Partida Rol por web

Zhuo va a ver al consejero del Khan. Y le explica su problema y su ofensa esperando que la ayude a la hora de solicitar el permiso para el duelo, o que en su defecto trate de convencer a la Yasuki, o a algún superior, para que Ashikako se disculpe.

El duelo de palabras llega a un punto difícil de determinar pero la unicornio decide abandonar el grupo.
Al cabo de un momento vuelve con Shinjo Rokuro, segundo al mando del Daimio y hombre de confianza de la familia. Con un movimiento de su mirada profunda os pregunta;

-¿Ha ofendido la cortesana Yasuki Ashikako-san a Ide Zhuo-san?- Su mirada demuestra cierta agitación.

¡Esto si que es bueno! ¿Encima no era capaz de librar sus propias batallas y necesitaba de la presencia de sus mayores? Tal era la sensación de incredulidad que me invadía en esos momentos, que me vi obligada a silenciar las ganas de estallar a carcajada limpia ante la pregunta del nuevo Unicornio. Sin embargo, mi respuesta vino con una marcada sorpresa cargada de preocupación.

- ¿Acaso se ha sentido insultada? Creía que estaba aquí para aprender a desenvolverse con las palabras. ¿Podéis indicarme en que momento ocurrió? ¿Cuándo sutilmente le sugerí que dejara un tema desagradable o cuándo ante su insistencia decidí ser lo suficiente contundente como para que no le quedaran dudas de mis intenciones? - pregunto aparentando estar realmente preocupada por los sentimientos de la Ide, al menos hasta ese momento, pues de pronto borro ese tono de mi voz para mostrarme realmente seria - Me temo Shinjo-san, que aquí la única que tiene motivos para estar ofendida soy yo cuando cuestionó mis palabras sin motivo aparente.

Concluyo contundente haciendo incapié en el desencadenante de todo el asunto.

Intervine para evitar un mal mayor... o eso esperaba.

-Me temo, Shinjo Rokuro-sama, que tanto Yasuki Ashikako-san como Ide Zhuo-san han dicho cosas que ha sentado mal a la otra persona. La intención que había detrás de las palabras la desconozco, y de quien empezó no me acuerdo.- dije sin darle importancia. -Pero no creo que este sea un comportamiento adecuado y creo que debería zanjarse esta discusión con una disculpa por ambas partes, no solo entre ellas, si no también hacia nuestro anfitrión.-

Después añadí con la esperanza de cambiar de tema -Todo esto me hace pensar que la cacería de mañana es una brillante idea, ya que ayudará a focalizar la energía de los asistentes en otros quehaceres.-

-¿Ha ofendido la cortesana Yasuki Ashikako-san a Ide Zhuo-san?

La llegada del segundo al mando del Daimio, le pareció fuera de lugar a Yûki. No solamente por la situación, que parecía que estaba fuera de control por las rencillas de dos niñatas malcriadas, sino porque parecía que todos habíamos ofendido a Ide-san, donde solamente ella se había enzarzado con Yasuki-san.

Yûki se inclinó con una reverencia profunda hacia aquel hombre que le inquirió, con dudosos modales una declaración sobre lo sucedido con anterioridad.

-"Buenas tardes Shinjo-sama, veo que los acontecimientos de nuestro pequeño grupo, no pasan desapercibidos para las personalidades que se dan cita en este gran salón. Así que viendo a dónde nos ha llevado las circunstancias que nos ocupan, agradecería que se entendiera que no estoy dispuesto a seguir tratando de poner paz y mediar entre el odio aparente que se tienen entre sí, Yasuki-san e Ide-san. De la misma manera no estoy dispuesto a pagar ningún precio por las ofensas que se hayan podido lanzar la una contra la otra. Entiendo que es la casa de vuestro Señor y os agradezco vuestra hospitalidad, pero a veces con un "disculpadme dono" en el momento adecuado, se han evitado incluso guerras. Como dijo un hombre sabio una vez, "La senda de nuestro orgullo solamente conduce a nuestra propia caída".

El monje ofreció una reverencia pronunciada de nuevo a su interlocutor. Al levantar la mirada, su rostro mostraba una tez neutral y desinteresada, hacia el tema que se trataba.

- Mierda, por este tipo de cosas no me gustan las cortes. Anda que la Yasuki se podía haber quedado calladita. - Mausuko se debatía en un dilema, pues a pesar de estar completamente en contra del comportamiento de Yasuki Ashikako, le parecía absurdo llegar a algo más grave y era un representante de su clan. Sin mucho éxito intento defender el asunto intentando apoyar a Kakita Takeshita, sobre todo después de extrañarse de que el monje no contestara a la pregunta evadiéndose abiertamente.

