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El hechizo de la casa Corbitt. Parte - 1.

El hechizo de la casa Corbitt

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11/05/2015, 16:52
Master

Habéis sido invitados este domingo por la noche a la casa de Fitzgerald, algunos sois amigos y otros conocidos. Estáis sentados a la mesa en el comedor...cuando escucháis el motor de un coche que se para justo en vuestra casa. Los Fitzgerald no esperaban más invitados y se os había comunicado que estabais todos cosa que os extraña. Justo donde estáis hay una ventana grande por si queréis mirar o la puerta, pero sería una descortesía abrir la puerta a estas horas de la noche y sabiendo que no hay más invitados.

Notas de juego

Información general para los investigadores:

- La historia personal del señor Corbitt es bien conocida por todos en la ciudad: nació aquí y es el hijo del fallecido Theodore Corbitt, fundador de la pequeña pero exitosa empresa Corbitt Importers of America, cuyo dueño y director actual es Bernard. Él tomó las riendas de la empresa hace 14 años, cuando el viejo Corbitt murió accidentalmente durante una excursión en las montañas de la India.

Corbitt estuvo casado, pero hoy es viudo y vive solo. La gente de la zona ve a Corbitt como una persona amable y gentil. Cursó estudios de medicina y en no pocas ocasiones ha ayudado a sus vecinos prestándoles ayuda con pequeñas cuestiones médicas. Sus conocimientos de primeros auxilios se mostraron muy oportunos hace dos años, cuando salvó la vida a un joven que fue atropellado por un camión. Corbitt se lamenta en ocasiones de haber abandonado la facultad de Medicina para encargarse del negocio familiar, pero a renglón seguido afirma que no tiene quejas sobre su vida.

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11/05/2015, 17:30
Master

Notas de juego

Información solo para los investigadores de la casa:

Corbitt es un afanado jardinero y con frecuencia regala a sus vecinos, incluido a vosotros, los frutos de su productivo huerto. Detrás de la casa tiene un invernadero donde cultiva orquídeas y otras flores exóticas.

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11/05/2015, 17:30
Master

Información solo para el investigador de la casa los Fitzgerald:

Su vecino, el investigador, sabe que la esposa de Corbitt falleció hace al menos 12 años. Bernat Corbitt siempre ha sido un hombre tranquilo, inofensivo y normal. Lo único que tiene de particular es que resulta algo despistado. Como se dijo, vive en una casa grande y cuidada que se encuentra justo al otro lado de la calle, enfrente de la casa de uno de los investigadores con quien tiene una relación de hola y adiós. Es uno de los empresarios más respetados y destacados de la zona y la mayoría de sus vecinos conocen sus costumbres y manías.

Hace años, Corbitt viajaba fuera del país para atender sus negocios, pasando largas temporadas fuera de casa. Sin embargo, durante los últimos años cada vez pasa más tiempo en casa. Sus horarios son regulares; trabaja cinco días a la semana en la oficina que tiene en el centro.

Corbitt pertenece al club local de empresarios, por lo que a veces llega tarde, pero más allá de eso, parece que tiene muy poca vida social, lo cual tampoco es tan raro en un viudo cuarentón. Los fines de semana suele quedarse tranquilo en casa, pero los domingos sale con regularidad a última hora de la tarde: normalmente regresa antes de que anochezca. 

Notas de juego

Hacedme una tirada cada uno de vosotros de POD *2.

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11/05/2015, 18:23
Samantha Finch

¿quién podra ser?- digo parandome de la mesa extrañada, ya habia suficiente gente en la casa y su sobrina no le había avisado de más invitados- ¿Hay algún invitado de último momento que desconozca?

Dice la mujer mirando por la ventana que da al exterior para observar el auto que acaba de llegar

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11/05/2015, 18:42
Master

Muchas veces los sentidos son engañosos como en este caso, el coche en cuestión no está aparcado en la casa de los Fitzgerald sino en la del vecino de hecho es el coche de el señor Corbitt, y como no el que sale es él mismo señor que sale del coche y abre el maletero, del que saca dos objetos envueltos en lona. Uno de ellos es pequeño y redondo, mientras que el segundo tiene aproximadamente el tamaño y la forma de un pequeño bate de béisbol.

