David se puso en pie jadeante todavía, con la herida producida por uno de los gules de Peste ardiendo. Apretó los dientes y tomo algo de aquel pestilente y cerrado aire.
- Fuimos invitados en el momento en que nos tendieron la trampa - Dijo sin mirar al vampiro. No quiso inculparle con sus palabras y por eso no dijo directamente que él había sido el que los había incriminado.
- Solo somos tres chiquillos sin nombre y un servidor - Se miró la herida y dio un suspiro. Tendría que alimentarse pronto, de eso no había duda. - Venimos con un tributo, para solicitar audiencia con vos - Hizo una señal a Eddie para que mostrase al chaval.
- Únicamente queremos saber quien nos ha vendido, y porqué - Apretó su puño - Y probablemente destrozarlo y presentar sus pedazos ante el señor Dukane para limpiar nuestro nombre - Esta última frase la dijo sin pensar, la sentía realmente salir de su pecho acelerado y bullente por el reciente combate y que era alimentado por el dolor de la herida.
David no tenía intención de combatir; sus posibilidades eran demasiado bajas. Así que dedicó todos sus esfuerzos en crear una especie de estado mental adecuado. Sabía que Peste era mucho más poderoso, por lo que debía hacer todo lo posible para resistirse a los poderes que podría intentar usar contra él.
Uso el punto de voluntad que tengo para: "Resistir cualquier tipo de influencia sobrenatural o dominación (dura toda una escena)."
En cuanto David se lo indicó, Eddie echó mano del desgraciado que habían dejado por ahí tirado; un par depasamanos rápidos para quitarle algo de mugre que se le había pegado, y hala, ya estaba más o menos presentable, en un estado de inconsciencia notorio, pero la sangre recorría sus venas, sangre joven, fresquita, como debería gustarle al.... Joder... que tío más rarito, pensó el heavy cuando se acercó más a Peste... y eso que él mismo era consciente de que sus propias pintas no pasaban desapercibidas, pero lo del... nosferatu este o lo que sea, ya era de nota... lo mismo era un cosplayer que les estaba bacilando, pensó por un momento... pero ya más de cerca,... va a ser que no, este tío es real...
Tras dejar el tributo en el suelo, sacó del bolsillo interior de la chupa vaquera el sobre negro, el jodido sobre negro, y lo enseñó para que quedase bien clarito quien eran ellos, por si quedaba duda alguna, y retrocedió un par de pasos... no le gustaba la presencia del tío este... preferiría estar en otro horror inconmensurable, como un concierto de OT o algo así.. se le ponían los pelos de los webos de punta solo de pensar en tal marronazo; sólo lo haría por una tía, y ya podría estar buenorra de cojones... una o dos, que eso ya sería un logro épico.
-Solo queremos saber... quien y por qué
No añadió nada más; era supérfluo.... y lo de hablar solo lo usaba para ligar, para estos temas solía recurrir a un par de hostias, pero como que algo le decía que no era la mejor de las ideas (eeehhh! que tanto andar con estos mendas, le estaba sintiendo bien!!, lo mismo le subía una décima el cocido intelectual ese)
Karlos se preguntó si él también acabaría así de deformado por los siglos y el alejamiento de la humanidad.
-Eso es. Cuanto antes lo sepamos, antes nos iremos. -Asintió, con la cabeza baja, mirando al suelo y los espectros, imitando a David.
Aquel tipo parecía molesto con su presencia.¿Cuántos de aquellos cadáveres pertenecerían a desgraciados como los que dejaban los rastros en la Red que él había seguido? ¿También ellos habían cometido la ofensa de llegar sin invitación?
Motivo: Mirar atentamente a los Espectros
Tirada: 3d6
Resultado: 3, 2, 2 (Suma: 7)
Activo mis sentidos agudizados y tiro Percepción para ver si reconozco a alguno de los blogueros desaparecidos en los Espectros remuertos.
Peste se quedó mirando el sobre y a aquella cuadrilla de vampiros que se había atrevido a entrar en su territorio buscando una respuesta. Una mueca similar a una sonrisa se dibujó en su cara. Sin embargo cuando habló parecía dirigirse a otra persona:
—Tenías razón. Tienen redaños.
Por el fondo del pasillo se escuchaban unos pasos firmes, seguros. De entre las sombras surgió la figura de Shunka, el lugarteniente de Dukane. Sonreía ampliamente.
