Partida Rol por web

El imponente gigante se alzaba frente a ellos, ante su presencia Aslak contuvo el aliento conmovido, tratanto de dar crédito a  lo que estaban viendo sus ojos. Una parte de él deseaba haberlo encontrado dormido y que hubieran tenido una alguna oportunidad pero ahí lo tenían improvisando una tremenda maza con una de las estalactitas.

Tenían que ser fuertes, pero sobre todo inteligentes. - No necesitamos derrotarlo, solo que nos de un nombre. - Susurró tratando de recordárselo a sus compañeros mientras comenzaban a entablar combate con la criatura, no dudaba que si se lo proponían podrían derrotarlo a pesar de no se más que un grupo de muchachos de una pequeña aldea, pero prefería asegurarse de que volvían sin bajas.

Él no era diestro en el combate, pero sí en el engaño, solo tenía que encontrar el momento indicado y lograr que el gigante le escuchara. - ¡Jotun! - Le llamó desde atrás, alzando la antorcha, su voz sonaba altiva y reverberante en el interior de la cueva. - ¡Si nos das el nombre de aquél que te arrebató el brazo te dejaremos continuar con tu descanso! ¡Sino, seremos nosotros mismos los que terminaremos su trabajo! - En realidad solo necesitaba que le escuchara, pero si sus palabras surtían algún efecto eso que ganaban. - ¡No estamos solos!

Erik escucha, el miedo le atormenta la mente pero en su interior la voz de su padre le recuerda que los valientes no son los que no temen, sino los que actuan a pesar del temor.

Recordo por un instante una historia, en segundos tuvo en su mente la versión resumida que un supuesto antepasado que le temia al mar y como para superar su miedo simplemente aprendio a hacer naves, para enfrentarlo y derrotar a su mayor miedo y así fue como su familia comenzo en el arte de la fabricación de botes.

Con el hacha en mano, apreto los dientes, el puño sobre el mango y cargo directamente hacia la pierna contraria a donde habia impactado Brunhilda y golpear con agilidad buscando un punto debil y de inmediato con toda su velocidad decidio intentar un segundo golpe que no fue ni de cerca tan eficiente como el primero por lo que se detuvo y se planto en aquel sitio.

La herrera interceptó la estalactita de piedra usada por el gigante a modo de porra con su hacha. Casi ni se inmutó en el choque aguantando perfectamente el envite del Jotün, que se extrañó de la fuerza que portaba la humana.  

El ataque combinado de todos juntos estaba demostrando la terrible desventaja en la que se encontraba el gigante.

Siggy había demostrado carisma y saber hacer llamando la atención del Jotün mientras Brunhilda y Erik atacaban por flancos diferentes. La flecha de Jakob no había acertado, pero pasó rozando y el Jotün manco se sentía rodeado.

Las palabras de Aslak también llamaron la atención del gigante, que lo miró durante un momento, antes de volver a centrar su atención en quienes le estaban atacando.

- ¡Ha venido en nuestra ayuda para garantizar nuestra victoria! - Frente al Jotun, a la altura de su cabeza y por encima de todos ellos brotó un destello que resultaba cegador en el interior de la cueva y que acabó dejando ver dos alas batiéndose, de espaldas hacia ellos y encarando al gigante.

Todos podíais ver a la dísir que parecía haber vuelto en vuestra ayuda, manteniéndose firme ante su oponente e interponiéndose entre él y vosotros. - ¡Queremos el nombre de aquél que te arrebató el brazo! - Repitió Aslak alzando la voz insistente. - ¡y podrás volver a tu descanso! - La valkiria comenzó a rodear al gigante aparentemente buscando cobertura. - ¡No puedes ganar, habla!

-Apártate, no puedes entrar en mis dominios. El tuerto te lo prohibió, ¿recuerdas?-. 

La porra de piedra improvisada del gigante se balanceó en el aire intentando alcanzar a la valkiria, pero sin llegar a lograrlo. Al parecer ahora su atención se centraba en el ser divino, aunque mantenía la guardia baja por un posible ataque vuestro.

Siggy observó impresionada la aparición de la Valkyria, tan real que por unos instantes ella misma quedó paralizada, después al escuchar hablar a Aslak de alguna manera entendió que se trataba de otro de los trucos del Skald.

