Pueblos nórdicos
Pueden distinguirse tres grupos principales:
Daneses:
En sus inicios, los daneses (o danes) tenían una organización militar muy fuerte, realizaron incursiones rápidas, cuyo único fin era el pillaje y obtener un botín. Era también el pueblo más numeroso de los tres. Habitaban principalmente en Jutlandia, Escania y Selandia, aparte de las islas que separan al mar Báltico del mar del Norte entre ambas penínsulas. Esto les daba una gran ventaja estratégica que les permitía dominar las rutas de comercio, al igual que Constantinopla. En Dinamarca se han hallado restos de fortificaciones, de fines del período de apogeo vikingo, donde podía concentrarse gran número de tropas. Las fortificaciones, conocidas como trelleborgs, tienen forma circular y están divididas en cuatro cuadrantes, con edificios en cuadro en cada uno de ellos. Los recintos fortificados están concebidos con una precisión que atestigua gran sentido del sistema y del orden por parte de los caudillos, y también que, en el séquito del rey danés, había gente con profundos conocimientos de geometría. Un ejemplo de este tipo de asentamientos es la antigua Hedeby.
Noruegos:
Empezaron surcando los mares y ríos con fines pacíficos, que posteriormente cambiarían por incursiones a mayor escala que las de los daneses, con fines de conquista. Se les conocía por ser muy buenos navegantes y fue también en Noruega donde se conservó mejor la tradición naval. Cabe señalar que los noruegos controlaron el mar del Norte, recorrieron el océano Atlántico. Los noruegos colonizaron Islandia, Groenlandia y Vinlandia.
Suecos:
Realizaron grandes viajes a través de los mares entre los siglos VIII y XI. Recorrieron toda la Europa septentrional y meridional, interviniendo en Rusia, el Imperio bizantino y otras zonas de Europa Oriental.
Superpoblación y expansión.
Pero, ¿cuáles fueron las razones que convirtieron a un apacible pueblo de comerciantes y granjeros en unos terroríficos conquistadores? ¿Qué motivó la violenta expansión?.
Estados ya establecidos, como Francia o los reinos Anglo-sajones de Inglaterra, fueron literalmente arrasados con suma facilidad y sometidos al sanguinario yugo de la pujante cultura vikinga, y desde luego, a pesar de lo violento de su comportamiento, esta no debió ser la única razón que determinó el éxito de su expansión. Actualmente sabemos, o mejor dicho, podemos determinar, que algunos de sus líderes eran excelentes organizadores y empleaban tácticas militares muy efectivas que les llevaban a fulminar a sus adversarios. Pero claro, ganar batallas no significa que se puedan conquistar ingentes cantidades de territorio y lo más difícil, mantenerlos, por lo que, empleando la sutileza política, además fundaron reinos en los territorios conquistados, con lo que aseguraban su presencia de forma estable. Muchos de ellos no les sobrevivieron, pero otros como por ejemplo el reino de Kiev, dio lugar al Imperio Ruso.
Los países originarios de los vikingos, basaban su estructura social en la agricultura y la ganadería, así como en la extracción de hierro. A pesar de que las clases populares eran autosuficientes, los excendentes de su producción, como utensilios de cocina, piedra pómez, el hierro o el ámbar, se comerciaban e intercambiaban con los pueblos del sur de Europa, siendo la sal su principal importación.
Actualmente se cree que un largo período de clima benigno, que benefició el aumento de excendentes agrícolas y dio un impulso al comercio y la estabilidad económica y social, fue la principal consecuencia de un aumento significativo de la población, que finalmente y paradójicamente, provocaron la que sería la razón por la que se inició la metamorfosis de pacíficos comerciantes a violentos guerreros: la superpoblación.
Una de las teorías más extendidas entre los historiadores actuales, es que este fue el desencadentante de que los vikingos se convirtieran en una potencia en expansión. Las evidencias arqueológicas muestran que las nuevas granjas en las que se establecían los cada vez más numerosos nórdicos, se ganaban a las extensas áreas boscosas, pero llegó un momento en que no existían tierras para estos establecimientos, con lo que la presión poblacional fue excesiva y obligó a una ingente cantidad de personas a dedicarse a las “razzias” para ganarse la vida. Este hecho, unido a su dominio sobre el hierro y la cantidad de la que disponían, les permitió pertrecharse de forma excelente para sus inmediatas incursiones, con lo que se conviritieron en un verdadero vendaval asolando Europa.