Corbitt se dirige con ambos objetos a la puerta delantera y los sujeta bajo el brazo mientras pelea con la cerradura. El más grande de los dos bultos se le resbala y cae al suelo del porche con un sonoro "plaf". La lona que cubría el objeto se desenvuelve y el investigador atisba algo blanco y cilíndrico en la oscuridad.

Notas de juego

Hazme una tirada de descubrir.

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11/05/2015, 19:04
Daniel Lewis

La semana había sido dura. Estaba investigando una red de tráfico de bebidas alcohólicas, y aunque no era mi intención destapar la olla, porque sabía que había peces muy gordos detrás de esa pecera, nunca estaba de más averiguar cosas para ejercer alguna palanca con la persona indicada en el momento oportuno. Hacía dos días uno de mis contactos había desaparecido y temía que vinieran por mi. 

La invitación a cenar de mi tío fue una bocanada de aire fresco. Quería salir del ambiente mas urbano donde me encontraba, el barrio donde él vivía era mucho mas tranquilo. Además, su compañía y la de su esposa siempre eran agradables. No tanto la de la tía de Julia, que tenía cara de no relajarse nunca, aquella mujer parecía tener algo permanente atorado...   en la garganta, digamos, para respetar las formas. La pareja, sin embargo, tenía un buen trato con ella, y yo no era quien para entrometerme.

Y si Samanta me ponía los pelos de punta, el tal Sullivan hacía que me doliera el cuello de la tensión. Ese hombre tenía una mirada asesina que metía miedo. No entendía que veía mi tío en él para tenerlo cerca. La otra chica, Sylvia, me caía bien, creo que era amiga de Julia o algo así.

Cuando escuchamos el auto temí lo peor. ¿Me habría encontrado el que hizo desaparecer a mi fuente? No, era poco probable. Relájate, Daniel, no eres tan importante. Sin embargo, el tenedor permaneció a medio camino entre el plato y mi boca por unos cinco segundos, hasta que Samantha se levantó y dijo lo que yo estaba pensando.

Esperé a ver que pasaba, intentando permanecer despreocupado.

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11/05/2015, 19:24
Samantha Finch
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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11/05/2015, 19:27
Master

En el extremo del objeto ves lo que parece ser la mano de un niño pequeño. Corbitt echa un rápido vistazo alrededor para comprobar que nadie está mirando, envuelve apresuradamente el objeto y, tras lograr abrir la puerta, entra en la casa, cuyo interior no puede verse porque todas las persianas están bajadas. Un momento después, en una ventana del sótano se enciende una luz sobre la que se recorta fugazmente una sombra difusa.

Notas de juego

Esta escena te supone una pérdida de cordura desde 0 a 1D3 puntos de Cordura, tira por cordura si fallas lanza 1D4 si sacas 4 no pierdes.

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11/05/2015, 21:13
Julia Fitzgerald

Mis hijos ya descansaban en sus respectivas habitaciones, me sentía muy satisfecha por el día y la reunión por la noche con familiares y amigos. Luego de haber ayudado en la cocina con los platos principales tomo asiento en la mesa junto a mi esposo, el ambiente parecía tranquilo, me sentía cómoda a pesar de encontrarse Michael en la mesa siendo consciente de todo lo que ello implicaba para mi matrimonio.

El sonido de un motor me devuelve a la realidad, le dedico una mirada a mi esposo como diciendo: "¿Puedes fijarte?" pero mi tía como siempre da el primer paso dada su curiosidad y carácter un tanto particular. -¿Tía puedes ver algo? - le pregunto sin levantarme portando cierto halo de preocupación. No esperábamos a nadie más y siempre cuando suceden estas cosas son por malas noticias. 