- Muy astuto, murmuró para sus adentros.

El jotun parecía también haber mordido el anzuelo, pues miraba ahora hacia el techo de la elevada cueva persiguiendo fantasmas. Siggy no lo dudó y se lanzó de nuevo al ataque esperando que ahora el gigante estuviera lo suficientemente distraído.

Seguiste tu corazonada, alejándote de la batalla en busca de aquello que antes llamó tanto vuestra atención. Un repentino fulgor iluminó la caverna, y ante tus ojos apareció otra vez la Disir, cercana al Jotün, pero sin combatir. La argucia de Aslak puede que no durara mucho según se comportaba el gigante, pero si lo hacía bien, podría engañarle para conseguir el nombre que buscáis.

Mientras tanto, el destello de aquello que buscabas volvió a relucir en la pared de la caverna, a la altura de un hombre. Era oro, oro incrustado en la piedra y tallado con nudos y hojas en representación a la madre tierra. El fulgor de la valkiria te dejó ver los caracteres tallados en el oro, que formaban una runa, la runa Dagaz, que se vuelve a repetir aunque esta vez parece ser la portadora de magia, no una réplica como todas las que os habéis encontrado en el camino. 

       - Gracias Valkiria por venir a ayudarnos, contigo será mejor que el gigante se rinda antes de que acabemos con el juntos! -     Dice Brunhilda con el furor incrementado tras herir al gigante, resistir su poderoso ataque y ahora piensa aprovechar una posible distracción para blandir de nuevo el hacha para atacar la parte baja más descubierta que tuviera a su disposición la fuerte semi-enana después del turno de Rota y Jakob, a quienes solo mira un momento de reojo mientras exclama con fervor y solo lo usa si es necesario, para concentrarse en su ataque:

                  - !Acerquemos juntos a la muerte a este jutun queridos hermanos vikingos si no se rinde ahora que contamos con el valioso Ayo de la heroica y poderosa Valkiria! -      Grita efusiva Brunhilda para darse y dar valor al resto de grupo Brunhilda engañando o siendo engañada por la aparición de la poderosa Valkiria tras reaccionar dando un pasos de costado, para asestar con todo el impulso que pueda generar con su baja, pero musculosa figura blandiendo su hacha contra la misma pierna que pueda tener más desprotegida el gigante para tratar de hacerle perder el equilibrio tras impactar le con un ataque de poder a una de sus piernas después de los intentos de ataques hechos por Siggy, la Valkiria y Erik, quienes se unieron cómo ella al combate cuerpo  a cuerpo contra el gigante que les daba la bienvenida 

El Jötun estaba en clara desventaja, rodeado de ataques, por lo que Jakob volvió a preparar una de sus flechas y aprovechó cuando el gigante estaba absorto en la Valkyria para lanzarla contra él.

Entró en un estado de concentración absoluta. No podía fallar...

Tensó el arco y disparó con todas sus fuerzas....

Los poderosos ataques de Brunhilda, Siggy y Jakob fueron devastadores. Las heridas en abdomen y piernas sangraban profusamente contaminando el agua del manantial que se hayaba a sus pies.

La estalactita cayó de sus inhertes dedos salpicando a su alrededor mientras el cuerpo sin vida era envuelto por las aguas.

La amenaza había acabado, pero la gloria de aquél guerrero cuyos restos yacían a la entrada, jamás podrá ser contada.

           - Danos Jutum el nombre del héroe que mató a todos los semi-hombres y gigantes que se encontraba, uno tras otro demostrando su valía, su coraje y tenacidad.      Con su hacha cortaba, sesgaba y aplastaba en nombre de Odín hasta que te encontró a ti, uno que era tan diestro como él.      El combate contigo duró dos días con sus lunas. La sangre demarrada bañó los árboles fuera de esta cueva y endureció la piedra que pisamos. Al final se hirieron ambos de tal gravedad que tu, temiendo por tu vida, te arrastraste al interior de la cueva.     Entonces el héroe intentó seguirte, pero la sangre de la vida se le escapaba y cayó en el umbral ... si nos dices el nombre de ambos nos encargaremos de cantar sus muertes gloriosas para su honor sea recorddo por mortales y gigantes! -           Le propone Brunhilda de inmediato al oido del gigante cuando este cae, parafraseando las palabras citadas por la fémina sagrada esperando que milagrosamente le pudiera responder para conseguir lo que la valiente Valkyria les había pedido hacer y si no lo conseguía siquier no se rendiría en el intento frente a la la poderosa figura femenina

Los ojos del gigante estaban vueltos y en blanco. Su rostro, congelado en un rictus de agonía. Si podía oír vuestras palabras no serían contestadas de vuelta hasta que os encontrarais con él en el mas allá, combatiendo de nuevo.  