—Míralos. Sabían que no podrían contigo pero aún así bajaron hasta aquí para enfrentarse a ti.— contempló el cuerpo que Eddie había dejado en medio de la alcantarilla —Y te trajeron un tributo incluso. Creo que saben manejarse ¿no crees, Señor?
Sólo entonces se dieron cuenta de la persencia de Lyren Dukane, el Príncipe de la Ciudad, que se había materializado tras ellos. A su alrededor una rata enorme jugueteaba observando a los vampiros fíjamente. Eddie la recordó al instante: la misma rata que hacía unas horas los perseguía por los callejones de la zona de marcha. Así podía observar el Príncipe lo que sucedía en su ciudad, a través de los ojos de sus animales familiares.
—Desde el momento que no abandonaron la ciudad albergaba una esperanza en ellos. Y eso se vio reforzado por la manera en que resolvieron todos los asuntos. Aunque me desagrada la manera en que insinuasteis a Víctor que podía haber un reemplazo de poder entiendo que estabais jugando vuestras cartas.
El duque caminó entre los vampiros neonatos.
—O quizás no... pero uno no puede aspirar a tener a gente competente a su favor si no es capaz de lidiar con cierta dosis de ambición. ¿No crees Peste? Queríais saber la respuesta a vuestras preguntas.— cogió el sobre de la mano de Eddie —¿Quién os vendió? ¿Y por qué?
Chaqueó los dedos y el sobre ardió en sus manos.
—Nadie os traicionó. Era una prueba para saber si teníais lo que es necesario para ascender en la jerarquía. Y debo decir que la habéis pasado con nota. Se acercan tiempos difíciles y necesitamos gente capacitada, pero no nos vale cualquiera. De vez en cuando se entrega un sobre negro y con ello sabemos quienes valen para subir al siguiente Círculo. Podéis considerarlo una especie de rito de iniciación.
Los tres vampiros antiguos parecían satisfechos con aquella pantomima pero ¿qué era lo que sentían los otros después de todo lo que habían pasado en aquella noche tan intensa?
O sea, que todo no había sido más que una estúpida prueba. Un maldito examen para determinar si eran buenos. Para eso se habían pateado toda la ciudad, puesto sus cuellos en peligro y secuestrado a alguien inocente. Para eso se habían pasado toda la noche temiendo que fuera el fin y fueran a perderlo todo.
Había oído quejarse de procesos de selección de personal a algunos jóvenes mortales que habían seguido madurando en vez de detenerse para siempre como él, pero aquello se llevaba la palma.
Empezó a vibrar de pura furia. Deseó darle una bofetada a aquel cabrón manipulador. Deseó prender fuego a aquel bastardo y a sus co-conspiradores. Deseó volver a encender la cortadora y partirlo por la mitad empezando por aquella estúpida cabeza supuestamente coronada. Pero sólo apretó el mango porque hasta en aquel estado sabía que era un suicidio enfrentarse a aquellos tres.
¡¿Qué ganaban ellos con aquel "ascenso"?!
Y entonces se dio cuenta de que esa era la cuestión. La ganancia. La riqueza. La calidad de vida. ¿Por qué no había huido? Porque no quería perderlo todo. Si algo le interesaba, era lo que tenía. Y con aquel ascenso...quizá podría tener mucho más.
Dinero más allá del robado a sus víctimas. Ropa buena a diario, ahora que la moda molaba. Comida a domicilio en lugar de arriesgarse cada noche. Quizá una gul que fuera una señora simpática y guapa en lugar de aquel viejo chiflado. Incluso un buen escondite lejos de todo en el que refugiarse si volvía a amenazar tormenta.
Se tranquilizó ligeramente. "Síiii...todo podría ser mucho mejor".
Pero tenía que asegurarse.
-Bueno...¿y nosotros qué sacamos con eso, alteza? ¿Qué ventajas tiene esto de subir de círculo? Si ya ha oído lo que hablamos con Víctor, sabrá que yo me apunto a lo que sea si hay beneficios. -Se echó la podadora sobre el hombro y miró a los demás- Bueno, hablo por mí. ¿Qué decís vosotros?
David se quedo petrificado al ver a Shunka. Con Peste ya lo tenían difícil, pero... ¿contra los dos? No fue hasta que no vio al mismísimo Dukane que las piernas le dejaron de temblar. Se relajó, recuperando su estado normal y dio un profundo suspiro dejándose caer de rodillas sobre el asqueroso suelo.