-Cariño... ¿Te fijas? - le sugiero a mi esposo. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

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11/05/2015, 23:49
Samantha Finch

ehhh... ¿pero qué...?, por todos los cielos- digo yo mirando la ventana y quedando impactada..-

debe ser que te equivocaste mujer, esto no, no puede ser cierto, puede ser un... muñeco sí... seguro mire mal

Miro a los demás que estan en la mesas, y me siento en silencio... muy pensativa.
 

- Tiradas (1)
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12/05/2015, 00:19
Daniel Lewis

Samanta, que estaba asomada a la ventana hace una mueca de asombro y siento una corriente fría que recorre mi espalda. Me imaginé a unos gansters bajando del auto con sus thomsons, acercándose a la casa dispuestos a no dejar cabos sueltos, pero la tía de Julia se sienta sin hacer mas comentarios.

- ¿Que sucede, Samanta? -le digo a medio levantarme, dispuesto a observar hacia afuera mientras me responde. ¿Que viste? -pregunto, mientras me camino hacia la ventana, mirando alternativamente a Scott y Julia.

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12/05/2015, 01:31
Samantha Finch

Yo creo que mire mal,  es que.... - digo   sorprendida, es que vi al señor Corbitt estaba entrando a la casa, pe-pero bueno se le cayó algo, parecia ser un niño envuelto en sabanas, como si la criatura estuviera muerta, pero... es decir, yo solo vi la mano... no debe ser posible, debe ser otra cosa, esta oscuro, posible haya visto mal...

Era una manito...  no sé que pensar, no sé

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12/05/2015, 01:57
Julia Fitzgerald

Me levanto de la mesa dedicándole una mirada preocupada a todos. Lo que había visto mi tía no era nada bueno por lo tanto quería salir a mirar.
-Saldré a mirar, si hay un niño que se ha caído es una posible fractura. Urgente debo salir. - afirmo muy segura de mi misma mientras me acerco a la puerta con la intención de ver lo que acontecía allí fuera.

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12/05/2015, 02:07
Michael R. Sullivan

Los Fitzgerald habían sido muy amables de permitirle quedarse a cenar con ellos. Bueno, Michael sabía que todo habría sido cosa de ella pero no le importaba. Cualquier cosa que le permitiese estar allí sería bien recibida.

Había más gente allí, por supuesto. Los suficientes como para que su presencia no enturbiase la reunión familiar. Michael pudo observar al sobrino del señor Fitzgerald, al que habían presentado como Daniel, así como a Sylvia, una joven que, si no había oído mal, era amiga de Julia. Al resto ya los conocía de antes, incluyendo a la estricta tía de Julia, la señora Finch, de la que no sabía qué pensar.

Inmerso en sus pensamientos, apenas sí escuchó el motor de un coche que acababa de estacionar en la puerta. Fue gracias a que el resto guardó silencio que pudo distinguirlo. Miró a todos lados y la reacción de los demás le indicó que no se esperaban más visitas.

¿Entonces quién podrá ser?

Su cuerpo se tensó y su mano agarró inconscientemente el cuchillo. No le gustaban las visitas sorpresa. Y a menudo no eran para nada agradables, por lo menos las de sus pesadillas.

Las voces del resto le sacaron de sus cavilaciones.

¿Niño? ¿Criatura? ¿Muerta? ¿Mano?

Los preguntas se sucedían en su cabeza en una vorágine caótica. Sabía que, años después de lo ocurrido, se encontraba a salvo al otro lado del Atlántico pero no podía quitarse la sensación de desasosiego. Llevaba mucho tiempo permanentemente alerta. Se decía a si mismo que no había nada de qué preocuparse.

No hay alemanes aquí.

Sin embargo el cuchillo se deslizó dentro de su manga, manteniéndolo oculto.

- No se preocupe señora Fitzgerald - intervino mientras daba tres rápidos pasos hacia la puerta. - Yo iré a ver.

Y abrió la puerta de la casa con la intención de ir a echar un vistazo.

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12/05/2015, 02:28
Samantha Finch

ehh... y , bueno entro a su casa,  al sotano, posible debamos quedarnos en casa, si sí... es que, puede que haya visto mal. Dice  sintiendose avergonzada. Posible sea mejor quedarnos en casa...