Al poco, un ensalmo de Róta hizo brillar algo en la pared. Comenzó como un destello, pero al pasar esta la mano por la forma y quitar siglos de polvo acumulado la luz comenzó a ser más intensa, inundando la caverna. A medida que las tinieblas retrocedían y la luz cubría las paredes, aquellas runas Dagaz talladas en la dura piedra comenzaron a refulgir y dar luz, aumentando la visión de toda la caverna.

El estanque donde yacía el jotün se hacía más ancho hasta alcanzar los veinte metros, y las columnas y estalactitas presentaban patrones de nudos, dragones y ciervos. El esqueleto de un humano deforme, mas pequeño y ancho, yacía cerca de un cofre que había sido aplastado y su contenido desparramado por el suelo. 

La luz cada vez mas brillante llevó hasta vosotros el destello del oro, el que todavía estaba en el cofre, y el que había sido violentamente sacado de su hogar. Sin duda aquél humano deforme era un enano, y ese su tesoro de oro.

¡La aldea podría comprar alimentos para el invierno! y posiblemente sobrara algo para hacer un merecido funeral a vuestros padres y amigos.

Jakob no daba crédito a lo que veían sus ojos. 

No sólo habían acabado con la vida del gigante sino que habían encontrado un cofre repleto de oro y joyas. Con este botín, la aldea les iba a recibir como héroes…

-    Familia, parece que hemos fallado en la misión de la Valkyria, pero mirad lo que nos llevamos a casa. Este invierno no pasaremos penurias y cubriremos nuestras necesidades tanto de alimentos como de pieles para el frío invierno que se acerca…

-    Lo único que espero que no se nos vuelva a aparecer la deidad a la salida de la cueva reclamando éxito en la tarea que nos encomendó. Dudo mucho que pudiéramos sobrevivir si quisiera vernos muertos….

El chico llenó sus bolsillos y carcaj con todo lo que pudo recoger del cofre del enano muerto. Igual que el resto de compañeros.

Salieron a la luz del día y vieron como la niebla había dejado paso a un sol cegador.

Emprendieron el viaje de regreso con la alegría de saber que sus difuntos estarían orgullosos de ellos y no paraba de pensar en su madre. Qué contenta estaría de verlo regresar con semejante botín.

Jakob se juró que pronto haría una visita al lago donde supuestamente se ahogó su madre. En cuanto pudiera....Mientras tanto, se relajó y disfrutó de un buen paseo de vuelta a su hogar.

Con el corazón todavía latiendo aceleradamente en su pecho, Siggy observó como el gigante se desmoronaba y desaparecía en las congeladas aguas. La momentánea alegría dio paso a la decepción al darse cuenta de que ya nunca podrían obtener el nombre del guerrero, hermano de la valkyria, su recuerdo se perdería irremisiblemente en la niebla del fjörd como el de su padre y sus hermanos.

Siggy había intentado ser la líder que el grupo necesitaba, desde que habían salido por la mañana de la aldea se había limpiado las lágrimas y apretado los dientes para ser lo que todos esperaban que fuera. Estar a la altura de las expectativas. Pero ahora, tras la muerte del jotün, y exhausta después de un día que le había parecido eterno, la hija del jarl se abandonó por fin a la tensión contenida y comenzó a sollozar, como una chica de dieciséis años que se pintaba los ojos de negro para parecer mayor.

Y fue así, de rodillas sobre el suelo de la caverna y limpiándose las lágrimas de los ojos, entrecerrados para no quedar deslumbrados por la luz que mágicamente comenzaba a iluminar toda la estancia, que Siggy comenzó a escuchar los gritos de alegría de sus compañeros. Dagaz los había guiado hasta el tesoro.