Volvió a sentir el dolor de su herida. Se hubiera tirado de cabeza contra aquel crío de no ser porque estaba frente a puede que los tres vampiros más poderosos de la ciudad. Sonrío y se miró las manos. ¿Subir de círculo?. Comenzó a reírse y miró a los tres grandes vampiros. Luego dirigió su mirada a sus tres compañeros.
Lo habían conseguido, juntos.
- Una prueba - Se limitó a decir. Ahora mismo su estado era una mezcla de orgullo, emoción y satisfacción personal. Todo lo que aparentaba ser, en lo que quería convertirse. Ese era el primer paso.
- Gracias - Concluyó. Un agradecimiento sincero y profundo como hace tiempo que no salía de las entrañas de David...
Dolores tardó en responder a las palabras de Dukane, pues el descubrimiento de aquella conspiración era difícil de asimilar rápidamente. Porque, en efecto, toda aquella aventura nocturna había sido una conspiración, pero no la que ellos esperaban.
La vampira se guardó el arma en la chaqueta, ya que sosteniéndola en la mano no estaba segura de si iba a poder aguantar disparar entre las cejas al maldito príncipe. Inspiró y suspiró un par de veces para tranquilizarse. Estaba molesta, muy molesta.
-Qué hijo de...-se cortó antes de terminar, dibujándose en su cara esa típica sonrisa del que está jodido y no le queda más que reír-. Nos has jodido bien Dukane, y podríamos haber muerto esta noche. Pero tú dictas las leyes, y yo siempre respetaré la ley.
No dijo nada más. No todo lo que se le pasaba por la cabeza. Pero tampoco mintió. Luego se acercó a David para observar más de cerca sus heridas.
-Si os place, y ahora que todo está aclarado, aunque habíamos traído este joven como tributo a Peste, podríais dejar que David se alimentase de él para sanar sus heridas. Os estaríamos muy agradecidos.
Una vez solventada la salud de su compañero, Dolores solo esperaba poder retirarse y descansar. Había sido una noche muy larga. La más larga de su vida y su no vida seguramente, y ahora le apetecía tomarse, como poco, una semana en letargo. Y luego, como prometió a sus colegas, una ronda a su cuenta.
-"Hay que joderse... Toda esta puta mierda... ¿¿era como la selectividad???" (si, eso que él intentó aprobar... "estudiando" a ratos, entre litrona y canuto, solo una semana antes de presentarse), pensó mientras estaba boquiabierto y parado como un panolo...
Tooodo había sido una puta pantomima... les metieron el miedo en el cuerpo.. para "esto"... para... ¿"ascenderles"?, ¿y luego, que?... ¿convertirles en conserjes?... bueno, si en su caso, era para ser colocado como conserje en un puti, se apuntaba,... Pero... que cojones,... él no necesitaba pruebas, él sabía que había sido, que era ahora, y que quería ser en el futuro... hasta su muerte o lo que fuera parecido; entendía bien que sus compañeros quisiesen mejorar.. pero hotias, es que él no necesitaba mejorar... Bueno, si, lo mejor sería que reabriesen el Rainbow, pero eso ya era imposible, el espíritu del garito se había ido a la mierda cuando lo chaparon; esas cosas no vuelven, así que... pa qué...
-En un mundo podrío y sin ética, a las personas sensibles sólo nos queda la estética. -Sentenció
Dio media vuelta e hizo un gesto de "ahí os quedáis, peña" (no, no izando el dedo medio de los Chichos al cielo, sino unos cuernos, como Ronnie James Dio manda)
-Cada mochuelo a su olivo; si queréis jugar otro día, que sea al "teto"; ya sabéis donde encontrarme.
Se la sudaba profusamente que necesitasen someterles a pruebas de valía; bueno, no..., le mosqueaba de cojones... ahora tenía claro lo que tenía que hacer... enterarse de cual iba a ser la próxima víctima de estos maricones de playa, y petarla a ladillas antes de que les llegase; que matarles, no les mataría, pero joderles... joder que si lo haría ("Hostiaas, que rima... no, si al final seré un poeta, como Rosendo")
Como dijo, sólo le quedaba la estética, así que se fué por donde había venido, sin más... bueno, si, cuando su figura se perdía, llegó les un sonido... un pedo, lejano, largo, de esos que tienes que levantar una pierna para que salga en condiciones, pedo cuyo eco reberveró en las cloacas, confundiénsose su fragancia con la del entorno en que fué liberado, cual tronco en el aserrado, cual Mandela, cual... bueno, si, era un pedo, que cojones, no hace falta describirlo más.