La mujer sabia lo que habia visto, pero no queria aceptar que fuera lo que ella vio, además, en esos casos se llama a la policía ¿no es cierto?

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12/05/2015, 03:14
F. Scott Fitzgerald

Scott, llevaba toda la tarde sumido en sus pensamientos vagando por Hyde Park. Los encargos para la Boston Society of Natural History no iban a llegar a tiempo. Lo cual se vería reflejado en el enfado por parte de Ralph que se iba a tragar, sin deber culpa alguna. Y para colmo, esta noche tenía una "agradable cena-reunión" con ese cretino de Sullivan. Y, cómo no... todo ello aderezado por los, más que mezquinos, comentarios de la Tía Samantha.

Ya en situación, la cosa parecía ir transcurriendo mejor de lo esperado. Los invitados habían llegado puntuales y la velada se estaba desarrollando con total normalidad entre unas, insustanciales per corteses, conversaciones entre invitados. Era un placer contar con el apoyo moral que brindaban en la mesa la presencia de su sobrino y de la Srta. McCulloch.

Fué en un momento de incómodo silencio cuando, con la total claridad que solo pueden dar cuatro cilindros y 20 salvajes caballos de vapor del Ford T, se oyó en la sala el estruendoso vehículo deteniendose frente a su hogar. El escándalo sobresaltó a los comensales que extrañamente y, a sabiendas de que no falta nadie más a la mesa, se alteran como si hubiesen visto un fantasma.

Durante los instantes iniciales profiere indicaciones de calma, a sus invitados:

-Por favor, no os alarméis. Claramente se trata de nuestro querido vecino, el Señor Corbitt. Es un honrado empresario del lugar y todos los domingos suele volver a esta hora. Lo sabéis mejor que nadie, querida.- Intentó transmitir a su amada esposa en un todo tranquilizador que llegase a todos los asistentes.

Por el amor de Dios, se han vuelto locos. Pero si no es más que un maldito coche.

Sus nervios, sobradamente contenidos durante toda la incómoda velada, soltaron sus ataduras cuando, con el total intrusismo y malos modales que solo una despechada mujer de vida en clausura puede demostrar, la institutriz abandonó la mesa para dirigirse a la ventana sin pedir permiso, ni disculpas, a los anfitriones de la misma.

Cuando las palabras de la alcahueta sobresaltaron al resto de personas en la estancia, de forma que tanto Julia como Michael de disponían a salir por la puerta, Scott estalló en cólera:

-¡MALDITA SEA!- Gritó mientras, arrastró la silla hacia atrás al ponerse en pie, descargando toda su fuerza sobre la mesa con ambas manos.- ¿ES QUÉ NO OS HAN ENSEÑADO MODALES? -Gritó, todavía sin creer el revuelo que se había formado por el motor de un coche y "algo" que se cayó de las manos al bueno y amable de Corbitt.- ¡Y TÚ!- Señaló al atormentado hombre, con una mirada que le habría fulminado en ese mismo instante. Si hubiese podido.- ¡Ni se te ocurra salir por esa puerta!- Sentenció.- Esta es una casa de bien. Y no toleraré que mis invitados, sin pedir permiso, abandonen la mesa para husmear por mi ventana a mis vecinos. ¡Faltandonos al respeto a mi mujer y a mi -aunque en ese instante probablemente hablaba solo por él- de ésta manera! -Decepcionado se viró a la institutriz nuevamente.-¡Esa no es la educación que queremos para nuestros hijos, Samantha!¡Si es la que les daréis, coged vuestras cosas y volved por donde habéis venido!

Relajando el tono de su voz, continúa.- El bueno del Señor Corbitt es uno de los más distinguidos empresarios de la zona, y amigo de esta familia. Ha recorrido mucho mundo en sus viajes. Con frecuencia ha traido muchos recuerdos de sus expediciones. Entre ellos semillas de exóticas frutas que ha tenido la amabilidad de compartir con ésta familia, tapices, animales disecados y estatuas.- Se viró hacia la "adorada" tía.- Seguramente, lo que vistéis no fué más que una de dichas estatuas. De lo contrario, ese señor habría estado pidiendo ayuda en la calle para socorrer al bebé.- Se viró hacia su adorada July.- ¿No os parece más sensato lo que digo, amor mío? Más vos, con lo que sobradamente conocéis a Bernard.

