Partida Rol por web

Aslak siguió al resto en completo silencio, tratando de observar cada detalle que le permitía la propia oscuridad. Contemplando las sombras que dibujaban las llamas de las antorchas tras a las estalactitas.

Totalmente fuera de su medio, se sobresaltó en un par de ocasiones cuando confundió una formación rocosa con un enemigo y cuando uno de sus compañeros pasó a su lado.

No vio las runas hasta que el resto se fue acercando y las iluminaron. - puede que usaran las runas para guiarse en la cueva, algún tipo de código. - Comentó en un susurro sin atreverse a alzar la voz.

Siguió a Róta mientras les guiaba en una gruta de la caverna, hasta que vió un extraño destello, por un momento pensó que era fruto de su imaginación que le estaba volviendo a jugar una mala pasada, pero parecía que el resto también se había alarmado.Por lo que alzó la antorcha en dirección de donde vio el destello, tratando de averiguar su origen, con la esperanza de que hubieran encontrado el tesoro y no su enemigo.

—Eso sería si fueran distintas runas, pero sólo vemos Dagaz— respondió Róta al Mirlo, muy seria. La luz de la tea dotaba de un brillo incómodo su mirada para el que se fijara —. Seguirlas puede llevarnos a la respuesta.

Cuando vio el destello, al igual que muchos de los otros, se giró hacia el lugar donde creía haberlo visto, exhalando una nube de vaho —Tened cuidado...— le dijo obviamente a los más aguerridos, pues ella no iba a investigarlo sin más arma que una daga.

—Tened las armas a mano, susurró Siggy mientras avanzaba con la antorcha en alto hacia el punto en el que algunos de sus compañeros habían distinguido un destello.

Sentía que ella era quién debía arriesgarse por el grupo, así que se adelantó unos pasos, con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho. En su brazo izquierdo apretaba su escudo redondo vikingo, ornamentado con los colores de la casa Niegdr, azul claro con una V roja que lo atravesaba como una herida fresca en la carne.

            - Aunque no lo hubieras indicado Siggy y de preferencia podríamos avanzar acercándonos y cubrirnos las espaldas mientras que lo hacemos -       Susurra la vikinga pelirroja mientras que con una mano hondea su hacha de batalla y con la otra mantiene firme la tea para iluminar los alrededores para que no sean sorprendidos en la oscuridad, entonces intente susurrar algunas de las pocas palabras que sabe acerca de la lengua Dagaz, por si de casualidad fuera de utilidad y i no lo repite en la lengua común para los vikingos:   

          - ¿Hay alguien más allí amigo de los Dagaz? -   

Avanzais cautamente, antorchas en una mano, hachas y espadas en la otra. Brunhilda eslpalda con espalda de Siggy, Erik, Róta, Aslak y detrás, cubriendo vuestra retirada, Jakob con su arco. 

El círculo de luz producido por las cuatro antorchas se reflejaba en la superficie del agua, tranquila, reflejando destellos dorados. 

El destello dorado se repitió nuevamente, fugaz como un rayo de sol entre las nuebes. Un chapoteo os alertó de inmediato. Varias piedras cayeron al agua desde el techo cuando una de las estalactitas se movió, crujiendo y retumbando por toda la caverna a la par que comenzaba a moverse con un sonido atronador.

Cinco dedos, de un color gris azulado, movían la estalactita como si de una gran porra de piedra se tratara. El ser apareció de repente con un pisotón que levantó una nube de agua apagando, por suerte, solamente la antorcha de Siggy. 

         - ¡Animo amigos!    ¡Ataquemos sin perder la formación a esa creatura que nos viene a dar la bienvenida! -    Dice con valor Brunhilda mientras que enarbola su hacha remarcada por las runas invocadas por detrás de ella para iluminar por delante al gigante, antes de asestar su golpe en el momento y lugar oportunos con su arma, para tratar de eludir el ataque del Jutun si le era posible

La aparición del jotùn, lejos de intimidar a Siggy, supuso el momento que había estado esperando desde que se fue la valkiria. Dejando caer la antorcha, inútil ya sin su llama, desenvainó su espada y se lanzó contra su oponente al grito de -Por Odín!, mientras que intentaba contagiar su buen ánimo a los compañeros que se habían acobardado con la presencia del gigante.

La hoja de la espada voló veloz y pareció relampaguear como un rayo en la penumbra de la cueva, mientras la hija del jarl buscaba herir el cuerpo del enemigo de los vanir.

Siggy atacó sin dar tiempo a reaccionar. Su espada hendió el aire, y se habría hundido en la carne de no ser porque la experiencia del gigante se interpuso en la trayectoria en forma de estalactita frenando el acero de la hija del Jarl, y mellándolo.

        - !Juntos hasta la muerte hermanos vikingos! -      Grita efusiva para darse y dar valor al resto de grupo Brunhilda tras reaccionar dando unos pasos de costado, tomando carrera para cargar con todo el impulso que pueda generar con su baja, pero musculosa figura blandiendo su hacha contra una de las piernas que pueda tener más desprotegido en gran gigante para tratar de hacerle perder el equilibrio tras impactar le con un ataque de poder a una de sus piernas después de los intentos de ataques hechos por Siggy, Rota y Jakob, quienes dudaba se acercarán cómo ella al gigante

La Völva se distanció de la pelea principal. No era rival para el gigante y con sus habilidades poco mas que estorbar podía hacer en el cuerpo a cuerpo. Adentrándose más en la cueva guardó cierta distancia. 

En cuanto vio cómo caían las primeras piedras en el agua, Jakob se dio cuenta que tenían compañía.

Ya tenía la flecha preparada, tensó el arco y disparó con la intención de dar en el blanco y comprobar la resistencia de la piel de la criatura....

El movimiento de parada en reacción al ataque de la hija del Jarl, hizo que la flecha pasara silvando junto a la cabeza del Jotün, provocando un gruñido de enfado al darse cuenta del peligro, pasando a ser un grito de dolor cuando el hacha de la herrera se hundió en la carne del muslo.