Partida Rol por web

La muchedumbre se dirigía a distintos ritmos (algunos andaban tranquilamente, otros corrían ansiosos, otros volaban…) hacia el puesto de inscripción. Justo en la acera cercana a la entrada a la preparatoria, había una pequeña carpa con un stand dentro. Un muchacha rubia de pelo corto, ataviada con un peto con el logo de la Capsule Corporation, atendía a los luchadores que iban llegando y solicitaban su inscripción, y ella con ayuda de otras chicas les iban inscribiendo a la vez que les entregaba a cada uno una pequeña caja de regalo con el logo de la misma compañía.

-Hola, buenos días, ¿viene a inscribirse?-le decía a cada uno de los luchadores que se acercaban, y seguidamente se dedicaba a rellenar los papeles pertinentes y a darles la cajita.

Una vez en el instituto, me dispuse a la cola hasta que me tocara al turno. Fui avanzando hasta encontrarme ante una chica rubia en el stand. El lugar estaba lleno de luchadores de todos los tamaños y formas, pero yo solo me centraba en mi mismo.

Hola, buenos días. Me llamo Andy Hagashi. Vengo para inscribirme en el torneo.

El maestro, harto de esperar llegó hasta la chica rubia y dijo:

-Ya me he inscrito en el otro sitio, ¿tengo que volver a hacerlo?. Por cierto, ¿nos van a dar algo para comer?-

Mientras P-35 espera en la cola hasta que llegue su turno para inscribirse, intenta no perder de vista al androide Nº18, a pesar de que un gran oso blanco y negro se encuentra justo delante suya para la inscripción.

- El Dr. Molskolvkaya está muy eufórico con nuestro sorprendente e inesperado encuentro. Pero no puedo matarlo, sólo el sabe donde se encuentran. Hasta que llegue el momento, tendré que seguir sus ordenes, luego ya veremos....

Mira al cielo mientras sus pensamientos bombardean su mente, luego vuelve a la pantalla del dispositivo donde observa los datos estadísticos de los participantes procesados por el Doctor según la información que le envío...

La espera es larga... La música suena fuerte.... Y no puede dejar de pensar en él ... 

El por su parte se puso en la cola, mirando a su alrededor durante unos segundos. Había perdido de vista al simpático de Upa, Guardián de las Tierras Sagradas. A Tora, eso le parecía un nombre horriblemente largo, pero claro, si eran las costumbres de los pueblos de esta zona del mundo, no era él oso para juzgar este tipo de cosas.

cogió algo de bambú de la cesta que llevaba colgada de la espalda, y comenzó a comerselo mientras hacia tiempo. Esperaba que si el recién conocido lo veía se le acercara para charlar. Bueno, el otro para leer y él para escuchar. Pero hablando de escuchar, comenzó a escuchar a alguien detrás de él, y se giró ciento ochenta grados para bajarl a mirada y mirar la chico del pelo azul que estaba hablando... ¿Solo? Giró la cabeza ligeramente cuando escuchó sus palabras.

Agarró el bambú con la boca y sacó rotulador y cartel, comenzando a escribir.

Después, le dio la vuelta al cartel.

Guardó el cartel y comenzó a escribir otra vez, mirando de tanto al chico de pelo azul.

Y le dio la vuelta al cartel.

Tras esto, guardó el cartel, pero no el rotulador, por si tenía que seguir escribiendo. Que sería lo normal, claro.

La androide número dieciocho llegó volando al nuevo punto donde tenía que firmar para inscribirse. Le empezaba a resultar molesto tanto cambio de lugares y tanta pérdida de tiempo, pero teniendo en cuenta lo suculento que era el premio, no iba a poner demasiadas pegas pues estaba deseando alcanzarlo.

Se quedó mirando a la rubia, no la había visto hasta entonces, pero encontraba cierto parecido con la madre de Bulma. Aún así no tenía intención de entablar conversación alguna, ni con ella, ni con nadie. ¿Vienes a inscribirte? No, idiota, vengo a por chuches...  pensó para sí misma, aunque en el fondo le dedicó una falsa sonrisa y le dedicó un falso y alegre ¡Por supuesto!