Una vez más, vuelve a mirar a Michael.- Y tú, Boy Scout. Has sido bienvenido a esta casa por el amor que profeso a mi mujer, y por extensión y muy a mi pesar, a su familia.- Miró de reojo a Samantha para volverle a mirar.- ¡No hagas que me arrepienta!

(Añadir este fragmento si detecta el robo de Sullivan)

Acercandose a él, con una ligera sonrisa.- Ahora, por favor, devuelveme mi pieza de cubertería. Yo también conozco esos "truquillos" militares.

(Después de ésto)

Y ahora, por favor, vamos todos a calmarnos y a volver a nuestros asientos. Ruego también disculpéis y olvidemos todos estos desaires.- Dijo en un tono que invitaba a la completa calma.- Personalmente, Julia y yo iremos a ver al bueno de Bernard. Solamente por el hecho de aliviar la tensión generada y que veáis que no hay nada de lo que preocuparse.

- Tiradas (1)

Notas de juego

1.- Perdón por el tochopost. Han habído muchos post en muy poco tiempo y creo que, como dueño de la casa, me veo obligado a intervenir un poco ante todos ellos.

2.- En el rol nunca me ha gustado que mi personaje restrinja a nadie. Pero dada la época, los protocolos sociales, la educación de los investigadores, y basicamente lo dicho en 1. Creo que era un poco "mi deber" decir ingame que las cosas se estaban haciendo un pelín a destono. No tengo nada en contra de ningun jugador o pj

3.-Julia y yo estamos tan compenetrados que hemos obtenido exactamente el mismo resultado en la misma tirada. Eso debería permitirnos superarla en conjunto dado el vínculo existente. ;)

4.-Señor director, quiero saber si Scott detecta el robo de su cubertería de plata. ¿Qué he de hacer? O hágalo usted mismo, si gusta.

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12/05/2015, 05:03
Samantha Finch

Me haces el favor Scoth y no me gritas, que bien puedes tener invitados pero a mi no me tratas como tu empleada, te recuerdo que esta casa la estoy pagando yo, así que no me vengas a sacar de mi domicilio porque bien les he servido en los dias que he estado acá.  Dice furiosa y  diciendole de manera directa. En esta casa, ni me gritas a mi ni gritas a  Julia,  a ver si con tu pobre sueldo puedes pagar esta casa, ¿qué educación más desafortunada le das a tus hijos con esta griteria?... vaya hombre tan violento, no conocia el tipo de personaje que eres, y NI CREAS que me iré de la casa.

Dice la mujer

Solo he dicho lo que vi...

Oh por Dios, sabía que eras un hombre violento, pero más ahora con testigos,  cuando pueda te denunciare a la policia por violencia. Puedo estar en esta casa de visita, pero tambien es MI CASA.

Murmura quitandole la autoridad

Y porfavor deja en paz a Sullivan.... !que verguenza!, !qué escandalo!

Notas de juego

Mmm la verdad creo que la reacción del hombre fue más que desproporcionada, pero bue. Samantha no se deja gritar, ni va agachar la cabeza. Así que podemos matarnos antes de comenzar la aventura. XD

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12/05/2015, 05:57
Julia Fitzgerald

Sorprendida por la actitud de mi esposo cruzo la mirada con Michael que justo estaba cerca mío y fue él quien había decidido salir. Entre los gritos, su forma de hablar tan agresiva solo me generó incomodidad y miedo. -¿Qué le sucedía a mi esposo? ¿La presencia de Michael le afectaba realmente? ¿Estaba enterado de todo? - no lo sabía y las cosas no estaban tan bien como creía. 

