Partida Rol por web

Espero a que el sheriff se largara a hacer lo que hacen los negros cuando no estaban tocando los huevos para mirar a Vásquez. Sacó un puro de su bolsillo, mordió el extremo y escupió el culo del cigarro al suelo. Con parsimonia sacó una caja de cerillas, sacó una y la rascó con su bota para encender el cigarro. Era un arte encenderlo, y Goody estaba acostumbrado a eso, así que cuando lo tuvo encendido miró al mexicano y le dijo

- Supongo que son tan de fiar como un mexicano, un indio, un tahur o un confederado. Tenemos testigos de que nos pagará, de donde salga el dinero es indiferente mientras salga. En el peor de los casos habremos eliminado a la competencia teniendo más fusiles de nuestra parte, despejando el camino a cuando venga la diligencia. En el mejor, se matarán entre ellos y nosotros tendremos que ir ayudando a unos y a otros dependiendo de nuestras conveniencias.

Volvió a chupar el puro con fuerza y después dejó ir el humo con expresión meditabunda.

- Mi padre, un auténtico bastardo, me enseñó que es mejor dinero en la mano que dinero volando. Esa diligencia vendrá, pero no sería la primera vez que hay cambios de planes, información falsa para despistar a gente como nosotros, así que, aprovechemos los dones que nos da el señor - dijo sonriendo en dirección a Horne - y dios proveerá. Le ayudaremos, mientras no haya nada con más ceros a lo que echar mano, y si viene la diligencia, bueno, no nos ha pagado nada, así que no podrá quejarse si lo dejamos tirado. ¿Estamos de acuerdo?

Mis ojos enfocaron a Goody con perplejidad. ¿En serio se creía el rollo que me estaba metiendo? ¿O simplemente le quería dar al gatillo sin más? Seguía a lo suyo, una pesadilla. Si le endosaba una bala entre ceja y ceja se callaría para siempre. Pero igual el sheriff no se lo tomaba bien. Y claro, como el trato no estaba cerrado, descontaría sus 100 dólares.

-Eres un pesado hijo de la gran chingada. -Me encogí de hombros, miré al resto también- De acuerdo. Testigos...-murmuré. Alcé la vista al indio con una expresión de que va, súbete al carro, algo sacarás de este lío. 

-Al menos pregunta qué problema tiene con esa gente. -Se suponía que no sabíamos nada...

—En tal caso, yo respetaría el plan original con un pero. Y es que toca improvisar —levantó la mano pidiendo paciencia, antes de usarla para retirar el puro de sus labios para poder susurrar de manera audible:

—Es lo que hay, cuando vengan los que vengan sean los que sean. Si son doce está la cosa más menos uno a uno y podemos aprovechar para empezar con ellos y cuando queden pocos, los paletos y el negro... Jodemos al negro y podremos hacernos con la diligencia. Si resulta que son demasiados, no tocará otra que sobrevivir por los 500 dólares. 

En ese momento chasqueó la lengua como si hubiera encontrado algo incómodo.

—Si se niega a pagar matamos al sheriff y a todo el maldito pueblo y nos llevamos lo que tengan, los 500 los tendremos de una u otra. —En ese momento levantó la mano y empezó a menearla como si volviera a hablar con Dios, pero en su lugar volvía a citar su Biblia:

—¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡Y tú sabrás que mi nombre es Yahvé, cuando caiga mi venganza sobre ti!

Se quedó un rato saboreando sus palabras hasta que pareció volver de su trance para concluir con sus últimas palabras:

—Pero no perdamos de vista que el botín gordo no está perdido. Usemos el asunto a nuestro favor... Por eso digo de respetar el plan original, tenemos que repartirnos, mezclarnos entre los de por aquí y siempre con el negro a mano para meterle un tiro por la espalda si hace falta.

El shoshoni puso los ojos en blanco. Estaba claro que no estaba para nada a favor de aquella locura de plan, pero no quedaba otra que seguirlos. Movió la cabeza como si pensase que estaban todos locos cuando de pronto se giró hacia Goody. Parecía haber tenido una idea, aunque podo tenía que ver con el plan en realidad.

—Misma apuesta, pero muertos en vez de dardos—sugirió. Desde luego era mucho más entretenido que lanzar pequeños dardos a una sucia diana.

Faraday ni se despidió del sheriff. No hacia falta ya que le volverían a ver en breve. Volvió a juguetear con su baraja mientras escuchaba al pesado de Goody y sonreía con los comentarios de Vásquez. 
Iba a decir algo cuando el viejo se le adelantó.

