Partida Rol por web

La situación era realmente tensa en el lugar, los cuatro hombres estaban preparados para luchar y por otro lado los magos también, quien ganaría?. Cuando todos estaban dispuestos Goratrius habla:

- Y señores a parte de por la joven enfitriona jejejejej y por estas dos personas que están investigando porque dicen que están aquí realmente, porque no creo que ustedes sean unos simples maleantes que quieren que se acabe con estas personas verdad? jejejejeje

El hombre de la espada grande mira y se rie con una sonora carcajada mientras dice:

- Ja, no importa como ni quien, somos uno y ese uno tiene varias clases, somos individuales pero somos uno y no podréis hacer nada para cambiarlo, nosotros somos muchos pero somos uno solo y os golpearemos a vosotros que sois muchos, pero no sois unión, nosotros os destruiremos y empezaremos por vosotros

El hombre comienza a correr hacia sus enemigos mientras el enmascarado con aspecto de mago parece que comienza a concentrarse, los dos hombres mas enmascarados hace lo  mismo mientras preparan sus armas.

Goratrius comienza a mover sus manos a una gran velocidad mientras susurra unas palabras, el hechicero esta preparando un escudo de proteccion para poder defenderse de los posibles ataque

por su parte Berelis se queda algo atras como esperando a ver un poco mejor como se va desarrollando los hechos

Fineas esperó pacientemente a que los enemigos llegasen hasta ellos y activó uno de sus poderes mientras mantenía con su alabarda una posición defensiva.

al escuchar el pequeño discurso del de la espada grande no puedo evitar poner una gran sonrisa en mi rostro, seguida por una risa

-jajaja, muchacho parece que lo tuyo no son los discursos jajaja, pero siguiendo el juego, señorita melissent, señorita berelis, ¿quieren ser uno conmigo? JAJAJAJAJA-

se notaba que me estaba burlando de él, quería enojarlo, comúnmente alguien que se deja provocar termina por cometer mas errores que los que están serenos, y simplemente esto era divertido, me coloque entonces frente a berelis mientras esperaba al tipo que llegaba, a la señorita melissent la cuidaría el elfo y si no, confiaba en que podría moverme lo suficientemente rápido como para colocarme como escudo al menos, si esto funcionaba como los videojuegos los de las espadas cuidan a los que usan magia y viceversa... a todas estas ni se inmuto con la piedra que le lance... maldito

-¡Enseñemosle a estos payasos, lo que es una verdadera actuación!- 

Jose se serenó. No quería precipitarse pero no había tenido entrenamiento formal. Intuía la presencia de la magia a su alrededor. Sentía sus dedos vibrar con la tensión acumulada del poder y debía usarlo para dañar. Algo a lo que se sentía naturalmente inclinado, por lo menos desde que se encontraba en aquel lugar.

Comenzó a acumular. Se abrió a aquella dulzura que le henchía los sentidos, que le llenaba, que le hacía sentirse un dios y siguió acumulando. Estaba parado, sin hablar, sin moverse, acumulando energía y dando rienda suelta a su rencor.

Su mano se crispó alrededor del bastón, que comenzó a pulsar con la energía acumulada. Su ceño se frunció un poco más todavía. Estaba agazapado, presto a atacar.

Melissent se había quedado mirando a aquellos tipos con cierta inquietud y una actitud defensiva. Sin darse cuenta, se había colocado detrás de Fineas pero con la vista fija en el hombre de la espada. Admitía que no había escuchado bien el "sermón", ya que estuviera ocupada pensando qué hacer para defenderse de tal bestia. Por eso, cuando Alfonso hizo aquella extraña pregunta de que si querían ella y Berelis ser uno con él, no entendió muy bien el significado pero sonrió ligeramente y respondió: - Tenga mucho cuidado, por favor. Yo intentaré curarles y ayudarles con mi magia todo lo que pueda. 

Y se refería, por supuesto, a que no iba a dejar que ninguno de ellos sufriese ningún daño: o al menos, impedir que les hiciesen demasiado... Sin más que hablar, juntó las manos como si estuviese rezando, y parecía muy concentrada. Un aura entre blanca y ligemente rosácea empezaba a notarse alrededor del cuerpo de la muchacha: un aura que reflejaba compasión...

Lleno de miedo me encojo hacia atrás, este se supone que tenia que ser mi primer dia aquí y lo que menos me esperaba era encontrarme con un montón de matones armados.

Estoy temblando de miedo pero en mi mente me niego a rendirme, un voz en mi cabeza no para de repetir No voy a morir, no voy a morir, no voy a morir, de forma incesante y esa voz me lleva a tensar el puño y empezar a concentrar zeon. El pulso de zeon en mi enterior va resonando como una melodia solo audible para mi y esta a su vez retruena por la estancia en busca de su objetivo.

Finalmente, libero el zeon en las pequeñas alimañas que pueblan el lugar atrayendolas en desbandada sobre los atacantes.

