Partida Rol por web

Tenebrae seguía sin acostumbrarse del todo al estar en una embarcación como aquella, incluso con un Capitán que parecía tener el completo control del navío volador, para el Guerrero de la Temple seguía siendo preocupante la idea de tener una confrontación en un terreno tan inestable. Pero él no lo demostraba, se limitaba a ir y venir por la cubierta pensando, estudiando los lugares y los límites que tenía si llegaba a tener una lucha en ese sitio.

De todas formas, con nuevos compañeros y viendo que esa embarcación surcaba los aires realmente rápido, no tardaba en escuchar las palabras de Elenaide mientras que ante ellos, las montañas parecían alzarse en una cordillera. Las regiones montañosas no eran terrenos fáciles para una escaramuza, pero daba varias ventajas para un grupo pequeño si sabían aprovechar las oportunidades que un terreno tan accidentado lees pudiera dar.

Sería mas fácil si nos dijeras que sabes realmente, puede que la altura te confunda y necesitemos tocar tierra.

Eran las palabras del ferviente seguidor de la Diosa del Equilibrio, Elenaide parecía haber descubierto bastante de los demonistas, al menos en donde debería empezar a buscarlos y hasta la posibilidades de ser atacados por ellos. Pero también era cierto que desde esa altura, el mundo se veía diferente y pudiera confundirla.

"No me gusta volar" Esa fue mi conclusión tras un par de minutos en el navío. Había viajado de muchas formas en mis tiempos de aprendiz de mercader, en caballo, en carro, en un barco, incluso en camello. Pero aquello de surcar los cielos era algo que mi cuerpo no toleraba, y parecía demostrarlo de forma reiterada obligándome a subir a cubierta para inclinarme con más o menos disimulo por encima del pasamanos y echar el desayuno. Ver la papilla precipitarse hacia el vacío era algo bastante cómico, ya que me quedaba con la duda de si llegaría a darle a alguien, aquel ritual me distrajo durante casi todo el viaje hasta que llegamos a las montañas.

Con el barco en tierra la elfa dice:

- No es que yo haya venido, sino que he conseguido al informacion, y estoy segura que era aqui pero no deberia haber tres entradas, deberia haber una sola, asi que supongo que tendremos que dividirnos para investigar

Mira a todos los presentes y asiente:

- Al parecer somos 3 guerreros y 3 hechiceros, por lo que no seria descabellado ir un guerrero con un hechicero. Yui y yo iremos por el camino de la derecha

Me paso el viaje contemplando las nubes pasar a nuestro lado, pensando en nuestra misión y en mi búsqueda. Echo hacia atrás mi capucha y disfruto del viento en mi rostro. Cierro los ojos y me mentalizo para lo que vamos a vivir ahora. Muerte, lucha. No soy ajeno a estos asuntos, aunque obviamente, el combate que yo prefiero no implica lanzarse gritando contra el enemigo.

Todo irá bien mientras alguien vaya dejando un sendero de cadáveres delante de mí.

Cuando llegamos, vuelvo a encapucharme, y bajo a tierra tras mis compañeros. Ante la tesitura de elegir camino, la idea de Elenaide parece bastante razonable. -Bien, yo iré por la ruta centra entoncesl. ¿Quién viene conmigo?-digo, empezando a encaminarme hacia esa zona, mirando hacia atrás un momento, esperando a mi futuro acompañante.

Me alegré de poner los pies en el suelo por fin. Ahora, pero, se planteaba un nuevo dilema, un solo grupo y tres posibles caminos. La idea de Elenaide de separarnos parecía practica, aunque algo arriesgada. Habría que ver cómo se hacían las parejas: Me gustaba cómo pensaba Eliddor, seguro que hacíamos buenas miga; por otro lado estaba el encapuchado y cojo, de aire misterioso, no sé por qué pensaba que sería bastante seguro ir con él. ¿Quizás podría convertir a los enemigos en sapo o algo peor?; y finalmente el inquisidor fanático, había visto como se desenvolvía en combate, pero tras los últimos acontecimientos quedarme a solas con él era un suicidio...

Me acerqué a las tres entradas y me agaché palpando el suelo y observando la arena.

- Puede que haya algún rastro que nos ayude a elegir o descartar alguna entrada... 

Puede que fuese por el mareo del viaje, pero no estaba especialmente fino, y lo cierto era que aunque hubiesen huellas de gigante no me habría dado cuenta. Me levanté apesado y mirando al grupo dije:

- Nada. Habrá que separarse. A mi me da igual con quien ir. - Mentí.

Suelo firme bajo las botas de Tenebrae, un terreno montañoso pero mucho mas estable que la cubierta de un barco volador, pero si estaban en el lugar correcto que Elenaide mencionaba, el cual ella misma desconocía como era en realidad, pronto presentaba un problema para los demás cuando la solución resultó ser mas que fácil. cuando el camino se dividía en tres más, la respuesta era dividirse y tomar los tres para asegurar que al menos uno de los tres subgrupos llegara a destino sin riesgo de perder tiempo... Parecía ser una cuestión de suerte mas que cualquier otra forma.

Tomaré el de la izquierda.

Elenaide era fuerte, puede que no le agradara mucho la forma en la que actuó en el pasado, pero sabía que con ella yui estaría en buenas manos y sería protegida con una seguridad que cualquiera de los demás no le brindaba. El hombre misterioso tomaba el centro mientras que el drow demostraba no tener la seguridad de saber con quien y con cual camino debía quedarse... Era así que con esas palabras, desenvainaba su mandoble de hoja negra sujetando la empuñadura con firmeza y manteniendo sus sentidos alerta, empezaba a adentrarse en aquel camino.

Matar por todos los medios necesarios... Ganar por todos los medios necesarios... Vivir por todos los medios necesarios... Morir por todos los medios necesarios... Mi Diosa no dejes de observarme, tu mirada me da poder para cumplir tu voluntad.

Rezaba en un suave susurro mientras no detenía su avance sin importarle mucho quien fuera a ir con el, solo besar aquella espada que representaba la voluntad de su Diosa para sellar su rezo y de aquella manera, mostrarse listo para una nueva batalla contra aquellos que desean destruir el equilibrio.

El ver que Tenebrae se iba por la tercera ruta me acerqué a Sycnus.

- Elenaide ha propuesto un guerrero y un mago por camino, así que yo iré contigo.

Desenfundé la hoja corta y me acerqué a la entrada del medio.

- Cuando tu digas partimos...

Mientras todo el mundo decide, yo espero observando. Cuando terminan, solo tengo que mirar a Tenebrae un segundo.

Tu delante, como comprenderás.

-Muy bien.-digo al Drow. Si es bueno con esas armas que lleva, esto será bastante sencillo. No veo motivos para desenfundar la daga, ya que Ducky se encargará de todo el combate cuerpo a cuerpo, si es que hay alguno, y además, me gusta tener al menos una mano libre cuando uso magia, así que no lo hago. Me llevo la mano al costado un segundo. Sigue allí. Bien.

Ah, estos momentos de emoción antes de adentrarse en las entrañas del mundo. He de decir, que por muchos horrores que escondan estos lugares, si dejase de hacer esto acabaría echándolo de menos.-Entremos.-digo, y sin más dilación, comienzo a andar cojeando, sabiendo que Ducky me adelantará en unos segundos.