Partida Rol por web

Tras registrarse, todos los aspirantes marcharon al estadio del torneo, en el centro de Satán City. Unas puertas enormes daban paso a un gigantesco recibidor donde había un escenario montado. Los vigilantes de seguridad del edificio indicaban los aspirantes y al público que debían quedarse en el recibidor, pues daría comienzo la ceremonia de inicio del torneo. Cuando se cercioraron de que ya habían llegado todos los aspirantes, una muchacha vestida de azafata subió al escenario y cogió el micro.

-¿Hola? Probando… bien. Ante todo, daros la bienvenida y las gracias por estar aquí. Solo estoy aquí para presentaros a dos personas que quieren daros la bienvenida; nuestros anfitriones, ¡el señor Yamcha y Mr. Satán!

Con un estruendoso aplauso, Yamcha y Mr. Satán subieron al escenario. Satán levantaba los brazos haciendo signos de victoria a todos sus fans, y Yamcha saludaba con la mano a todos los allí presentes (y le guiñaba el ojo a alguna que otra muchachita). Detrás de Satán podía verse, en la parte de atrás del escenario, a una gran criatura gorda y rosa, vestida con un pantalón blanco y una capa morada, que no dejaba de comer algo de una bolsa. Cualquiera diría que era como su guardaespaldas. Tras calmarse un poco las cosas, Yamcha se acercó al micro.

-Gracias a todos. Como ya sabéis, este es el primer torneo que organizo… y no habría podido ser sin la ayuda del señor Satán ni la colaboración de la Capsule Corporation-echó la vista atrás del escenario, echando a alguien en falta-. Mi buena amiga Bulma, directora de la empresa, siente no poder estar ahora aquí, pero está realizando los últimos ajustes a una sorpresa que os tenemos preparada. ¿Satán?-le ofrecía el micro a Mr. Satán, con una sonrisa.

Mr. Satán cogió el micro y con una expresión de júbilo comenzó a hablar a los presentes.

-¡BIENVENIDOS TODOS! Basta de preámbulos y presentaciones, yo me encargo de explicaros el procedimiento del torneo-con algo de torpeza, sacó de un bolsillo un trozo de papel que desplegó en dos veces-… a ver, a ver… aquí no se entiende nada… ah sí-dijo dándole la vuelta al papel-. Bien. El torneo consistirá en una eliminatoria de uno contra uno. Es sencillo: si pierdes, estás fuera. Basta con ir ganando las rondas e ir escalando hasta la final. El ganador tendrá la oportunidad de pedir un deseo a las Bolas de Dragón… además de otra sorpresa. Ah, y una última cosa-dijo releyendo el final del papelito-, cada ronda del torneo tendrá reglas especiales, pero eso es algo que os tiene que explicar luego la señorita Bulma… Eso es todo-arrugó el papel y lo lanzó hacia atrás-. En breves publicaremos los emparejamientos de la primera ronda y comenzaremos. ¡Mucho ánimo a todos, PARA GANAR HAY QUE SUFRIR!

Con un vitoreo y aplausos del público, Yamcha, Satán y la criatura rosa bajaron del escenario. Del techo comenzó a bajar una gran pantalla, la cual se encontraba en negro y podía leerse “Cargando…” en ella.

Ya solo cabía esperar al inicio del torneo. Ese brabucón de Satán había dado el discurso inicial. Al parecer tendríamos reglas especiales en cada ronda. Me daba igual las reglas realmente, si todo era para superar mis cualidades. Solo buscaba perfeccionar mi arte marcial. Me quedé en un rincón mirando al resto de participantes. No veia a nadie interesante, dada la gran absurdez de extraños luchadores que abundaban en el torneo.

Tras unos minutos, de repente, una muchacha de pelo azul subió al escenario con el micro en la mano. Se colocó junto a la enorme pantalla y miró a los allí presentes.

-¡Hola a todos! Soy Bulma Brief, directora de la Capsule Corp. y patrocinadora de este torneo-se presentaba con una sonrisa-. Como ya os ha contado mi buen amigo Yamcha, cada ronda del torneo tendrá reglas especiales. ¿Qué quiere decir esto? Pues…

Tras sus palabras, sacó un mando de su bolsillo y apretó un botón. La pantalla se encendió mostrando cuatro fotos; una del ring del torneo, otra del interior de una sala roja y oscura, otra de magma y lava y otra de un paisaje helado.

-El ring del torneo es transformable. Eso es, cambia de forma. Al principio del combate, se decidirá aleatoriamente en que forma estará durante la ronda, y los luchadores deberán adaptarse al terreno. Con suerte, puede quedarse tal y como está-dijo señalando la foto del ring normal y corriente-, puede convertirse en una sala gigante que simula la sala de entrenamiento de mi marido-dijo señalando la sala roja y oscura-, una simulación del interior de un volcán-señalando la del magma y lava-o una simulación de un terreno en la nieve. Los efectos de cada terreno los notaréis en el acto. Mi marido y mi hijo me han echado una mano para ver como se experimentaban cada uno, jeje-sonrió mirando hacia un lado del público. Junto a Yamcha y Mr. Satán pudo verse a un hombre vestido de negro y pelo de punta que apartaba la mirada y a un chiquillo con pelo morado que sonreía.

-Sin más preámbulos, os dejo ya con los emparejamientos del torneo. Id preparándoos… ¡y disfrutad!

Dicho esto, apretó de nuevo el botón del mando y la pantalla cambió a la lista de enfrentamientos…

P-35 observa con atención como dos androides más participan en el campeonato, pensando que es su oportunidad de poder volver a verlos... mientras sus dispositivos envían datos al Dr. Molskolvkaya creando estadísticas de victoria ante los presentes, mientras todo esto ocurre en su interior, en su exterior solamente introduce un chicle verde en su boca y sonríe a Tora....

El anciano se acercó a mirar el cuadro de enfrentamientos.
-¿Luchador misterioso?-pensó extrañado, ¿cual seria el misterio?, ¿alguien de otro planeta?, ¿un demonio quizas?. Hasta pensó que posdria tratarse de dos niños disfrazados para poder participar...vaya cosa mas absurda.

¡Oh, oHhHhH! Pensó el panda al ver a Satán, el hombre que había salvado el mundo años atrás, de la amenaza de Cell. Si podía, le pediría un autógrafo en su propio pelaje. Aquel hombre era un ejemplo, un ídolo. Deberían haberlo coronado como un Rey de la República, o Presidente de algún Reino.

¿O era del revés?

Lo importante es que haber llegado hasta allí, había merecido la pena. Y los ojos casi le hacian chiribitas. Estaba más feliz que una perdiz, y eso se le notaba en el lenguaje corporal, porque lo que era su rostro, seguía pareciendo tan serio y normal como siempre.

Miró los emparejamientos, y aquel nombre no le decía nada. Lo que si le llamó la atención era el campo de lucha transformable. A él le gustaba la nieve, aunque no fuera un oso polar. Con un poco de suete podría disfrutar de comer y ver combates antes de subir al ring.
 

Leyendo los nombres en el panel de enfrentamientos, Upa reconoció a muchos nombres conocidos. No solo estaba Yamcha y Krilin, junto a los que había viajado años atrás, si no que también había otros menos amables como tao Pai Pai, el asesino que había acabado con su padre o Devilman, que trató de acabar con Goku.
Su rival, ese tal General Blue no parecía tan peligroso, aunque había algo extraño en sus ojos claros, frios como el hielo. Debería llevar cuidado.