Conseguís bajar las maletas con poca dificultad, y os sentaís en el borde de los escalones esperando a vuestros padres. Pocos minutos después llega vuestro padre.
-¿Habeís podido bajar las maletas solos? No sabía que fuerais tan fuertes.-os elogia orgulloso pasandoos la mano por encima de la cabeza, despeinandoos un poco.
- Papá, no me despeines - digo levantandome en busca de un espejo para volver a peinarme. - ¿Nos vamos ya? - pregunto a continuación
- Sí, vamonos ya.. seguro que no están esperando - estaba impaciente por llegar a casa de mi amigo y empezar a jugar
Vais caminando hasta la casa de David, que esta tan solo a unas calles de vuestra casa. Charlais animadamente con vuestro padre -vuestra madre dice que se retrasara un poco- sobre la fiesta, y en apenas unos minutos estais enfrente de la casa, a la que llamais al timbre.
Apenas puedo contener la emoción, doy saltitos mientras espero que abran la puerta. Va a ser genial, ¡mucho juego y pocos padres !
Por fin vamos llegando, se me nota impaciente, además dormiremos allí, así que nos esperan muchas, muchas horas de juego. Junto a mis padres y mi hermano espero con impaciencia que alguien nos abra la puerta