La tradicional construcción naval en Escandinavia también contribuyó, de forma significativa, a la superioridad vikinga. Las embarcaciones vikingas para incursiones, denominadas drakkar(en realidad es a un tipo de adorno lo que se llama drakar, las embarcaciones hay de varios tipos y por supuesto varios nombres), eran idóneas para el cometido para el que fueron diseñadas.
En la mitología nórdica el mundo está representado como un disco plano. El disco está situado en las ramas del árbol del mundo Yggdrasil, que sostenía los nueve mundos. En él habitaban varias criaturas, como un dragón llamado Nidhogg en las raíces, que, royéndolas, quería derribar a Yggdrasil (consiguiéndolo en el Ragnarök), un águila que habita en la rama más alta, y desde ahí vigila los nueve mundos. A su vez tiene un halcón llamado Veðrfölnir en el entrecejo, que vigila los movimientos del águila. Además hay una ardilla llamada Ratatösk que corretea de las raíces a la copa llevando noticias falsas del dragón al águila, y viceversa, sembrando la discordia entre ellos. Asgard, la región alta del cielo, (as- indica áss/Æsir, gard es asentamiento o residencia), donde vivían los dioses, estaba localizado en el centro del disco, y solamente podría llegarse hasta allí caminando por el arco iris (el puente Bifröst, guardado por Heimdall, quien estaba provisto de un gran cuerno con el que avisaba cada vez que un Æsir (dioses del panteón de la mitología nórdica) o un Vanir lo cruzaba). Los gigantes vivían en un lugar llamado Jötunheim.
Una fría y oscura morada llamada Niflheim era regida por Hela, hija de Loki. De acuerdo a la Edda prosaica, esta era el lugar último de residencia de la mayoría de los muertos. Estaba situado en un algún lugar al sur del ardiente reino de Muspelheim, hogar de los gigantes de fuego.
Entre otros reinos que componen esta cosmología se destacan Alfheim, hogar de los elfos de luz (ljósálfar), Svartálfaheim, hogar de los elfos oscuros. En medio de Asgard y Niflheim se encontraba Midgard,la región baja del cielo, el mundo habitado por los humanos
La cosmología de la mitología nórdica incluye un fuerte componente de dualidad. Por ejemplo el día y la noche tienen sus contrapartidas mitológicas Dagr/Skinfaxi y Nótt/Hrímfaxi, el sol y el lobo que la persigue (en esta mitología "el" sol es femenino y "la" luna, masculina), trayendo la oscuridad Sól y Sköll, la luna y el lobo que le persigue Máni y Hati, y la oposición total entre Niflheim y Muspelheim que da origen al mundo. Esto puede verse reflejado en una profunda creencia metafísica en los opuestos para la creación del universo.
Hay tres clanes de deidades, los Æsir, los Vanir y los Jotun (llamados «gigantes» en este artículo).
Los pueblos nórdicos adoraban dos clases de dioses, una de ellas y la principal, es la de los Æsir.
En Asgard, el hogar de los dioses, habitaban los Æsir (dioses) y las Asynjur (diosas). Todos ellos componían la asamblea a cuya cabeza estaba Odín, el más noble y el más importante.
Entre otros están Thor, calzado con guantes de hierro y dueño de un cinturón mágico; dios de la fuerza muy cercano a Odín en jerarquía. Baldr, hijo de Odín, es el dios de la belleza y la gentileza. Tyr es el dios del combate (suele creerse que ese papel lo cumple Thor, pero no es exactamente así). Bragi es el dios de la sabiduría y la elocuencia; Heimdall es hijo de nueve doncellas y guardián de los dioses; duerme menos que un pájaro y el sonido de su cuerno puede oírse en cualquier lugar del cielo o de la tierra. Höðr es el misterioso dios ciego. Vidar es el dios taciturno, pero el mejor para resolver cualquier conflicto por difícil que sea. Váli es el dios de los arqueros, su puntería es insuperable. Ull es el dios del combate cuerpo a cuerpo. Forseti es el As de la concordia y la amistad. Loki es la desdicha de todos los Æsir y de los hombres; astuto e intrigante, imprevisible y caprichoso, es el dios de la suerte.
Entre las diosas o Ásynjur del panteón nórdico se cuentan Frigg, esposa de Odín, la vidente; Eir, la curandera; Sjöfn, que conduce los pensamientos de los hombres hacia el amor; Var, diosa de los juramentos; Syn, la guardiana de las puertas; Iðunn, esposa de Bragi, que guarda en un estuche las manzanas que morderán los dioses cuando envejezcan.
