Ella parece desconcertada por tu pregunta, lo cual te divierte, pues siendo una persona tan directa, no creista que algo así la dejaría fuera de luga. No obstante, toma tu mano antes de entrar al senado y te dice:
- La verdad es que he pasado por mucho. Te estoy agradecida y lo que siento por ti me confunde...
Ella no puede seguir hablando, pues se encuentran en la sala del senado. Está de más decir que las miradas de los magistri no fueron amistosas en lo más mínimo, pero la sonrisa de Camilo es lo que esperabas. El Princeps baja de su sitial, te saluda como si fueras su amigo y luego mira a Solena. Laexpresión en sus ojos te pone incómodo, como si con solo ponerlos encima de tu chiquilla. Luego te dice:
- Has sido sabio en arrancar esta flor de la bárbara Dacia para hacerla imperesedera aquí en Roma. Tú y tu bella chiquilla son bienvenidos en esta sala, Balbo, aunque a tus camaradas les parezca impropio.
Camilo se entretenía irritando a los magistri, así como en mostrar lo bien informado que está, pues en ningún momento comentante antes que Solena proviene de Dacia.
Aich te me adelantaste, estaba modificando el post anterior, bueno lo dejamos así entonces, cuando llegue a casa en cosa de una hora te contesto.Un saludo.
Asintió con un gesto de cabeza -haces bien en meditar sobre ello, la sangre de un inmortal ata a aquél que la toma puede crear sentimientos antinaturales,hasta el extremo que puede arrancarte tu voluntad si bebes demasiadas veces- dijo antes de entrar en la sala explicando de forma vaga los vínculos de sangre.
La fría acogida por parte de los suyos era más que esperada, muchas voces se acallaron, mirándolo con un velado silencio, el saludo le era negado entre los suyos, el príncipe sin duda había optado por avivar el fuego con un poco más de complicidad.
Sus mayores le habían empujado a un juego peligroso, y en frente tenia nada menos que el mayor manipulador de su clase, alguien que llevaba siglos jugando a este juego con cierto éxito, de lo contrario no estaría frente a él y no sería quién es.Pisaba sobre hielo crujiente, por lo que trato de no levantar más sospechas.
-Haz lo que yo haga susurró por lo bajo- bajando la cabeza en señal de respeto y sumisión,solo cuando el príncipe se dirigió a él la levantó -divino Tito Furio Camillo, tal como solicitasteis os presento a mi chiquilla, he aquí Solena Lucia Posidonía- dijo presentandola con tono solemne.
Aquel que lo escuchase, se daría cuenta que incluso la había adoptado dándole su propio apellido, tal como muchos mortales han hecho con anterioridad.
Con un gesto de cabeza asintió las palabras del principe, dando las gracias por sus amables palabras,-poco ha tardado en estar al corriente de la procedencia de Solena, o sus espias son muy buenos, posiblemente los fosiri, o esto estaba orquestado por él desde un principio- este último pensamiento fue aterrador.
-Gracias por vuestro interés y gentileza mi príncipe - añadió tono solemne --temo que mis hermanos no ven con tan buenos ojos el hecho que haya abrazado a una esclava Dacía, aunque sospecho que ese el el menor de sus quejas- dijo decepcionado.
-No quisiera robaros más tiempo, os agradezco las molestias que os habeís tomado y el interés que habeis demostrado, sé que sois una persona muy ocupada, no quisiera robaros vuestra atención- agradeció añadiendo un gesto de cabeza en deferencia.
Te ganas un gesto de cabeza por parte de Camilo, lo cual indicaba que ya estaba contento de conocer a tu chiquilla, por lo que ya te puedes retirar.
Cuano estás a punto de salir, chocas sin querer con uno de los ventrue magistri. Era un joven al que ni le conocías el nombre, pero que revoloteaba alrededor de Lisandro. Al chocar, el ventrua te detiene por un momento y te susurra:
- Eres una vergüenza para nosotros, Balbo. Tú y tu ramera dacia no son bienvenidos entre los magistri, así que puedes seguir lamiendo la verga* de Camilo.
