Partida Rol por web

Es bueno cambiar de aires, en especial cuando Roma está tan cargada de intrigas como en esos días.

Esa noche te encuentras eligiendo un vestido. Tu esposo te ha llevado a una villa cerca de Neapolis para descanzar algo de Roma. Además, en ese lugar se encuentra el ludus que tu marido auspicia y te ha pedido que le ayudes a elegir gladiadores para organizar juegos en Roma en honor al divino emperador.

Cuando ya estás lista, sales al atrium de la villa y en ella te espera tu esposo, quien come su cena. Luego que tú fuiste elegida para ser inmortal, él ha aceptado la situación como la posibilidad de aumentar su poder. Tus gustos alimenticios no le importan y nunca se ha dado cuenta de que has utilizado dominación en él para imponer tu voluntad. Cuando te ve, te saluda con un beso en la mejilla y te pide que lo acompañes afuera.

Ahí, encadenados de pies y manos te esperan cinco enormes hombres vestidos solo con unos minusculos taparrabos. Se trataba de los gladiadores que tu marido había escogido para llevar a Roma. Había un nubio de piel muy negra, un galo pelirrojo, un sirio moreno, un par de romanos caidos en desgracia y un griego con mirada de aguila. Todos muy musculosos, con sendas sicatrices y cubiertos de aceite para resaltar sus formas. Esperan tu visto bueno con la vista gacha.

Del brazo de mi esposo sali de nuestra casa, obserbe a los gladiadores, todos con esplendidos cuerpos y tonificados musculos, me separe de mi esposo y camine frente a los hombres, los observe detenidamente, la sangre de gladiadores se habia vuelto mi favorita desde que cambie de condición, tras unos minutos de obserbales me detuve frente al pelirrojo...me gire y mire a mi esposo, el comprendio de inmediato que lo queria para mi...

Los demas estan en perfectas condiciones, que disfruten de buena comida, nuestros gladiadores son los mejores y como tal se les debe tratar como campeones...Aunque sin exagerar en esas atenciones...

Espere que los sirvientes llevaran al galo a mis aposentos, despues de bañarlo y darle algo de comer...solia alimentarme cada tres o cuatro noches...ya que el beber completamente de mis presas era algo que me estaba permitido...caprichos que mi esposo cumplia a voluntad, y yo le retribuia con sus asuntos politicos...

Tus esclavas siguen las intrucciones al pie de la letra y se llevan al gladiador para asearlo prolijamente.

Cuando entra a tu habitación al galo le han quitado su taparrabos y puesto en la cabeza una corona hecha con hojas de parra, como si se tratara del mismo dios Dioniso. Le han incluso maquillado para que sea de tu agrado, cubriendo sus músculos con pintura dorada y sacando todo el pelo de su cuerpo.

El galo se queda parado en medio de la habitación, luciendo su masculinidad con cierto orgullo, pensando que le has hecho ir a tu habitación para disfrutar de un placer más mortal que el que tienes en mente.

Una de las esclavas me avisa que el gladiador esta listo...me dirigi a la habitación para saciar mi sed, al entras vi la hermosa vista del cuerpo de un guerrero tonificado y con musculos bien marcados, en antaño eso podria haber provocado en mi un apetito sexual, pero hoy solo son comida...camine por el cuarto mirando atentamente al pelirrojo, quien me seguia con su vista...parecia sentirse halagado por haberle elegido...

¿Cual es tu nombre Gladiador?...pregunte parandome a dos metros frente a él, le recorri lentamente con mi vista desde los pies hasta la cabeza...

En una mesa una copa de plata y frutas habian dejado las esclavas....

La situación hace que el gladiador se vuelva descarado y también te miré de pies a cabeza. Es sabido que las mujeres de alcurnia tenían una predilección por acostarse con gladiador, así también como algunos romanos que jugaban a ser mujeres por un rato. Seguramente el creyó que esa era la situación y eso animo su virilidad.

- Mi nombre es Aneoresto, domina.

Hablaba latin con acento marcado y para tu sorpresa contaba con todos los dientes. De seguro se tataba de un buen gladiador y su sangre ha se ser una delicia. Por un momento piensas en qué tan conveniente es matar a un ejemplar de su talla.

Aneoresto...Le dijio una mirada junto con una sonrisa lujuriosa...¿imaginas para que te he invitado a mis aposentos esta noche?...claramente la idea de pasar una noche con ella rondaria la mente del hombre...Megara se acerco y poso su mano en el pecho del gladiador...Hay placeres que pueden ser mejores de los que imaginas y tu esta noche me daras los mios...poso la otra mano en el pecho del gladiador y huele el aroma que expedia aquel pelirrojo...

Cuando su rostro esta a escasos centimetros de el gladiador le besa, un beso simple para despertar aun mas el interes del pelirrojo, despues de eso se dirigie hacia las uvas y la copa vacia, camina hacia su lecho y se recuesta dejado la copa sobre una mesa junto a la cama y ofreciendole una uva al gladiador..

Aneoresto ya ha perdido todo aservo de prudencia y se salta tu ofrecimiento y va diredto a lo que realmente desea. Con fuerza te rodea con sus brazos y sus labios se apoderan de tu cuello mientras intenta sacarte el vestido con un impetu casi animal. Pero contrario a lo que él espera, no anima tú líbido muerto, sino un deseo más apremiante y abrasador.

