Partida Rol por web

— Permanecer con las armas listas —

— No sabemos donde están el gallego y la birras. Puede que estén de regreso por los conductos. Vamos a darles más tiempo.   No armemos follón hasta que no haya más remedio. Que nos liamos a tiros y ya no hay vuelta atrás. — ya podía imaginarse las portadas de los blogs de noticias con el video de las cámaras de seguridad mostrando como se fugaban de las instalaciones dejando un reguero de sangre. 

— Chispas ¿Cómo va eso?— preguntó mientras repasaba en su mente lo que conocía del catálogo de naves. 

Sigo con sigilo caminando hacia el hangar a través del túnel de ventilación (quiero pensar que antes de dividirnos, habíamos quedado en que nos veríamos todos -nos esperaríais- en el hangar antes de usar la nave de escape). 

al escuchar las palabras del cabo, me desanimo un poco, "nunca dejan a Eduardo ser Eduardo" digo desanimado, pero igualmente me quedo con las armas lista para poder usarlas cuando fuera necesario, aunque primero deberíamos encontrar al gallego y a Birras, o esperar a que llegaran, por lo que todavía iba a tener que esperar para empezar la fiesta y divertise.

Paula "Birras" siguió con su imparable avance hacia la nave, corriendo era probable que llegase antes pero podría acabar montando un escándalo que acabase por delatar su posición.

Xervasio culo inquieto como era, empezó por despelotarse para acabar quedándose con lo justo y necesario para tapar sus vergüenzas. Todo formaba parte de un plan por crear más confusión a la que había en aquella sala, sin embargo desconocía si aquello funcionaría hasta que no se encontrase cara a cara con "sus compañeros". Una vez despelotado empezó a recorrer aquel lugar de arriba a abajo mientras sisaba cada cosa de interés que se encontrase: un bocata de chorizo sintético que daba bastante el pego, según pudo comprobar tras un par de mordiscos; una botella de DYC, un whiskazo de la España profunda envejecido por 20 años el cual se encontraba en la cajonera del escritorio que se encontraba más al fondo (la del jefe de la aduana). Sin embargo el premio gordo fueron dos pistolas más, del mismo modelo (glaucas) que las que encontraron entre las pertenencias del tío del labo. 

Y mientras todo esto sucedía, Baldomero llevaba un rato encima de la nave, o más concretamente debajo del controlador del piloto. Su experiencia solucionando marrones y mierdas varias le había enseñado que cortando el cable que conecta la clavija de arranque con el cuadro de mandos y redirigiéndolo formando un bypass podía funcionar para arrancar un modelo sencillito como aquella nave en la que estaban. Sólo quedaba probar y rezar... Tras un segundo de tensión, algunos pilotos se iluminaron en el interior de la nave y ninguno indicaba ninguna emergencia. Además el tanque de combustible estaba lleno,

¡Al menos por esa parte todo eran buenas noticias! Sin embargo pronto se acabaría lo bueno, y es que el equipo que fue a comprobar la alarma que debió generar Xervasio se dispuso en torno a la puerta y tras organizarse como un comando táctico, abrieron la puerta de un golpe seco antes de ponerse nuevamente a cubierto. Se avecinaban balas por ese lado...

Por si no fuera poco, al este se escucharon unos gritos de celebración. El que se comió la bomba improvisada que le arrojó Birras acababa de recuperar la consciencia... 

-Xoder! me ha tocao el gordo!!

... exclamé; un bocata chorizo -low cost, joder, ya podría ser Ibérico-, y una genuina botella de Segoviano de 20 años... uf .,... nectar selecto para mi paladar! ... a la mierda las pistolas... bueno, no, me las quedo... emm... mierda, estoy con ropa en "servicios mínimos"...

Me meto las pistolas en la cinturilla del tanga, pero... joer, que se caen... Xervasio, organízate!!!... Vale, una va atrás, que la sujeto entre las cachas del culo, que para eso lo tengo redondito, nada de culoplanismos; la otra, con un par... delante, y con el seguro bien puesto, no sea que se me vuelen las pelotas.

Y ahí estoy, tan feliz, en una sala llena de humo que... no se que tendrá este humito que me está colocando... zampando bocata de chorizo, que llevaba sin comer ni se sabe cuanto, y dando lingotazos al Dyc... Joer, se puede acabar el mundo y que se olviden de mí

Tal momento de felicidad se vió truncado cuando dieron un patadón a la puerta, asomaron las cabeza, y fugaces como la paga, las retiraron....

... Describamos... lo que vieron en ese flash... un negro en tanga con un bocata en la mano y dándole un lingotazo a una botella, rodeado de humo.... Si fuese otro contexto... pensarían que habían dado con una despedida de soltera, y el stripper estaba en pleno curro, y además, empalmado (la pistola, de culata negra, asomando por la parte de arriba del tanga, podría causar esa impresión en un vistazo rápido)

Solo me da tiempo a decir -¡EH! Cerrad!!  ... y no quiero ni pensar la impresión que se habrán llevado.

