Partida Rol por web

Baldomero tapó el micro para que Nicolás no les escuchara:

- A ver, cojones, me estoy perdiendo. ¿No se supone que este tipo puede ayudarnos? Hagamos que Nicolás le diga que ha contactado con nosotros y cree que somos inocentes. Que nos den una oportunidad de probarlo. El que contrato a Nicolás para que nos contratara ESPECIFICAMENTE a nosotros algo sabrá del asunto. ¿Que otras opción nos queda? ¡Joder!

Eso mismo, una pista de nuestro paradero, ese podría ser el as, y así montamos una encerrona de cuidado a esos garrulos

-Joder tios, yo que se... me estoy perdiendo en estas movidas de espías; lo mío es repartir estopa, cuadrarme, y seguir repartiendo estopa... Yo le preguntaría quien ha salido ganando con la movida del incidente con los ingleses: alguien tiene que haber sacado algo en claro del tema ese, porque nadie monta un pofostio si no tiene un motivo... al menos, yo cuando cago, es que tengo un motivo, grande y marrón, como mi poll... emm.. perdón

— Schhh. Callaros coño. Que le estáis poniendo nervioso — dijo Andrés tapando con la mano el micro.

— Nicolás.— quitó la mano — Sigue el plan cojones.—

— Verá.— respondió el niñato al Teniente Coronel

— Los franceses me contrataron para ayudar a escapar a los españoles del tema de Finisterre. Era la guinda de un plan perfecto. Ellos destruyeron la delegación inglesa y dejaron escapar a la escolta española.  Sabían que todo el mundo culparía a esos pringaos. —

— Los fugitivos no están con los franceses, Teniente. Usted sabe tan bien como yo que esos cenutrios no hicieron lo de Finisterre. Ellos solo son las cabezas de turco del enrevesado plan franchute.— 

—¿Eh? —Preguntó sorprendido el Teniente Coronel Arzallana—. Eso de lo que hablas es traición... Supongo que tienes alguna prueba de que no me estás haciendo perder el tiempo... Muéstramela y vemos cómo podemos enfocar esto porque ahora mismo la diplomacia está resultando muy delicada.

— Esa es la cuestión Teniente, esos pringaos me robaron las pruebas y ahora quieren hacer un trato. Tenemos que limpiar su imagen, publicar que las investigaciones hechas han demostrado que eran inocentes y que todo era parte de una trama internacional. Entonces ellos nos entregarán las pruebas y podremos demostrar que los franceses están detrás de todo este tinglado.—

— A ver si cuela — Andrés cruzó los dedos y miró a los demás esperando que el Teniente se comiera el farol. Si no era así solo podían hacer una cosa. Explosionar la bomba y que todo se fuera a tomar porculo. Seguirían siendo unos fugitivos contrabandistas de marisco pero más vale eso que morir en una cárcel inglesa.

Baldomero se llevó las manos a la cara en claro gesto llamado desde la antiguedad facepalm, un anglicismo asqueroso que se había introducido en el idioma español muchos siglos atrás.

- ¡La madre que te parió mi, cabo! Con tanta mentira luego no va a haber Dios que nos crea... yo haría borrón y cuenta nueva y reventaría a esos dos hijos de puta y seguimos con los percebes, que se nos está dando bien. ¿Que os parece compañeros? ¿Fuegos de artificio con vísceras y tripas? Yo se que estás conmigo birras...

-Voto por hacer explotar el petardo... total, con lo que costó metérselo por el culo... cualquiera lo saca; será más fácil detonarlo y a la mierda. Un gilipollas menos en el Universo, y el otro... daños colaterales.

Andrés giró la cabeza y miró a Balvosa y se encogió de hombros como preguntándole "¿Qué? ¿Qué dices tú?". Era una simple formalidad. Todo el mundo allí sabía que Eduardo hubiera apretado el botón hace media hora pero ciertas cosas necesitan un procedimiento, un protocolo. Si aquello iba a cambiar sus vidas para siempre, todos debían estar de acuerdo.

miro a mis compañeros con cara de sorpresa y tapo con la mano el microfono, "¿estaís diciendo que tengo permiso para enviar al niñato al cielo con una bonita explosión?" y sin esperar respuesta, acerco mi dedo al boton que acciona el explosivo y lo acaricie con el, y una sonrisa en la cara comparable a la de un niño que ha recibido el regalo que deseaba.

Silencio... El maldito Nicolás no tenía nada para decir o no quería decir.

—Sólo tienes palabras. —Dijo el militar con evidente desprecio, sin embargo parecía haber tomad una resolución—. Aún así las palabras pueden hacer mucho daño sobre todo si nos pintan como idiotas en manos de un tercero. Lo siento pero...

No hubo tiempo para saber qué iba a seguir a aquellas palabras, los tripulantes de la Jocántaro habían tenido suficiente de aquello, no había esperanza para ellos. Tan sólo seguir siendo exiliados en medio del universo... Lo bueno de todo es que el universo era muy grande y ellos tan sólo una aguja en el pajar.

Balvosa presionó el botón y un fuerte ruido sonó antes de quedar interrumpido por la estática.

Cuaderno de Bitácora estelar, año 44 093 UR. De camino al Planeta Temboury (Galaxia Galopín, cuadrante 83).

Esta va a ser mi última entrada, empecé todo esto con la idea de intentar limpiar nuestros nombres sin embargo llega un momento en el que tenemos que aceptar nuestros destinos. En el fondo y a falta de pruebas creemos que todo ha sido orquestado por una fuerza mayor tal y como atestiguan los tambores de guerra que se escuchan hoy día.

Será cuestión de tiempo el que el telón caiga y se sepa quién estaba en las sombras orquestando todo.

Hace un mes la pérfida y vieja Albión declaró la guerra al Imperio Español al no considerar fondo suficiente en las justificaciones al respecto de lo sucedido en los alrededores Finisterre. Los españoles a su vez reaccionaron invadiendo el propio planeta Albión donde empezó nuestra escolta como queriendo subrayar los actos que nos encalomaban, el orgullo patrio desde luego que no tiene rival en el universo.

En lo que respecta a la Jocántaro, ya no hay más Cabos ni soldados, ahora somos todos una hermandad y al igual que así decidimos terminar con el hijoputa del CNI o de dondequiera que fuese, de la misma manera tomamos todas las decisiones. No podemos dejar de mirar por encima de nuestros hombros pero la paga es mucho mayor y desde luego la calidad de vida pues podemos estar moviéndonos allá donde queramos, allá donde el dinero pague bien por una mariscada.

Bueno creo que eso es todo...