... Al menos, pensó, había follado... no había sido mala noche, después de todo... quizá volviese a buscar a la guarrilla esa, Elsa, a que le pegase "otra paliza"... le iba la marcha. Qué cojones, se iba ahora mismo a por la revancha del round anterior.
Tras lo que cuentan, y teniendo en cuenta que tiene el rasgo "vengativo"... lo más suave que Eddie puede hacer es esto, abrirse en alicate, y no liarla parda... y sobre todo, no olvidar que les, que le, habían estado mareando toda la puta noche para... ver si eran "de fiar"... no me jodas...
... necesitaba desfogar
—No has tenido la precaución de levantar tus defensas psíquicas como tu amigo.— dijo Dukane sin inmutarse ante el desplante de Eddie.
Y era cierto. Aunque Eddie intentaba irse notaba que sus piernas no le obedecían1.
—Ten cuidado jovencito. Aunque estamos satisfechos por el resultado de la prueba no es difícil que un vampiro anciano se sienta ofendido por un desplante y eso podría resultar fatal.
Como para reforzar sus palabras Shunka se deslizó hasta donde estaba Eddie. Por un momento el heavy pensó que lo iban a matar allí, como un perro, sin darle oportunidad a moverse. Pero luego notó que sus piernas le obedecían de nuevo y que el lugarteniente del Príncipe simplemente le ponía una mano en el hombro asintiendo, como si le dijera 'yo también pasé por esto'.
—No hemos hecho esta pantomima simplemente como si esto fuera una novatada de un seminario.— continuó hablando Dukane —Se aproximan tiempos de guerra y necesitamos saber quién está en nuestro bando. Pero lo más importante: necesitamos gente como vosotros, anónimos, fuera del juego de poder y sobre todo: neonatos. Pero con recursos y ganas de pertenecer el Círculo Intermedio. Tenemos información fiable de que varios grupos coordinados de vampiros jóvenes tienen intención de realizar un asalto al poder, pensando que se podrán hacerse con La Ciudad. Queremos cortar dicha rebelión de raíz con el menor número de bajas posibles, nuestra paz ha sido duradera y así queremos que continúe. Si encontramos a los líderes y los eliminamos el problema se solucionará de forma rápida. Por ello necesitamos a un grupo que se pueda infiltrar en las filas de los que quieren desestabilizarnos. Un grupo de vampiros jóvenes, que hayan sido injustamente acusados y que tras enfrentarse a los vampiros más viejos tengan motivos de venganza. Ni siquiera será necesario que vosotros busquéis a los rebeldes: ellos estarán encantados de reclutaros cuando sepan que habéis sobrevivido a vuestro encuentro con Peste y queréis venganza.
Se acercó a Eddie:
—¿Quieres pensar que soy un noble decadente con ganas de jugar? ¿Qué soy el titiritero mayor jugando a los príncipes en mi palacio?— se rió mirando a los demás —¡Ni siquiera soy el Príncipe! La Ciudad se rige por un triunvirato. Peste, Víctor y yo tomamos las decisiones intentando mantener bajo mínimos los enfrentamientos, equilibrando el poder y mediando en las rencillas como los padres harían con hijos díscolos. Puedes elegir Eddie: únete a nosotros y ocupa un lugar en el Círculo Intermedio tras atajar esta guerra o muere por un simple tema de ego. Lamentaría perderte. Y creo que Elisa también te echaría de menos.
Por lo visto aquel cabrón estaba enterado de todo lo que había pasado con el grupo.
[1] Como es la escena final me he tirado el pisto y no lanzo dados por el supervampiro, en una partida 'normal' Dukane tendría que tirar como todo hijo de vecino, pero usando la sangre y sus poderes la cosa no creo que variase mucho.
Dukane se acercó "demasiado" al cuello de Eddie....
