Partida Rol por web

En un estado patético, Rog fue llevado por las autoridades. Los ojos marrones del asesino tuvieron tiempo de encontrarse con los de los otros antes de abandonar la sala. Esos eran los últimos rostros que había visto en libertad. Unos rostros de mierda, que revelaban personalidades igualmente corruptas. No pudo evitar recordar una cierta lectura de un hombre bello y un cuadro aún más bello, pero no era el momento de recordar, era el momento de tener un ataque de ira.

...

Pero no tenía ganas.

Se cayó rendido y se dejó arrastrar por los oficiales, pero necesitaba decirle unas últimas palabras a una última mujer.

- Oh, mi sol.- dijo Rog, mirando a ERA con una expresión triste y arrepentida.- Desearía haberte conocido antes, cuando aún podía permitirme disfrutar de tu cálido abrazo.- siguió con la metáfora que otras tantas veces había funcionado con ella.- Si tan solo me hubieras iluminado la vida como me iluminaste los últimos días, yo no hubiera llegado a este punto,  y por eso... Lo lamento.- hizo una pausa sincera.- Lamento que hayas conocido mi peor versión. Lamento haberte culpado por miedo, por desesperación. Lo lamento...- miró hacia el piso, pero no deseaba que las últimas palabras que le dijera fueran unas tan patéticas como un "lo lamento" ; ese no era su estilo. Cuando levantó su vista le rogó a los cielos que le permitieran verla a los ojos una vez más, no importaba si debía hacer un pacto con el diablo con tal de que ella lo viera, que lo viera una última vez.

- Te amo.- lo dijo.

Lo arrastraron hacia afuera, y sin respuesta ni consuelo, esa misma noche durmió en la cárcel. Hay quienes dicen que no volvió a hablar hasta el momento de su muerte. Que esas dos, fueron sus últimas palabras.