Partida Rol por web

- Al parecer nos persiguen. Dijo en tono divertido Darius a Edan. - Solo era cuestión de tiempo. Mientras se encogía de hombros.

- Y aquí está la salida. Mirando por el agujero que daba al exterior, donde la vegetación se extendía. Darius parecía extrañado, pues no creía reconocer el lugar.

- Es mejor que salgamos y nos demos a la fuga antes que nos atrapen, no me apetece ver las caras de esas guerreras furiosas y cabreadas, ¿Y a ti?

Con ágiles movimientos se deslizó por la abertura, con la esperanza de llegar hasta el exterior, donde el sol brillaba y el viento mecía las hojas de los árboles, llevando el aroma de frescas y fragantes flores.

Una vez fuera, extendió la mano para ayudar a su compañero a salir.

Acepte la ayuda de mi compañero para salir de la trampilla -Gracias- dije nada mas salir del tunel

-Por el momento tampoco me hace mucha gracia verles las caras, no deben estar muy contentas, pero nada de seguir el sendero, iremos entre los arboles, agazapados con las manos a ras del suelo escondiendonos entre los matorrales-

Dicho esto aprobechando que no le habai soltado le lleve entre los matorrales buscando los arboles de tronco y follaje mas amplio y abundante, muy agazapado en el suelo casi arrastras metiendo la mano a ras del suelo en busca de cuerdas o tierra movida para encontrar un agujero

-Busca una rama, lo bastante larga y gruesa como para llevarlo en una mano o utilizarlo como arma alternativa- dije mientras hacia lo mismo mientra caminabamos

Darius hizo un gesto de asentimiento con la cabeza. Las ideas de Edan parecían acertadas, y toda cautela era poca.

Siguió a su compañero de huida entre el denso follaje y los matorrales, agazapado cual felino, con los sentidos bien despiertos por si había trampas o emboscadas en los alrededores.

Si encontraba un buen garrote, mejor, aunque no creía que sirviera de mucho contra aquellas guerreras bien equipadas.

Respiró profundamente mientras avanzaba, disfrutando de aquel olor tan agradable que proporciona la libertad. Como mínimo habían conseguido eso, disfrutar del sol una vez más, con la sensación de ser libres. Darius esbozó una sonrisa complacido ante aquella idea.

Me mantengo apartada y cuando veo que ya la cosa se puede poner seria doy ordenes a las chicas de que los reduzcan y los lleven a calabozos separados, parece que estos dos son los unicos con iniciativa de los que me habian dejado, asi que...

Hablaria con ellos cara a cara, auqneu no les veia lo que yo queria... les faltaba algo...

Los dos confiais en vuestro instinto. Algo no va bien, cuando quereis daros cuenta no solo veis una guerreras salir de tunel detras de vosotros, tambien salen de entre los arboles. Era una emboscada en toda regla y pretenden cazaros de nuevos como a conejos.

-Muchas suerte Darius, espero que lo consigas- le estrecho la mano antes de salir corriendo

- Genial... Mascullo Darius entre dientes, al ver la suerte que estaban teniendo.

- Suerte a ti también Edan, es hora de separarse. Dijo mientras estrechaba la mano que le había tendido su compañero.

Acto seguido, arrancó a correr entre la maleza. Con un poco se suerte lograría despistarlas. Una sonrisa complacida se dibujó en la cara de Darius.

Con aquella idea optimista en la cabeza , se adentró cual felino en la selva.

La inactividad y la espesura de la selva, parecieron jugar una mala pasada a Darius, que estuvo a poco de darse con unas ramas, que aparecieron delante de él cual invocación mágica. Más los dioses o la fortuna, no quisieron ver a Darius caer como un saco ante sus perseguidoras.

Los dos hombres toman caminos diferentes corriendo, alejandose velozmente de sus captoras.