaba, tan solo saciar ese hambre infinito!!! Un fulgor radiante, una adrenalina mortal recorria los cuerpos de las anteriormente conocias como Agueda y Amanda!!!

Dos chicas, dos hermanas, que llegaron a este yermo paraje donde la maldad reina, donde reside el horror, donde ni Dios se atreve a pasar.... Hermanas, aunque no demasiado afines, pero que venian a disfrutar de un fin de semana de diversión, dos dias de muerte, y es precisamente eso lo que encontraron!!! Pero hallaron mucho mas...

Queridos espectadores, fijaos como es la No-vida... Tan distintas eran antes estas gemelas, y tan iguales ahora. "No hay mal que por bien no venga" dicen por ahi... No hay mejor que un poco de liquido verde para que estas dos zagalas acaben siendo las mejores amigas y hermanas del mundo mundial!!!! Una vida eterna juntas! Una muerte sin fin de sanguinario sufrimiento y diversion!!! Pobres desgraciados los que osen ponerse delante de estas dos nuevas asesinas!!!!

Aunque los sentimientos de tristeza, rabia y venganza aun moran en sus mentes cada vez mas descompuestas, no tendran mas que esperar a la noche y probar por primera vez la carne humana para olvidar esas sandeces!!! Pues la agonia de los demas, les haria olvidar su propia pesadilla....

Dos nuevas soldados para esta gran familia feliz!!!! Quien nos iba a decir que toda esta historia acabaria de esta forma tan idilica!!!! Ironicamente hablando, por supuesto....

¡¡¡MUCHO CUIDADO!!!! ¡¡¡EL CORONEL TIENE DOS NUEVAS ALIADAS!!! ¡¡¡LAS GEMELAS MORDISQUEAN DOS VECES!!!!!

Y a esta humilde voz en off solo le resta decir....

¡¡¡¡COLORIN COLORADO!!!! ¡¡¡¡VUESTRA PESADILLA SE HA ACABADO!!!!!

¿O NO?

¡¡¡¡¡MUAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!

Venga chicos!!! Animad esas demacradas caras!!!! Ya vendrán nuevos, deliciosos y jovenen montañeros a quienes devorar tranquilamente!!! Ahhh!!! Y despediros como Hitler manda!!!!