Todos empezais a correr como alma que lleva el diablo mientras oís a las criaturas detrás de vosotros. No miras hacia atrás. Es mejor no hacerlo. Simplemente corres como alma que lleva el diablo, esperando que no haya que os impida continuar.
Mientras seguis corriendo giráis en una intersección y cual es vuestra sorpresa al encontrar a Laura y a un hombre desconocido que la acompaña.
Cuando doy de frente con el grupo de personas, no puedo evitar alegrarme de que haya sido más rápido de lo esperado, pero, al ver que ellos han aparecido corriendo como posesos, me percato de que los problemas deben andar muy, pero que muy cerca.
- Esto... Hola. Soy Nicolay. Creo que no hay tiempo para charlas, pero, ¿de quién o de qué estáis escapando?
"¡De las cosas que han abordado esta nave...!" respondo a la carrera "¡Por el amor de Dios, CORRED y quizás más adelante haya otro momento para las explicaciones!". Señalo de forma muy significativa hacia el pasillo, hacia las criaturas que han salido de la puerta, y empujo al desconocido, y sobre todo a Laura, para que aceleren el paso.
Pero... ¿Cómo? Pienso con inquietud. ¿Cómo refugiarnos de unas criaturas capaces de atravesar puertas?
Duda: mi único armamento es... ¿La pistola?
Entendiendo por la urgencia del desconocido que el peligro es grande, sigo la dirección que me indica corriendo como alma que lleva el diablo mientras digo.
- Está bien, ya habrá tiempo para la charla si salimos de esta con vida. por cierto, ¿alguien tiene un arma para prestarme?
El grupo ignora las palabras del desconocido, habida cuenta la situación. Prefieren ahorrar energía para seguir corriendo. Mientras avanzáis, os dais cuenta de algo: el ruido de vuestros perseguidores ha desaparecido.
- ¿Qué ocurre ahora? parece que ya no nos siguen...
Me detengo bruscamente y miro hacia atrás: en efecto, parece que las criaturas se han retirado del pasillo. Lo primero que pienso es que aquí hay gato encerrado: no puede ser tan sencillo.
"Eso parece..." miro a mi alrededor, casi como esperando que se materialicen todas de golpe a mi lado "... ¿Quizás sólo intentaban proteger su nido? ¿O han encontrado un camino mejor". Sin bajar mi pistola del todo, miro al Capitán y comento: "Aún así... deberíamos salir de aquí pitando. No es un plan muy valeroso, pero viendo lo que ha durado ese soldado..."
Si, además, falta poco por llegar a la sala principal. Vamos.
Seguís al capitán, esperando que las criaturas no aparezcan de un momento a otro. Afortunadamente para vosotros, llegáis a vuestro objetivo sin mayores contratiempos... por ahora.
Fin de escena.