Eddie levantó una ceja a lo Carlos Sobera, e hizo un esfuerzo hercúleo por no encojer el pescuezo cuando sintió le aliento de Dukane hablando a esa altura, pues tenía unas cosquillas de cojones en esa parte..., de hecho, todavía recordaba lo chungo que tuvo la guarrilla que le convirtió para clavarle los colmillos, que casi le partió el cuello intentando llegar a la yugular... porque le entró un calambre y todo del repelús que le daba.
-Vale, vale, no quería que os mosqueáseis conigo, pero no me hables desde tan cerca del cuello, joder, que me da grima...
Consiguió dar un paso para separarme y adoptar una postura un poco más "elegante"
-De acuerdo, de acuerdo, lo pillo, contad con mi hacha; que donde están mis colegas, estoy yo. Y entiendo que si se lía parda, no será bueno para ninguno de nosotros.
-...Pero mira, en serio... -Cambió el tono de voz a uno más bajo- ¿tu ves a un pintas como yo en un Círculo de esos?... si suena como un club vip o algo así, como la fiestuki de Víctor de antes... Mira, a mí dejadme en un pafeto cutre, de tranqui, que si tengo que ayudar, lo haré, sin pedir una mierda a cambio; esas movidas de ascender, a mí me vienen grandes, en serio..., es "el gran juego", y yo no pasé del parchís.
No creo que haga falta tampoco lo de Empatía... soy sincero; lo de ascender, no va conmigo, soy heavy, de Carabanchel; no necesito más que un antro y buenos colegas para ser feliz; eso de vestirme de smoking y meterme en el Círculo (le suena al Círculo de Bellas Artes o así..., que no prestó atención a cuando le explicaban como estaba montado el cotarro en la ciudad)... no, joder, va de retro, que grima, por Dios, que lo siguiente es ir al Gym y a hacer zumba de esa.
Eddie es sincero, que cuenten con él, pero que no le metan en política... solo pide cazar de vez en cuando, mojar cuando pueda, y que repongan otra vez el Equipo-A, desde el principio, claro (y que quiten las pelis del mediodía de Antena 3, si no es mucho pedir)
... a ver si se lo van a cargar después de haber terminado el hilo argumental de la partida ...
EPILOGO
El amanecer estaba despuntando.
En el número 14 reinaba el silencio. Bedows, sentado en las escaleras de la entrada, dormía plácidamente. Sus amos no habían vuelto pero, de alguna manera, intuía que debería seguir cuidando el hogar para su vuelta.
Asia se ocultaba en su cubil. Notaba algo en el ambiente: un cambio. Y todos los cambios le producían un terror inequívoco.
Extremoduro se resguardaba en los restos de una vieja discoteca. Un grupo de guls protegían su hogar. También el intuía los vientos de cambio. Pero en su caso una sonrisa se dibujaba en su rostro, mostrando unos colmillos dispuestos a morder donde pudiera.
Victor había despedido al último de los invitados. Ahora bajaba al sótano. Estaba al tanto de como había resultado el encuentro. Todo seguía según el plan. Podría dormir tranquilo... de momento.
Elisa dormía plácidamente. Había disfrutado de una buena noche. Le había gustado aquel vampiro descarado y libidinoso. Le recordaba a una vida anterior menos rígida y más salvaje. Descubrió un sentimiento de añoranza en su pecho. Quizás debería plantearse un cambio.
Shunka se retiró a lo más profundo de su contenedor. Disfrutaba de la anticipación de la violencia. Porque por mucho que el triunvirato pensase que aquello no sería una guerra abierta Shunka estaba seguro de que habría suficiente violencia para colmar su deseo.
Dukane cerró los ojos en su féretro de caoba negra. Estaba inquieto. Había demasiadas piezas en movimiento y cualquier engranaje suelto podría hacerlo estallar todo.
Peste dormía sin soñar. Desde el principio de su existencia había pasado tantas veces por aquella situación que no le daba más importancia que a una tormenta de verano. Había luchado en las batallas del Abismo, había estado al lado del Señor Oscuro, había sido lugarteniente de los demonios. Algún día los demonios regresarían y entonces sería la Gran Batalla. Esto no eran más que peleas en el patio de un colegio para él.
¿Y nuestros protagonistas?
Ahora descansaban en algún lugar secreto. Se preparaban para el cambio. Aquella había sido la noche más intensa de su no-vida. Pero llegarían otras que lo serían más. Quizás alguna noche se acabase para siempre su sed de sangre... pero no sería esa noche.