Subiendo la mirada, contempló al enorme oso que escribía en carteles, ligeramente sorprendido por su capacidad auditiva, ya que susurraba sus pensamientos para sí mismo.

 Aquel oso gigante y pomposo le recordaba tanto a él...

¡Otra promesa por cumplir del Dr. Molskolvkaya!

Tenía tantas ganas de comenzar sus misiones y volver a verlos. ¡Los echaba tanto de menos!.

 P-35 sonrió a Tora contestando con una dulce voz. Mientras observaba como el androide se inscribía en el campeonato.

- ¡¡ Hola !!, me llamo Ponfe. No sigo órdenes, ¡tan solo es un videojuego!.

Tal vez sería buena idea completar su entrenamiento en equipo, ya que otros prototipos del Dr. Molskovkaya esperaban ser activados con sus mismos objetivos y tendrían que compenetrar sus modos de combate, y tal vez, en ésta ocasión.... ¡destruir al androide Nº18!.

- Espero tener muuuucha suerte y poder participar en el campeonato, todos aquí parecen muy fuerte. Y tengo muchas ganas de poder pedir ése deseo!! Como todos supongo!!

La señorita del stand atendía y asentía con la cabeza. Entregaba papeles y bolígrafos a todo el que se acercaba al stand.

-Claro, aquí tienes tu tarjeta de acceso-le decía a Andy después de que él rellenara los papeles pertinentes.

-Usted no se preocupe, ya me han llegado sus datos. Aquí tiene también su tarjeta-le dijo al maestro Remon-. Respecto a la comida, tendrá lugar un buffet de bienvenida esta misma noche, después del discurso del señor Yamcha.

Le entregó sus papeles a P-35, a Tora y a A-18, y tras recogérselos les entregó su tarjeta de acceso también.

-Los que ya tengan su tarjeta de acceso, deberían ir marchando al estadio del torneo. Justo en el hall principal, tendrá lugar el discurso y la explicación de las reglas.

Se quedó mirando al chico durante unos segundos, frunciendo ligeramente el ceño. Siendo lo que era, era dificil saber si estaba enfadado o solo pensaba. Que estuviera durante varios segundos quieto, sin moverse mientras mantenía la vista fija en el chico de pelo azul no ayudaba a saber lo que ocurría en su mente. Finalmente, garabateó algo rápido en el cartel, mostrandoselo al chico.

La gente de aquella región, y aun más la de la ciduad era rara como pocas cosas había visto jamás. Pero al menos eran simpáticos, como Upa, Guardián de las Tierras Sagradas y ahora este, Ponfe. Sería agradable asistir a aquel torneo, después de todo. Pero entonces mencionó el tema del deseo, y le picó la curiosidad.

Pero después de garabatear aquel cartél a toda prisa y mostrarlo, los llamaron desde el mostrador. Se giró, y ttras indicar con un gesto del a mano a Ponce para que le acompañara, se acercó hasta el mostrador donde recogió su identificación. Para firmar, metió la pata en el tarro de tinta y se limitó a estampar su pata en medio del documento. Después se limpió en un trozo de pelaje negro.

Total, nadie notaría la diferencia.

Esta vez no escribió nada, solo sacó un cartel de la cesta. Era uno de esos carteles recurrentes que era mejor guardar, después de todo era de bien nacido ser agradecido. Y se giró, haciendo indicativo de que quería marchar hacia el hall tanto a Upa como a Ponce.

El pelón fornido de 2 metros llegó justo despues de las indicaciones de Lunch y tras la dispersión de los primeros en la fila, prácticamente fue el primero en inscribirse en el nuevo lugar.

Al llegar con la señorita en el stand, esta lo saluda amablemente pero no encuentra respuesta alguna, al grandulón le saltaban  las venas en la frente y en los brazos, sus ojos eran totalmente blancos y respiraba agitada pero controladamente. La asistente se pone algo temerosa al verlo levantar un brazo, Anjay coge torpemente el boligrafo y empieza a inscribir su nombre de una manera apenas entendíble y deja el boligrafo destrozado sobre el papel.

