Partida Rol por web

Asombrado, con los ojos abiertos como la luna llena, mientras en el cielo se dibuja el nuevo día. - Eso ha sido extraño. - Susurra levemente. - Vino, habló, actuó y se fue. ¿No lo crees Rilwen?. - La observa aún asombrado por un momento. - He de decir que si a nosotros nos resultara ominoso esa entrada podría habernos preocupado o asustado. Menos mal, que aunque no logre recordar su nombre, ese hombre de picudo sombrero no era un enemigo. ¿Cómo era su nombre? En Sindarín hay una antigua frase que si no mal recuerdo se traduciría como el que ayuda a los viajeros cansados con magia y sorpresa. Algo que a la ocasión le aplica perfectamente. Pero ¿Cómo acostumbrabase llamar ese extraño hombre?- Va musitando mientras se pierde en balbuceos cada ves menos audibles. - Sin embargo - Dice mientras recupera el tono natural. - Por suerte no estamos en peligro. ¿Y que crees? - Se separa de ella y se señala con un gesto elegante a si mismo. - Me siento bastante mejor. - Se lleva la mano al mentón con sesuda e introspectiva mirada. Algo típico en Gallind cuando piensa con ardid. - De dos cosas estoy seguro - dice a continuación, mientras baja la mano lentamente - En primer lugar yo no narraré los hechos de la mima forma cuando comparta nuestra historia. Describiré un largo y pomposo dialogo entre el extraño y los héroes que enfrentaron al troll. Diré como se maravilló con nuestros actos y como súbitamente nos hizo pensar en que esas criaturas deberían tener una guarida cerca. Vamos, algo memorable para el publico. ¿No lo crees? - Le dice a su amiga mientras la alegría va brotando de su cuerpo que ya se nota mejorado. - Y, claro, en segundo lugar, he decir que ha tenido la amabilidad de compartirnos realmente una muy buena idea. Deberíamos darnos prisa para revisar esas cavernas o cuevas. Seguramente allí encontremos algo que pueda sernos útil para demostrar la inocencia de tus amigos. Bueno. Nuestros amigos. - Y pensando para sus adentros agrega en la suave pausa que acompaña sus palabras. - Será que allí halle pista sobre el paradero de esa reliquia. O mejor aún, será que quizás estos trolls sin saberlo la tengan arrojada sobre un pilón de objetos ignorando su valor.- Y meditativo camina junto a Rilwen para reencontrarse con el resto del grupo. - Si no te parece mal les compartiré al resto lo que ahora pienso. - Le dice a su amiga y comienza a hablar a voces. - Ese hombre misterioso tenía razón. Es muy probable que estos dos tuviesen algún escondrijo por aquí cerca. Yo creo que lo más sensato es partir cuanto antes hacía el bosque y buscar ese agujero troll. Hacer del arte de hallar su madriguera nuestro desayuno lúdico. ¿Qué dicen?

-¿Como era su nombre? dice Rilwen hacia Gallind con voz suave. Es cierto que eres muy joven. Sonrie porque se llevan muy pocos años entre ambos. Quizá te suene mas como Mithrandir, pasó por  Rivendel  hace unos diez años, venía acompañado de muchos enanos y un hobbit. No se habló de otra cosa en meses, creí que lo recordarías. Enanos en Rivendel pidiendo consejo a Elrond. Luego ...la batalla al Este. En serio, tienes que levantar la cabeza del arpa de vez en cuando.

-¿Estas pensando hacer una historia? ¿Una canción quizá? Me encantará oirla ... y estoy segura de que la adornarás para hacerla mas épica aun

-Estoy de acuerdo en explorar en busca de esa cueva dice dirigiendose a todos aunque me preocupa separarnos de las pruebas que liberan a Tolman y que la humareda atraiga a esos Vainadesémola y Tumbademusgo...no creo que sean capaces de hacer desaparecer estas enormes piedras troll pero ¿quien sabe? ...¿podrían tratar de llevarse el mérito? ¿les serviria para algo?

