Partida Rol por web

Agachándose ante las garras de la criatura de la disformidad Europa Salis estocó el vientre de la bestia con su bayoneta a la vez que gritaba a voz en grito.

- ¡Por El Emperadooor! 

La criatura suelta un aullido de dolor con el golpe en el pecho de la bayoneta de Europa, aunque el arma no parecer ser muy efectiva, pero si mas que el escaquillamiento del bolter de Agathon, haciendo un clik, clik, cada vez que aprieta el gatillo y no suelta una sola bala, por lo que el bicho no desaprovecha su oportunidad para atacar a Europa, aunque el ataque traspasa la armadura de Eurpoa no consigue hacer mas que el conseguir que el veneno de su arma entre en contacto con la sangre de la medicae.

Nikolaos, que había quedado como petrificado debido al terror irracional que le provocaba la criatura, recuperó fuerzas al verla sangrar. Si puede sangrar, puede morir. 

Aferrándose a esa idea y con renovadas fuerzas se echó sobre la critaura y empezó a cortar. La espada del guardia imperial describía tajos cruzados en forma de X. Primero uno ascendente, de derecha izquierda; luego uno descendente, también de derecha a izquierda, para finalizar con una estocada. La carne de la criatura se abría a cada nuevo envite del soldado escupiendo sangre, en todas direcciones. 

Tras un rato de batalla contra la abominación de los eldar oscuros os han dejado de recuerdo, se acerca el comisario, "ya hemos comprobado que no queda enemigos vivos y hemos encontrado a algunos de los nuestros que todavía seguían vivos, a los que no se les puede curar ya le hemos administrado la paz del emperador a quienes no han podido ser tratados" tras ver el cadáver de la criatura, le dice a Nikolaos, "Buen golpe, dudo que este se vuelva a levantar, Europa, coge todo los botiquines que puedas, vamos a tener que saltar y no hay tiempo de tratar a todos los soldados, por lo que es posible que haya algún desmenbramiento por la caída y necesitaremos que cures a todos los que lleguemos a tierra, queda otro medicae entre los supervivientes pero ir preparando para el salto" y tras decir esas palabras, se va a organizar todo, aunque os parece oir un "princesita" de modo despectivo hacia el baron por parte del comisario antes de irse.

Una vez que el baron se ha despertado y esta en condiciones mas o menos apoyado por el gigante de Nikolaos para evitar que se pierda por la caída, todos los sobrevivientes a la batalla saltáis hacia tierra firme, mientras que del reto de naves se hace algo parecido o todavía están rematando a los últimos reductos de eldar oscuros.

Caéis a una velocidad tal, que notáis como se mueve la piel hacia arriba, y para rematar la faena, caéis en los pantanos de kappria, al norte del continente principal del planeta y que tiene fama bien merecida de un olor nauseabundo, así como de su lodo para tratamientos de piel, pero ni con los respiradores os quitáis el olor de vuestras narices y tras un buen rato de varias horas en la que Europa junto al otro medicae cura a los heridos y empieza a anochecer, aparece los grupos de rescate al amanecer, o mas bien una panda de sorprendidos cazadores (estos no se habían enterado de que el planeta estaba siendo invadido) que os llevan a su pueblucho, que pese a tener unos cuatrocientos habitantes y ocupar unas cuantas hectarias de terreno, os parece mas pequeño que el sálon de recepción de una familia pobre.*

Pese a todo, el pueblo esta lleno de miembros del 43º de pieles blancas a sus alrededores, tumbados o sentados comiendo, también hay unas tienda de campaña donde los medicae sobrevivientes y los habitantes del pueblo estan tratando a los heridos, os sorprendéis al ver a uno de los miembros de la escuadra del sargento Tehocopuli que sin querer había pasado de largo ir hacia vosotros con alegría, y aunque os reconoce, no ve a nadie de su antiguo escuadrón, por lo que tras una reverencia, se vuelve con la cabeza baja a donde estaba, a mitad de tarde llegan los vehículos a recogeros y llevaros de vuelta a la capital del planeta.