-Joder. No sé por qué estamos siguiendo a Goodnight en lugar de a este tio. Sí que estamos locos, sí.-

-El viejo tiene toda la razón del mundo. Todavía podemos tenerlo todo, hay que ser ambicioso en la vida si quieres llegar a algo. Y yo desde luego quiero llegar a viejo, preferiblemente viejo rico.-

Se levantó y se desperezó un poco.

-Supongo que ahora que estamos de parte de la ley podremos ir a revisar los lugares optimos del pueblo sin que nos miren mal. Después de todo vamos a ayudar.-

Cuando el indio habló del jueguecito Josh tenía una duda.

-¿De todos o sólo de los que vienen a atacar el pueblo?-

—Muerto es muerto— dijo encogiéndose de hombros en espera de que Robicheaux contestase, aunque en cierto modo le hacía gracia queFaraday se apuntase sin saber que se apostaba. Al fin y al cabo, un favor no era dinero, que era lo que la mayoría de trileros, pero a Josh le gustaba tanto apostar que lo mismo se apuntaba sin saber lo que se jugaban. Desde luego, ganase o perdiese, aquello sería divertido.

Goody se carcajeó cuando el mexicano le llamó hijo de la gran chingada. Esa debía ser la forma de manifestar afecto y respeto por la gente que le podía volar el culo de chicano de un tiro a 300 yardas. Lo miró en cuanto dijo que fuera a preguntar al sheriff y le dijo

- ¿Y que más nos da? Pagan dinero, están entre la diligencia y nosotros y no somos hermanitas de la caridad. Aunque iré a preguntarle, no vayan a ser paisanos tuyos y te dé un ataque de conciencia....

Horne lo tenía claro y pensaba como él, y es que ya decían que el diablo sabía más por viejo que por diablo, y aquel malnacido tenía pinta de ser más viejo que  Matusalén. Con un sonoro - Amén - se unió a la extraña letanía de venganza del viejo cuando su atención se centró en el indio. Aquel tipo lo estaba desafiando, apostando por un favor. No le hacía ascos a apostar, pero no sabía si se atrevería a volver a disparar, a repetir esos horrores nocturnos , pero si se negaba lo tacharía de cobarde, y no podía quedar de cobarde delante de un piel colorada. Dio otra calada al puro y le dijo

- Muertos, no heridos, no caballos muertos, muertos del todo. ¿Sí?

Se levantó y les dijo

- Voy a hablar con nuestro amigo el sheriff a ver quien viene. Yo me apostaré en el campanario y cualquiera que maneje bien el rifle debería estar en los tejados. Quien sea más hábil con el revolver en el suelo, y evitar la oficina del sheriff o el banco, es el primer lugar de donde esperaran que haya problemas. - Miro hacia el barman y les dijo - Bebed la última, fumad un cigarro o emplead una moza, nunca se sabe cuando va a ser la última....

Y con esas palabras lapidarias fue hacia la oficina del sheriff a averiguar con que se enfrentaban.

-Esa sí que ha sido una buena idea, venga esa posible última bebida. Que no se diga que desperdiciamos algo.-

Faraday guardó sus cartas y se levantó a por otro vaso de whisky cuando le vió al barban una botella de zarzaparrilla.

-¿Pero qué es eso?¿Acaso vienen aquí niños a beber también? Que cosas. Nada, nada. Yo quiero un vaso de tú mejor botella, que vamos a cobrar luego. Lo ha dicho el sheriff.-

Después de aquello miró a Vásquez.

-Algo me dice que a tí y a mí nos va a tocar estar en medio de la mierda. Como siempre. En fin. Habrá que echar un vistazo para buscar un buen lugar en el pueblo.-

Goody se dirigió con paso seguro hacia la oficina del sheriff mirando a todos los lados, esperando que alguien se atreviera a desenfundar. Empujó las puertas de la oficina y tiró el humo de su puro antes de preguntar

- Y bien sheriff. ¿Cuantos son? ¿De donde vienen? ¿Algo que tengamos que saber? No me entienda mal, no sería el primer hombre que mato, pero si quiere que seamos útiles contra los amigos que vienen de visita vendría bien que nos diera algún detallito. ¿Donde va a colocar sus hombres?

Jack se marchó saliendo de allí sin aventar otro trago más, tenía mucho pueblo que estudiar y una posición estrategica que le permitiera cobrarse después los dólares.

