Partida Rol por web

Asentí, recordando aquella conversación tan incómoda para mí:

 - Lo recuerdo... Bueno, cambiando de tema, ¿alguna novedad de nuestro descarriado amigo?. - Le pregunté, refiriéndome al antiguo Tremere, ahora convertido en Assamita.

-Nada aun. Masika ya esta trabajando en acceder a la red del hotel, dependiendo del nivel de seguridad, puede tomar algo de tiempo. ¿Que hay de ti, ahora que Gerrant esta aquí para solucionar este problema, que planeas hacer?

 - Planeo permanecer en un segundo plano y no intervenir directamente, al menos que sea estrictamente necesario. Como ya le he comentado, oficialmente soy tu nuevo asistente y nadie le extrañará que actúe de enlace entre él y tú, así como que le acompañe en su misión, con el fin de informarte de los detalles. Luego, una vez que le capturemos, me encargaré del interrogatorio, con mi viejo amigo, aquí, en la capilla, lejos de ojos y oídos indiscretos... - Le respondí. - ... Pero debemos de estar atentos a cualquier posible intento de rescate, así que habrá que aumentar la seguridad del lugar, por precaución... ¿Te parece bien?.

-Desde luego. Aunque encontraras que la seguridad de la capilla ya esta entre las mejores del mundo. Tenemos décadas en la ciudad. Y siempre hemos estado en guerra. – Te contesta la Regente-.

 Tras despedirme de la regente, decido a Gerrant con la investigación, para ver que averiguábamos juntos...

Aun es temprano cuando tu y Gerrant salen de la capilla, las calles aun están vivas con el paso de los estudiantes, maestros y demás transeúntes de la zona colegial.

Gerrant ha cambiado su elegante atuendo, con el que llego, por algo mas mundano y simple, casi vulgar: unos vaqueros de mezclilla con una camiseta blanca y una chamarra de piel color café que combinan con las botas, para terminar una gorra de los yankees. Un disfraz perfecto para la ciudad.

Ya no recordabas lo bueno que era para pasar desapercibido.

Mientras andan en silencio por las calles; el hotel Warwick no estaba tan lejos (nada estaba tan lejos en Manhattan), y se podía llegar caminando en media hora; admiras la facilidad con la que Gerrant adopta las características de un ser humano: camina como uno, habla como uno, incluso adopta un acento neoyorquino. Puedes ver su pecho inflarse y desinflarse y el aire frio saliendo por su nariz. En algún punto del camino se compra un hot dog.

-Hace años que no piso esta ciudad -comenta mientras admira la arquitectura-. Es una de mis favoritas. Puedo ver porque elegiste Nueva York para tus vacaciones. Lastima que no se pueda escapar de la Jyhad -una sonrisa resignada se dibuja en sus labios-.

 Le devolví la misma sonrisa mientras le respondí:

 - Muy cierto... Pero supongo que solo nos toca hacerlo lo mejor que podamos para seguir vivos. Aunque solo me gustaría poder dedicarme solo a mis estudios, beber de hermosas jóvenes y hacer el amor con ellas, sin preocupaciones de ninguna clase... Pero no me resigno a que algún día consigamos la victoria final y podamos librarnos de todos nuestros enemigos...

Michel te escucha y asiente.

Continúan en silencio, rodeando Central Park hasta llegar al hotel Warwick.

-Librarnos de todos nuestros enemigos -dice sin mirarte, sus ojos puestos en el gran edificio- ...Uno a la vez.

Ante ti, el hotel Warwick se eleva más de 30 pisos. Un edificio de estilo clásico neoyorquino, con una elegante fachada de piedra tallada. A la mitad y en la cima puedes ver gárgolas en las esquinas.

Gerrant cruza la calle, con dirección al hotel. Se deshace del hotdog, y busca en sus bolsillos hasta encontrar un talismán. Caminan por las calles rodeando varias veces el hotel.

-No hay rastros de taumaturgia, o cualquier otro tipo de magia. -te dice al detenerse, mientras observa su talismán. Tampoco hay evidencia de rituales de protección, al menos en el exterior.