Pero del susto se me quitan las ganas de seguir con el bocata; en cuanto sus morros han desaparecido del marco de la puerta, a toda prisa me pego a la pared donde está la puerta, y saco la pipa que tenía en el frontal de los gayumbos, pero con cuidado, oiga, que la mirilla puede hacerme una rozadura en lugar sensible y no es plan.

Pipa en mano, whisky en la otra, me asalta la duda, de si sacar también la otra pistola, o dejar la botella... casi lloro por tener que tomar la decisión, pero también echo mano a la pistola que tenía por detrás, y ahí queda, abandonadita, a medio terminar, la botella del Dyc, que medio contenido ya está en mi cuerpo serrano; ahora una ración de polpo y ya sería más feliz que una perdiz

- ¡¡Serrano!! ¡Este gatito ya ronronea! ¡¡Salgamos de aquí cagando leches!! -dijo saliendo saliendo de debajo del cuadro de mandos con la gracilidad de una foca monje- Como no nos demos prisa esto se va a llenar de zipayos, ¡la hostia!

Baldomero sabía que un par de sus compañeros no habían llegado a la nave, pero le importaba un pimiento. Cogiendo su CETME, fabricado por Bonifacio Echevarria en Eibar como todo buen arma de fuego española, se acercó a la parte trasera abierta de la nave donde estaba agazapado Balvosa.

- ¡¡Balvosa!! ¿Pero que hostias haces? ¡¡Dispara o algo!! mecawen dio...

Voy a tratar de apurar el paso, porque aún no viéndolos se que éstos son un poco impacientes y se pueden venir arriba y dejarnos aquí tirados, si fuera al revés, de estar ellos aquí y yo esperando, no habría ningún problema, porque no me movería o incluso iría a buscarlos, pero éstos jajjaa, éstos salen por piernas fijo, haciendo ruido además, porque son así.

Como escuche ruido -contundente- entonces sí que paso del sigilo y echo a correr hacia el objetivo, que espero no salir de éstos putos túneles y encontrarme yo sola, y que todos hayan largao. Porque entonces sí que pueden acelerar bien fuerte porque voy tras ellos aunque sea lo último que haga en mi puta vida - con ésos ánimos voy más contenta y animada hasta el punto de reunión.

— ¡Buen trabajo Baldomero!.  —  Andrés se sentó de un salto en la silla de piloto y empezó a tocar botones y comprobar cosas. Que si el compresor de agua, el radiador y la junta de la trócola. Todo estaba en orden. A través del parabrisas de la nave vio que los LEJIAS se arejuntaban en la puerta en plan comando

 — La cosa se está complicando. No se que coño pasa pero me da a mi que alguno de esos dos están ahí dentro o puede que incluso estén los dos ahí atrapados — 

 — Balvosa. Fuego de cobertura.  — dijo mientras preparaba las armas de la nave por si hacia falta recurrir a los fuegos artificiales. 

no necesitaba que el cabo, ni un vasco me dijera que tenía que hacer, había que disparar a los lejias que iban a por el gallego, por lo que sin dudar un momento, levanto mi CETME y sin mas dilación comienzo a disparar -fruck ist spaglis- grito en un intento de ingles, para que pensansen que no somos españoles, aunque posiblemente ya lo había disipado ante cualquier duda.

Paso del sigilo y me muevo rápidamente hacia donde debían de esperarnos, es decir, en el hangar.

Xervasio permanecía agazapado en un lateral, presto a recibir la que se le avecinaba. Sus nervios eran palpables tal y como evidenciaba una gota de sudor que se deslizaba por su negro mentón hasta que acabó por chocar con el cañón de una de las pipas que estaba portando. Sentía la presencia al otro lado del muro del escuadrón que le estaba cercando, un escuadrón de la muerte si no andaba fino.

De pronto sonaron disparos y muchos pasos, ¿cuántos fueron? Tal vez más de una veintena.

Al otro lado de la sala, sus tres compañeros habían asomado medio cuerpo de la nave y habían abierto una ráfaga de tiros que había puesto a todos en huída menos a un pobre diablo, la bala entró por el visor de su casco y le reventó la cara como si de una sandía madura se tratase. Su cuerpo se encontraba inerte junto a la puerta.

Se había terminado el sigilo, Paula ya estaba desplazándose ruidosamente por el conducto pero sus enemigos tenían otras preocupaciones: ponerse a cubierto e intentar franquear a todos para acabar con aquel intento de huida. ¡Ya se habían ganado el garrote!

Sin embargo los primeros disparos de estrellaron en la nave sin consecuencias...

Jaleo.. muucho jaleo; bien eso es una distracción, fuego de cobertura o lo que quieras llamarlo, pero no voy a quedarme aquí mucho rato para decidir que gaitas es...

Lamentablemente, decido abandonar la botella, y salgo cagando leches por la puerta en dirección a la nave, mientras voy pegando tiros a ciegas, pero a donde se supone que están los que nos tienen que detener; a ver, sin animadversión, solo quiero que pongan a cubierto y no se líen a pegarle tiros a mi negro culo, que con un ojaldre de salida, tengo bastante...

-Non disparéis que soy compañeiro, carallo!!!!