-Vayamos hacia el este hasta el gran haya que ha mencionado Gandalf, creo que me resultará fácil encontrar el sendero que lleva a la cueva si lo han pisado unos trolls. ..y si hay mas trolls en la oscuridad de la cueva-Rilwen mira las caras de sus compañeros- que se preparen! Cuando encuentre el sendero me adelantare  a vosotros, en silencio  se le escapa una mirada hacia Gláin para ver si hay movimiento.

Por cierto Lily. ¿Encontrásteis algo extraño bajo el puente? Quiza deberíamos dar un vistazo rápido antes de irnos.

Cojo la bolsa que me ha dado el anciano todavia sorprendida y la ato al cinto con las demas hierbas de mi propia cosecha. Esto seguro sera util en un futuro.

Estoy cansada y ojerosa. Mi vitalidad no es la misma que la de los elfos y necesito descansar. Hemos estado toda la noche dando tumbos y el estres del combate no ha sido de ayuda. Hecho de menos mi cama en Bree. Pero parece que tendra que esperar.

Estoy de acuerdo en que deberiamos de echar un vistazo a la guarida de los trolls. He oido decir que estos suelen guardar tesoros que no son capaces de valorar. Recuperarlos para nuestros pueblos estaria mejor que en manos de esas malas bestias sin corazon. Aunque tambien digo que estoy cansada y me gustaria regresar a Bree y dormir un poco. Estoy agotada.

Miro a Glain, que es quien se ha llevado la peor parte de la batalla.

¿Que dices amigo? ¿Te encuentras con energias para continuar? Tu gran pericia en las armas nos salvara en mas de una ocasion ...estoy segura ...pero yo te guardare las espaldas.

Lo digo mientras recojo mi daga del suelo y la sopeso .... Tal vez la proxima vez acierte en mi objetivo

Yo también estoy cansado, la verdad es que blandir este hacha requiere más energía de lo que pueda parecer. Además, ahora que los trolls están muertos, ya no veo como puedo engrandecer mi leyenda. Gláin se pone en pie y se acerca al corrillo que se empieza a formar mesándose la barba. Si embargo, bien es cierto que unos cuantos tesoros olvidados por la mayoría de sus antiguos propietarios serían un valioso hallazgo para mi negocio de venta ambulante. Y resultarán una justa compensación por las molestias de esta aventura. 

En cuanto al sigilo, no os preocupéis. - Miro muy seriamente a Rilwen - Seguiré vuestras instrucciones al pie de la letra. No queremos toparnos con más inconvenientes a medida que nos adentremos en esos túneles. 

En cuanto Glain me sonríe me lanzo en sus fuertes brazos y pego mi mejilla a su barba. ¡Gracias Glain!

Y tras unos segundos me vuelvo también hacia Gallind y Rilwen. 

Buff, ese bicho estuvo cerca de dejarte muy mal herido Gallind. ¡Gracias!. Gracias a todos por ayudarnos. 

¿Será que ese viejo mago tiene razón? ¿No nos meteremos en más problemas por ir a buscar ese tesoro?

Yo creo que la honradez de mi hermano queda más que probada con estas dos enormes estatuas junto al puente del río. Pero si de todos modos queréis ir a ver si estos dos malolientes y mugrientos trolls guardan algo de tesoro en alguna cueva, no puedo menos que acompañaros y ayudaros.

En todo caso, Tolman, me parecería justo que ahora seamos nosotros quienes tomemos riesgo por nuestros compañeros. Recuerda que ninguno de ellos tenía nada que ganar arriesgando sus vidas más allá de ayudarte a ti, que te metiste tu solito en un lío bien gordo. 

En lo que a mi respecta no quiero nada de lo que podamos encontrar allí. Me parece de justicia que si hubiese algún tesoro os lo repartáis entre vosotros cuatro.

Y miro a Tolman de manera un tanto inquisitiva.

De todos modos mi hermano me va a deber muchos, muchísimos favores a partir de hoy... ¿verdad, hermanito aventurero?