 Miro a mi alrededor, tratando de captar algo:

 - Que no lo detectemos, no significa que no esté ahí, debemos de tener mucho cuidado. No conviene subestimar a nuestro enemigo...

A pesar de tus palabras de precaución, una revisión detallada del edificio parece revelar que, en efecto, no hay protecciones mágicas.

-La seguridad mundana parece ser de punta -comenta Gerrant, de camino a la entrada-. Camaras de seguridad en cada esquina y cada diez metros, todas funcionando; Los guardias parecen ex-militares.

Se detienen frente a la entrada del hotel. Un botones los saluda, tocándose la gorra de su uniforme. Gerrant le regresa el saludo, y te mira. Entiendes que tiene intenciones de entrar, pero esta esperando tu reacción.

 Le hago un leve gesto de asentimiento, indicándole que le seguía. No iba a permitir que mi amigo entrara solo, en la boca del lobo, sin apoyo de ningún tipo...

Sigues al Astor dentro del hotel. Un lobby elegante pero simple los recibe. Las personas entran y salen y el personal esta siempre ocupado. Nadie nota su llegada.

Toman asiento en uno de los muchos sillones repartidos por todo el lobby.

Gerrant sigue sosteniendo su talismán, revisándolo cada pocos segundos.

-Nada -te dice-. Ni un solo rastro de taumaturgia. Al menos esta parte el hotel es totalmente normal. Aunque la seguridad mundana es tan buena como afuera -comenta mientras observa las paredes y el techo del lobby. Y no me cabe duda, los guardias definitivamente son ex-militares o tienen entrenamiento especial.

Pasan un largo rato sentados, observando. Puedes ver que unas escaleras llevan a un restaurante en el piso de arriba y al fondo hay cinco elevadores; cuatro normales y uno que nadie usa, con puertas reforzadas y una interfaz numérica a un lado, claramente necesita una clave.

Tú y Gerrant intercambian notas por unos minutos y están por irse cuando notan a dos miembros de seguridad aparecer en el lobby. Dos más se unen a ellos y toman posiciones estratégicas, a lo largo del lobby, de forma casual. Unos segundos después, las puertas del elevador privado se abren y cuatro figuras emergen.

Tres mujeres hermosas y un hombre salen del elevador y atraviesan el lobby hacia la salida.

 Tratando de no aparentar estar interesado en esas personas, le pregunté a mi compañero, en voz baja:

 - ¿Que te parece?. Parece gente importante, ¿conoces alguno?.

 Le indiqué que habría que hacer fotos con el móvil, disimuladamente, por si hubiera que identificarles posterioremente...

-No, a ninguno. La pelirroja es de la sangre, pero no entiendo su aura del todo, tiene una vitalidad muy peculiar  -hace hincapié en la palabra, al no encontrar una mejor-. Los otros tres son ghouls.

 Desde luego la pelirroja estaba para que le hicieran un favor, pero este no era momento para pensar con la entrepierna. Miré a mi compañero, intrigado:

 - ¿Entonces ella es una vampira?. ¿Crees que, al menos, uno de nosotros deberíamos seguirlos y ver a donde nos llevan ella y su séquito?.

El grupo se detiene antes de salir del hotel, mientras esperan su transporte. Conversan y ríen entre ellos.

Puedes ver el semblante pensativo de Gerrant.

-No lo sé, Mikael, podría ser peligroso, sin estar preparados. Aunque por como están vestidos parece que van a una fiesta, o algo así -busca en el bolsillo interior de su chamarra y te muestra un listonsillo blanco-. Tengo un listón de satin para iluminar el rastro de la presa.

Mientras hablan el cuarteto aborda un sedan negro muy elegante.

Tu y Gerrant salen a la calle mientras el auto arranca.

-Vamos a necesitar un taxi, si queremos seguirlos.

 - Usa el rastro de la presa, les seguiremos desde una distancia prudencial. Llama a algunos de tus hombres a relevarnos y que vigilen desde aquí al objetivo... - Le respondí.

 Mientras hablaba, usé Auspex para saber de que hablaban...