Mientras los enemigos corren y se preparan Berelis que habia esperado un poco decide actuar, la joven hace una serie de movimientos, en uno de ellos aparece una carta en su mano y comienza a hablar:

- Señor del comeinzo y de la magia, aparece ante mi y ayudame a luchar contra mis enemigos, solo tu erres digno de usar el poder de la magia ante todos y dominarla

La carta comienza a flotar justo frente a Berelis y emite un fuerte brillo, justo en ese instante aparece el mismo hombre que estaba en la carta al lado de la Shanjim, este se queda al lado de la joven, los dos parecen mirar a su enemigo como tratando de pensar que van a hacer, y entonces el hombre comeinza a imitar los gestos que hace Berelis, esta dice:

- Detenlos usando tu red magica, deten al tipo de la gran espada

El hierofante parece que asiene y comienza a gesticular para entonces apuntar al hombre de la gran espada que va a la carrera, en ese instante una red de aspecto fantasmal aparece sobre este haciendo que se quede parado ya que esta atrapado, justo en el instante en el que la red aparece el hierofanta desaparece del lugar en un fulgor blanco

El combate habia empezado, todos estaba actuando y preparados, el ataque de Berelis hace que el guererro se tenga que detener en seco por loq ue no podra llegar a donde estan sus enemigos, sin embargo los enmascarados en esta ocasion si que podran hacerlo, el primero de ellos no lo duda y se dirige hacia Alfonso y prepara su arma alzandola para golpearle en un ataque directo desde arriba hacia abajo esperando que su enemigo no pueda defenderse

El otro enmascarado corre hacia Alejandro con su arma preparada, por lo que ve es un mago, asi que no lo duda y se dispone a golpearle rapidamente antes de que sea capaz de conjurar algo

El mago enmascarado mira fijamente a todos los presentes, como tratando de evaluarles, entonces sonrie y dice.

- Destruccion y oscuridad, venid a mi y acabad con mis enemigos

Una esfera de energia aparece justo delante de el, el hombre señala a Fineas, Melisent y Alejandro, en ese instante tras rayos de color purpura oscuro son disparados a gran velocidad hacia ellos

El guerrero obserbva enfadado la amgia que han usado con el, no lo duda y haciendo uso de su fuerza trata de desacerse de sus ataduras, sine mbargo por mucho que lo intenta parece que es demasiado complicado y esta atrapado en la red, el hombre maldice diciendo:

- Maldita sea, en cuanto consiga librarme de esto os vais a enterar

Goratrius sonrie y dice:

- Bien, parece que vamos a tener que terminar cone sto rapido verdad? jejeje

Mira de reojo a sus alumnos y dice:

- Os servira de entrenamiento, pero uno muy peligroso, bueno, vereis como se usa la magia contra enemigos jejejeje

El hombre coeinza a concentrarse en el uso y acumulacion de su energia magica

una sonrisa se esbozo en mi rostro al ver que el de la espada había sido paralizado pero mientras eso otro tipo llego desde atrás absurdamente rápido, tanto que mi única reacción fue echarme para un lado, pero al parecer no fue suficiente 

al echarme un poco para atrás mi primera reacción fue enviar un tajazo en diagonal ascendente estaba concentrado para reaccionar ante el de la espada grande pero parecía que ellos tenían otro plan para mi, la verdad esta gente esta acostumbrada a esto y yo apenas acababa de llegar, no esperaba ganar una pelea directa, pero tenía a mi espalda a berelis, confiaba en que al menos no me dejaría morir, y yo podía servir de distracción para ella, que era la importante en este momento

-No pues que orgullo, atacar a alguien mientras esta distraído, creí que tras de esa mascara de payaso había algo importante, después de todo tengo razón, son solo cobardes-

no podía evitar seguir molestando era mi naturaleza y que llegaran a amenazarme sin haber echo nada me tenía con la lengua suelta

Fineas trató de esquivar el rayo lanzado por el mago pero no le dio tiempo y recibió parte del impacto del mismo.

Tras ello, permaneció a la defensiva delante de Melissent, para que los enmascarados que se dirigían hacia ellos no pudiesen alcanzarla.

Jose estaba desconcertado y no sabía qué hacer. Todo aquello parecía muy irreal. Sentía la magia enchirle, la guardó y la desató. No se movió, no habló. Simplemente desencadenó su fuerza.

Concentro toda la energia que he acumulado y la libero en las alimañas la energia atrayendolas contra los que nos atacan.

Entonces me fijo en el enmascarado que viene hacia mi y con los ojos abiertos como platos intento huir de el como me sea posible.

Después de ver cómo se desarrollaba la pelea, Melissent por fin pudo lanzar el hechizo que trataba de una barrera que le rodeaba para protegerla. Sin embargo, no fue lo bastante rápida como para evitar el ataque del hechicero... Con el ánimo aun intacto, se fijó rápidamente en quién había sido herido de su grupo y empezó a planear la próxima acción.