Y sonrío. 

Ahora que lo mencionas... - le responde a Rilwen. - ¡Enanos en Rivendel! ¿Cómo olvidarlo? Así que había estado involucrado en ello. Ya decía yo que su ganchuda nariz la había visto antes. - Escucha a continuación las palabras de su amiga y le responde. - Pues claro. No podrá ser de otra manera. Todos en la tierra media oirán vuestra hazaña. Y de como habéis vencido a esos poderosos, majestuosos y casi invencibles trolls con el poder conjunto de la destreza, la fuerza y la táctica aplicadas a la batalla. - Se acerca al lugar donde están los demás en el que se planean los siguientes pasos a seguir. Lily les habla a Rilwen y él. Luego les agradece a todo el grupo - No ha sido nada. En verdad. - Se frota el brazo derecho. - No te preocupes. Estamos bien. - Y a su siguiente pregunta responde. - Desde luego que no nos meteremos en problemas. Tenemos entre nosotros a la mejor exploradora de toda la región. - Señala a Rilwen. - Desde la montaña solitaria hasta el mar al oeste. Desde el norte brumoso hasta Los reinos del hombre al sur. Ella podría guiarnos hasta con los ojos vendados. Hallar esa cueva será pan comido - Rilwen lo interrumpe - Quizás si es que hallamos su madriguera encontremos pruebas más concisas de que fueron los trolls, y no nuestro pequeño amigo, quienes se dedicaron al pillaje de ovejas. - Ante su comentario de avanzar y luego adelantarse para revisar en sigilo Gallind hace una reverencia un poco exagerada y dice a continuación - Adelante. Se que podrás hallar esa cueva y no aré nada que entorpezca la labor. - Mientras ríe con satisfacción. Y tu no deberías confundir la risa del Elfo con burla o mofa, sino reconocerle como una risa propia de un ser que se siente agraciado de no haber perdido a ninguno de sus viejos y nuevos amigos en el fragor de la batalla. - Buena pregunta Rilwen. - Dice mientras se reincorpora. - ¿Que lograron ver bajo el puente? - Dice a la par que observa a Lily, luego a Tolman. - Aunque, Lily, no estoy seguro de que tengan en esa cueva un tesoro, pero si tenemos suerte encontremos más pruebas que ayuden a tu hermano a quedar totalmente limpio. Lo mismo contigo. - Y sonriendo un poco más, como si aquello fuera posible. - Tampoco queremos cargar con la culpa de que no puedas regresar a tu smial. Y no hay razón para que no compartamos el tesoro. De haber alguno. - Por último agrega. - Y bien... ¿Nos ponemos en marcha ya? Tatharina, Glian... No me dirán que están cansados. ¿O si lo están? - Los mira con picardía. - Que recién amanece y la fiesta continua. Ya habrá tiempo para dormir luego. ¿Qué estamos esperando? ¡Partamos!... - hace una pausa y su semblante cambia por un momento volviéndose algo más serio. - ¿Dónde está Tolman?

Bueno -digo con los ojos chispeantes y frotándome las manos de emoción- esta será una búsqueda de las que me gustan, el mago gris tiene razón en lo que dice, hay que encontrar esa cueva y recuperar todo lo que hay dentro, recuerdo que el mago mencionó a tumbademusgo y vainadesémola, justo en la misma frase que cueva de los trolls y la gran haya del lindero del Bosque de Chet y se dice que si un mago te menciona tantas cosas juntas por algo será...además, hermanita conociendo a esos pérfidos enemigos que solo quieren nuestro mal, se que sería difícil demostrar mi inocencia y vuestra implicación con solo estas moles de piedra, porque de seguro utilizarían su poder y su influencia en inventar excusas para no solo hacernos quedar en ridículo si no hacer que, si tenemos mucha suerte, nos destierren y nuestro nombre sea considerado como el de vulgares ladrones y estafadores y aún peor sería la ignominia que le harían caer al buen tío Holfast,....así que no hay discusión debemos ir a esa cueva, en donde estoy seguro encontraremos pruebas fehacientes de mi inocencia y vuestro heroísmo y nos permitan exponerlos como lo que son....y quién sabe -con la mano mesándome el mentón comento- seguro que encontraremos cosas inesperadas.....Uhmmm ahora que lo pienso -concluyo aventurando un pensamiento que acabo de tener- teniendo en cuenta la advertencia del mago...mucho me temo que encontraremos a esos malandrines de Gil y Nat buscando la misma cueva o bien allí, tratando de desaparecer quien sabe que o buscando el botín del tesoro que amontonaron los trolls por quién sabe cuento.

