Partida Rol por web

     Aunque Rebekah ha bajado el ritmo, Arianne comienza a luchar como una posesa enarbolando un arma en cada mano. Un balazo de su pistola pone fin a la vida de uno de sus atacantes. Los otros dos no parecen muy sanos y comienzan a flaquear, fallando todos sus golpes.

     Kennard consigue colocar un golpe de su arma contra las costillas de su atacante, que ya herido, muerde el polvo, dejando al tecnosacerdote libre para emprender nuevas acciones.

     Vaan por su parte consigue herir a otro de sus atacantes, que lo golpean sin mucho éxito, debido a la potente armadura que lo protege.

    El empuje general de los mutantes comienza a flaquear, en parte por la clara superioridad de los acólitos y agravado por las bajas sufridas. Solo la certeza de que no les daréis cuartel, es lo que les mantiene en la liza en vez de rendirse.

     No parece que el tipo tenga muchas ganas de hablar, pero la clara alusión a los tronos que estáis dispuestos a gastar lo mantienen atento a vuestras acciones. - En estos momentos solo tengo obscura para vender, pero si necesitáis otras cosas podemos hablarlo. 

El mutante que acosaba a Kennard muerde el polvo cuando por fin el tecnosacerdote conecta un buen disparo, comprobando que el miserable no se levantará, Rebekah vuele su atención hacia la pelea de los dos inconscientes que habían entrado como lerdos en las fauces del lobo.

Aún así eran sus compañeros, y no se abandona a los compañeros. Los mutantes se enterarían con quien se habían metido. Y luego tendrían una curiosa charla.

Siendo que sería descortés (y peligroso) no comprarle ahora, como una especia de introducción; Hugh compró una pequeña cantidad de obscura (aunque hubo de pedirle dinero al clérigo, por la causa), y luego se despidió.