Solena no debería haber escuchado esas palabras, pero ella reacciona y debes de detenerla con fuerza para que no cometa una locura. Salen rápido de ese lugar, antes de que las cosas pasen a mayores.
Cuando están afuera ella está furiosa y por un momento temes que caiga en frenesí. No obstante, se controlay te dice:
- ¡Si se atreve a hablarte así de nuevo le arrancaré la cabeza y la clavaré en una pica!.
Su rabia es justificada, tú sientes lo mismo, pero la pregunta es ¿Como logró escuchar lo que te susurraron al oido?.
El joven venturi había sido el mensajero, un pobre instrumento contento de complacer a aquel que veneraba, hasta el punto de faltar al respeto a uno de sus mayores, aunque muy posiblemente a lo que él respectaba tendría la conciencia tranquila, creyendo como creía que Balbo no era más que un traidor, ello sería suficiente para justificar sus actos, pero no para faltar al respeto a uno de sus pares, incluso aunque fuese miembro de otra magistratura,el honor exigía que Balbo hiciese algo al respecto,le habían faltado al respeto a él y a su chiquilla,los magistri lo esperaban y así tendrían un motivo más para lapidarlo en el senado
Algo inesperado ocurrió, las palabras iban dirigidas a él y sin embargo Solena había reaccionado con furía, justo cuando se disponía a reprender al joven, la muchacha se lanzó hacía adelante, obligando a Balbo a intervenir poniéndose por delante de su chiquilla para sostenerla. Lanzó una mirada fulminante al venturi, nada dijo para no por él sino por Solena, temiendo como estaba que cayese en frenesí, tampoco hacía falta, su mirada hablaba por si sola, así como su reputación.
Se marchó airado con largas zancadas, llevándose a su chiquilla por delante, cogida del brazo, una vez fuera apretó los puños visiblemente enfadado, Solena no ayudaba, pero él tenía el temple de alguién que ha cultivado su camino durante mucho tiempo, y ella por contra era una neonata recién creada. Como pater era su deber calmar a su chiquilla.
-Tranquila, hija mía- dijo con tono paciente -las palabras, son solo palabras y a menudo los insultos tienen el efecto contrario volviéndose contra el que los dicta- dijo tendiéndole los brazos para abrazarla y consolarla -no caigas ante tan nimia provocación, eres mi hija y estas por encima de todo esto- susurró a su oído, aunque mentalmente había tomando nota del rostro del joven para indagar más sobre él -un posidonio no se dedica a clavar cabezas en picas, tenemos paciencia y tejemos la desgracia de nuestros enemigos, creeme clavar la cabeza de alguien sobre una pica a menudo no es lo peor que puede sucederle- dijo con una sonrisa enigmática, sosteniéndola por los hombros.
Cuando estuvo más tranquila,llego el momento de las preguntas -no deberías haber escuchado eso, entre nuestros dones no está el agudizado sentido de los hukor, ¿como lo has hecho?- preguntó enarcando una ceja.
-¿Será posible?, ¿habrá conservado contra todo pronostico su don?- pensó esperanzado con que el trauma del abrazo no haya pasado factura a la joven en ese sentido.
Una vez satisfecho, deshizo el camino hacia la tabernae donde dejo a Ciceron, entro al umbral de la taberna, sin dar un paso más, allí estaba Ciceron, sin decir palabra se levantó dejando unas monedas en pago por la comida y bebida, saliendo para reunirse con su amo
Juntos fueron hacia los establos donde un joven esclavo estaba a cargo de los caballos, -toma muchacho- dijo lanzandole una moneda, un paso más para comprar su libertad, con suerte cuando fuese adulto y no antes de llegar a anciano, podría ser libre, pasando a ser un liberto, hombres libres pero sin derecho a voto.