Aunque los habitantes originales del cielo eran los Æsir, ellos no eran las únicas divinidades que las razas nórdicas veneraban, pues también reconocían el poder de los dioses del mar, del viento, de los bosques y las fuerzas de la naturaleza. Se denominan Vanir, vivían en Vanaheim y gobernaban sus dominios a su deseo.
Njörðr rige el viento, el mar y el fuego, y tiene como esposa a Skaði, la cazadora. Frey y Freyja son hijos de Njörðr: Frey rige la lluvia y el sol y se lo invoca para conseguir buenas cosechas, representa la fecundidad; Freyja es la diosa del amor.
La distinción entre Æsir y Vanir es relativa. Se recalca el carácter guerrero de los primeros, y pacífico de los segundos. Hay dioses que pertenecen a los dos campos, y con frecuencia, se producen asimilaciones o divisiones entre deidades. Por ejemplo, antiguamente Frey y Freyja eran dos aspectos de una única deidad, que luego se separó. Más tarde, la popularidad de Freyja, el parecido de sus nombres y funciones hicieron que se confundiera con Frigg. Algunos estudiosos, entre los que se encuentra Georges Dumézil marca una diferencia respecto al carácter terrenal de la acción de los Vanir. En ellos encontramos incumbencias sobre la siembra, el clima y las cosechas. El carácter de los Æsir no deja dudas que se trata de dioses que se ocupan de cuestiones espirituales.
Un importante acontecimiento entre ambos grupos es el acuerdo de paz, intercambio de rehenes, y los casamientos que se efectuaron entre ellos después de una prolongada guerra, que finalmente fue ganada por los Æsir. Fue de esta manera como Njörd, el Van, vino a Asgard para vivir con sus dos hijos, Frey y Freyja, mientras que Hœnir, el As, el mismísimo hermano de Odín, hizo de Vanaheim su morada.
Algunos estudiosos han especulado que esta historia simbolizaba la forma en que los dioses de las tribus indoeuropeas habían suplantado a los dioses de la naturaleza, más antiguos, de los habitantes originales, aunque debe subrayarse que ésta es sólo una conjetura. Otros estudiosos consideran que la distinción Æsir/Vanir no es más que la manifestación noruega de una división de las divinidades en general entre los indoeuropeos, paralela a la de los olímpicos y los titanes en la mitología griega o a su vez en partes de la gran epopeya hindú, el Mahabhárata.
Los gigantes o jotuns (jötnar, iotnar, þurs, eotenas, etc.) son seres peligrosos para los hombres. Estos se pueden comparar con los titanes y gigantes de la mitología griega y generalmente se traducen como "gigantes", aunque "trolles" y "demonios" se han sugerido como alternativas útiles.
Son seres monstruosos y enormes, pero también sabios (como Mímir) y ricos, de los que se benefician los dioses en ciertas circunstancias. Están en el origen del cosmos (que se forma del cuerpo de Ymir). Algunas gigantes poseen una gran belleza (por ejemplo Gerðr).
Algunos de los Æsir son descendientes de los Jotuns y realizan matrimonios entre ellos. Algunos de los gigantes se mencionan por su nombre en las Eddas, y se muestran como representaciones de las fuerzas de la naturaleza. Existen dos categorías de gigantes: gigantes del hielo y gigantes de fuego. Éstos mantienen una hostilidad implacable con los dioses, que se materializa en luchas generalmente lideradas por Thor. En el Ragnarök las fuerzas de la destrucción estarán encabezadas por gigantes, como Surt y Hrymr.
Las nornas (nornir) fijan el destino y sus decisiones resultan irrevocables. Quizás fueran muy numerosas en el pasado, pero en época escandinava (cuando son fijados los poemas y relatos) son tres principales; Urðr ("lo que ha ocurrido"), Verðandi ("lo que está ocurriendo") y Skuld ("lo que debería suceder"), residen en las raíces de Yggdrasill e hilan el destino de los hombres y en especial, con hilo de oro, el de los héroes.
Se relacionan a su vez con las dísir y las valquirias lideradas por Freyja, también divinidades relacionadas a aspectos del destino, concepto muy importante para estos pueblos.