Para cuando llegaste el sheriff se estaba pertrechando con un buen rifle y unos cinturones de munición

- Lo más probable es que lleguen desde el sur, por lo que dijeron los hermanos McLeod... así que nos podemos apostar en la calle principal* o jugárnosla y asumir que tienen algún asunto que resolver en el banco

Goody asintió, el banco era el objetivo más probable, eso si se descartaba la diligencia, y si no, intentarían entrar en el salón para hacer tiempo, tal y como habían ido haciendo ellos. Se tocó el sombrero y le dijo

- Le diré a los chicos que se van a colocar en la calle principal, solo espero que esos granjeros sepan lo que hacen y no disparen antes de tiempo. Sheriff....

Y abandonó la oficina en dirección al salón.

Goodnight se acercó al grupo y les dijo

- Según el sheriff se van a apostar a lo largo de la calle principal *, pero no confiaría mucho de que esos paletos acierten a un búfalo durmiendo. De todos modos, deberíamos cubrir también el acceso al banco, por si deciden rodear el pueblo y apostar a alguien en el tejado del salón tal vez. Busquen un buen tejado, que cubra el mayor número de cruces posibles. - sonrió cínicamente antes de decirles - y recuerden para que estamos aquí, si aparece la diligencia esa será nuestra prioridad.

Cogió el rifle y se fue hacia el campanario con las manos sudorosas. Iba a tener que volver a disparar a alguien, iba a hacer que sus pesadillas fueran aun mayores.

- No serán ellos los primeros en disparar - asegura, mientras te retiras.

Horne estaba como una puta cabra. Me lo miré con expresión de perplejidad y confusión. Solo hablaba de matar a *todo dios", precisamente en nombre de Dios. Y luego largando rollos sacados de la biblia. Qué loco.

Todos allí tenían buenas habilidades en el asunto de eliminar a un hombre. Pero ninguno a parte de Faraday y él mismo eran auténticos profesionales.

Me puse en pie, dejé unas monedas sobre la mesa. 

-A ello- asentí a las palabras de Josh- No tenemos claro por donde vendrán, ni si tal vez se dividan. Depende de lo astutos que sea y si creen que les esperan. Lo más inteligente es que lleguen en dos grupos al menos.

Me rasqué la barbilla. Segunda planta del edificio al lado de la sastrería (14). Y tú en frente, ¿Te parece? Cubrimos la calle principal. Si llegan por los accesos de las granjas, que Goody nos avise. Podemos ver su posición en el campanario.

Comenzaba la fiesta.

Echando un vistazo con Vásquez al pueblo pudo confirmar que efectivamente era una mierda de pueblo. Una calle principal y nada más. Lo cual les venía bien.

-No los creo tan tontos como para entrar directamente por la calle principal sin más. A no ser que sea arrasandolo todo. Pero bueno, lo mismo hasta tenemos suerte y todo.-

Se fijó donde se quería poner el mejicano y arrugó la nariz. Él preferia estar en el salón, no por beber, que era una ventaja también, si no porque como decía Goody tenía a la vista el banco y la posible llegada de la diligencia. Pero si el sheriff se quedaba en medio de la calle esperandolos la cosa empezaría ahí. Y sin no estaba Faraday para cubrirle las espaldas a Vásquez era capaz de palmar y todo.

-Está bien. Yo estaré en la casa de enfrente*. Dentro, vigilando desde una ventana. Si llegan por el oeste, o sobrepasan rápido al sheriff podré llegar al banco rápidamente por el interior.-

—Sheriff no ser listo— sentenció de pronto Cosecha Roja— O ser malnacido. Si no saber intenciones de esos hombres, no saber de donde venir ni donde ir. Si ellos venir a matar a sheriff negro, venir a atracar banco o a aprender de mujeres ir a diferentes sitios.

A pesar de las dificultades del lenguaje y de que aquello fue dicho con expresión inocente, el sarcasmo era más que notorio en su comentario sobre las mujeres. En cualquier caso, parecía que estaban tomando posiciones para recibirlos. Aquello era una desorganización espantosa. Las manadas que cazaban así, se morían de hambre, pero el shoshoni no se sentía capacitado para tratar de explicarselo.

—Hay unos establos. Cerca de paso de la diligencia, junto casa del sheriff.— decidió finalmente pensando en los caballos. Se le daba extraordinariamente bien montar y manejar aquellas bestias. Podía ser de utilidad— Vigilar desde lo alto del granero y crear distracción con caballos cuando pasen.

Aquello era una faena para la apuesta que tenía con Goody, pues facilitaría al resto que los acribillasen, pero trabajo era trabajo.

La banda se dispersaba, cada cual tenía claro donde iba a posicionarse...