Mi sed reprimida hace tres noches ya era evidente, apenas senti el cuerpo del gladiador junto al mio, mis colmillos se liberaron, despues de leve preludio para darle confianza al galo, gire sobre su cuerpo para tener mayor dominio, mientras él intentaba obtener placer humano, mi instinto bestial se apoderaba de mi y sin pensarlo mucho mordi su cuello aferrandome cual fiera a su presa, su sangre era sabrosa, un manjar selectivo para un criatura ambrienta...no me detuve, mientras el se entregaba al placer que provocaba la mordida de un vampiro, fui drenando todo su cuerpo, quizas habria sido beneficioso tenerlo como sirviente o rebaño, pero mi sed era mayor.

Poco a poco fui consumiendo su vitae y acabando son su vida, sin derramar una sola gota de sangre sobre las finas sabanas de mi lecho...completamente satisfecha me separe de su cuello saboreando mi alimento, le mire inerte, tan vigoroso antes y ahora tan inferior...lami su cuello antes de que se enfriara para no dejar rastro que diera motivo de comentario a las esclavas...

Cambie mi atuendo y volvi a adoptar la apariencia de la recatada esposa del senador, sali del cuarto en busca de mi esposo, mientras algunos esclavos se encargaban de retirar el cuerpo de la habitación, humanos temerosos de su ama, pero a la vez excelentes sirvientes a los que se les trataba muy bien...

Vuelves con tu esposo como si nada hubiera pasado. Hace un momento eras una bestia lujuriosa sedienta de sangre y ahora eres una matrona romana digna de ser alabada por su virtud.

En tanto Quintus, tu esposa se encuentra leyendo lo que parece una carta. Cuando llegas a su lado, te dice:

- Debemos volver cuanto antes a Roma. El emperador a convocado a todos los magistrados importantes para que asistamos a una ceremonia en que contraerá matrimonio con uno de sus amantes en el templo de El-Gabal. Por lo que sé se casa con un conductor de carros que corre en Circo Máximo ¡Hasta donde llegaremos con esto!.

Me acerco por la espalda y me soy un pequeño masaje en el cuello a mi esposo...

Tranquilo, mientras las locuras del Emperador no nos afecten directamente, no debemos inmiscuirnos, nuestros planes son claros querido y hasta el momento nadie nos ha incomodado, sera mejor asistir con nuestra mejor sonrisa a esa boda...

Me agracho y le doy un beso en la mejilla...

Tu esposa esta repuesta completamente, por lo que cuando gustes partimos a Roma...

Ya con tu visto bueno, tu esposo ordena que preparen el transporte para volver de inmediato a Roma. Al poco un cómodo carro tirado por bueyes les espera en la entrada de su villa. Mientras van camino a Roma, tu esposo revisa papeles acerca de sus finanzas y luego te dice preocupado:

- Debemos tratar de controlar nuestros gastos, querida. Los buenos gladiadores no crecen en los árboles y si matas  cada uno del que te alimentas el negocio del ludo se irá al carajo.

Trata de no sonar como una reprimenda, sino más bien como una súplica a tu buen juicio. Sabes que muy en el fondo, tu marido te teme y su mayor esperanza es que algún día te decidas darle el don que tú posees. No obstante, él te sirve más como mortal y como ayudas a sus aspiraciones, es casi tan fiel como un ghoul.

La villa de ustedes solo se encuentra a unas leguas de roma, por lo que el viaje no demora en demasía. Cuando llegan a su mansión en el barrio del Palatino, uno de tus esclavos te infroma:

- Domina, una mujer a venido en tu busqueda la noche anterior. Dijo llamarse Thot-Neferu y que necesita hablar algo urgente contigo.

Tu vieja amiga, "La serpiente mas bella y venenosa" te busca, pero el tono de su mensaje no indica que desee invitarte a disfrutar de esos placeres que ella es tan pródiga en facilitar a sus amistades. Parece que en verdad se trae algo serio entre manos.

Me acerco a mi esposo y tomo su mano, beso su anillo y en clara señal de sumisión respondo...Lo siento esposo mio, no volvera a ocurrir, controlare mejor mis instintos...Pese a saber que me teme, siempre intentaba mostrarle que tenia control sobre mi, no por que mis intereses hayan cambiado desde que nos casamos y mi vida cambio, debia significar que él me importaba menos, le respetaba y en cierta forma le apreciaba, era mi familia, el unico lazo humano que decidi conservar...

Al llegar a nuestra mansión una de las esclavas me da el mensaje, mire a Quintus...Querido, debo atender un asunto con Neferu, espero no tardar mucho...Me acerco y le doy un dulce beso en los labios...por favor adelanta los preparativos de nuestras cosas para la boda del Emperador, asi tambien un obsequio a la altura, el mejor que tengamos...

Tras recibir su asentimiento salgo en dirección a encontrarme con Thot-Neferu...

Ante tu petición de ser llevada a la casa de Neferu, unos esclavos te esperan con una litera en la puerta de tu casa. Ellos te llevan por la oscura ciudad llevando teas para alumbrar su camino. Todos van armados, ya que es normal que ronden asaltantes amparados en la oscuridad.

Como era natural, la Suburra estaba llena de borrachos, putas, aristócratas en busca de entretención y truanes en espera de poder aprovecharse de algún incauto. Pero hay algo que no esperabas, y es ver el local de Neferu lleno de guardias pretorianos*. Frente a la puerta principal esta parado un carro tirado por bueyes coronados con guirnaldas, enjoyada ricamente y cubierta con un toldo de rabioso color púrpura.

Entonces del carro baja un chico joven, una mujer con un vestido rojo y Thot Neferu, quien se ha dado cuenta de tu presencia.