Las Valquirias son importantes personajes femeninos. Eran hijas de Odín, y eran hermosas y fuertes guerreras con la capacidad de sanar cualquier lesión. Su tarea consistía en llevar al Valhalla a los héroes caídos en batalla. Allí les atendían sirviéndoles hidromiel y deleitándoles con su belleza. Las valquirias eran vírgenes guerreras (skjaldmö) y su residencia habitual era el Wingolf, situado al lado del Valhalla. Las valquirias eran comandadas por la diosa Freyja.
Los enanos (dvergr) resultan una raza especial puesto que son de género masculino y no se suelen reproducir (nacen de modo asexuado), viven bajo la tierra (Svartalfheim) y su ocupación principal es la minería y la metalurgia. Poseen la sabiduría oculta y sagrada que les permite forjar armas mágicas para los héroes y objetos muy poderosos para los dioses.
Los alfos o elfos (álfar), en la época escandinava forman dos grupos, los álfar de luz (ljósálfar), que viven en el cielo (la residencia de Frey se llama Alfheim) y los álfar negros u oscuros (svartálfar, dökkálfar) que viven bajo tierra y en montículos y tumbas, y que no se distinguen bien de los enanos (dvärgar). Aunque, seguramente en un principio su importancia era mayor, posteriormente se mantuvieron en las creencias folclóricas en una posición muy devaluada. La imagen noble de los elfos, altos y bellos, cayó en el olvido y se pasó a la concepción de elfo como criatura pequeña y traviesa, como la que aparece en las obras de William Shakespeare. La relación con los hombres es ambigua y pueden provocar enfermedades pero también favorecer. Se les dedicaba una importante ceremonia sacrificial que se llevaba a cabo a finales del otoño (el álfablót).
De ambas razas se dice que surgieron como gusanos de la carne de Ymir. Los dioses les dieron primero forma y les dotaron de una inteligencia sobrehumana, tras lo cual los dividieron en estas dos grandes clases.
Entre otros seres sobrenaturales que se destacan en esta mitología se encuentran Fenrir, el lobo gigante, y Jörmungandr la serpiente marina que se encuentra rodeando al mundo. Estos dos monstruos son descritos como la descendencia de Loki y la gigante Angrboda. Criaturas más benévolas son Hugin y Munin (“pensamiento y memoria”), los dos cuervos que posee Odín, el dios jefe, que cuando vuelven de pasar por todos los mundos le susurran al oído todo lo que han visto, y Ratatösk, la ardilla que escala las raíces del árbol que sirve como eje del universo, Yggdrasil, y en el cual Odín se colgó de sus ramas durante nueve días para obtener conocimiento.
El origen y eventual destino del mundo son descritos en la Völuspá ("La profecía de la völva" o "La profecía de la sibila"), uno de los poemas más destacados de la Edda poética. Estos inolvidables versos contienen uno de los más vívidos relatos creados en toda la historia de la religión y una representación de la eventual destrucción del mundo que es único en su atención al detalle.
En la Völuspá, Odín, el jefe del panteón de los dioses nórdicos, conjuró el espíritu de una Völva muerta (chamán o sibila) y le ordenó que revelara el pasado y el futuro. Ella es reacia: "¿Qué pedís de mi? ¿Por qué tentarme?"; pero ya que está muerta, no muestra miedo por Odín, y continuamente se mofa de él: "Bueno, ¿sabrías más?", pero Odín insiste: si va a cumplir su función de rey de los dioses, debe poseer todo el conocimiento. Una vez que la sibila ha revelado los secretos del pasado y el futuro, cae nuevamente en el olvido: "Ahora me hundo".
Las Nornas giran los hilos del destino a los pies de Yggdrasil, el árbol del mundo.
En el principio, estaba el mundo de hielo Niflheim, y el mundo de fuego Muspelheim, y entre ellos estaba el Ginnungagap, un "hueco profundo", en donde nada vivía. En Niflheim había un caldero llamado Hvergelmir (el caldero rugiente), que borboteaba, y aquello que caía, lo hacía en Ginnungagap. Al tomar contacto con el vacío se transformaba en hielo, hasta, que al final, el hielo terminó llenándolo. Las ascuas de Muspelheim caían sobre el hielo, creando grandes nubes de vapor de agua, que al llegar otra vez a Niflheim, creaban un bloque de hielo, en uno de los cuales estaba un gigante primitivo, Ymir y una vaca gigante, Auðumbla de la cual se alimentaba Ymir bebiendo su leche. Ésta lamió el hielo, creando el primer dios, Buri, que fue padre de Bor, quien a su vez fue padre de los primeros Æsir, Odín, y sus hermanos Vili y Ve. Ymir era un hermafrodita y sus piernas copularon entre sí, creando la raza de los gigantes solo. Luego los hijos de Bor; Odín, Vili, y Ve; asesinaron a Ymir y de su cuerpo crearon el mundo.