- Shinjo Rokuro-sama - Comentó Mausuko con una gran inclinación. - es cierto que las palabras de Yasuki Ashikako-sama, no han sido las más idóneas para una conversación entre samuráis, pero debéis comprender su juventud y poca experiencia, además de las distintas costumbres en la corte de los distintos clanes. Si le parece oportuno no tendría ningún problema en disculparme en nombre del clan ante Ide Zhuo-sama. Y así resolver este pequeño desliz el cual sería una pena se hiciera más grande de lo que realmente es.

Las excusas y argumentaciones fueron sucediéndose bajo la mirada severa del recién llegado quien no parecía comprender aquella situación. Su turno no tardó en llegar.

-Shinjo Rokuro-sama. -Comenzó al tiempo que acompañaba sus palabras con una reverencia. -Todo ha sucedido  tal como os relataron. Yasuki-san, como acaba de ver, no parece haber entendido su lugar en la corte y ante un comentario inocente de Ide-san ha saltado mostrándose a la defensiva. Estoy seguro que esos reflejos y esa habilidad innata de la que hace galardón son muy útiles allende el muro más no aquí pues lo único que consigue es faltar el respeto tanto al honorable Shinjo Torami-sama como a sus invitados. -A continuación dirigió una mirada a Ide Zhuo y volvió a hablar- Sin embargo volcar en ella todas las culpas dada su inexperiencia, pues estoy seguro que cumple las labores que de ella el orden celestial exige; sería injusto. Ide-san vio el rumbo que tomaba la situación y en lugar de encauzarla favorablemente dejó que llegase hasta el punto de la ofensa. No sé si era algo buscado por ambas partes pues mi inexperiencia no me permitió verlo y dejó que llegase hasta ese punto. Ruego por ello también mis disculpas Shinjo-sama.

-Estoy seguro de que ambas partes acatarán vuestra sabia sentencia con honor. 

Crees intuir algún tipo de manipulación, pero si así ha sido, es muy sutil.

Rokuro asintió a las últimas palabras del Doji. Parecía estar claro y había sido muy convincente.

-Ide Zhuo-san- prosiguió -discúlpese ante Yasuki Ashikako-san. Dada su inexperiencia en la corte es cortés mostrarse benevolente ante aquellos que comenten errores. Yashuki-san, disculpe la inexperiencia de Ide Zhuo-san en la corte. La pasión de los unicornio corre cual veloz montura por sus venas.

Shinjo Rokuro se apartó un paso para que Zhuo pudiera disculparse.

Evito decir nada más mientras la falta de sinceridad de los presentes se va haciendo manifiesta. Rápidamente había comprendido que todos ellos sólo habían visto cómo me defendía del grave insulto que me había dedicado Zhuo ¿dónde se había visto que un samurai dudara de las palabras de otro? ¡Era un atentado contra el bushido! Al menos Shinjo Rokuro había llegado a verlo, incluso tras las palabras del resto, especialmente las del Doji ante las que opté por taparlo de mi vista con el abanico.

- No es necesario Shinjo-sama. Soy consciente de que está aprendiendo y será mejor que aprenda conmigo que con otros que continúan ignorando lo que oyen - escojo ese momento para recoger el abanico para tener una clara línea de visión frente al Grulla, aunque permaneciendo mi atención en los Unicornios - Así espero que ella sea igualmente indulgente mañana. Me temo que no soy una gran cazadora.

Respondo dedicándoles una gran sonrisa. No pensaba guardarle rencor si al final aceptaba mis palabras, tal y como debería haber hecho en un principio.

- Mis disculpas Yasuki Asako-sama.

Aquellos gestos no pasaron desapercibidos para el Doji, tampoco le gustó aquella respuesta prepotente de aquella mujer. Había optado, a la hora de relatar lo acaecido, por repartir las culpas entre ambas partes inclinando ligeramente la balanza a quien consideraba la verdadera culpable. También negó haber estado capacitado para advertir lo que sucedió aunque recordaba lo suficientemente bien el aviso que hizo... Todo ello lo lamentaba en su fuero interno, sin embargo no quería que aquel grupo se convirtiese en la comidilla de la corte al poco de formarse ni ser cómplice de una ofensa pública al Daimyo.

Sorprendida ante la reacción de Shinjo Rokuro, Mausuko vuelve a presenciar la poca etiqueta de su compañera del clan. Y sin pensarlo, por puro instinto debido a la educación recibida durante su infancia no puede evitar que las palabras surjan de su boca.