Montó tomando las riendas del caballo para encaminarse al burdel que mencionó Mucio, con el pretexto de alimentar a su chiquilla, pues era bien sabido que en los burdeles no solo se podía comprar sexo, sino también sangre.Por su parte Balbo no solía pisar los burdeles, no a menos que tuviese una extrema necesidad, prefiriendo alimentarse de su propio rebaño, tendría que proveer de esclavos a Solena para su alimentación, pero no antes de enseñarla a cazar debidamente, pero no sería esta noche, no si las circuntancias lo requerían.
-Vamos a la suburra- dijo mirando por encima de su hombro a Ciceron, quién con toda seguridad estaría sorprendido, tal vez incluso contento con la idea.
Acerco su caballo al de Solena para hablar con ella de nuevo -vamos a un burdel,regentado por una inmortal de egipto, una serpiente, abre los ojos y toma nota, más no te contagies por la corrupción que allí habita, en el suelen reunirse los degenerados para alimentar sus vicios- añadió con una mueca de desagrado -a pesar de todo ello, también tiene otra función, proveer de sangre ... por un precio, por esta noche ha sido bastante, otra noche te enseñaré a cazar debidamente por si llegase el día que no tuvieses recipientes voluntarios de los que alimentarte- prometió con tono solemne.
Motivo: Manipulación + Intimidación
Tirada: 7d10
Resultado: 32
Motivo: Manipulación + Intimidación
Tirada: 7d10
Resultado: 10, 5, 5, 9, 1, 10, 4
Bueno, pues si quieres podemos pasar con la amiga setita, ojala podamos mantener el ritmo :). Me está gustando muchisimo la intro, la verdad es que me está enganchando.
Hago una tiradita por si hiciese falta para intimidar al ventrue con la mirada, pon tu la dificultad. Aich se me ha olvidado desglosarla, haz caso de la segunda tirada, sumo un dado más a la reserva por mi aura en el camino.
Más o menos creo que dos éxitos, no tiro el 10 porque no estoy especializado.
Si ves que me adelanto mucho dimelo o corta el post hasta donde creas necesario ;), y a partir de ahi sigo yo.
Ante la pregunta acerca de cómo Solena consiguió escuchar lo dicho por el ventrue, ella se mostró contrariada, sin saber que contestarte. Solo te dijo:
- A mí me sonó muy fuerte. Solo tuve que aguzar el oído.
Era un poder que no poseías, por lo tanto no conocías la mecánica de los sentidos súper naturales de algunos vampiros. Tendrías que luego buscar ayuda con ello.
No obstante, lo importante era llegar a ese famoso lenocinio en la Suburra para descubrir qué se tejía ahí y qué sabía la egipcia del culto de El-Gabal. Cual fue tu sorpresa cuando al llegar ves el lugar rodeado de pretorianos.
Pretorianos, solo podían significar una cosa : problemas. Balbo miró a Cicieron con una mirada de esas que quieren decir que no le gustaba en absoluto lo que estaba viendo, por unos instantes consideró el dar media vuelta y marcharse, sin duda sería lo más sensato, luego pensó en enviar a Ciceron para que le trajese al oficial pretoriano al mando,por último recordó que lo orgulloso que solían ser estos mortales por el mero hecho de formar parte de la guardia del emperador, decidió acercarse el mismo.
-Esperad aquí- dijo mientras avanzaba hacia los pretorianos aun montado -¿acaso ese degenerado a venido?- pensó sobre el significado de la presencia de estos allí.
Tal como ocurriese en el ejercito, era fácil saber quién estaba al mando aquí, por el penacho de su casco, aunque había otras formas ... , se dirigió directamente al oficial al mando, lo miró por encima subido como estaba a su caballo, iba vestido con su armadura y capa purpurea, el menos inteligente de los mortales de Roma sería consciente de que ese hombre era "alguien".
-Oficial, ¿que ocurre aquí?- preguntó con tono firme desde lo alto de su caballo.
Ummm, a ver a ver que me tienes preparado, algo me dice que a la gente todavia le queda con sus preludios ... .
Borra si quieres el anterior mensaje en blanco.
No. Es solo un gancho para la siguiente escena. El preludio queda aquí.