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[DM 24/01] Dragonlance - En Busca del Portal Huldre

Capítulo III - El Portal huldre

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22/03/2024, 18:22
Ailaserenth

El terror que siento es tan irracional y visceral que no tengo la menor duda de haber caído bajo el influjo sortílego de los demonios. Y, no obstante, ese conocimiento no hace que el miedo resulte menos visceral y primitivo.

Corro tan deprisa como mis enormes patas de ursoi me lo permiten sin preocuparme de que mis pisadas resuenen en la caverna, ni que dejen tras de mí grandes huellas fáciles de seguir.

Solo quiero escapar de aquí por cualquier medio a mi alcance, pero en esta forma bestial y salvaje que he adoptado, la magia me es esquiva. No puedo teleportarme hasta que sus efectos se disipen por sí solos y la única vía de salida acaba de bloquearse frente a mi hocico.

Vuelvo la cabeza hacia atrás, buscando otra salida que ya sé de antemano que no existe, y me encuentro cara a cara con el origen de mi pavor. Me digo a mí mismo una y otra vez que no puede verme, pero el miedo me juega malas pasadas y le susurra a mi mente que estoy a su merced.

Por eso encuentro tan esperanzadoras las palabras de lady Coryn cuando asegura que ella puede sacarnos de aquí. El miedo me dice que la Señora de Wayreth miente, que no hay salvación posible; pero yo escojo creerla. ¿Qué alternativa me queda más que lanzarme de cabeza contra ese muro de hielo?

Notas de juego

Muevo 60' hacia el Norte y me agarro a lady Coryn sabiendo que me va la vida en ello.

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22/03/2024, 23:19
Enrielle "Flechas de Muerte"

La luz del estoque de Freya se marchó junto a ella, dejando la única iluminación de su antorcha. Estaba bastante preocupada. Sus flechas habían sido letalmente precisas, pero no habían provocado más que unos arañazos.

Mis flechas no sirven de nada. Tenemos que irnos. — coincidió Enrielle a Lady Coryn con profunda preocupación al ver a sus dos amigas huir despavoridas, y con la sangre helada en las venas tras escuchar la horrible voz en su cabeza— ¡A nosotras! ¡Yo os cubro!

Cosa que no serviría de mucho, pero ¿qué otra cosa podía hacer?​​​​

- Tiradas (8)

Notas de juego

No sé si entrará el crítico... ojalá xD tiro 2 dados más de daño por si acaso aplica.

Luego he tirado ocultación y falla, así que nada...

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23/03/2024, 11:07
Freya Adamiel

Atenazada por un terror como no lo había conocido antes, Freya huía con desesperación. Todo su ser se estremecía, ignorando el dolor causado por las heridas infligidas por aquellos horribles monstruos. En su mente, una voz cruel y retorcida se regodeaba, celebrando su terror, acrecentándolo.

¡Tengo que salir, tengo que salir!

Entonces oyó una voz familiar, una voz que llamaba a marcharse de allí. Levantó la vista, apartándola del infranqueable muro de hielo, reconociendo la efigie de lady Coryn. Ya no recordaba el rencor ni la rabia. Sólo veía un faro de luz blanca, su única posible salvación ante aquel horror. Quería ir hacia ella, pero no podía soportar la idea de acercarse más a aquel ser de pesadilla. Pegó su espalda a la pared de hielo, moviéndose junto a ella, rodeando hacia la túnica blanca como buenamente podía, hasta que esta estuvo más cerca que el monstruo. Entonces corrió hacia ella.

- ¡Larguémonos de aquí! - gritó, con la voz llena de terror.

Notas de juego

Un poquito de PTSD y para casa xD.

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23/03/2024, 14:23
Kyliana de Mem

Kyliana, aterrada por la situación terrible en la que se encuentran y un miedo antinatural que no había experimentado antes, únicamente deseaba desaparecer de aquel lugar tratando de alejarse lo más posible del motivo de sus miedos.

La sacerdotisa no veía posibilidad de huída y sólo esperaba que si muerte fuera rápida y así reunirse con su dios Chemosh y rendirle cuentas. Algo no mucho menos aterrador que la situación en la que se encontraba en ese momento. 

Sin embargo, la voz de la duranti-asesina, se convirtió en un faro lejano en medio de un temporal en una costa plagada de arrecifes. Aterrada como estaba, lady Coryn se convertía en su única oportunidad de salvación. 

¡Espéreme! - Rogó la goblin iniciando una carrera por su vida en dirección a la mujer que estaba en su lista negra. Si la salvaba de aquello, igual tendría que borrarla...

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23/03/2024, 19:29
Dungeon Master

Una vez más, Enrielle dispara una nueva andanada de flechas contra el huesudo ser alado. Disparar entre los gigantescos gusanos y tener que hacerlo además sin la iluminación adecuada resulta toda una proeza de puntería por parte de la exploradora de la Legión, pero los proyectiles se estrellan inofensivos contra su demoníaco objetivo.

El invisible y aterrorizado guerrero ursoi en el que se ha convertido Ailserenth no necesita que le digan dos veces que es el momento de retirarse. Con su velocidad aumentada por su propia magia, corre sin pensárselo un instante y no se detiene hasta llegar junto a la líder de los Túnicas Blancas.

—¡Vamos, daos prisa! —urge la Señora de Wyreth a aquellos que todavía no se han reunido a su alrededor.

La maga Tünica Roja obedece sin rechistar, bordeando el extremo occidental de la caverna para mantenerse tan alejada como puede monstruos alados, gusanos de hueso y demás criaturas de pesadilla.

Y también Kyliana da por bueno el plan de huida y hace un brusco giro hacia su derecha para tratar de evitar a su perseguidor. El inesperado cambio de dirección surte efecto, pues las desproporcionadas garras del demonio alado solo cortan el aire tras ella. El frío ha empezado a entumecer sus piernecitas de goblin, pero la magia élfica todavía le confiere la velocidad sobrenatural que necesita para llegar hasta sus compañeras.

Tan pronto como la sacerdotisa de Chemosh se agarra a la resplandeciente túnica blanca de lady Coryn, comienzan a desprenderse del techo grandes estalactitas de hielo.

«Ahora ya sois...» —comienza a jactarse la voz que resuena en vuestras cabezas, anticipando vuestro espantoso final.

Pero antes de que termine de hablar, desaparecéis. Apenas un instante antes de que una enorme aguja de hielo caiga sobre el lugar en el que os encontrabais y se haga pedazos contra el suelo.

Suspiráis con alivio al descubrir que ya no estáis en la helada caverna, sino en un enorme salón de piedra cuyo resplandor parece provenir a todas partes. Una estancia totalmente diáfana, con excepción de tres suntuosos tronos tapizados con terciopelo blanco, rojo y negro respectivamente que se encuentran desocupados. Estáis de regreso en la Torre de Wyreth.

Agotada y con expresión preocupada, lady Coryn avanza con pasos cansados hasta el trono situado en el centro, el de color blanco, y se deja caer pesadamente en él. No dice nada. Tampoco hace falta. A juzgar por su cara, sus pensamientos son los mismos que los vuestros.

Notas de juego