El viaje de regreso a casa, pese al cansancio y el peso que transportaban se les hizo menos penoso. Al fin y al cabo, habían conseguido garantizar la supervivencia de la aldea para aquel invierno, pero sobre todo, habían demostrado que juntos, eran capaces de todo.

        - Tal vez Jakob no hemos conseguido el nombre del guerrero como lo pidió la Valkiria, pero supongo que su espíritu encontrará cierta paz tras saber que hemos vengado la muerte de su anterior amor! -     Le responde Brunhilda tras reconocer la muerte inmediata del gigante tullido y escuchar las tristes y un poco dramáticas palabras del hábil y discreto guardabosques a quien le sonríe con un mejor ánimo tras reconocer con el resto el cofre con el tesoro del Dagaz, pero antes de acercarse o dejar que alguien al mas se acerque revisa que no haya trampas o alertas  que pudieran estar activandose a acercarse o tocarle antes de decir:

        - Con gusto cargaré con quie se ofrezca a ayudarme de vuelta el cofre y si regresamos a dónde dejamos los restos de nuestro venado cazado tal vez podamos regresar con algo para comer y dinero suficiente para que el pueblo sobreviva este difícil invierno camaradas! -     Termina por decir la cansada y lastimada joven pelirroja  después de tratar de honrar los restos del enano con una palabras en su propia lengua si es que existe tal y las conoce, antes de darse cuenta del breve llanto que fluye y después de darle un tiempo prudente para desahogarse se acerca a ella con cierto respeto y la abraza, sin saber exactamente qué debía decirle ...

Cargados con todo cuanto podíais llevar, al salir de la cueva nada ni nadie os molestó. Durante el descenso volvisteis a oír esa canción, tan solo una vez más, y con una pena más profunda si cabe. Sin duda la Valkiria cantaba una última vez a su hermano, perdida para siempre la oportunidad de recuperar su alma para el salón de los héroes. 

Durante el descenso una duda os asaltó, ¿Y si os merecierais el valhalla, pero la valkiria no os recogiera del campo de batalla, dejando que vuestra alma y vuestra historia cayera en el olvido? ¿Conocerían vuestros hijos, y los hijos de vuestros hijos de esta aventura?

Que mas daba. Teníais oro para comprar comida y pieles, tela y hierro para todo el invierno. Habéis salvado a la aldea y su gente. ¡Sois héroes! pero algo en vuestro interior se revolvía inquieto, pues sabiendo que el gran Odín era taimado y vengativo, ¿cómo no iban a serlo también sus hijas? 

Al llegar al pie del árbol en busca de la cierva, ya no quedaban mas que huesos y jirones de piel. Los lobos, cuervos y otros carroñeros habían dado cuenta de su cuerpo mientras estabais fuera. Pero teníais oro, por lo que continuasteis camino a la aldea, donde os recibieron como a héroes y alabaron vuestro buen hacer. La historia de la batalla contra el Jotün fue contada durante semanas, apagándose cada vez más hasta que ya no era mas que rescoldos.

Nunca, por mucho que lo intentasteis, pudisteis volver a encontrar la cueva con el resto del tesoro. Ni el cadáver de aquél guerrero al que le negasteis la gloria eterna por culpa de vuestra insensatez y ansia de batalla.

                                                                                       ***

Meses después de vuestra hazaña, se hablaba de que habíais encontrado el tesoro de un mercader abandonado. Una semana después incluso se decía que habíais asaltado una caravana, matándolos a todos y haciéndoos con su botín. Este asunto llegó incluso al alto Jarl quién determinó que serían las Völvas quienes determinaran si la historia era cierta.

Pero incluso Róta, que había estado con vosotros, no habló, manteniendo un silencio incómodo. Los espíritus a los que se les preguntó tampoco hablaron. Sin una clara respuesta ni pruebas de ninguna clase, el thing decidió que el alto Jarl dispondría del resto del oro y lo usaría como mejor conviniera a la comunidad de clanes de la región, y que ningún skalda volviera a contar nunca esta historia. 

Vuestra aventura quedó relegada a vosotros mismos, cuando os encontrabais solos frente a la débil lumbre de algún hogar, y entre el viento, os parecía oír la burlona risa de la valkiria.  

                                                                                         FIN