Sin pensarlo demasiado me acerco hacia donde se encontraba Scott sujetando su brazo. -Tranquilo cariño, no fue nada malo. Simplemente la Tía Samantha ha visto algo que le llamó la atención pero no creo que haya sido un acto de descortesía o falta de respeto hacia nosotros. - intento suavizar la situación mientras Sammantha arremete de nuevo. 

Lamentablemente estaba de su lado, mi esposo era incapaz de pagar esta lujosa casa y ni siquiera darnos un bienestar digno, pero al menos estaba conmigo y supuestamente me amaba. Lo que sucedía en el exterior era una tontería ante semejante reacción, incluso me dolía el trato despectivo hacia Michael, eso si, debía callar y no meterme. 

-¿Por qué no traigo el postre? Será mejor relajarnos y permitirle al Sr Corbitt que siga con sus cosas. Estamos todos reunidos y es un momento especial. - contrarrestar la situación era cosa de magos pero al menos lo intentaría.

Notas de juego

Querido esposo, que agresivo!

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12/05/2015, 12:17
Michael R. Sullivan

Tenía el picaporte en la mano cuando el señor Fitzgerald comenzó a gritar. Se quedó quieto, sin llegar a salir, y se dio la vuelta lentamente. Aún tenía grabada la respuesta de obedecer a una orden si se daba a gritos y enfadado. Un escalofrío le recorrió la espalda mientras algunas de sus cicatrices le dieron una punzada.

Cerró la puerta y volvió sobre sus pasos, quedándose bajo el dintel de la cocina. Escuchó con rostro serio y los puños apretados como se despachaba con Samantha y luego con él.

Cuando le llegó el turno tuvo la tentación de sacar el cuchillo.

Sería tan fácil.

Pero sabía que no conseguiría nada bueno de aquello. No quería volver a prisión y sabía que no lo resistiría. Sin embargo le parecía que, aunque el hombre tenía razón en cierto modo, no había tenido en cuenta lo sucedido. Algo había alarmado a las mujeres, sobre todo a la mayor. Y sabiendo que si alguien sobraba en aquel cuadro era él se había ofrecido voluntario para no estropear la reunión del resto. Y, por supuesto, porque se había negado a que Julia saliera sola.

Con un disimulado gesto rescató el cuchillo y volvió a depositarlo encima de la mesa. Sabía desde un principio que no hubiera sido un arma muy efectiva ya que no tenía punta y apenas tenía filo. Había sido un impulso cogerlo.

- No, señor Fitzgerald - respondió con voz ronca con toda la educación de la que fue capaz pero manteniéndole la mirada. No quería armar un escándalo allí en medio pero cuando el señor de la casa sugirió que él y su esposa irían a ver a Corbitt no pudo evitar tensarse de nuevo.

Aquello no le gustaba un pelo.

Notas de juego

La maniobra de dejar el cuchillo se aplica tanto a si me descubrió como si no.

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12/05/2015, 14:28
Daniel Lewis

Todavía estaba procesando la información que había soltado Samantha cuando mi tío perdió los estribos.

Por un lado comprendía que la presencia de Sullivan lo alteraba un poco, y el hecho de que la tía de Julia tuviera que ayudarlos económicamente y con los niños hería su orgullo. Él venía de una familia donde el hombre se hacía cargo de todo. Mi madre lo hubiera mirado con algo de miedo, aunque sabía que nunca sobrepasaría los límites, pero mi abuelo lo habría aprobado, sin ninguna duda. De allí venía la reacción de mi tío. 

Afortunadamente el amigo de Julia actuó calmado y con responsabilidad. El problema fue la reacción de Samantha. Julia intervino para apaciguar los ánimos, y yo, que había estado en silencio decidí apoyarla.

- Samantha, tío, por favor, Julia tiene razón. Evidentemente hubo malas interpretaciones, combinadas con la tensión de toda la semana. Yo mismo he estado apretando mi asiento y casi salté con el ruido del auto, por aquello que te comenté que estaba investigando, ¿recuerdas?  Me parece bien que para evitar otro tipo de malentendidos vayas a hablar con el señor Corbitt, si lo consideras oportuno. Mientras tanto, Julia, si me lo permites, te ayudaré con el postre.