La primavera ha llegado la Ciudad de Libantir y con ella el gran festival del renacimiento.
Las hermosas calles adornadas con flores de los colores mas variopintos, y colores que jamás nadie hubiese podido soñar, están repletas de alegre música. Los niños corretean de aquí para allá entre las piernas de sus mayores, que se detienen en tenderetes de toda clase para ver lo que les pueden ofrecer. Y seguro que les pueden ofrecer mucho.
Más allá, no muy lejos de la fuente de la plaza mayor, en una de las esquinas, un anciano esta sentado cómodamente junto al fuego. Todos saben que es el Cuentacuentos y que cada año, mientras el festival de primavera dura, se sienta al lado de la fogata para contarles cuentos a los niños y así entretenerlos con una buena historia.
Niños y mayores comienzan a situarse alrededor, los más pequeños sentados en el suelo y los mayores de pie o en alguna silla que hayan cogido de su casa.
El hombre los mira y sonríe complacido. Y parece que el mundo se va enmudeciendo cuando los presentes escuchan su hipnótica voz.
-Acercaos, acercaos... os contaré la historia de la Yokhara, Princesa de Altair, y su maldición... - dice el cuentacuentos a la gente que se congrega a su alrededor, al lado de la Posada de El Pirata Afeminado -. Hace mucho, mucho tiempo... en esta misma ciudad... el destino de muchos se puso en movimiento y el de unos pocos... quizá hiciese historia...
De las llamas de la chimenea comienzan a verse imágenes de una aldea. La primavera parece que ha llegado a la aldea y con ella un gran festival.
Las hermosas calles adornadas con flores de los colores mas variopintos, y colores que jamás nadie hubiese podido soñar, están repletas de alegre música. Los niños corretean de aquí para allá entre las piernas de sus mayores, que se detienen en tenderetes de toda clase para ver lo que les pueden ofrecer. Y seguro que les pueden ofrecer mucho.
Sobre la Princesa de Altair, un prospero reino de Uribium, pesa una poderosa maldición lanzada hace cientos de años. Los términos de la maldición o quién la lanzó y por qué, se han perdido en las brumas del tiempo (y también por culpa de los cronistas reales que son muy descuidados).
Pero según el Consejero Real (del que dicen, es mago) ha sugerido que un grupo de aguerridos aventureros se adentren en lo mas profundo del Bosque de las Almas (todo aventurero sabe es que una locura hacer algo así). ¿Con qué motivo? Encontrar la fuente de la maldición y romperla para que el Reino de Altair no caiga en desdicha. Porque sí, eso es lo que pasará si no consiguen romper la Maldición de la Princesa antes de la PRÓXIMA luna llena. Y os preguntaréis, ¿por qué la próxima luna llena? ¿Es la princesa una mujer lobo o algo por el estilo? Pues... No. La Princesa es una persona normal y corriente, pero que cumple años dentro de dos semanas y la luna llena cae justo en su vigésimo primer cumpleaños.
El Rey ha prometido honor y gloria (y supongo que oro y esas cosas) a quién consiga romper la maldición antes de la fecha establecida. Incluso la mano de su hija (si es que la chica se deja, claro).
Uribium
Es el nombre del mundo en el que transcurre la aventura. Lleno de parajes misteriosos y tierras perdidas. Posee grandes océanos y vastas tierras que explorar. Aun hay rincones que no han sido descubiertos por los exploradores más aventurados y lugares de los que nadie nunca ha vuelto.
Crysalis
Crysalis es el nombre que recibe la tierra sobre la que se asientan los territorios de Altair, Jadira, los bosques de Eristra, la región de los Grandes Lagos, entre otros muchos lugares. También se encuentra aquí el Bosque de las Almas que se encuentra al oeste de Altair y sirve de frontera entre el Reino de Altair y de Pheorian.
Altair
La capital de Altair es Libantir. Consta de 3 círculos diferenciados por las murallas que lo hay entre cada nivel. En el primer círculo se pueden encontrar los habitantes más pobres. Sus casas son de madera y sus tejados de paja encerada. Las calles no están pavimentadas y cuando se mojan se vuelven barro. El segundo círculo no podría ser más diferente. Ahí se encuentran la mayoría de los artesanos y comerciantes. Gente pudiente, por lo general. Su calles están empedradas en su mayoría y son anchas y luminosas. El mercado se encuentra ahí. En el último círculo nos encontramos con las casas de los nobles y el castillo.
Las puertas de la ciudad se cierran cada noche al atardecer, dejando a los incautos y despistados fuera a su suerte.