Tras inscribir su nombre, camina hacia una zona despejada y menos bulliciosa no muy lejos del lugar, y flota para permanecer en esa posicion las proximas horas.

GRRRRRRRRR!!!
El sonido del estomago del anciano retumbaba en el estadio. Busco un lugar apartado del sol y del bullicio de los demas luchadores que hablaban entre ellos como si no fueran a enfrentarse proximamente. Se tumbó y cerró los ojos. Si se dormia, el tiempo de espera jasta la cena se pasaria mas rapido. Tambien vio al extraño gigante hacer lo mismo que el pero en una postura extraña que no parecia comoda. ¿Tambien tendria hambre y querria la cena llegara ya?

Una vez inscrito, explicaba a Tora ...

- Un videojuego o juego de video es un juego electrónico en el que una o más personas interactúan, por medio de un controlador, con un dispositivo que muestra imágenes de video​ Este dispositivo electrónico, conocido genéricamente como «plataforma», puede ser una computadora, una máquina arcade, una videoconsola o un dispositivo portátil, un teléfono móvil, por ejemplo como al que estoy jugando yo. Los videojuegos son, año por año, una de las principales industrias del arte y el entretenimiento. En el sigues ordenes, de ahí tu curiosidad, en éste caso tengo que rescatar a ciertas personas amigas. Generalmente, los videojuegos hacen uso de otras maneras, aparte de la imagen, de proveer la interactividad e información al jugador. El audio es casi universal, usándose dispositivos de reproducción de sonido, tales como altavoces y auriculares. Otro tipo de realimentación se hace a través de periféricos hápticos que producen vibración o retroalimentación de fuerza, usándose a veces la vibración para simular la retroalimentación de fuerza.

Con una dulce sonrisa, sonrió a Upa que se encontraba junto a Tora y tendió su mano saludando.

¿Sería otro posible aliado para destruir al A-18?... Podría volver a verla pronto si lo conseguía... ¿Cumpliría sus promesas el Dr. Molskolvkaya?...

- ¿Mi deseo? - ¡Está claro, los traería a todos de nuevo conmigo! Mis amigos y familia, los busco desde hace años. ¿Me podeis ayudar?

El Dr. Molskolvkaya comenzó a gritar a P-35 por el transmisor que llevaba incorporado en su base de androide, pero éste le hizo caso omiso, autodesconectando el transistor y quedando tan solo la música resonando en sus circuitos junto al pensamiento de volver a estar con ellos...

- ¿Cual sería vuestro deseo? 

Pregunta P-35 a sus nuevos amigos sin dejar de observar los movimientos del androide...

A18 no era muy amante de las conversaciones ajenas y que no le interesaban, así que no se molestó en participar en la reunión que estaban teniendo algunos de los participantes, así que una vez había entregado el formulario y realizado lo que le pidieron se dirigió hacia el lugar donde debían ir todos. 

A18 iba a su aire, sin importarle nada ni nadie, y sobre todo ajena a la indiscreta mirada del otro androide que había entre ellos.

Tras dirigirse al nuevo lugar de inscripción y poder por fin hacerlo, Upa se quedó observando a la multitud. Aquél oso no era el único personaje extraño del torneo. Había multitud de tipos raros por doquier, incluso algunos flotando en el aire.
Caminando hacia el lugar del torneo pensó en si no se habría precipitado al presentarse.

Gracias señorita. Le contesto a la chica.

Tras recibir los papeles de mi inscripción, me encaminé hacia el estadio. Me puse a observar a quienes podrian ser mis posibles rivales desde una equina. Era dificil pensar en uno concreto pues a día de hoy cualquiera te podría sorprender. Dejo mi mochila en el suelo y me pongo a hacer varios estiramientos y pequeños ejercicios para entrenar. Solo podia esperar al inicio del torneo.

La señorita se dedicaba a entregar tarjetas de acceso (y bolígrafos cuando era necesario) conforme se acercaban aspirantes. Conforme la masa de gente iba agrandandose, señaló hacia el estadio.

-Vale, aquellos que tengan ya su tarjeta, por favor, vayan yendo al estadio. El discurso del señor Yamcha comenzará en poco.