- Ide Zhuo-sama. Perdón por la brusquedad de las palabras mencionadas. Por favor, aceptad esta disculpa en nombre del Clan Cangrejo y en particular de la casa Hiruma. - girándose para encarar a Shinjo Rokuro y con una inclinación pertinente continuó - Y gracias Shinjo Rokuro-sama por vuestra intervención - Esperando que con estas palabras la joven hubiera dado por concluida la disputa, intento continuar con la organización haciendo cómo si no hubiera pasado nada. Así pues preocupada por la cacería de mañana, Mausuko volvió a dirigirse a Ide Zhuo. - Me he percatado de que habéis hablado con el Daimio, ¿al final dispondremos de material para la caza? Y de ser así, ¿se podría saber de cual exáctamente?

- Con permiso, Shingo Rokuro-sama.... - Solicito poder dirigirse a la otra cangrejo y levantar el rostro sin mirar a su superior mientras lo hacia. - No es del clan cangrejo de quien tengo queja y dolor. Vuestras palabras os honran más allá de lo que soy capaz de expresar, Hiruma Maisuko-sama. Sino de la Yasuki cuyo comportamiento me resulta doloroso a mis oídos y ojos. Mi senséi me habría castigado con una severidad y brutalidad merecidas si hubiera tenido el mismo comportamiento. Con frecuencia me decía; La etiqueta es el regalo de la dama Doji a los rokuganeses, y para cualquier cortesano es tan necesario como el aire. Y si, he hablado con el daimyo y me dicho que tendremos todos los pertrechos que consideré necesarios para la caza. Creo recordar que dijo algo de lanzas, arcos, flechas, armaduras, ponis y paquetes de comida individual para el día.

-Domo Arigato gozaimasu Ide Zhuo-san. Vuestra ayuda es inestimable en esta empresa. -Agradeció el Doji buscando ensalzar a una persona por encima de la otra. 

-Me disculpo por levantarme el primero, pero debo descansar para ser útil en la empresa que nos aguarda mañana. Estaré preparado con las primeras horas, confío en que la fortuna de los kamis nos acompañe.

Bueno, parecía que todo se había resuelto sin llegar al duelo y que nuestro grupo estaba unido en una misma empresa. Hice una reverencia a Shingo Rokuro-sama en señal de agradecimiento.

Al oír las palabras de Yasuki Ashikako-san sobre que no era buena cazadora me quede pensando. Esperemos que la otra cangrejo o el monje sepan cazar, porque no parece que el resto sepamos. Parece que Ide Zhuo-san si que sabe, pero si es ella la única que caza parecerá que la han puesto con nosotros para no hacer el ridículo...

Parecía que nos darían arcos... odio los arcos.

Al ver que el Doji se levantaba vi la oportunidad y dije -Disculpadme a mi también.- dije haciendo una reverencia al grupo y otra a Shingo Rokuro-sama. -Mañana será un gran día.- afirmé antes de mancharme con Doji-san.

- ¿¡Un gran día!?. - Repitió Zhuo tratando de analizar el tono. Por un momento veía fantasmas en todas las caras y oía monstruos en todas las voces. Se dijo a sí misma que era su imaginación. Tenía que serlo porque sino sería horrible para ella. - Puede que sí, puede que no. Yo les aviso que nunca he cazado en mi vida otra cosa que no sean hombres o mujeres. Enemigos del Imperio. - Se apresuró a puntualizar. - Y mi habilidad con el arco se reduce a... teoría. Así que si son presas pequeñas trataré de llevar mi teoría a la practica. Tal tenga razón Takeshita-san y sea un gran día. Cuando menos será entretenido. De eso no cabe duda.

A medida que pasaba el tiempo más y más gente fue retirándose a sus aposentos. Los susurros y rumores sobre vuestro grupo y de la trifulca que habíais tenido, no hicieron más que acrecentar lo que ya se sabía, seríais los grandes perdedores de la cacería.

De hecho, ya no se referían a vosotros como los cazapeces, sino como los Toshi Rambo, en una referencia irónica a la ciudad de la violencia bajo la cortesía. 

Pese a que había optado por evitar más comentarios respecto al incidente, no estaba sorda, ni siquiera un poco. Es por ello que rápidamente entendí que sus disculpas no habían sido sinceras, en absoluto en realidad, dado que continuaba insistiendo en meterse conmigo. Sin embargo, me resultó más sorprendente que Mausuko se inmiscuyera en el asunto, lamentablemente había optado por hacerlo en mi contra, pero podría lidiar con ello, el Escorpión lo hacía y no le funcionaba mal ¿verdad?