¡Vamos, adelante pero con mucho cuidado porque debemos muy estar alertas y esperar lo inesperado -digo empezando a caminar con decisión y con la certeza de que los demás me seguirán- yo iré primero, tengo mucha experiencia en estas lides y al final también soy el principal implicado, como dices sabiamente hermanita.

¡Valla! Ahí estaba. - Dice señalando al mediano. - Por un momento te perdí de vista. - Se acaricia la barbilla. - ¿Es verdad que pueden desaparecer a plena vista ustedes los hobbits? Para ser unas criaturas tan pequeñas cuentan con habilidades muy interesantes. - Y se queda viendo al dueto de hermanos. - Pues bien - Agrega mirando a Lily. - Tolman ya ha hablado. ¿Partimos entonces?

Revisa sus cosas. Ajusta las cuerdas y las correas. No quiere olvidarse nada. Y con la frescura de la mañana también emprende viaje hacia ese bosque nuevamente.

Al oír que me llaman, me giro ya un poco lejos, pues habia ya empezado a caminar a paso vivo y suponía que me seguían y ahora me encuentro con que he estado caminando solo un minuto o dos y solo Gallind ha sido el único que está cerca, aunque un poco desconcertado, por lo que, sin devolverme y alzando un poco la voz y dando unas palmadas sonoras digo, «Eeeeh chicos, no es hora de quedarse como esas gallinas cluecas y atolondradas del anciano Zagot, allí en Bree. Por el contrario, tenemos un buen camino por delante para llegar a la gran haya del lindero del Bosque de Chet y si podemos llegar sin encontrarnos a nadie y menos aún con los pérfidos Tumbademusgo y Vainadesémola mejor que mejor, contamos con una gran exploradora y un buscador de renombre así que reaccionen y síganme» -concluyo haciendo una mueca y una seña con el brazo para seguir adelante y solo cuando empiezan a moverse vuelvo a ponerme en movimiento con paso decidido y rápido.

Después de la rápida aparición e intervención del mago Gandalf, este se marcha hacia el sur, dándoos algún que otro consejo. Vosotros, después de debatir un rato sobre lo que ibais a hacer, decidís seguir la recomendación de Gandalf e ir a buscar esa supuesta guarida de los trolls. Si es verdad que esconde un tesoro, ayudaría a muchos de vosotros a salir adelante.

Avanzáis hasta el puente, donde veis la parte quemada del arco donde estaban los jergones y el caldero, y subís al camino. Desde allí, os dirigís al este, hacia el nogal que ya conocéis. Echáis una mirada atrás, mirando el puente y el río, pensando en el feroz combate que habéis librado hace escasos minutos.

Una vez llegado al nogal, proseguís por el lindero del bosque hasta dar con la haya que dijo Gandalf. El Sol ha subido algo en el cielo y empieza a calentar vuestros cuerpos. Los pájaros trinan y vuelan a vuestro alrededor. La vida está despertándose poco a poco y los animales salen de sus madrigueras para hacer sus quehaceres diurnos. Alguno de vosotros bosteza de sueño. ¿Qué vais a hacer ahora? ¿Alguno se adelantará para investigar?