... grito mientras corro... a ver, creo que los míos ya saben que soy yo: por el careto, por que soy el único negro que han visto por aquí, por el acento gallego, porque digo que soy compañero, y... ¿quien cojones se pondría a correr en tanga de leopardo? ... el gallego, si es que ya me conocen...

... Y con esas, más o menos, alcanzo la nave y me meto dentro....
 

El humillo de la ráfaga de disparos se fue disipando y a través del cristal, Andrés vio uno de los soldados desparramado en el suelo con pinta de estar bastante muerto y como los otros se había parapetado en un lateral para poner a cubierto sus culos. Y entre todo eso, la puerta de la sala se abrió y alguien  salió de allí 

— ¡Coño! ¡Es Xervasio!—  gritó Andrés señalando al negro en tanga que venía echando hostias pa´ la nave. 

— Fuego de cobertura.—  ordenó otra vez. — De cobertura.—  apuntilló — No le voleis la cabeza a nadie más—  por si acaso no se había entendido bien del todo mientras que él iniciaba la secuencia de despegue que aunque parecía cosa sencilla tenía su miga. Solo faltaba Birras. ¿Donde coño estaría? Su parte del plan había salido bien. Vamos que había tirado la bomba en el sitio correcto sin armar más follón. Así que Andrés imaginó que debería estar viniendo de vuelta por el conducto. 

habíamos conseguido matar uno de los lejias del escuadron que estaba a punto de ir a por el gallego, por lo que continuo mi rafaga de disparos sobre los "enemigos", y apunto he estado de dispara al negro en tanga y con una pipa en cada mano, pero con la exclamasión del cabo, me doy cuenta de que es el gallego que ha salido cagando leches de donde estaba "¿pero que coño se le ha ocurrido a este tio para salir en pelotas" grito al verlo.

De pronto todas las piezas parecieron empezar a encajar: Xervasio aprovechó el momento de pausa que se produjo tras la cobertura de los disparos para echar a correr casi como llegó al mundo a excepción de un tanga y dos pistolas en cada mano (en realidad las cosas empezaron a encajar a su manera); Balvosa le cubría endemoniadamente bien, pero no logró impactar a nadie (cosa que aliviaría después al Cabo Serrano para frustración del propio Balvosa).

Una vez con el gallego a bordo, el Cabo (juzgando que Paula estaría al caer) se puso finalmente a los mandos del nuevo juguete que se habían agenciado gracias a las habilidades de Baldomero, y empezó a arrancarlo. En cuanto el aparato estaba listo para elevarse bajo el fuego inmisericorde de sus antiguos compañeros, Birras terminó por hacer acto de presencia por la entrada opuesta (tras un lento recorrido por todos los conductos).

Todos estaban listos y a bordo, aquella era la señal que esperaba el Cabo Serrano (también piloto en aquel momento) para empezar a levantar el morro del vehículo. Todos intentaban pararles pero las balas no podían hacer nada contra el blindaje reforzado de la nave en la que estaban, un par de disparos de las armas con las que la nave estaba equipada y un par de naves se fueron a tomar por culo. Los bienes que les reclamaban eran cuantiosos y un par de naves del MALEJ no engordarían demasiado la cuenta y serviría para acojonar lo suficiente a los Lejías que podrían tener la tentación de intentar darles caza. Otro par de disparos más, esta vez a las grandes puertas que constituían la dársena de acceso, y todo aquel lugar se despresurizó. 

El cadáver del Lejía muerto por los disparos empezó a flotar, los compañeros del difunto sus se dieron cuenta del peligro real y activaron sus botas magnéticas de un taconazo para adherirse a la superficie. Ya no había nada más que hacer y aunque los refuerzos que tanto esperaban acababan de llegar sólo les restaba esperar a que el chaparrón pasase, o lo que venía a ser en ese caso, ver a los cinco Lejías más buscados del Universo marcharse.

Una vez se tomaron unos segundos para analizar la situación en la que estaban, advirtieron que el medio de transporte en el que estaban se trataba de un modelo de carguero equipado con armas de defensa para protegerse de ataques de piratas ingleses. El lugar del que la habían sacado y de donde habían huido, al final resultó ser una de las varias estaciones de terraformación del planeta Finisterre. Estaban en el área de detención de dicha estación hasta aquel momento desconocida para ellos.

Y frente a ellos estaba la infinitud del universo.

La negrura del espacio nunca más había equivalido a libertad como en aquel momento, antes resultaban más hogareños los satélites, o las estaciones enclavadas en planetas en diferentes estados de terraformación. Sin embargo, en ese momento aquel manto salpicado por puntos de luz de tamaño variable equivalían a un sinfín de destinos en los que debían cuidarse en todo momento de mirar siempre por encima del hombro...

Pero ese era el precio que debían pagar si querían vivir en aquellos momentos.

-Joder, tíos, gracias por salvar mi negro culo y lo demás

... Nada más despegar, me he puesto a registrar la nave... sobre todo porque veo que todo el mundo anda vestico adecuadamente, y yo por el mundo en paños menores, como dando malas ideas a gente inadecuada... cuando por fín encuentro un traje táctico como el de los demás, deshago el striptease y me lo pongo... uf... que tranquilidad