Los dioses regulaban el paso de los días y las noches, así como las estaciones. Los primeros seres humanos fueron Ask (ash, fresno) y Embla (elm, olmo), que fueron tallados de madera y traídos a la vida por los dioses, Hœnir/Vili, y Lóðurr/Ve. Sól es la diosa del sol, una hija de Mundilfari, y esposa de Glen. Todos los días, cabalga a través de los cielos en su carro, tirada por dos caballos llamados Alsvid y Arvak. Este pasaje es conocido como Alfrodull, que significa “gloria de elfos”, un kenning común para sol. Sól es cazada durante el día por Sköll, un lobo que quiere devorarla. Los eclipses solares significan que Skoll casi la atrapó. Está destinado que Skoll, eventualmente, va a atrapar y devorar a Sól; sin embargo será reemplazada por su hermana. El hermano de Sól, la luna, Máni, es cazado por Hati, otro lobo. La tierra está protegida del calor total del sol por Svalin, quien se encuentra entre el sol y ella. En la creencia nórdica, el sol no daba luz, que en cambio emanaba de Alsvid y Arvak.
La sibila describe el gran fresno Yggdrasil y a las tres nornas (símbolos femeninos del destino inexorable; sus nombres; Urðr (Urd), Verðandi (Verdandi), y Skuld; se relacionan el pasado, presente y futuro), quienes giraban los hilos del destino bajo él. Ella describe la primitiva guerra entre los Æsir y Vanir y el asesinato de Baldr. Luego centra su atención al futuro.
Yggdrasil, el árbol gigante que sostiene los siete mundos.
La visión nórdica antigua del futuro es sombría. En el final, se creía, las fuerzas del mal y el caos sobrepasarán en número y vencerán a los divinos y guardianes de los hombres del bien y el orden. Loki y sus monstruosos hijos romperán sus ataduras; los muertos navegarán desde Niflheim para atacar a los vivos. Heimdall, el vigilante de los dioses, convocará a los anfitriones celestiales con un bramido de su cuerno. Luego seguirá una batalla final entre el orden y el caos (Ragnarök), que los dioses perderán, ya que así es su destino. Ellos, conscientes de esto, juntarán a los mejores guerreros, los Einherjer, para pelear de su lado cuando el día llegue, pero en el final serán impotentes para prevenir al mundo de descender en el caos del cual una vez emergió; los dioses y su mundo serán destruidos. El mismo Odín será engullido por el lobo Fenrir.
Sin embargo, habrá unos pocos supervivientes, ambos humanos y divinos, que poblarán el nuevo mundo, para volver a empezar el ciclo. O así la sibila nos cuenta; los eruditos están divididos en la cuestión sobre si esto es una posterior adición al mito que traiciona la influencia cristiana. Si es pre-cristiano, la escatología de la Völuspá puede reflejar una tradición indo-europea más antigua relacionada con la escatología del Zoroastrismo persa.
La organización de los reinos del norte
La familia y el clan
La familia y el clan constituye la estructura básica de la sociedad nordica, quedando ambos por encima de la pertenencia a un reino o de la clases social. A pesar de que son gente muy individualista, que puede llevar a problemas con cierta asiduidad dentro del mismo clan cierran filas cuando el problema cala a todo el clan.
Por eso es tan importante el honor del clan y de la familia, pues hay un vinculo sagrado entre los miembros del mismo, y no hay peor crimen que la traición. Asi se espera que los hijos venguen a sus padres, ya que es una ofensa a ese vinculo y se pide compensación que debe ser en sangre o en propiedades.
Un clan esta formado por una amplia red que engloba varias familias que les une un anscestro común que se trata usualmente de una figura heroica o sobrenatural lo que enorgullece al clan. Todos estos clanes están representados en Thing que es la asambrea que dirime los problemas que suceden en un asentamiento regido por un jarl.
La Jerarquiza social
Hay tres clases: La nobleza que son familias poderosas y ricas que su sangre proviene directamente del fundador del clan, las cuales poseen las tierras y que las gestionan, mientrás que los hombres libres(Los bhodi) que son la clase más numerosa, que son los que cultivan la tierra y demás. Después estan los esclavos (los Trhawn) que son prisioneros de guerra, que sirven al clan a no ser que sus servicios hacía el los conviertan en hombres libres.