Bueno. Estamos aquí. - Dice Gallind al resto del grupo. - Lo sensato ahora será buscar huellas que marquen algún sendero. Esos patones tendrían que dejar tamaño hueco por donde sea que hallan pasado. - Y se pone a ver el suelo a su alrededor. - Parece que no hay ningún tipo de rastro. - Dice y se rasca la cabeza. - Rilwen tu que sabes más de estas cosas... ¿Has notado algo? - Se queda parado cabizbajo por sentirse un inútil en estos menesteres. En cualquier caso recuerda que podrían haber enemigos cerca y se hecha sobre las orejas la capa élfica. - No sea cosa llamásemos mucho la atención - Y mientras se interna en el bosque buscando suficiente follaje para camuflarse mira a su alrededor para estar seguro de que nadie los ha estado siguiendo, ni los esté vigilando. - Me adelantaré y me aprovecharé del bosque para cubrir mi andar. No se preocupen, estaré cerca.

Me voy acercando con cautela y observando los alrededores. Hemos derrotado a los Troll, pero no sabemos que clase de peligros nuevos nos podemos encontrar.

Los elfos son grandes rastreadores, pero podria echarles una mano. Tal vez tenga una buena percepcion al la luz de este dia de verano.

No me adelanto mucho, ya que si me tropiezo con algun peligro no tendria muchas opciones de sobrevivir.

Glain, quedate cerca por si algun caso necesitamos una vez mas el filo de esa hacha.

Rilwen da unas vueltas alrededor del haya hasta encontrar el rastro. Mira hacia Gallind y sus compañeros -Es por aquí, dadme unos metros de distancia, si no está claro el camino dejaré señales , para mostrar como, acerca su mano y chasca  una ramita de un arbusto junto al rastro que va a seguir

Cubre su cabeza con la capa y se interna en la maleza. Avanza en silencio muy atenta a todo lo que la rodea.

El enano va siguiendo a los elfos que abren paso en el bosque a cierta distancia, acompañando a su amiga beórnida. Mientras van hablando se va fijando aquí y allá en la vegetación, en el suelo y hasta en las nubes del cielo que brillan con intensidad a la luz de un nuevo día. 

Ajajaja... Acabo de tumbar a dos moles de piedra, dudo mucho que unos escurridizos hobbits, por muy desalmados que sean, supongan un problema para mi hacha. Pero no te preocupes por eso, sabes que siempre me tendrás cerca. 

De repente ve como los elfos empiezan a alejarse intentando pasar desapercibidos. - Le dije a Rilwen que intentaría ser más cauteloso. - Gláin se abraza a sí mismo para intentar mantener la cota de malla más pegada a su cuerpo y así minimizar el ruido que produzca. Sin embargo, no parece ser suficiente y el *Clank clinck clanck* al que empezáis a estar acostumbrados se sigue oyendo de camino al haya de Gandalf. 

Cuando llegáis a la haya, especificada por el mago, os ponéis a buscar los rastros que os comentó. Los hobbits y el elfo están más pendientes de mirar los alrededores que de encontrar realmente un rastro, pero el resto veis unas huellas. Detrás del majestuoso árbol, una estrecha zona de tierra desnuda atraviesa un plantel de margaritas, en el linde del Bosque de Chet. Las seguís y descubrís una estrecha pista (no lo suficientemente gastada para ser considerada un sendero, pero más duradera que unas simples pisadas) que se hace enseguida visible cuando la seguís unos metros bosque adentro. Allí se ven claramente las pisadas descomunales de los trolls y Rilwen distingue otras huellas más menudas, de hombre.

Gallind y Rilwen se adelantan, avanzando por la espesura, mientras que los demás seguís el pequeño sendero intentando no hacer mucho ruido, cosa que alguno no consigue. Estáis atentos a lo que ocurre a vuestro alrededor, mientras vais pensando en lo que vais a encontraros allí. La pista se dirige hacia el norte y es bastante recta, con pocas curvas en su curso. Cruza por majestuosas arboledas de roble blanco, soleados claros repletos de moras y tranquilas extensiones de abetos.

FIN DE LA ESCENA 2. AHORA VAMOS A LA Escena 3: El túnel de los trolls